En el día de ayer martes 14 de diciembre de 2010, nos anoticiamos de la firma del convenio complementario entre el rector de la UBA y el Ministro de Justicia, que significa una base contractual a partir de la cual se vislumbra posible comenzar a definir las condiciones de una resolución al conflicto surgido en el Centro Universitario Devoto.
En un principio e implementado partes de dicho acuerdo, a las 15:00 hs del ayer fueron restituidas a su espacio (el aula de Computación dentro del CUD) las computadoras pertenecientes a la Facultad de Ciencias Exactas que habían sido trasladadas por el SPF.
En razón de lo reseñado, los abajo firmantes decidimos suspender la medida pacífica de protesta (“Huelga de hambre”) que venimos sosteniendo desde hace 53 días, quedando dispuestos sosteniendo desde hace 53 días, quedando dispuestos –como lo fue desde el principio- a dialogar con las dos instituciones firmantes del “convenio” para arribar a una resolución consensuada del conflicto planteado.
Tenemos claro, entonces, que esta instancia no representa la resolución del conflicto aunque brinda el plafón necesario para continuar en el camino.
Consideramos que ahora comienza la etapa en la que todos los actores de este Programa debemos sentarnos a la mesa de negociación y trabajo para:
* Analizar lo sucedido y determinar las responsabilidades institucionales en el desastre provocado unilateralmente por el SPF.
* Recuperar las condiciones de autogestión y autonomía históricas de este Centro Universitario Devoto.
* Redactar y elevar para su promulgación un proyecto de Ley nacional que regule la actividad de la educación universitaria en contexto de encierro.
Estamos al borde del receso universitario y judicial. Sabemos que de aquí en más las represalias en forma de traslados, bajas de conducta u otras maniobras estarán a la orden del día aquí en la cárcel. No tenemos miedo. Nunca lo tuvimos. Tenemos, como siempre, plena conciencia de los riesgos y de nuestros derechos inalienables. Y sobre todo, la voluntad férrea de defenderlos.
Peleamos cada día contra la despersonalización que propone esta institución total y contra la alienación que campea dentro y fuera de los muros. Esta experiencia nos ha marcado el cuerpo pero también nos templa el coraje y la conciencia y la alegría de sabernos acompañados.
A tod@s aquell@s con quienes compartimos este camino de lucha y dignidad les decimos que los llevamos en el corazón por siempre, que reconocemos profundamente cada acción que se ha realizado y el esfuerzo personal de cada un@ puesto a lo largo de estos meses. Que no hay final, hay un recorrido que seguiremos haciendo juntos en todas las actividades académicas y políticas que aún quedan por delante.
Por la libertad de pensamiento, y por el pensamiento para la libertad, los saludamos con fuertísimo abrazo fraternal.
Rodolfo, Fabio, Juan Carlos, Jorge Luis, Gastón, Martín, Diego.