La CNT de Jaén, en el marco de su campaña contra la crisis, la reforma laboral y los recortes sociales, realizó ayer un acto consistente en la pegada de pancartas denunciando a los responsables de la crisis.
Se pegaron cinco grandes carteles a plena luz del día. Los sitios elegidos fueron dos bancos, la sede de CC.OO. (como representante del sindicalismo amarillo), una caseta informativa del tranvía de Jaén y una ETT. La idea era señalar directamente a quienes tienen la responsabilidad en esta crisis internacional del capitalismo.
Los primeros los bancos, cajas y especuladores… Esta escoria de traje y corbata que nos ha llevado a donde estamos actualmente. Un punto de crisis donde el llamado Estado del Bienestar parece derrumbarse y donde los trabajadores y trabajadoras han de padecer los demanes de un sistema financiero internacional que parece inabordable.
Los segundos los políticos y el estado, responsables últimos del sostenimiento del sistema. Denunciamos el parlamentarismo y la delegación. Denunciamos los sueldos millonarios, la corrupción, el entreguismo y la miserable indignidad de todos aquellos que creen hablar por el pueblo mientras se forran a su costa.
Los terceros los sindicatos amarillos, subvencionados y comprados por los gobiernos de turno, incapaces de plantar cara a una patronal cada vez más ávida de un mercado laboral sin ningún tipo de regulación, decimonónico. Sindicatos como UGT y CC.OO., que reciben miles de millones en subvenciones que no sirven sino para mantenerles con la boca tapada. A ellos también los señalamos, porque a pesar de su convocatoria de huelga general, a pesar de su pataleo de última hora, son los responsables de la desmovilización generalizada de la clase trabajadora.
Para la CNT de Jaén, como para toda la Anarcosindical, la lucha está en la calle y no en los parlamentos. Hay que señalar a los responsables de la crisis y plantarles cara, pero más allá de eso, hay que organizarse en el trabajo, a través de las secciones sindicales y las asambleas, pasando por encima de los comités de empresa y demás chiringuitos de los vendeobreros. Es necesario reconfigurar un movimiento sindical nuevo, revolucionario y honesto desde la base, con capacidad para empoderar a los trabajadores y trabajadoras. Vamos a por ello.
¡Arriba lxs que luchan!