Somos inmigrantes que vivimos en toda Grecia. Hemos llegado aquí perseguidos por la pobreza, el desempleo, las guerras, las dictaduras. Las multinacionales occidentales y sus sirvientes políticos en nuestros países no nos han dejado otra opción que arriesgar nuestras vidas 10 veces para llegar hasta la puerta de Europa. Occidente, que está saqueando nuestros países, como tiene un nivel de vida infinitamente mejor que allí, es nuestra única oportunidad de vivir como seres humanos. Hemos llegado a Grecia (entrando al país normalmente o no) y estamos trabajando para vivir, nosotros y nuestros hijos. Estamos en estado de indignidad y a la oscuridad de la ilegalidad, así que los patrones y los servicios del Estado saquen provecho de la explotación salvaje de nuestro trabajo. Vivimos con nuestro sudor y con el sueño de conseguir algún día los mismos derechos que nuestros colegas griegos.
Últimamente las cosas se han vuelto muy difíciles para nosotros. Mientras se van recortando los salarios y las pensiones, mientras todo se hace más caro, el inmigrante se presenta como el culpable, como el responsable de la miseria y la explotación brutal de los trabajadores griegos y los propietarios de pequeños negocios. La propaganda de los partidos y grupos racistas y fascistas se ha convertido ya en el lenguaje oficial del Estado con respecto a la cuestión migratoria. Su fraseología es reproducida casi idéntica por los medios de comunicación cuando hablan de nosotros. Sus “propuestas” son declaradas ya como política del gobierno. Un muro a lo largo del río Evros, en la frontera con Turquía, cuarteles flotantes y el Ejército Europeo en el mar Egeo, pogromos y escuadrones de asalto en las ciudades, deportaciones masivas. Están tratando de convencer a los trabajadores griegos, que constituimos una amenaza repentina para ellos, que nosotros tenemos la culpa de la ofensiva sin precedentes que sus propios gobiernos han lanzado contra ellos.
La respuesta a la falacia y la brutalidad se debe dar ya y la vamos a dar nosotros, los inmigrantes. Ponemos delante nuestras vidas para detener la injusticia contra nosotros ya. Exigimos la legalización de todos los inmigrantes, pedimos la igualdad de derechos políticos y sociales y de obligaciones con l@s trabajador@s grieg@s. Pedimos a nuestros compañeros trabajadores griegos y a cada hombre que sufre él también la explotación de su sudor, que se ponga junto a nosotros. Que apoye nuestra lucha, que no deje prevalecer en su país la falacia y la injusticia, el fascismo y el totalitarismo de las élites políticas y económicas. Es decir, lo que ha prevalecido en nuestros países y nos ha obligado a emigrar para poder vivir con dignidad, nosotros y nuestros hijos.
No tenemos otra manera de hacer oír nuestra voz, de que sepáis nuestra causa. Trescientos (300) de nosotros de toda Grecia vamos a iniciar una huelga de hambre en Atenas y Tesalónica el 25 de enero. Ponemos nuestras vidas en riesgo, porque al fin y al cabo esto no es una vida para un hombre decente. Preferimos morir aquí, a que nuestros hijos vivan lo que hemos vivido nosotros.
enero de 2011,
La Asamblea de los inmigrantes huelguistas de hambre