Un grupo de presos se negaron ayer a comer como medida de protesta porque no funciona el teléfono de la prisión de Can Fita desde hace cuatro días y porque estuvieron el domingo sin agua, según fuentes internas del propio centro penitenciario que prefieren permanecer en el anonimato por motivos de seguridad. La protesta comenzó a las 13 horas en el patio de la prisión cuando los aproximadamente 50 internos que están ingresados en el módulo 1 comunicaron su intención de no acceder al comedor. Los funcionarios consiguieron convencer a cerca de la mitad de estos reclusos, unos 25, pero la otra mitad perseveró en su actitud y no comieron, según las mismas fuentes.
Los motivos de esta protesta, la primera de este tipo en muchos años en Ibiza, son varios: el más importante es la avería en las líneas telefónicas, que comenzó el viernes y que aún no se ha subsanado.
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