Y que conste que aquí nos parecería igual de mal si la paliza se la hubieran dado a la persona supuestamente delincuente que buscaban. La violencia gratuíta es criminal la cometa quien la cometa. Pero en el caso de ser la policía el sujeto de la misma, no solo no debe ser disculpada sino que concurre el agravante de abuso de autoridad. Desgraciadamente no es corriente que los tribunales lo vean así. Nota de Tortuga.
Un error policial acaba con una paliza denunciada
Joaquín Cabanillas
El ciudadano, que huyó de los coches policiales, asegura que no se identificaron, tiene parte de lesiones y denuncia ante la Guardia Civil
De película. Así es la historia que vivió el pasado viernes Carlos Martín, un ciudadano de Lepe víctima de un error policial tras el que acabó recibiendo una “paliza” por parte de miembros de la Policía Nacional. Martín relató que los hechos sucedieron sobre las 13:00 horas, cuando se dirigía desde Lepe a la playa de La Antilla, y a la altura del cruce conocido como ‘el cámping’ le adelantaron dos coches “de los que se bajaron tres hombres de paisano, que me apuntaron con pistolas, sin identificarse como policías”. “Mi primera reacción fue dar marcha atrás al coche y huir, porque pensaba que eran atracadores”, lo que hizo, al tiempo que llamó al 091 para informar de los hechos, pero unos metros después fue otro vehículo el que le cortó el paso, “y fue entonces cuando vi a un hombre con un peto de la Policía Nacional, y entonces pensé que no habría ningún problema”.
Sin embargo,según el relato del denunciante, fue este agente el que le sacó violentamente del coche, “y entonces me tiraron al suelo, me sacaron del coche, y varios policías me empezaron a golpear en la cara y las costillas, mientras me ponían una pistola en la cabeza”, señaló. Todo ello, mientras le pedía a los agentes que cogiesen su cartera para comprobar su identidad, “a lo que se negaron en todo momento, hasta que finalmente lo hicieron, y el Policía que comprobó quien era se le cambió la cara, se echo las manos a la cabeza y se dio cuenta del tremendo error que habían cometido”. Los hechos están denunciados ante la Guardia Civil, con el parte médico de lesiones correspondiente.
El error se cometió en el marco de una operación en la que los miembros policiales acabaron incautando en la localidad lepera 1.440 kilos de hachís, y deteniendo a dos personas. En cuanto el error, la Subdelegación arguye que Carlos Martín “lejos de detenerse y colaborar con la Policía, inició la huida marcha atrás”. Una vez comprobado que no era a la persona que estaban buscando “se le dejó marchar, no sin antes pedirle disculpas por lo ocurrido y poner a su disposición toda la colaboración para que realice las acciones legales que estime oportunas”.