En la medida en que se acercan las fechas de la cumbre de la OTAN en Lisboa, los movimientos están aumentando, no sólo de la policía, que ya ha comenzado, mediante la pluma de sus más queridos “portavoces,” a intoxicar a la opinión pública en el sentido de crear sensación de miedo que esperen que logre llevar a la inacción a la disidencia y anunciar una sesión de control social sin precedentes, en la que entra el gasto brutal en medidas de represión, por lo que Lisboa en noviembre, se asemejará a una zona de guerra, con leyes especiales y sanciones para aquellos que se atrevan a desafiar la cumbre de los señores de la guerra.
También del lado de los manifestantes, han ido aumentando los movimientos de las sesiones de discusión, como la que ocurrió este jueves, en Porto o la que se celebra en Lisboa este fin de semana, sumadas a las acciones de calle destinadas a señalar el noveno aniversario de la invasión de Afganistán, y también para movilizar la oposición a la cumbre de la OTAN en Lisboa (1, 2, 3 y 4).
Este fin de semana, se celebrará uno de los eventos clave para abrir camino a las movilizaciones de noviembre, una Reunión Preparatoria para la oposición a la Cumbre de la Alianza Atlántica, a la que se invita a todas las individualidades, colectivos y organizaciones opositoras a la cumbre a acudir.