Los parquímetros del centro de la ciudad de Lorca aparecieron ayer inutilizados. Como resultado de un acto vandálico, las máquinas de las que se obtienen los recibos de pago para estacionar en las calles quedaron inservibles porque la ranura para echar las monedas había sido cerrada con pegamento. Junto a los parquímetros, los autores del acto vandálico habían pegado carteles con lemas contrarios al pago de la zona azul.
La empresa municipal de limpieza Limusa, encargada de gestionar el servicio, presentó en comisaría una denuncia por estos hechos. Los parquímetros situados en la avenida Juan Carlos I, calle María Agustina y proximidades de la plaza de abastos y plaza de toros fueron dañados, según explicó a esta redacción el gerente de Limusa, Santos González. Sin embargo, el aparato situado frente al centro de salud Lorca-Centro, uno de los de mayor actividad, no se vió afectado.
Los carteles pegados en los parquímetros rezaban: «Averiado. Me he roto a mí mismo porque veo injusto que este Ayuntamiento cobre impuestos sobre el aparcamiento público a los ciudadanos y me utilice a mí para volver a cobrarlos sacando doble beneficio por todo ello. La propiedad privada es un robo».
Los operarios de Limusa limpiaron las ranuras afectadas y antes de mediodía los parquímetros volvieron a estar en funcionamiento, según informó el gerente de la empresa.
Para el concejal responsable de la empresa municipal de limpieza, Melchor Morales, «se trata de un acto vandálico que le cuesta dinero a los lorquinos y que, desde el ayuntamiento, condenamos». Así, el edil indicó que no es la primera vez que el mobiliario urbano de la ciudad sufre destrozos.
Según Morales, la Policía ya ha iniciado una investigación para tratar de identificar a los presuntos autores.
El gerente de Limusa explicó que el sistema de la ORA se aplica «a petición de los vecinos», y puso como ejemplo la instalación de
parquímetros en el barrio de Los Ángeles, donde los ciudadanos reclamaron que entrara en vigor este modo de aparcamiento.
En cualquier caso, los conductores que estacionaron ayer en el centro manifestaron su condena a este acto pero, al mismo tiempo, manifestaron su alivio por haberse ahorrado «casi cuatro euros, que es lo que me cuesta cada mañana dejar el coche aparcado en la calle».
Esta acción, bajo nuestro criterio, nos parece un acto lo suficientemente reivindicativo, ya que no hace falta que ningún colectivo firme con un símbolo para que reciba este calificativo.
Nos agrada ver que hay gente en nuestra localidad que se mueve e intenta de una manera u otra cambiar lo que nos rodea, animamos a que se extienda la llama y no se quede en un mero hecho aislado.
Felicitamos la labor de desinformación que realizan los medios de comunicación callando y ocultando las voces que apoyan dicha acción, ya que no les interesa que la opinión contraria de la población a sus abusos se vea reflejada y se expanda convirtiéndose en algo cotidiano.
Salud y anarquía.