El joven mexicano de 19 años, tiroteado hoy por la Policía mexicana se debate entre la vida y la muerte en un hospital de Ciudad Juárez.
El estudiante de sociología de la Universidad de Ciudad Juárez (UACJ) Darío Alvarez Orrantia de 19 años, esta grave pero estable en terapia intensiva del Hospital General.
El joven participaba en el Foro Internacional contra la Militarización y la Violencia, “Por Una Cultura Diferente”, donde su primer acto fue una tradicional marcha llamada Kaminata contra la muerte.
El diagnóstico es reservado. La bala de alto calibre que entró por la parte alta de las nalgas, le perforó el vientre y le causó exposición de intestinos.
Fue levantado en brazos por su compañeros de marcha para ser hospitalizado.
Los médicos creen que pueden salvarlo, pero su condición es delicada. Podría quedar con diálisis de por vida, dada la gravedad de la lesión que le causó desgarres múltiples en el vientre.
La ira social crece incontenible por este atentado de la Policía Federal y puede generar un incontenible movimiento masivo de protestas.
Una bala perdida :
Miembros de la Policía Federal mexicana han declarado que se trataba de una bala perdida, sin embargo asistentes indican que escucharon 5 disparos de bala y los policias posicionarse para disparar. La Policía no ha aclarado todavía, cual fue el motivo o de dondo vino la orden de utilizar fuego real en una manifestación pacífica.
Los miembros del foro, que se sigue celebrando, han convocado una concentración para hoy, denuncian que se trata de un intento de asesinato político contra un joven luchador, y que no van a callar sus voces contra los un Estado corrupto y asesino. En las calles se crispa ira entre los ciudadanos de Juárez por este atentado policial.
A lo largo del dia de hoy la Policía tomo la Universidad donde se está celebrando el foro, finalmente tras intensas negociaciones han conseguido abandonarla. El rector se ha limitado a condenar este abuso policial, los miembros del foro y estudiantes piden que tome responsabilidades más intensas.
Turnos de guardia por posibles represalias en el hospital:
Familiares y amigos del joven se encuentran montando turnos de vigilancia en el hospital, para prevenir que policías o sicarios acudan a “rematar” al joven, práctica bastante habitual.
Piden a la Comunidad Internacional que se pronuncie y solidarice activamente.