Nuestra agrupación en torno a los hechos del pasado 30 de septiembre en nuestro país, toma la siguiente posición:
1.- El intento de golpe de Estado protagonizado por la derecha ecuatoriana, bajo la tutela del Imperio, como parte de la estrategia para desmovilizar y mermar al movimiento popular –citamos los casos de Bolivia, Honduras, la instalación de bases en varios países de nuestro continente, la lucha contra el “narcoterrorismo”, etc.- de esta parte del mundo, visibilizó a dos fracciones que no representan los intereses populares dentro de la coyuntura, fracciones que corresponden a un momento de la lucha de clases, dentro de la ofensiva derechista para desestabilizar y confundir al pueblo. Es en este sentido, que el intento de golpe ayudó a fortalecer el proceso llevado a cabo por Alianza País bajo el título de Revolución Ciudadana, en la línea del llamado “Socialismo” del siglo XXI. Siendo así, esta fracción, ahondará más su lineamiento a razón de este hecho, con la extensión del proceso a un nivel de mayor escala.
2.- La reacción del Pueblo ecuatoriano –no en su mayoría-, falto de un referente partidario político revolucionario de corte clasista, ante el intento de golpe, habría de recurrir a la llamada defensa de la Democracia. Afirmamos que en la medida, de que el Pueblo ecuatoriano no posea un referente masificado de intensión clasista y revolucionaria, seguirá respaldando y defendiendo la Democracia burguesa como supuesta garantía de orden. Todo esto, en un contexto donde el discurso ciudadano y el asistencialismo estatal, amparado en una vasta campaña mediática, ha ido cooptando la organización popular hacia las filas de Alianza País, quitando de las manos del Pueblo, la respuesta revolucionaria, y canalizando esta hacia el respaldo casi unánime al régimen. Lo que a posterior, sería una trampa tremenda que inmovilizaría al Pueblo ante una agresión externa o interna, bajo las alas del Imperialismo o la misma oposición derechista.
3.- El sector sublevado, trató de camuflar lo ocurrido bajo un supuesto reclamo de corte gremial –Ley de servidores públicos-, cuando su fondo y forma, trasciende a la esfera política, cuajando en la oposición y derecha ecuatoriana, encabezada por el Partido Sociedad Patriótica, y demás sectores que confluyen en este bando. Al mismo tiempo, el Pueblo fue confundido con un discurso conciliador y humanista promovido por el sector político detrás de esto –así como por Partidos traidores-, al llamar Pueblo –en un sentido de clase- a los agentes represores. Las fuerzas represivas, forman parte de una masa desclasada al servicio de las clase dominante, tan solo en coyunturas específicas –situaciones pre revolucionarias- se puede aliar con el Pueblo -las capas más bajas de la fuerza represiva. Pero en este caso, de ninguna forma fue un momento revolucionario, ni pudo haber trascendido a una forma más amplia de lucha.
4.- En este escenario, dentro de las fuerzas de izquierda oportunista, se mostraron dos sectores muy claros: el primero estaría encabezado por la fracción pro correista –ver el PC-, bajo el lema de “radicalizar el proceso”, y los segundos –ver al PC-MLE, MPD-, quienes hicieron equipo con la derecha y consecuentemente con el intento de desestabilización. Ambas partes, representan la contra revolución y la traición hacia las masas, pues su postura oportunista y lame botas, ha sido medalla de oro a la conciliación y freno al desarrollo de la lucha de clases en el país. El resto de sectores políticos, ya sean de centro o centro izquierda, se volvieron a una colada de posturas reaccionarias, o bien apoyando el alzamiento, exigiendo renuncias, etc.
5.- En este sentido, Hijos del Pueblo entiende que esta lección ha de servir para que nuestra tendencia Comunista Anarquista clarifique y afiance los lazos con el proletariado ecuatoriano, pues sólo en esta medida –la conformación de un Partido de clase, una vanguardia revolucionaria, el fogueo entre las masas con un Programa Revolucionario-, la posibilidad de vencer será más viable.
Quienes salimos a las calles el pasado 30 de septiembre, no lo hicimos para apoyar a ninguno de los bandos en disputa, lo hicimos con plena intención revolucionaria. Debemos entender que al respaldar el proceso ciudadano o a la oposición, jugamos con cartas que no corresponden a nuestra clase. La alternativa revolucionaria, no se encuentra en los curules de la Democracia burguesa, sino en la lucha concreta desde abajo hacia arriba, en la forja de un movimiento sindical, campesino y estudiantil de corte revolucionario.
Desde nuestra organización llamamos al Pueblo a sobrepasar el discurso democrático burgués, hacia la construcción del Poder Popular, como opción desde la base hacia una transformación revolucionaria completa. Invitamos a todo quien se sienta parte de nuestra tendencia a reforzar y engrosar la misma. Hoy más que nunca, el Pueblo necesita de aquel referente clasista para llegar a una sociedad más justa e igualitaria.
¡A ondear las banderas del Comunismo Anarquista en los sectores populares!
¡A Luchar, Unir y Vencer!
Hijos del Pueblo.
3 de octubre de 2010.