Al menos dos policías encubiertos, miembros del “Joint Intelligence Group (JIG)”, especializados en extremismo y terrorismo, se infiltraron entre los grupos activistas y anarquistas canadienses durante los preparativos contra los juegos olímpicos de Vancouver y las cumbres del G-8 y del G-20 de Toronto. La infiltración tuvo lugar entre abril del 2009 y julio del 2010.
“Brenda Dougherty” y “Khalid Mohammad”, los nombres con los que se dieron a conocer los agentes infiltrados, desaparecieron del mapa justo antes de comenzar las protestas. 17 personas se enfrentan a graves acusaciones por “conspiración” a causa de sus investigaciones.
Por lo menos en el caso de Brenda, una mujer blanca de unos cuarenta años, su implicación en los círculos activistas fue más bien periférica, cocinando en los comedores gratuitos y prestándose a todo tipo de trabajos, aunque sin proponer ideas propias. Su coartada fue que venía de vivir una larga temporada en Inglaterra y había vuelto para buscar trabajo a causa de una relación tempestuosa en la que su marido la maltrataba.
De la infiltración de Khalid todavía no tenemos datos, pero los publicaremos en cuanto los obtengamos.