A.N.A. entrevista a Octavio Alberola

Creo que nos encontramos en una encrucijada histórica que puede abrir un camino prometedor a la emancipación de los humanos por sí mismos

[Octavio Alberola es anarquista. Nació en España, en Alaior, Islas Baleares, en 1928. Hoy reside en Perpignan, Francia. En 1939 llega a México con sus padres. A partir de ese momento comienza su militancia anarquista. Actúa en las Juventudes Libertarias y en la CNT española en México. En 1962 forma parte de la organización clandestina “Defensa Interior” constituido por el Movimiento Libertario Español con posterioridad al congresso de la CNT de 1961.En la actualidad participa del “Grupo por la revisión del proceso Granado-Delgado” que, desde 1998, está exigiendo la anulación de las sentencias franquistas. También integra los “Grupos de Apoyo a los Libertarios y Sindicalistas Independientes en Cuba”, GALSIC. Incansable, también colabora con otras iniciativas libertarias en Europa. Es un hombre lleno de historias, escritas en una trayectoria de vida libertária agitada e intensa. Algunas historias las expone en esta entrevista concedida a ANA. Pero, la sensación que queda, al dar por terminada esta conversación, es que quedan muchas más cosas para escuchar. Pasemos a su lectura.]

Agencia de Noticias Anarquistas > ¿Cómo el anarquismo entró en su vida?



Octavio Alberola <
Pues, sin duda, a medida que iba viviendo… con mis padres los acontecimientos en los que ellos estaban inmersos. Para ser más concreto: a través de sus relaciones con los demás compañeros y compañeras, a través de su labor docente en tanto que maestros racionalistas, a través de sufrir también las consecuencias de la represión que ellos sufrieron y, muy probablemente, a través las discusiones, lecturas y actos de propaganda que poco a poco fui compartiendo con ellos y con sus compañeros de la CNT, tanto en España como luego en el exilio: primero en Francia y luego en México. También a través de mis discusiones con mis compañeros de estudios sobre diferentes temas político, sociales y culturales y al tener que enfrentarme a la disciplina autoritaria de la enseñanza en la Escuela Secundaria y Preparatoria de Jalapa, capital del estado de Veracruz de la República mexicana. Aunque quizás fue al trasladarme a la ciudad de México, para iniciar estudios universitarios, que las ideas anarquistas se fueron perfilando más por el hecho de participar en la organización de las Juventudes Libertarias mexicanas y pocos días después al tener que compartir, con otros tres jóvenes compañeros, una celda (clandestina) en la que las autoridades mexicanas nos tuvieron recluidos durante un mes tras habernos detenido pegando un manifiesto libertario por las calles de la ciudad de México.

ANA > ¿Su familia era anarquista?

Octavio < Mi padre era hijo de campesinos aragoneses emigrados a Barcelona, allá por los años 1899-90. De joven asistió a la Escuela moderna de Francisco Ferrer y Guardia. Conoció a mi madre en Olot, provincia de Girona, luego de una huelga en que se consiguieron por primera vez las 48 horas de trabajo semanal. Fue deportado y en 1928 era profesor racionalista de la Escuela laica de Alayor, Menorca-Islas Baleares, cuando nací yo. En 1936, cuando la sublevación militar, estába en Fraga, Aragón, de profesor en la escuela racionalista de la CNT y cuando se creó el Consejo de Aragón, luego del 18 de julio, mi padre fue nombrado Consejero de Cultura. Al final de la guerra pasamos a Francia y luego al exilio en México. Allí fue el director del Colegio Cervantes en la ciudad de Jalapa, Estado de Veracruz. Mi madre le ayudó siempre en la enseñanza racionalista.



ANA > ¿En qué carrera universitaria se formó?



Octavio <
En la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estudié la carrera de Ingeniero civil y en la Facultad de Ciencias estudié Física teórica.

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