Anunciadas ayer 12 de mayo por el Presidente del Gobierno:
• Congelación de las Pensiones para 2011.- Se ahorrarán 1.600 millones a costa de los 8,5 millones de pensionistas.
– Sólo se revalorizarán las pensiones mínimas (725 €/mes con cónyuge y 587 €/mes sin cónyuge).
– El resto congeladas. No olvidemos que la pensión media en 2010 es de 752 €.
– Los pensionistas perderán una media de 190 €/año.
• Rebaja del 5% de los salarios de los empleados públicos.- Se ahorrarán 3.000 millones.
– Los 3 millones de empleados públicos perderán una media de 70 € al mes (980 al año).
– Los sueldos más bajos de la Administración podrían situarse por debajo de 1.000 €.
– No es cierto que el personal público tenga garantizado el empleo: en la sanidad madrileña alrededor del 40% del personal es temporal y está sujeto a despido.
• Eliminación de la retroactividad en la Ley de Dependencia.- 700.000 personas pendientes de que la Administración resuelva su expediente, se verán privadas (hasta la resolución) de una ayuda económica que ronda los 300 € al mes.
• Eliminación del Cheque bebé.- Supondrá un ahorro de 1.200 millones.
– Su eliminación no se hará en función del nivel de renta (se retirará incluso a las madres por debajo del umbral de pobreza).
– ¿Serán también estos los tramos que se aplicarán al copago sanitario y farmacéutico?
Tomadas con anterioridad (entre otras):
– Inyectar 230.000 millones a la banca privada (causante de la crisis).
– Suprimir el impuesto de Patrimonio.– Perdiendo más de 2.000 millones de recaudación.
– Suprimir, a partir de 2010 el impuesto de Sucesiones.- Perdiendo más de 3.000 millones de recaudación.
– Mantener los impuestos a las SICAV (Sociedades Anónimas donde las grandes fortunas refugian su capital) en el 1%.
Medidas todas, como puede apreciarse, de una gran sensibilidad social, y destinadas a hacer pagar la crisis a pobres, enfermos y trabajadores.
Con una izquierda así, para qué nos hace falta la derecha.
Las medidas que no toma el Gobierno (los gobiernos europeos, de izquierdas o de derechas, son sólo gestores de las multinacionales que les mantienen) para salir de la crisis:
– Adoptar medidas serias para suprimir el inmenso fraude fiscal (90.000 millones de €/año), los grandes salarios y los grandes beneficios de la banca.
– Subir los impuestos a las rentas más altas (somos uno de los países de la UE 15 con sistema impositivo menos equitativo).
– Acabar con el fraude del IVA.– Sólo en 2008 las cuotas dejadas de ingresar superaron los 17.000 millones.
– Actuar contra la vergüenza que supone la declaración de ingresos –IRPF– de los más de 3 millones de empresarios y profesionales liberales, que en la campaña de la Renta 2007 declararon una media de ingresos de 966 €/mes. Es decir:
– ¡¡¡¡ GANAN MENOS QUE SUS EMPLEADOS !!!!
– Recortar gastos militares (y los enormes gastos de las “misiones de paz” que sólo buscan intereses empresariales), de la casa real, de la iglesia, de los políticos, reducir los cargos de libre designación, los asesores, …..
– Suprimir las subvenciones a sindicatos y partidos. CCOO y UGT han recibido en 2009 en concepto de subvenciones 193 millones de €, el doble que el año anterior (eso sin contar las cantidades que les dan las diferentes comunidades autónomas y las ayudas que reciben a través de sus fundaciones, la firma de EREs, ….).
ESTO NO HA HECHO MAS QUE EMPEZAR. SI LES DEJAMOS NOS LLEVARÁN A SITUACIONES SOCIALES, LABORALES Y ECONÓMICAS DEL SIGLO XIX.
SOLO HAY UNA SALIDA: PERDER EL MIEDO Y MOVILIZARSE, NO HAY SALIDAS INDIVIDUALES.
En relación con la convocatoria de huelga en el sector público para el 2 de junio, anunciada por los sindicatos mayoritarios, dos consideraciones:
1ª) No es comprensible que la huelga se limite al sector público, ya que la “contrarreforma” del Gobierno afecta también a pensionistas, ancianos, enfermos, madres, …, y no toca lo más mínimo los impuestos al capital, causante de ésta y anteriores crisis.
2ª) El ataque a los trabajadores y pensionistas es de tal calado, que esperemos no se quiera hacer un lavado de cara con una huelga de 24 horas en junio, para que en octubre, a la vuelta del verano, todo se haya olvidado.