El incidente del día de la huelga a las puertas de El Corte Inglés se ha saldado en el plano judicial con una condena de ocho meses de prisión a J.B.H. por un delito de resistencia y dos faltas de lesiones y multa, y solo sanciones económicas para P.C.H., para quien el juez rebaja la calificación de delito, pues considera que cometió una falta de desobediencia y dos de lesiones.
El titular del juzgado de lo Penal número dos da por probado que el 29 de septiembre la policia estableció un pasillo para permitir el acceso a los grandes almacenes y que “el ambiente se fue caldeando”. Sobre las 10.30 horas “algunos manifestantes comenzaron a tirar huevos contra la fachada”. Uno de los huevos alcanzó a un agente y un compañero identificó a P.C.M. como la persona que lo lanzó. Al dirigirse a él para retenerlo “provocó que las personas que se encontraba alrededor se opusieran a la acción”, por lo que los agentes “debieron emplear la fuerza dada la oposición de algunos manifestantes y del joven”. En este enfrentamiento resultaron heridos dos policías. Por su parte, J.B.H. llevaba la cara cubierta y esgrimía una defensa de madera y los agentes se dirigieron hacia él para detenerlo. Les costó reducirlo “dada la gran agresividad que presentaba”. Otros dos agentes sufrieron heridas en este forcejeo. Se le intervino un martillo, una navaja, guantes, un pasamontañas y una defensa artesanal.
El juez señala que en el caso de P.C.M. “la declaración de los testigos es absolutamente diferente” y a ello se une que “la versión de los agentes no viene avalada con igual consistencia de forma objetiva con los partes de lesiones”. Para el magistrado, “resulta indiscutible que el acusado se opuso a la actuación de los agentes”, pero “al ser retenido cesó inmediatamente en su actitud”.
A ambos se les imponen indemnizaciones para los agentes. J.B.H., además de la prisión, pagará una multa de 300 euros, mientras que P.C.M. abonará 420 euros en multas.