El pasado 6 de mayo se cumplieron cinco años del asesinato de Nicolás Neira por parte del organismo policial ESMAD (Escuadrón
El pasado 6 de mayo se cumplieron cinco años del asesinato de Nicolás Neira por parte del organismo policial ESMAD (Escuadrón Móvil Anti-Disturbios) . Hace cinco años, Nicolás marchó en la movilización del primero de mayo. Pero este era solo un simple indicio de un joven que había cambiado el giro de su vida apenas teniendo 15 años. Con una perspectiva social lúcida y proyección política decidida y entusiasta, Nicolás Neira sería hoy participante activo de las contiendas desde abajo, de las contiendas libertarias y populares. Contiendas que las ilusiones y distorsiones sociales suelen distanciar a una despreocupada parte de la juventud. Pero el poder estatal, a través del uso brutal de la fuerza, detuvo su camino abruptamente aquel primero de mayo de 2005. El ESMAD, parte de la Policía nacional de Colombia, lo acorraló desprevenido e indefenso. Los fusilantes puntapiés y los garrotes implacables sobre su cabeza, lo intentaron silenciar. Resistió varios días, pero el 6 de mayo la muerte no le dio tiempo para continuar.
En el 2009, después de años de impunidad y de falta de respuesta por parte de la justicia estatal, la Procuraduría General de la Nación destituyó e inhabilitó del ejercicio de cargos públicos a dos oficiales del ESMAD por “omisión” en la muerte del joven Nicolás Neira. Aunque insuficiente, el fallo de la Procuraduría es una pequeña victoria en el camino por el reconocimiento público de que Nicolás fue asesinado por la policía y que hace parte de una dolorosa lista de jóvenes que han sido asesinados en los últimos años por el ESMAD. Nicolás fue víctima de una política estatal de brutalidad policial que cuenta entre sus víctima a jóvenes como Carlos Giovanni Blanco (estudiante de la Universidad Nacional asesinado en el 2001), Jaime Acosta (estudiante de la Universidad Industrial de Santander asesinado en el 2002), Belisario Guetoto (indígena de 16 años asesinado en el 2005), Jhonny Silva (estudiante de la Universidad del Valle asesinado en el 2005) y Óscar Salas (estudiante de la Universidad Distrital asesinado en el 2006).
Estos hechos de brutalidad policial se enmarcan en un proyecto más amplio de Seguridad Democrática que ha golpeado fuertemente a la juventud a través de una política de estigmatizació n, criminalizació n y muerte, acompañada de señalamientos, ejecuciones extrajudiciales, represión de la protesta social, desempleo, falta de educación, de seguridad social y de oportunidades.
Ante este desolador panorama, nosotras y nosotros, jóvenes con esperanzas y sueños libertarios, nos negamos rotundamente a permanecer callados y queremos alzar esta voz de protesta para:
1) Denunciar los hechos de brutalidad policial cometidos contra jóvenes como Nicolás Neira y exigir el desmonte definitivo del ESMAD.
2) Denunciar la política de represión juvenil que ha sido bandera conocida de la Seguridad Democrática del uribismo en los últimos ocho años y que con seguridad será la bandera del santismo en los cuatro años que vienen.
¡Por la vida digna, la justicia y la libertad! ¡Contra la brutalidad policial y la represión juvenil!
1. Red Libertaria Popular Mateo Kramer (Colombia)
2. Revista Hombre y Sociedad (Chile)
3. Organización Revolucionaria Anarquista “Voz Negra” (Chile)
4. Estrategia Libertaria (Chile)
5. Federazione dei Comunisti Anarchici (Italia)
6. Hijos del Pueblo (Ecuador)
7. Workers Solidarity Movement (Irlanda)
8. Organisation Socialiste Libertaire (Suiza)
9. Unión Socialista Libertaria (Perú)
10. Common Action (EEUU)
11. Union Communiste Libertaire (Canadá)
Móvil Anti-Disturbios) . Hace cinco años, Nicolás marchó en la movilización del primero de mayo. Pero este era solo un simple indicio de un joven que había cambiado el giro de su vida apenas teniendo 15 años. Con una perspectiva social lúcida y proyección política decidida y entusiasta, Nicolás Neira sería hoy participante activo de las contiendas desde abajo, de las contiendas libertarias y populares. Contiendas que las ilusiones y distorsiones sociales suelen distanciar a una despreocupada parte de la juventud. Pero el poder estatal, a través del uso brutal de la fuerza, detuvo su camino abruptamente aquel primero de mayo de 2005. El ESMAD, parte de la Policía nacional de Colombia, lo acorraló desprevenido e indefenso. Los fusilantes puntapiés y los garrotes implacables sobre su cabeza, lo intentaron silenciar. Resistió varios días, pero el 6 de mayo la muerte no le dio tiempo para continuar.
En el 2009, después de años de impunidad y de falta de respuesta por parte de la justicia estatal, la Procuraduría General de la Nación destituyó e inhabilitó del ejercicio de cargos públicos a dos oficiales del ESMAD por “omisión” en la muerte del joven Nicolás Neira. Aunque insuficiente, el fallo de la Procuraduría es una pequeña victoria en el camino por el reconocimiento público de que Nicolás fue asesinado por la policía y que hace parte de una dolorosa lista de jóvenes que han sido asesinados en los últimos años por el ESMAD. Nicolás fue víctima de una política estatal de brutalidad policial que cuenta entre sus víctima a jóvenes como Carlos Giovanni Blanco (estudiante de la Universidad Nacional asesinado en el 2001), Jaime Acosta (estudiante de la Universidad Industrial de Santander asesinado en el 2002), Belisario Guetoto (indígena de 16 años asesinado en el 2005), Jhonny Silva (estudiante de la Universidad del Valle asesinado en el 2005) y Óscar Salas (estudiante de la Universidad Distrital asesinado en el 2006).
Estos hechos de brutalidad policial se enmarcan en un proyecto más amplio de Seguridad Democrática que ha golpeado fuertemente a la juventud a través de una política de estigmatizació n, criminalizació n y muerte, acompañada de señalamientos, ejecuciones extrajudiciales, represión de la protesta social, desempleo, falta de educación, de seguridad social y de oportunidades.
Ante este desolador panorama, nosotras y nosotros, jóvenes con esperanzas y sueños libertarios, nos negamos rotundamente a permanecer callados y queremos alzar esta voz de protesta para:
1) Denunciar los hechos de brutalidad policial cometidos contra jóvenes como Nicolás Neira y exigir el desmonte definitivo del ESMAD.
2) Denunciar la política de represión juvenil que ha sido bandera conocida de la Seguridad Democrática del uribismo en los últimos ocho años y que con seguridad será la bandera del santismo en los cuatro años que vienen.
¡Por la vida digna, la justicia y la libertad! ¡Contra la brutalidad policial y la represión juvenil!
1. Red Libertaria Popular Mateo Kramer (Colombia)
2. Revista Hombre y Sociedad (Chile)
3. Organización Revolucionaria Anarquista “Voz Negra” (Chile)
4. Estrategia Libertaria (Chile)
5. Federazione dei Comunisti Anarchici (Italia)
6. Hijos del Pueblo (Ecuador)
7. Workers Solidarity Movement (Irlanda)
8. Organisation Socialiste Libertaire (Suiza)
9. Unión Socialista Libertaria (Perú)
10. Common Action (EEUU)
11. Union Communiste Libertaire (Canadá)