Las dificultades que tienen estos colectivos para hacerse ver y entender están marcadas por la problemática que existe en el Cabanyal; “la mayoría de los vecinos está harta del debate avenida sí, avenida no”. Esta situación afecta a la gente de los colectivos ya que la mayoría de nosotros vivimos en el barrio y sufrimos también la discriminación a pesar de que lo que ofertamos a los vecinos son actividades para todo tipo de gente y edades pero la prensa nos encasilla como radicales, guarros y demás infamias. Desde el ayuntamiento dicen que degradamos el barrio con nuestra presencia y nuestras pintas”.
Para desmontar esta mala prensa reunimos a varios compañeros de los diferentes colectivos del barrio.
Uno de los últimos en aparecer ha sido L’Escola en la calle Progreso y que comenzó su actividad en octubre pasado. Se trata de un espacio que se ofrece tanto a gente del Cabanyal como de Valencia y que de momento a tenido una gran acogida. Se han hecho conciertos, exposiciones, performans, talleres y conferencias. La última actividad fue una charla sobre la situación de los presos en México y para el próximo jueves la universidad politécnica ha organizado una conferencia sobre la situación de los niños gitanos que concluirá con una actuación flamenca en la Escola. El esfuerzo para mantenerse sin subvenciones es grande pero merece mucho la pena.
Otro de los espacios que se han abierto recientemente es la Carpin o la Fuste. La Carpintería-Fustería es un espacio okupado en marzo de 2009 en el número 212 de José Benlliure y que tras un enorme trabajo y una mayor ilusión para reformar techos, paredes, suelos y dotar de agua y luz al espacio, está ofreciendo un gran número de actividades. Tanto la Carpintería como l’Escola han demostrado que existía una carencia en el barrio que hacía falta cubrir. Un ejemplo son las multitudinarias clases de flamenco que se hacen dos veces por semana y en la que se cuenta con casi veinte alumnos por clase. Además se dan clases de yoga y artes marciales y una kafeta con cena los lunes. Los compañeros también destacan los talleres que procuran ofrecer aprendizajes útiles para la vida con temas variados como el cuidado de la salud o el de conocimientos prácticos como de electricidad entre otros y no sólo charlas políticas.
Estos espacios conllevan un gran trabajo de acondicionamiento, mantenimiento, limpieza y también de esfuerzo por ofrecer comida y bebida a precios populares y de calidad, “que parece que las cosas buenas sólo pueden ser caras”. La gente que dedica su tiempo y su ilusión a estos proyectos tienen además sus trabajos, sus estudios y su vida propia por lo que queda claro que “no somos unos vagos gualtrapas como quieren hacer ver”.
Espacios okupados desde hace ya varios años son también el Proyecto Mayhem en la calle Pavía y el Samaruc en José Benlliure 193. El Proyecto Mayhem fue una antigua fábrica y se trata del espacio más grande que encontramos entre los diversos colectivos del barrio. Dadas sus dimensiones es perfecto para realizar grandes conciertos que sirven para la autogestión de los colectivos o para el apoyo a diversas causas reivindicativas. Además de esto el Mayhem oferta kafetas todos los miércoles, tiene un comedor vegano los domingos, cuenta con un rocódromo construido recientemente y organiza además torneos de pin-pón incluso pardillos de fútbito en verano. Se trata de un colectivo que lleva detrás el trabajo de un gran número de gente con reformas continuas y sorprendentes como la barra en forma de barco construida el pasado invierno.
El Samaruc es famoso por ser el cinematógrafo del barrio. Todos los miércoles y de forma gratuita se proyectan películas que suelen estar enmarcadas dentro de los ciclos mensuales de cine que se organizan en el espacio, el último Historias de Jazz. Es un sitio pequeñito y muy acogedor, es como el pez pequeñito y en vías de extinción, así que hay que cuidarlo. Este antiguo taller que fue también un bajo de mujeres cinco años atrás, tiene la intención de hacer barrio. Nos ha interesado siempre ofrecer puntos de vista diferentes, crear un lugar de encuentro y la verdad es que cada vez viene más gente no sólo del barrio sino de otros lugares lo que nos motiva mucho. Además los jueves se hacen kafetas lo que completa la oferta semanal del barrio, donde te puedes tomar tu cervecita o un refresco para contribuir en la autogestión del espacio, el mantenimiento del proyector, el alquiler de pelis…
En la calle Barraca encontramos el Ateneu Llibertari funcionando también desde hace tiempo y que cuenta con una biblioteca, una distri de música y fanzines, un lugar donde se imparten clases de español para extranjeros y que ofrece además el cenador vegano de los jueves. No lejos de allí en la calle Progreso 76 se encuentra la casa tutelada de Ambit. Esta asociación que trabaja la reinserción de presos y enfermos mentales en colaboración con Eolus asesora y ayuda a llevar una vida digna, trabajando para potenciar la autonomía de esta gente.
Dentro de las actividades de Ambit está el programa radiofónico Los Viejos Lobos que una vez al mes se realiza en Radio Malva. Lo que empezó siendo un taller de radio se ha convertido en un programa mensual que funciona ya desde hace un año.
Y bueno, también se cuentan entre los colectivos marítimos, Radio Malva, un proyecto sin duda heterogéneo, que con sus momentos altos y bajos lleva funcionando desde hace más de diez años desde el número 10 de la avenida Malvarrosa. Este fue el lugar de encuentro para que los diversos colectivos hablaran y debatieran entre ellos.
Algunas de las conclusiones:
* Lo que más nos jode es que muy poca gente del barrio de los de toda la vida se acerque a los colectivos y esto se debe a la incomunicación que existe entre los vecinos del Cabanyal y que nosotras tratamos de romper.
* Los movimientos sociales, culturales que luchamos por formas de vida diferentes tenemos que reivindicarnos para desmontar la imagen negativa que de nosotros inventan.
* No queremos una avenida que acabe con el barrio ni tampoco una rehabilitación que lo convierta en un centro comercial turístico como ha ocurrido en el Carmen.
* Vivimos en un barrio muy vivo donde surgen cosas muy bonitas e ilusionantes.
* Los partidos políticos son de los bancos con los que están endeudados, los colectivos sociales son de la gente.
El barrio cuenta además con la revista Vent de Ponent, una publicación trimestral y gratuita hecha por gente del barrio y desde ahora también con La 13/14.
autor: eleuterio gabón