El escritor antifascista ruso, continua detenido en Madrid.
Silajev había conseguido asilo político en Finlandia a principios de año. La embajada Finlandesa en Madrid ha declarado que Silajev puede seguir retenido hasta 40 días. La policía española detuvo a Silajev en Granada bajo una orden de la Interpol, interpuesta el 21 de agosto. Tras su traslado a Madrid,
contrariamente a lo esperado, no fue puesto en libertad condicional al día
siguiente, a pesar de que la embajada finlandesa le había proporcionado
todos los papeles necesarios para garantizar su asilo y el derecho a estar
en el país. El juez no aceptó recursos al respecto. La policía por su parte
dice que Silajev tan solo tenía un pasaporte ruso cuando fue detenido.
Todavía
está por ver cuál será la reacción del Estado finlandés.
The Moscow Times entrevistó a Tanya Lokshina de The Human Rights Watch,
quien declaró que el Estado español no tiene la obligación de considerar el
asilo otorgado por Finlandia, pudiendo enviar al activista antifascista
directamente de vuelta a Rusia. Ésto no parece ser cierto. El canal
finlandés de noticias YLE ha entrevistado a Esko Repo, director de la
oficina de inmigración, que ha explicado como todos los países de la Unión
Europea tienen el compromiso de no enviar personas de vuelta a países donde
puedan ser perseguidas por motivos políticos.
El abogado de Silajev dice que la situación pinta mal.
Según The Moscow Times, la creciente represión por parte del gobierno ruso
contra protestas y disidentes puede llevar a muchos más ciudadanos viéndose
obligados a huir del país. El caso de Silajev no está aislado; puede
conectarse con muchas otras historias de personas que, habiendo huído del
país, fueron perseguidas con la intención de enviarlas de vuelta a Rusia.
Silajev obtuvo asilo en Finlandia en abril del presente año. El motivo fue
la continua persecución política que estaba sufriendo en Rusia. La
Federación Rusa quiere encarcelarlo por las manifestaciones en contra de la
construcción de una autopista en la región de Khimki, a las afueras de
Moscú. Entre otras acciones, el ayuntamiento de la ciudad de Khimki fue
atacado con piedras y petardos en 2010.
La caza de Silajev parece ser el último recurso del fiscal para intentar
seguir criminalizando las protestas de Khimki. El año pasado el activista
Aleksey Gaskarov, tras pasar varios meses detenido, fue puesto en libertad
sin cargos mientras que Maxim Solopov, otro presunto implicado en las
acciones, fue condenado a dos años de cárcel bajo el cargo de
“hooliganismo”. El tercer sospechoso, Denis Solopov, ha recibido asilo
político en Holanda.
The Moscow Times ha publicado recientemente la dimisión del alcalde de
Khimki, Vladimir Strelchenko, que abandonó su cargo debido a presiones del
nuevo gobernador de Moscú. Stretchenko es sospechoso de haber organizado
ataques, realizados por mercenarios y grupos neonazis, contra la acampada
de manifestantes que resistía y bloqueaba la construcción de la autopista.
¡Pedimos solidaridad a nuestros compañeros de Madrid y otras partes del
Estado español! ¡Apoyo para nuestro compañero antifascista y anarquista!
¡Pásalo!
Extraído y traducido de la página web anarquista finlandesa Takku.net”