“Pensiones, sanidad, educación y prestaciones por desempleo quedan fuera del ajuste”. Con ese subtítulo ha anunciado hoy el PSOE un paquete de medidas para reducir el déficit, es decir, para “ahorrar”. Asegura que no se tocarán los pilares del Estado de Bienestar.
Su plan consiste en bajarle el suelo un 5% de media y su congelación en 2011 a los funcionarios, espectro de la clase trabajadora que hasta ahora se había librado de los tijeretazos anteriores pero que le ha llegado su turno. Desde hace varios años analistas anticapitalistas aseguraban que la política neoliberal del PSOE estaba blindando el trabajo precario para que no se desprecarice y desmontando poco a poco el trabajo estable. Aquí tenemos otra prueba de por dónde nos lleva el camino de la “política social” de Zapatero.
Además en el paquete de medidas se incluye la anulación de la ayuda del llamado “cheque-bebé” y se elimina la retroactividad en el cobro de la prestación por dependencia (ya de por sí escasísima).
Y mientras está en pausa la propuesta de retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años, otra de las medidas anunciadas esta mañana es la suspensión para 2011 de la revalorización de las pensiones.
¿Por qué aún así el gobierno insiste en que “no se tocan los pilares del Estado de bienestar” porque “pensiones, sanidad, educación y prestaciones por desempleo quedan fuera del ajuste”?
Para desviar la atención y no decir que a la sanidad le afecta un proceso de privatización galopante amparada por la Ley 15/97 y que la educación se está mercantilizando gracias al Plan Bolonia y a la entrada del sector privado desde hace años. Y se supone que en un Estado de bienestar uno no tiene derecho a unas raquíticas prestaciones por desempleo (con 4 millones de parados), si no a un trabajo digno y estable.
Nueva vuelta de tuerca a la clase trabajadora y al descontento social. Se eleva la presión y el regulador de la olla comienza a bloquearse.
La Haine