El jueves 24 de enero de 2013 el Régimen recurrió a la medida de la movilización civil de todos los trabajadores del metro de Atenas. El ministro de Transportes, después de haberse reunido con el primer ministro y contando con el apoyo del Poder judicial, procedió a esta medida con el fin de reprimir la lucha de los trabajadores contra los recortes salariales, la abolición de su convenio colectivo y la eliminación de sus derechos laborales. La orden de movilización civil tendrá efecto también para los trabajadores en los demás medios de transporte público, en el caso de que sigan las huelgas que han convocado en solidaridad con sus compañeros de trabajo y colegas.
Los trabajadores del metro de Atenas están en huelga desde el jueves 17 de enero. Desde hace seis días se han sumado a sus movilizaciones los trabajadores en los otros medios de transporte público, con paros de varias horas de duración y con huelgas de 24 horas. El lunes 21 de enero la Administración de la empresa privada que controla el servicio del metro de Atenas denunció a los sindicatos ante los tribunales, y como era de esperar estos la declararon ilegal. Una orden judicial emitida anteayer por la Fiscalía contra el sindicato de los trabajadores del metro dio luz verde al gobierno para activar «poderes de emergencia» propios de un régimen dictatorial.
Apenas fue anunciada la noticia de la orden de la movilización civil, el jueves 24 de enero por la mañana, los trabajadores se reunieron en la cochera central del metro para defender la huelga. Los trabajadores en los autobuses urbanos pararon la asamblea que estaban celebrando para irse a la cochera y solidarizarse con los huelguistas. Lo mismo hicieron los trabajadores en el tranvía, los trolebuses, el tren de cercanías y el tren urbano de superficie, así como muchos solidarios. Los sindicatos de todos los medios de transporte público prolongaron los paros de trabajo hasta la medianoche del jueves 24 de enero y convocaron una huelga de 24 horas para el viernes 25 de enero. La huelga está apoyada por las Asociaciones Obreras de Atenas y del Pireo, las cuales han convocado un paro de trabajo de cuatro horas para el mismo día.
El Régimen procedió a la movilización civil de los trabajadores en el metro de Atenas basándose en una ley promulgada en 1974 para enfrentar “emergencias en tiempos de paz”. Según el proceso previsto por esta ley, la Policía va a colocar un aviso de la orden de la movilización civil en la puerta de la casa de cada uno de los 2.500 trabajadores. Según la misma ley, en el caso de que los trabajadores no regresen a su trabajo, corren el riesgo de ser detenidos, de ser procesados por delito flagrante y de ser condenados de tres meses a cinco años meses de cárcel.
La lucha de los trabajadores en los medios de transporte continuará. Los sindicatos han dejado claro que van a desafiar la orden del gobierno. Ya han desafiado la orden del tribunal que hace dos días declaró ilegal una de sus huelgas consecutivas de 24 horas. Es indicativa la respuesta dada ayer por uno de sus representantes sindicales al ultimátum que les había dado el gobierno a los huelguistas hasta el jueves 24 de enero para que desconvocaran la huelga y regresaran al trabajo: “Al ultimátum respondemos que no tenemos nada más que perder, lo hemos perdido todo. Resistiremos, aunque vengan a detenernos. Estamos decididos. La gente está con nosotros. He vivido otras épocas, como los siete años de la dictadura de los coroneles, y veo que los de ahora son peores que los de entonces. Que saquen los tanques. Resistiremos.”