Texto publicado en el blog http://anthostoukakou.blogspot.gr/.
Análisis y acción contra la oleada represiva, y la respuesta del movimiento anarquista
Es, o debería ser ampliamente conocido, el hecho de que al terminar, por diversas razones, el proceso del regreso de una parte de las ganancias del Capital a su base, entonces de manera simultánea empieza la anulación del proceso de la adquisición del consenso de los súbditos por parte del Régimen, en favor del proceso de la identificación absoluta con él, a través de una intervención represiva vertical.
En circunstancias de crisis, la gestión del poder político es de facto “derechista”, independientemente de la raíz ideológica de la formación que se encarga de tal gestión. En esta fase el poder político pone en marcha dos procesos, a través de los cuales se busca conseguir un nuevo campo de consenso, elíptico pero “capaz” respecto de su funcionalidad (siempre dando por hecha la situación en este estado de emergencia), de los que permanecen “intra muros”: tótem de estos procesos es por una parte el concepto de la legitimidad y por otra parte la dinámica de la Nación.
En Grecia, últimamente, nos podemos imaginar, entre otros, que es posible un colapso del centro político, tal y como lo hemos conocido hasta hoy. En otras palabras, en realidad el mundo burgués se va transformando y reconstruyendo. Teniendo como base de su planificación la voluntad de su supervivencia y su futuro desarrollo a costa de los explotados, el bloque de Poder burgués está revisando sus posibilidades de salvación, está re-estructurando los componentes que lo constituyen, está organizando metódicamente los golpes que va a dar, y está re-terminando, bajo nuevos términos verticales, sus nuevos enemigos, amigos y “público”, al cual va a llamar a ponerse de su lado en la nueva cruzada.
En este proceso que se está realizando en el bloque de Poder de la burguesía, del Estado y del Capital, podemos vislumbrar (entrever) los varios guiones de su salvación.
En el primero de ellos, el cual es el que está en pleno desarrollo en la actualidad, la coalición gubernamental, por dos razones, considera como autoridad suprema el concepto de la legitimidad. Primero, a través de dicho concepto cubre con un simple esquema teórico el proceso represivo contra el conjunto de los movimientos sociales combativos. Al mismo tiempo, este esquema, que está completamente integrado, como dialéctica y retórica, en la coalición constitucional-política, fácilmente puede ser apoyado por las fuerzas centristas que están a la zaga y en todo caso apoyan las obras del pilar principal de la política de los burgueses, o sea del partido derechista Nueva Democracia. La orientación europea, que es el segundo factor del seguimiento masivo del bloque burgués re-estructurado, se refuerza a través de esta invocación a la legalidad. El nivel y la dureza de la represión, así como sus consecuencias, ya no tienen importancia. Todo ese proceso constituye un reflejo de la concepción política principal acerca de cuestiones de la “calle”, es decir, de intervención directa en los centros de resistencia y en las anti-estructuras. De todos modos, el “coste político” es un concepto que ya ha sido abolido de la esfera política pública por la Democracia totalitaria y por el capitalismo furioso en embestida.
El Poder se ha retirado definitivamente de la mesa del diálogo. Si lo ha hecho en los temas que conciernen a la gran mayoría de la sociedad, sin mirar atrás, no podría haber hecho algo diferente en las cuestiones que a primera vista parecen tener menos importancia o conciernen a una parte menor de la sociedad, sobre todo si los movimientos sociales no han conseguido demostrar, hasta un cierto grado deseado, el sentido común de la resistencia que inspira las ocupaciones, y en general no han podido vincular las anti-estructuras con los intereses y necesidades sociales.
En el segundo guion, que presupone el colapso de las “fuerzas centristas” (PASOK, Izquierda Democrática), el único socio que le queda al bloque burgués es el partido neonazi Jrisí Avgí (Aurora Dorada). Esta opción, algo incómoda para la fuerzas de orientación europea, puede que enfrente algunas dificultades, sin embargo, no puede ser ignorada. La dificultad de esta posibilidad estriba actualmente en la dinámica de la integración (del partido neonazi en una coalición), más que en la lógica de una alianza abierta. El oscuro pozo de pensamiento (think tank) de la Derecha ha dado el pistoletazo de salida. El fascista gubernamental Failos Kranidiotis ha transmitido el siguiente mensaje: “Ya es hora de extendernos hacia la base de los partidos “Griegos Independientes” y “Aurora Dorada”, sin insultos ni consignas de enfrentamiento, sino con prácticas políticas”, añadiendo: ” la razón principal de mi actitud es que en la gente que compone la base del partido “Griegos Independientes”, así como la de “Aurora Dorada” es en su mayoría gente nuestra”. Desde hace tiempo es conocido el truco de invocar a la base cuando se supone que no uno no desea hacerse responsable de las decisiones de su liderazgo. Sin embargo, lo que nos interesa aquí es otra cosa. Ya se ha señalado que la coalición gubernamental ha adoptado la agenda de los nazis. Ahora lo que falta es pasar a las “prácticas políticas”. La coalición está aguardando, y entre los tres partidos sobre todo la Nueva Democracia fascista, que podrá incluir a Aurora Dorada en estos planes, a través de la aplicación de esta práctica política ¨en la calle¨. ¿Además, qué banda es más potente que la propia Policía? Esta táctica tiene por objeto evitar la perplejidad que pudiera conllevar una alianza abierta y/o una coalición con los nazis. Por otro lado, eso no quiere decir que dicha opción no vaya a ser priorizada en el futuro próximo, en el ámbito del estado de emergencia (que estamos viviendo). El “tótem” de la Nación recibirá el relevo de la pobre y llena de “adornos democráticos” «legitimidad», con el fin de que el estado de emergencia pueda aplastar, no sobre la base de “¿a quién elegimos que se salve?”, sino “quién se tiene que ser exterminado de inmediato”.
La manera más posible para que la coalición gubernamental, obviamente fascista, sea viable, es dar una “contraprestación humana” a los nazis. La contra-revolución tiene que ocupar la “calle”, y a través de su terrorismo tiene que organizar aquellas fuerzas plebeyas que consistirán la base de la nueva gestión. Un requisito básico para este guion es la gestión de la “política económica”, y de la política en general, por el mundo burgués. Sin embargo, este proceso es una condición sine que non, ya que los neo-nazis, al contrario que sus prototipos históricos, no tienen nada que plantear, ni siquiera una teoría falsa diferente de la dominante sobre la gestión de la relación entre Capital y Trabajo.
El ejemplo más próximo a la perspectiva que estamos analizando ya ha tenido lugar bajo el título “Zeus Xenios”. Si pudiéramos pensar en un plan gubernamental que pudiera de manera arbitraria detener preventivamente a 100.000 ciudadanos griegos para comprobar si han violado la ley de alguna manera, para arrestar luego a los 4.000 y dejar en “libertad” al resto de los detenidos (con el recuerdo de los calabozos de las comisarías después de ser dejados en libertad, y con la impresión de que van a estar constantemente en el punto de mira de las fuerzas represivas del Poder bien arraigada), tendríamos la imagen más pura de fascismo del futuro.
El mismo guion que está relacionado con la precisión del ejemplo anterior, se desarrolló en los recientes desalojos de los espacios ocupados. Lo que fue atacado ante los ojos del pueblo, fue el ánimo de la resistencia firme, que es –y siempre ha sido- la manera y el proceso de supervivencia de “los de abajo”. En tiempos de prosperidad era una opción, en circunstancias de crisis es imprescindible (vía única). El Poder lo sabe, y hará todo lo posible para que no lo sepan las clases subordinadas.
La Izquierda
Haciendo una pequeña desviación del cuerpo principal del artículo, debemos -desgraciadamente- hacer una mención, por una vez más, a las fuerzas de la Izquierda. Vamos a intentar ser breves, porque realmente la vida está en otra parte en este momento. De todos modos, lo que nos interesa en relación con la Izquierda, es el donde pone el límite entre la auto-humillación y la dignidad social. Esto es lo que necesitamos para poder hacer política.
Sobre el Partido Comunista (KKE) la cosa es más bien simple. Su relación con la auto-humillación parece ser irrompible. La jovialidad e hilaridad que provoca, se basa en dos o tres posiciones básicas suyas. Por un lado, los partidos son obviamente unas vacas sagradas y sus oficinas “establos” sagrados, así que parece lógica la condena de la ocupación de las oficinas del “partido socio” del gobierno “Izquierda Democrática”. No merece la pena destacar que todos los partidos, incluso sus oficinas, son sagrados antes de la revolución, porque después de ella no lo serán para nada, con la excepción del Partido Comunista. No nos cuesta pensar en Lenin condenando la ocupación simbólica de las oficinas de Kerensky. Al contrario, nos centraremos en dos puntos clave: en el comunicado que sacó este partido, que habla de la intensificación de la represión por parte de los anarquistas, lo que demuestra lo lejos que está de esa misma represión el KKE, como si para ellos no fuera lo suficiente “represivo” contra la población activa todo lo que había ocurrido durante el periodo anterior. La esencia de su pensamiento, sin embargo, se manifiesta en su segundo comunicado, con el cual expresa la posición de que los edificios vacíos tienen que ser gestionados por las autoridades municipales.
Sin embargo, esto es exactamente lo que ocurre en este momento. Con una orden del alcalde de Atenas Kaminis se ha llevó a cabo todo el plan de los desalojos. Así que los edificios deberían pertenecer a los Municipios, los cuales serán “rojos”. Sin embargo, durante los varios años que el KKE se hizo con el Poder en varios municipios a través de las elecciones, ninguna obra notable fue grabada (registrado) en la conciencia colectiva. En este caso, la respuesta constante ha sido las quejas permanentes acerca de la financiación gubernamental insuficiente. Pero aquí se plantean dos cuestiones nuevas. ¿Cómo consiguen los movimientos sociales y anarquistas “desorganizados y sin orientación”, si no “provocadores y desorientativos”, crear hoy día clínicas de primeros auxilios sociales, mercados sociales, cafeterías y guarderías sociales, radios libres e.tc.? ¿Estarán subvencionados por Soros? No. Están “subvencionados” por la necesidad social, la solidaridad y la lealtad al derrocamiento de lo existente, aquí y ahora mismo. La respuesta del KKE será otra vez el Poder popular. Algún día vendrá el Estado rojo y dará dinero a los municipios rojos y se crearán nuevas y hermosas escuelas rojas. Estas son meras chorradas. La posición del KKE que los edificios vacíos tienen que ser gestionados por las autoridades municipales, para nosotros, que somos partidarios del materialismo dialéctico, es simplemente la declaración más honesta y concisa que se pudiera hacer: “Alcalde Kaminis sigue con tu tarea buena, primer ministro Samarás quítales las capuchas (imaginarias). La Quinta Columna está aquí”.
Concluyendo, debemos señalar que el burgués, ya sea de Derecha o de Izquierda, puede cambiar el contexto de su discurso para reforzar (señalar) u ocultar la estética política común de la contrarrevolución.
En cuanto al partido SYRIZA, sin dejar de seguir la política de dos caras, basada en su nueva estructura, la condena acrítica de los anarquistas puede ser que sea colectiva y política, sin embargo el apoyo crítico (a ellos) se hace a nivel individual y por lo tanto es a-político, algo como si fuera un brinco emocional. Estas son cosas inútiles. La verdad es que, mientras el mayor ataque contra las resistencias sociales se lleva a cabo en nombre de la “legalidad”, entonces la identificación de la lógica (que tiene que ver con las declaraciones programáticas fundamentales) que se condensa en la frase “les vamos a volver locos con la legalidad”, y todo tipo de análisis, no son nada más que desviaciones del problema y preocupaciones personales, y no se relacionan con nuestro tema. No queda mucho por decir, aparte de la conclusión de que el bloque autoritario hace muy bien su labor en la carrera de “quien va a volver loco a quien”, valiéndose siempre de la legalidad.
Concluyendo, queremos señalar que puede que las declaraciones gubernamentales de que el SYRIZA apoya (respalda) a los anarquistas, tengan como objetivo que sea golpeado SYRIZA, sin embargo, sobre todo pretenden atacar a los anarquistas.
Por último, no vamos a dedicar mucho tiempo a los componentes extra-parlamentarios de la Izquierda. No por cualquier otro motivo, sino por las condiciones objetivas. La imagen general nos ofrece las herramientas para ver (discernir) la más pequeña. Nuestra creencia que la formación de la coalición de partidos izquierdistas extraparlamentarios ANTARSYA ya no tiene ninguna razón de existencia autónoma a nivel político central, nos hace creer lo mismo con respecto a cuestiones de lucha y resistencia inmediatas, y con respecto a temas de base. El partidismo de los espacios sociales de intervención de la Izquierda extra-parlamentaria hace de ella inútil e ineficaz en espacios donde históricamente había tenido una cierta influencia, por ejemplo en las universidades. Dicha intervención podría ser útil hasta cierto punto, para crear nuevas conexiones de legitimidad del movimiento revolucionario (con otros espacios sociales). Por otro lado, la contribución teórica al movimiento revolucionario no sólo ha sido muy por debajo de las expectativas, sino fuera de toda realidad.
La consideración del ataque estatal como un ataque contra los “derechos democráticos”, por un lado ignora las premisas básicas de la integración capitalista, y por otro lado traiciona la voluntad de que el marco (contexto) de la lucha se oriente hacia la vuelta a la normalidad, una normalidad que ya no existe. Esto es lo que compone el marco de lucha de ANTARSYA sobre cuestiones macro-políticas. Desafortunadamente, los extra-parlamentarios no pueden jugar ni el papel del coco para los “rebeldes incontrolados”, ni el papel del polo de la incorporación (integración) como si fuera otro SYRIZA. No puede generar una política colectiva, por lo tanto generará una política individual. Los elementos vulgares de la tendencia derechista lo sabotearán, sosteniendo que es una cuestión de menor importancia, algo como un KKE extra-parlamentario transgénico, y la gente sincera se alineará detrás de las banderas anarquistas en las marchas de solidaridad.
El movimiento anarquista
El movimiento anarquista se está enfrentando, una vez más en su larga trayectoria, con el riesgo de la extinción, a causa de un ataque político, ideológico y represivo bien coordinado que ha estado recibiendo desde 1995. Nuestro objetivo es al final de este artículo delinear una estrategia eficaz para la superación de este ataque, el fortalecimiento de nuestras posiciones y un mayor desarrollo del movimiento.
El primer componente principal de esta estrategia es continuar produciendo acción política autónoma desde abajo. A través de su acción política y social, el movimiento anarquista ha puesto en relieve dos grandes acontecimientos. El primero tiene que ver con el campo de la lucha contra el fascismo, con las patrullas motorizadas. El segundo tiene que ver con la resistencia contra el Estado, que se activó a través de la “reocupación” de la okupa “Villa Amalías”. Con estas dos acciones heroicas el movimiento anarquista salió del dilema violencia-no violencia, respondiendo con la dialéctica que lleva en sí el concepto de la responsabilidad. Salió del dilema activismo o política, respondiendo con el activismo político, es decir con un activismo que tiene un objetivo político concreto. Al mismo tiempo muestra el camino de cómo la base de la sociedad puede crear hechos políticos centrales, anulando la agenda de la ultraderecha, o por lo menos el monólogo que tiene sobre ellos. También, indica el camino de la lucha firme. Las imágenes de las furgonetas policiales llenas de personas detenidas durante los desalojos son también imágenes del futuro, y de hecho son las únicas imágenes del futuro que tienen los oprimidos, de no percibir como tales –o sea como imágenes del futuro- las de la rebelión de diciembre de 2008.
La producción de política autónoma suelta las manos del movimiento –hasta cierto punto- en cuanto al caso de alianzas políticas y sociales. La Izquierda y las instituciones políticas se ven obligadas a posicionarse, y ya no pueden apropiarse de los procesos autónomos, porque ya no pueden defender el núcleo de la política revolucionaria. Las coronas sobre la incorporación (integración) socialdemócrata del movimiento en otros países, por ejemplo en Alemania, ignoran el estado del capitalismo en los países citados como ejemplos de integración exitosa, en comparación con el ambiente griego en la coyuntura de la crisis. En realidad es como alguien dijera en 1939: “mira que bien se han integrado los judíos en la sociedad de Estados Unidos, ¿por qué no ocurre lo mismo en Alemania? ”. Ingenuidad o estupidez, nos da igual. Lo que tenemos que hacer, para nosotros, se sitúa en el marco de la dialéctica, entre la defensa y la respuesta, entre la defensa y el ataque.
La reocupación de “Villa Amalias” formó la dinámica del ataque. La cuestión ya está planteada. Ahora queda poner en marcha la dinámica de la resistencia. Salvaguardar no significa enfrentarse a la Policía ya. La estrategia de la tensión es casi siempre devastadora, sobre todo si no se vincula con acciones macro-sociales de resistencia y de subversión. La responsabilidad cae en la planificación de nuevo de los modos de conseguir la legitimidad social. Así pues la socialización de las ocupaciones, la propaganda, las alianzas sociales que se construyen a través de las intervenciones de los espacios sociales en las reivindicaciones que plantean las necesidades sociales actuales, es un desafío. También la dinámica de los procesos de auto-organización y auto-gestión –la sombra de los cuales llega más allá del espacio político que los introdujo en la esfera social-, constituye la inversión política fundamental que le queda por recapitular al movimiento anarquista, para agotar las reservas de las alianzas sociales y resistir al ataque. Porque necesitamos saber lo que ya sabe el enemigo. Si este ataque no consigue disolver al movimiento anarquista, entonces es seguro que éste se va a fortalecer de una manera insoportable para los soberanos.
Por último, la mejora del contenido de discurso del movimiento anarquista, implica de manera inevitable su reestructuración organizativa. En un tiempo muy limitado habrá que superarse muchas obsesiones y habrá que surgir algún tipo de convergencia organizativa. Porque si el ataque lo organizan los fascistas, nosotros podemos responder con las estructuras antifascistas, las patrullas, las milicias. Si el ataque lo organiza el Estado, ¿qué fuerza organizada y coordinada se enfrentará a él?
El primer paso para una mayor participación y coordinación, aparte de la organización, la cual puede ser compuesta por los sectores políticos más avanzados del movimiento anarquista, podría ser una coordinadora de autodefensa, propaganda, resistencia y acción populares, cuyo marco político será la lucha contra el Estado y el fascismo, y cuyos deberes inmediatos serán la defensa (salvaguardia) de los espacios ocupados, la organización de eventos y festivales, la organización de manifestaciones y marchas, la formación de patrullas para hacer intervenciones en los barrios y en zonas donde se puedan crean conexiones sociales, y que se relacionan con bienes públicos que van siendo cada vez más escasos.
Por otro lado, para corresponder con la faceta pesimista de la realidad, nuestra respuesta, en el caso de que lleguemos a situaciones de guerra real, siempre debe tener en cuenta por un lado la realidad social, y por lo tanto su acción tiene que estar a favor de los interés del proletariado, y por otro lado dar el ejemplo a nuestra clase, formando nuestro contraataque sobre la base del discurso de Malatesta: “quizás sea necesario que caigamos. Entonces nuestro deber será sujetar nuestras banderas en alto, porque si sujetas la bandera en alto, siempre aparecerá el siguiente que continuará, porque si sujetamos nuestras banderas en alto, entonces podemos estar seguros de que habremos ganado”.
El texto en griego.