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[Wallmapu] Comunicado publico de la Comunidad Santa Rosa Leleque

Mari mari!

A los pu peñi.

A los pu lamien.

Y a la sociedad en Gral.

En el año 2002 decidimos retornar al territorio ancestral, donde nacieron y se criaron nuestros ancestros, donde nosotros recorríamos desde niños. Fuimos aprendiendo a respetar la naturaleza y a convivir con la mapu (tierra), haciendo ngellipun y distintas ceremonias propias de nuestro pueblo, manteniendo las costumbres y la forma de vivir. Es así como a finales del 2002 sufrimos el primer golpe de la justicia, quienes efectuaron el desalojo de la comunidad, donde Benetton y la Compañía Tierras del Sud Argentino S.A, nos denunció como usurpadores de nuestro propio territorio. Pasamos por un juicio donde la justicia de tribunales de Esquel a cargo del Dr. Jorge Eyo, fallo a favor del grupo empresarial Benetton.

Durante ese tiempo viajamos a Italia a encontrarnos cara a cara con Luciano Benetton, quien entra tantas cosas nos prometió buscar una solución al conflicto y también nos dijo que: “su palabra de hombre vale más que firmar un papel”.

Luego de tres años de no haber recibido respuesta y solución por parte del magnate italiano y por el gobierno Nacional, Provincial y Municipal, el 14 de febrero del año 2007 retornamos al territorio ancestral para ser lo que somos, Mapuche: gente de la tierra.

Durante estos años hemos tenido que seguir remando contra la justicia. Al poco tiempo de haber cumplido los cuatro años en el territorio, recibimos este 1 de marzo, la orden de desalojo de parte de la justicia de Esquel. Este fallo, fue firmado por el juez Omar Higinio Magallanes, quien nuevamente actuó a favor de La Companía Tierras del Sud Argentino S.A, propiedad de Luciano Benetton.

Esta sentencia es un error de hecho y de derecho bien concreto, ya que este juez ignoró completamente la orden de la Corte Suprema que obliga a aplicar el derecho indígena ante estos conflictos. Con esto nos deja bien en claro el desconocimiento de los derechos y las leyes que ampara al pueblo mapuche, como el: artículo 75, inciso 17 de la Constitución Nacional , el Convenio 169 de la OIT y la Ley Nacional de emergencia 26.160 y 26.554. Sumado a todo esto, a la hora de la sentencia, solo tuvo en cuenta los testigos presentados por Benetton, dejando de lado completamente los testigos presentados por la Comunidad, como: Ramón Minieri historiador; las antropólogas Claudia Briones y Ana Ramos; y Ruben Llancaqueo, testimonios que dan cuenta de la ocupación ancestral y el despojo.

Sentimos que la justicia y el Juez Omar Higinio Magallanes, ignora que la comunidad es reconocida por la Provincia del Chubut mediante de la personería jurídica y por el I.N.A.I. Mediante la Ley Nacional de Emergencia 26.160, la comunidad ha llevado a cabo el relevamiento territorial, que implica un reconocimiento del Estado Nacional.

Se nos viene a la memoria las palabras que una vez nos dijo este Juez Magallanes que: “a él jamás se le ocurriría ordenar un desalojo a una Comunidad Mapuche-Tehuelche”. Estas palabras nos hicieron entusiasmar y volver a creer aunque sea un poco en la justicia.

Hoy ante esta orden de desalojo nos preguntamos una vez mas ¿Cómo podemos confiar en esta justicia? Que falla otra vez en contra de nuestra comunidad que resiste y lucha en 534 hectareas, mientras que Benetton posee más de 1.500.000 has. en todo el territorio argentino. La justicia ¿alguna vez estará de nuestro lado?

Estamos cansados de jueces sin dignidad, corruptos y que amparan a los terratenientes y a las multinacionales.

Sentimos el acompañamiento y el reconocimiento de todas las comunidades Mapuche-Tehuelche de la provincia del Chubut, así como también de tantas otras que se encuentran en el Wallmapu (territorio ancestral Mapuche). Estamos muy agradecidos de todo el acompañamiento recibido por los hermanos Mapuche y no Mapuche.

A pesar de este fallo seguimos reafirmando nuestra existencia y compromiso con esta pequeña porción de la Mapu, con nuestros futakecheyem(antepasados), los nien y los newen (fuerzas naturales) del lugar. Seguimos con la convicción de reescribir nuestra historia como pueblo Mapuche Tehuelche y revertir la historia de despojo humillación y saqueo.

POR TERRITORIO JUSTICIA Y DIGNIDAD

MARICI WEU! MARICI WEU!

Por cada desalojo, diez recuperaciones habrán…

Santa Rosa- Leleke, Cushamen- Prov. Del Chubut. 03 de Marzo de 2011

[Wallmapu] Frontera del Sistema Mundo Capitalista

Toda economía-mundo es una yuxtaposición de espacios ligados a niveles diferentes: un centro estrecho, regiones segundas bien desarrolladas, una periferia de márgenes externos. En el centro de una economía-mundo se encuentra siempre un Estado fuerte, dinámico, agresivo. Es el caso de Venecia en el siglo XV, de Holanda en el XVII, de Inglaterra en el XVIII y parte del XIX, de los Estados Unidos…
Bolívar Echeverría, La modernidad “americana”, claves para su comprensión.

En más de un sentido, Santiago está lejos de Temukuikui. Muchas horas de viaje para llegar dan cuenta de un país desproporcionadamente largo como estrecho, configuración nada fortuita para una nación que sólo se entiende por sus paradojas. El calor primaveral de Santiago se había transformado en una neblina espesa sobre un paisaje boscoso, sorprendentemente más parecido al norte de Europa, que a América.

Campos con hileras perfectas de eucaliptos y pinos, extraños y nocivos para esta tierra, se extienden indiscriminadamente en el horizonte. La presencia humana evoca un ambiente de frontera. Construcciones recientes, pueblos apenas habitados, casas abandonadas, comercios somnolientos. La carretera, moderna y en perfecto estado, es la única causa de vitalidad. En su orilla se reúnen hombres con una disposición tan ruda como infeliz; venidos de quién sabe donde aguardan los camiones que pasan repletos, luciendo carteles idénticos : “trabajadores forestales”. Camiones de carga pesada transportan compulsivamente enormes troncos que quizás serán convertidos en muebles desechables para el insaciable afán de consumo de algún infeliz en cualquier parte del mundo.

Más de 500 años después de la invasión europea, los hombres que esperan en la carretera comparten los mismos motivos y la misma determinación que sus antecesores. Escapan del desempleo, así como los conquistadores escapaban de la miseria, y esperan el inicio de su turno en la tala irracional de árboles con la misma determinación de aquéllos europeos que atravesaron un océano y un inmenso continente para llegar aquí, están dispuestos a todo, incluso a trabajar en condiciones deplorables por un salario ínfimo.[1]

Tal vez sea que igual que los conquistadores, estos trabajadores están inmersos en la dinámica del sistema que les tocó vivir: 500 años antes como hoy, es la misma modernidad capitalista basada en la mercantilización de toda forma de vida que se resume en la transformación del trabajo humano en opresión de una minoría sobre una mayoría. Una dinámica parasitaria devastadora caracterizada por la expansión territorial y la explotación de los recursos naturales hasta el exterminio.[2]