Trillo defiende ahora esta polémica medida, que hace varios años consideró inconstitucional, dentro de un grupo de reformas para agilizar la justicia
En la convención nacional que el PP celebra estos días en Málaga no se ha dado a conocer el programa electoral, que era en principio el motivo del cónclave, pero la formación de Mariano Rajoy se mojó en un asunto de especial sensibilidad social: la inclusión de la cadena perpetua revisable en el Código Penal. El responsable de justicia del PP, el exministro Federico Trillo, anunció que llevarán esa medida en su programa electoral para aprobarla si ganan las elecciones y gobiernan.
El PP ya había amagado en varias ocasiones en los últimos años con esta propuesta, que finalmente se atreve ahora a apadrinar ante su previsible victoria electoral en las generales del 20-N y que dice es apoyada por el 82% de los españoles. Trillo fue ayer el encargado de defender ante su público una propuesta que él mismo consideró de “dudosa constitucionalidad” hace tres años, en agosto de 2008, cuando se generó un debate social sobre el alcance de las penas tras la puesta en libertad del sanguinario etarra Iñaki de Juana Chaos, porque el objetivo de la pena en España es la reinserción del condenado. El artículo 25 de la Constitución señala: “Las penas privativas de libertad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social”.
Después de aquel amago, el PP, incluso a través de su líder, Mariano Rajoy, volvió a mostrarse partidario de la cadena perpetua con ocasión de los asesinatos de la niña Mari Luz Cortés —su padre, que realizó una campaña de recogida de firmas ha llegado a ser asesor de justicia del PP— y de la joven sevillana Marta del Castillo; y la llegó a proponer incluso en la reforma del Código Penal del año pasado. Como no aceptaron su enmienda, el PP renuncia a apoyar la norma.
En su intervención en el foro Una democracia ejemplar, Trillo no aludió a si será precisa una reforma constitucional para incluir la cadena perpetua revisable en el Código Penal.
Trillo lanzó la propuesta sin alharaca justo al final de los casi 10 minutos de su intervención en la convención, cuando, tras quejarse de que existen en la actualidad más de 1,6 millones de sentencias pendientes de ejecución, abogó por la necesidad de hacer “más creíble” el Código Penal y anunció una “reforma integral del sistema de penas para reducirlas de 28 a dos, prisión y multa, y que la sanción máxima por el Código Penal sea la prisión perpetua revisable”. A continuación, afirmó que todos los países de la Unión Europea contemplan esta condena “menos dos, uno de ellos España”. En la nota de prensa se alude expresamente a 14 países europeos.
No dio más detalles. En la enmienda que el PP retiró en la reforma del Código Penal establecía que la pena pudiera revisarse no antes de 20 años y siempre que se diera un pronóstico favorable a la reinserción y que el condenado mostrara arrepentimiento y tuviera satisfechas las responsabilidades civiles que le dictase el juez.
El Código Penal actual contempla una pena máxima de 40 años para los delitos más graves y su cumplimiento íntegro. En países que tienen adoptada la cadena perpetua revisable, como Alemania, Reino Unido o Francia, prácticamente ningún penado llega a estar más de 30 años en prisión.
En el orden en el que Trillo desgranó las propuestas de reforma para procurar un sistema judicial “más rápido, eficaz, independiente, imparcial e igual para todos”, planteó al principio cambios en el sistema de designación de los miembros del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional, para el que insinuó carácter vitalicio, o la recuperación del recurso previo de constitucionalidad con carácter suspensivo para estatutos de autonomía y leyes orgánicas.
Trillo arremetió con dureza contra el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, al que llamó personaje “infame” y cuyo mandato descalificó como “los años de mayor sectarismo y partidismo” en ese organismo.