[Grècia] “Estáis echando a mis amigos… Yo me quedo”

Texto publicado en la página web www.rednotebook.gr.

Hemos crecido aquí, se está bien aquí, más que bien: requetebién. Hace sol, hay mar, hay sal en el pelo, arena escondida en los lugares más extraños de un bolso que nunca sacudimos… Aquí llevamos gorros de lana sólo porque nos da la gana, aquí es noviembre y no te hace falta una chaqueta, aquí comemos pinchos y bebemos aguardiente de pie y nos reímos, aquí lloramos por chicos que no nos quisieron, después decías una chorrada y nos partíamos de risa, aquí lloraron porque no les quisimos, aquí grabamos nuestros nombres en árboles- en los pocos que hay -, aquí hacíamos novillos, aquí nos emborrachamos y vomitamos en el baño de la casa de un amigo, aquí – en mi habitación – nos había pillado mi madre borrachas, con una botella de tequila y algunas cortezas de limón, ¿te acuerdas? Aquí soñamos por primera vez, luego oímos decir algo sobre la “revolución”, luego nuestros sueños cambiaron, aquí nos disparó la Policía gases lacrimógenos, aquí nos echamos a correr para huir, aquí te llamé por teléfono llorando cuando se aprobaron las medidas y dispararon gases a un abuelo delante de mí y al tiempo tu madre gritando al móvil que pasaras (¡) con el coche (!) por la bloqueada plaza de Síntagma (Constitución) para recogerme porque soy una “tonta”, aquí vimos lo justo y lo injusto, aquí nos estremecimos con un lema y nos reímos con el “cariño eres guapa como un banco ardiendo” … Ahora te vas… No eres ni la primera ni la última… Yo me quedo.

Uno tras otro se va, uno para Londres, otra para Bélgica otro para Berlín, otro para Holanda, varios para América…Emigrantes económicos… ¿Quiénes? Mis amigos… Aquellos con los que he estudiado, aquellos con los que he soñado con los trabajos y las vidas “de nuestros sueños”… Ya no hay sueños… En el mejor de los casos los que tendremos suerte vamos a estar trabajando doce horas al día por cuatro perras. Ni viajes, ni dinero, ni amores apasionados (ya no hay tiempo para amores, ¿no ves que está pasando?) ni futuro… Así lo quieren ellos… Nos queda un día más y hoy, como en el servicio militar, todos los días están siendo “un día más y hoy”…Mierda…Sé que no quieres vivir con un sueldo de 500 euros, sé que tienes sueños… tenemos los mismos sueños… Yo me quedo.

Uno tras otro se harta y se va… Mis amigos tienen unos currículum de puta madre… En el extranjero son contratados con facilidad… Me alegro… Me da pena que nos dispersemos… Me da pena quedarme aquí y que los otros se vayan, buscando un futuro que para vivirlo van a tener que regresar a cero… Al cero de un velocímetro cuyas velocidades hemos estado subiendo todos juntos durante todos estos años… Te vas…Te voy a apoyar, ¡pero hombre, no te vayas! Fíjate en lo que hemos logrado en tan poco tiempo. ¿Esperabas lo que pasó en 2008? ¡Esperabas que nos reuniríamos cientos de miles de personas en la plaza de Síntagma (Constitución) durante tantos meses? ¿Esperabas que estuviéramos cogidos de la mano para no perdernos dentro de la muchedumbre? ¿Esperabas que fuéramos a manifestaciones y que no estuviéramos cuatro gatos? ¿Esperabas el resultado de las elecciones cuando estábamos festejando la noche de las elecciones en el pabellón de la vieja Universidad[1] y ahí estaba aquel este chico divertido que no hablaba, con la naranjada en la mano?, Venga, dime, ¿esperabas que hubiéramos recorrido esta distancia? Yo me quedo.

Uno tras otro se hace la maleta, echan unas lágrimas, sueltan unas palabrotas, y embarcan en un avión, no por un año que dura el posgrado sino para…Su madre llora por teléfono. ¿Qué puede decir? Dice “suerte”… Y cada vez más oigo decir lo de “¡Grecia es sólo para vacaciones!” ¡Pues no! No es sólo para vacaciones, porque como empieces a creerlo, entonces ellos harán que acabe siendo sólo para vacaciones, pero para las vacaciones que detestas… Yo me quedo.

Uno tras otro se entera de la polarización, de los fascistas, del conflicto inminente… Me dijiste que unos maderos habían acorralado a un inmigrante, que les mostró sus papeles y que ellos los partieron. Me dijiste que al detener a unos amigos, les arrancaron el pelo entero y te quedaste estupefacto. Sé que cada noche oyes hablar de ataques de neonazis a inmigrantes, sé que tú antes te dedicabas a rescatar gatitos no sea que los pisara algún coche, y que ahora has llegado a ocuparte de estas cosas… No estábamos preparadas para esto, pero ya ha sucedido… ¿Y ahora qué? Así de simple, aquí no puedes vivir como lo quisieras y te vas…No se resuelve el problema esquivándolo. ¿Acaso siempre  huíamos buscando nuestro rescate personal? ¿Acaso hemos llegado hasta aquí porque hemos consentido esta lógica equivocada? ¿Y si a dónde vas dentro de poco pasa lo mismo, qué vas a hacer? ¿Te irás a otro lugar? ¿Vas a ir dando vueltas al planeta con una maleta planeta en la mano, para descubrir un lugar en que no haya crisis, por si te instalas allí? ¿(Vas a llevar) una vida entera vagando? ¿Acaso aquí no andabas errante? ¿Acaso cuando estabas desinteresada (la indiferencia es un factor imponderable) no tenías la culpa tú también? Al igual que yo. Ya has comprado los pasajes. Yo me quedo.

Uno tras otro, delante de una cámara y con el pijama puesto, habla por Skype con los amigos que han sido echados por su país… Se nos dice que todo se hace por “la salvación de la patria”… ¿Pero, qué patria? La patria embarca en un avión y se muda a otro lugar… En su maleta tiene un (libro de) Pulantzás (prestado y no devuelto), el “Naturaleza muerta con pájaro carpintero” de Robbins y una camiseta mía… ¿Qué “patria” sin mis amigos? El sueño más ambicioso es el sueño difícil. Y aquí nos vamos quedando pocos, cada vez menos, y nos subimos la voz (esto va junto con la rabia)… No obstante, no puedo gritar por dos, por tres o por diez. Nos vamos quedando pocos… Están consiguiendo lo que quieren: nos están diezmando, ¿no lo entiendes? No puede ser que te vayas y que nos quedemos aquí los pocos, junto con los viejecitos que votaron a Samarás[2]… Nos van a hacer lo mismo y aún peor… Quédate para que luchemos juntos. Quédate aquí para que los echemos y para que edifiquemos nuestro mundo como lo merecemos: ¡mejor! Sueña conmigo con los ojos abiertos, aquí… No puedo sola… Quédate, no sea que nos quedemos pocos. Yo me quedo.

El texto en griego.


[1] Referencia al partido izquierdista Syriza. El traductor no comparte, desde luego, la alegría de la autora por el ascenso electoral de este partido. El texto ha sido traducido porque pone de relieve una faceta de la situación actual en Grecia.

[2] Líder de turno del partido derechista Nueva Democracia, el mayor de los tes partidos de la coalición gubernamental.