Extraido de la Agencia Venezolana de noticias
Los mapuches son: Perseguidos, encarcelados y desalojados de sus tierras ancestrales.
Al otro lado del Atlántico, en Chile, el indomable pueblo Mapuche, que tras una gesta heroica de años venció al invasor español que intentó en vano conquistarlo, vive desde hace tiempo la misma tragedia del gitano -víctima de la ambición de latifundistas y multinacionales que les arrebatan la tierra que en antaño defendieron exitosamente- apoyados por el Estado chileno que los encarcela aplicándoles una ley antiterrorista del régimen fascista y genocida de Pinochet.
Esa situación ha sido posible, entre otras causas, por el soborno practicado por esos poderoso grupos económicos en complicidad con un sector del Parlamento dominado por fascistas herederos de la tiranía pinochetista quienes, armados con la ley pinochetista y otros instrumentos antidemocráticos, han convertido a Chile “en uno de los países mas rezagados a nivel latinoamericano en materia de reconocimiento y respeto a los derechos de los pueblos indígenas”.
Así lo califica Beatriz Brinkmann, destacada profesora de Estado y doctora en Filosofía de la famosa universidad alemana de Marburg, la más antigua de las universidades protestantes del mundo, quien en uno de sus numerosos trabajos sobre derechos humanos y pueblos indígenas, titulado Pueblo Mapuche: titular de derechos, da a conocer la gesta de esa valerosa y heroica etnia, la única del continente que logró vencer a los conquistadores españoles.
“Si bien se vieron obligados a replegarse hacia el sur, lograron mantener durante más de dos siglos la frontera en el Bio-Bio. Mediante el pacto de Quilin, en 1641, la corona española reconoció la inviolabilidad del territorio y la autodeterminación mapuche al sur de este río, acuerdo que fue ratificado por el Parlamento General de Negrete en 1803. Del mismo modo, la nueva República chilena estableció en 1825 en el Tratado de Tapihue que no violaría esta frontera”.
Pero la voracidad provocada por el deseo de adueñarse de esas tierras fértiles, inmensos bosques regados por caudalosos ríos hizo, según narra Brinkmann, que aquel convenio se convirtiera en letra muerta, ya que, aprovechando la ingenuidad y buena fe de los mapuches, fue flagrantemente violado por el Estado chileno cuando apenas habían transcurrido algunas décadas.
“El Estado chileno decidió ocupar el territorio al sur del Bio-Bio, a fin de incorporarlo al desarrollo agrícola del país. Con este objetivo se dictaron leyes a través de las que estas tierras fueron declaradas fiscales, creándose la provincia de Arauco”.
“La guerra de ocupación entre 1862 y 1883, eufemísticamente denominada Pacificación de la Araucanía, se realizó con extrema barbarie. Los mapuche fueron radicados en reducciones a través del otorgamiento de denominados ‘títulos de merced’, quedando confinados a alrededor de 500.000 hectáreas, sólo poco más de 5% de su territorio original. El otro 95% de las tierras fue entregado a colonos extranjeros y chilenos, constituyéndose enormes latifundios”.
Con los años, el despojo se incrementó, a pesar de la ley de reforma agria promulgada por el Gobierno de Eduardo Frei Montalvo, y adquirió carácter de tragedia humana tras el derrocamiento de Salvador Allende, cuyo Gobierno socialista restituyó cerca de 200.000 hectáreas a las comunidades mapuche, medida que fue suspendida luego de su derrocamiento y muerte por Augusto Pinochet, cuyo régimen devolvió las tierras a los usurpadores.
Durante los mandatos de Patricio Aylwin, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, quien asumió hace seis meses, nada se ha hecho para solucionar la situación del pueblo mapuche, por lo que 32 de sus hijos, encarcelados tras aplicárseles la ley antiterrorista de Pinochet, iniciaron una nueva huelga de hambre que lleva más de dos meses.
La presión ejercida por la comunidad internacional, que rechaza y condena ese perverso instrumento jurídico y el atropello de siglos que se comete contra los mapuches, habría obligado al actual Mandatario a anunciar hace 24 horas un plan que despierta sospechas de tratarse de un nuevo engaño, en el que les propone deponer la huelga de hambre a cambio de mejorar sus condiciones de vida.