El pasado sábado 22 de mayo, se realizó en Olot (Girona) el primer Forum d’Economia Social de la Garrotxa, organizado por diferentes organizaciones y entidades de la comarca. En los actos participaron una treintena de personas que debatieron sobre como implementar alternativas a la producción, distribución y consumo capitalistas. Los actos que contaron con la presencia de un representante de ICEA, se centraron en abordar desde diferentes perspectivas, los procesos de creación de cooperativas, gestión de las mismas e intercambio de productos, además del pase de un video explicativo sobre las causas de la crisis.
La intervención de Lluís Rodríguez, economista de ICEA – Barcelona, empezó presentando la entidad y vinculando su relación con la economia social basada pues en “realizar conferencias, elaborando estudios generales sobre el tema, o apoyando técnicamente a la creación de cooperativas, provengan de luchas sindicales o no”.
A continuación el economista gerundense planteó la necesidad de integrar en un debate más amplio, de transformación social estructural, el uso de las cooperativas dentro del capitalismo. Asi pues trató la cooperativa como una herramienta para caminar hacia esta transformación social. En este sentido se abordó la necesidad de interrelacionar el movimiento sindical con el cooperativista, aunque el ponente matizó la relación entre movimientos ya que “no todas las organizaciones sindicales apoyan el cooperativismo ni són utiles para la transformación social”. El ponente defendió el anarcosindicalismo, representado en España por la centenaria CNT-AIT, porqué “es un modelo sindical que pretende capacitar a la clase trabajadora para la gestión de la economía y la sociedad” además de ser “el modelo sindical que más se asemeja organizativamente a una cooperativa”. Asimismo el ponente planteó que “desde sus inicios el anarcosindicalismo ha concebido el cooperativismo como herramienta de experimentación de la economia futura”.
Según el economista, “las cooperativas són modelos empresariales más eficientes, justos y democráticos que las empresas capitalistas”. En un contexto donde la mayoría de economistas, con evidente sesgo pro-patronal, ponen el acento en incrementar la productividad bajando salarios para salir de la crisis, desde ICEA se recuperan los trabajos empíricos elaborados en Estados Unidos, donde se muestra como “el desarrollo de procesos democráticos en los puestos de trabajo incrementarian la productividad entre un 15 y un 30%”. Asimismo, según Rodríguez “el modelo cooperativo permite mayor flexibilidad a la hora de aplicar medidas de ajuste en las empresas”, que no se van a basar en la expulsión indiscriminada al paro de miles de trabajadores, como lo demuestra también la menor tasa de quiebras que sufren las cooperativas en época de crisis.
Sin embargo, según el ponente, también existen limitaciones para la gestión cooperativa dentro del capitalismo, por lo que “es necesario el apoyo del sindicalismo de clase y anarquista para dirigirse a una transformación social”. De entre las dificultades Rodríguez destacó que las cooperativas “han de existir en medio de una sociedad capitalista, caracterizada por valores y mecanismos contrarios a la economia social” además señaló como fundamental “el dumping social que alimentan las empresas capitalistas al imponer un retroceso en los derechos laborales y una externalización de los costes ambientales”. Por ultimo remarcó como las cooperativas ven negada la financiación que en épocas de bonanza daban los bancos “al primer especulador que cruzaba las puertas de la entidad”.
Finalmente la conferencia abordó las interrelaciones entre anarcosindicalismo y cooperativismo. Para la cooperativa el sindicato es necesario porqué “no todas las empresas es posible que sean cooperativizadas a corto plazo” sin embargo, para cooperativizarlas “es crucial la afiliación y práctica sindical previas, asi como el análisis de la información de la empresa y el sector económico que va implicita en cualquier acción sindical”. Por su parte según Rodríguez el cooperativismo sirve a los sindicalistas “como forma de generar autoocupación” y “como herramienta para financiar las luchas sindicales junto con otras iniciativa socialmente necesarias”. Al finalizar el ponente destacó la necesidad de un sindicalismo que sirva de verdad para defenderse ante aquellos ataques de la patronal y el gobierno que afectan a toda la clase trabajadora incluidos los cooperativistas: el recorte de salario indirecto como la sanidad, educación, o diferido como las pensiones y el subsidio de paro. Con la excusa europea y fondomonetarista el gobierno del PSOE está imponiendo salvajes ajustes a los trabajadores mientras permite insultantes beneficios a la banca y a los ricos en tiempos de crisis.