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[Barcelona] Wandi Ferreira: muerto en la prisión de Quatre Camins [Video]

Wandi Ferreira, un chico de 21 años de nacionalidad dominicana es, desgraciadamente, el último caso documentado de una persona inmigrante muerta bajo custodia estatal. Hace sólo un mes y medio de la muerte en Girona, bajo custodia policial y en circunstancias aún no esclarecidas, del ciudadano argentino Juan Pablo Torroija. Con Wandi Ferreira, los casos de muertos bajo custodia policial o en centros penitenciarios o en los Centros de Internamientos de Extranjeros (CIEs) en Cataluña en lo que llevamos de año ya son 7 (según datos proporcionados por la Coordinadora Catalana per la Prevenció i Denúncia de la Tortura –http://www.ub.edu/ospdh/pdf/portada/informe%20cat_6juny_0.pdf-y que reconoce el propio Departament d’Interior), y esto sin tener en cuenta aquellas muertes producidas en operaciones policiales.Según la versión de los funcionarios, Wandi murió por estrangulamiento con los cordones de sus zapatos en la celda de la cárcel de jóvenes de Quatre Camins a las 5 de la madrugada del 16 de agosto, apenas unas horas después de su ingreso en el centro, y justo después de haber sido golpeado por los agentes de paisano durante su detención. Estos golpes dejaron marcas en su cuerpo y en el del otro detenido, un amigo de la víctima.

La familia del chico no se cree la versión oficial, entre otras cosas por las propias palabras de Wandi, grabadas en un mensaje al contestador de voz de su hermana Wendi, en una llamada realizada des de Quatre Camins, donde aseguraba que estaba bien, que no se preocupasen y que le llevaran ropa. Por ello sus familiares exigen que se abra una investigación que aclare los hechos, y, al mismo tiempo, denuncian múltiples irregularidades que les hacen sospechar que la muerte de Wandi no fue voluntaria, como el hecho de haberles ocultado su muerte cuando se hermana llamó al centro penitenciario hacia las 7 de la mañana –no fueron informados hasta unas horas después. Asimismo, lamentan la falta de humanidad al darles la noticia y en el trato recibido por parte de los policías y el personal del centro penitenciario.

Si la versión oficial, que afirma que el chico se suicidó en la celda con los cordones de sus zapatos, es cierta, nos hallamos, como mínimo, frente a una negligencia, pues cómo explicar sino que Wandi tuviera los cordones de los zapatos en el interior de su celda?

Esta nueva muerte ha despertado las sospechas de la comunidad dominicana de Santa Coloma de Gramenet, que denuncia el racismo y la discriminación a que se ven cometidas las personas inmigrantes por parte de la policía y del personal penitenciario. Una denuncia que se puede contrastar fácilmente con los datos proporcionados por la Coordinadora contra la Tortura (CCT), que recoge 280 casos de maltratos o torturas documentados durante 2011, de los que 110 fueron infringidos a personas inmigrantes bajo custodia policial, tal y como se puede leer en este artículo del periódico Diagonal (http://www.diagonalperiodico.net/Nueva-muerte-bajo-custodia.html)

Hasta el mes de marzo de este año ya se han producido 3 muertes por suicidio de personas presas, según los datos de defunciones por suicidio de la población penitenciaria que recoge el Departament de Justícia (http://www.gencat.cat/justicia/estadistiques_serveis_penitenciaris/12_pob.html)

­, si bien no podemos saber si se produce en la cárcel o durante permisos penitenciarios u otras circunstancias. Si sumamos a Wandi Ferreiras, ya son 4 las personas presas en cárceles catalanas muertas por suicidio a lo largo de este año 2012, una cifra que doblaría los suicidios producidos durante el año pasado.

Lamentablemente, estas muertes no son poco frecuentes, si observamos los datos proporcionados por Serveis Penitenciaris de la Generalitat de Catalunya, con competencias en las cárceles catalanas, que reconoce que en la década de 2001 a 2010, murieron 619 personas bajo su custodia, según denunció en 2011 el Centre de Documentació contra la Tortura (CDDT) en su informe anual (http://www.nodo50.org/tortura/spip/article.php3?id_article=16147).

Desde Rereguarda en moviment queremos denunciar, una vez más, las muertes de personas ya sea bajo custodia de la policía, de la justicia o de las autoridades penitenciaris: Juan Pablo Torroija y Wandi Ferreira son los últimos ejemplos; denunciamos también la falta de transparencia y las negligencias producidas en ambos casos, así como la ausencia total de la ética más elemental a la hora de informar de las muertes a las familias respectivas. Son ya demasiadas muertes bajo custodia, con demasiados puntos oscuros y un evidente desinterés de la justicia para esclarecerlos. Exigimos justicia para Wandi y Juan Pablo, que sus casos, como todos los demás producidos a lo largo de este año, sean investigados a fondo, así como también los responsables de las graves negligencias producidas en estas muertes en dependencias oficiales.

Barcelona, 27 de agosto de 2012

Solidaridad urgente con Rodrigo Lanza

Carta abierta de Mariana Huidobro (la madre de Rodrigo Lanza).
http://4f.noblezabaturra.org/

Hola, les escribo con un dolor enorme, con angustia e impotencia.

Ya saben que con fecha 18 de Octubre de 2010, la sección 21ª de la Audiencia Provincia de Barcelona, rechazó la petición del art. 100.2 que permitiría a Rodrigo poder salir a trabajar de lunes a viernes. Lo peor y que más nos preocupa de todo esto no es solo el rechazo, sino además los argumentos que utiliza la Jueza Teresa de la Concepción Costa Vayá, para negar la petición: “… se trata de un individuo de ideología anti-sistema en general, con una total falta de asunción delictiva, que en ningún momento de su trayectoria ha reconocido su actividad delictiva…”

También en la cárcel le han inventado un “parte” que significa que no puede optar a salir, y que según “Servicios Penitenciarios” que depende del Ministerio de Justicia, es un parte que les parece totalmente sobredimensionado.

Pero este domingo Rodrigo nos explicaba que, aparte de todo esto, desde que ingresó en prisión en diciembre pasado, lo han calificado con letra D, que es la más baja. Ésta es una clasificación interna en los Centros Penitenciarios, y que según me explicaron en Servicios Penitenciarios y el Gerente de la misma Cárcel, se hace en automático en los computadores, según las actividades que desarrolle.

Bueno, Rodrigo desde que ingresó a la cárcel ha hecho todo lo que le han aconsejado la “Junta de Tratamiento” compuesta de psicóloga, tutor, educadora, jurista y asistente social. Le aconsejaron que pagara una gran cantidad de dinero a la familia del policía, con la promesa de que haciéndolo salía en una semana “máximo” y se hizo; ya sabemos que no sirvió de mucho. Se le dijo que trabajara en la cárcel, y tiene uno de los mejores trabajos: es el jefe de limpieza del polideportivo, y tiene jornada completa. Tengo que decir que esto le impide estudiar, que es lo que nosotros queríamos que hiciera. También participa en el grupo de teatro, en baloncesto y en música los sábados. Cada una de las actividades debiera darle puntaje para la calificación, que debiera ser A por el solo hecho de tener trabajo. Rodrigo nos decía que hasta los que trabajan para él, están calificados con A y que lo peor es B. Nadie se explica que tenga una D, ni los otros presos ni tampoco su tutor ni su psicóloga, según lo que le han dicho. También a mi me dijeron que debía haber un error en esto. Lo increíble, por decirlo suave, es que esta calificación depende de la “Junta de Tratamiento”, es decir, de los mismos que “no entienden que tenga una calificación tan baja… ¿?

Nos queda claro que no importa lo que hagamos, lo que haga o deje de hacer Rodrigo, lo que se hable o con quien se hable, en definitiva no dejarán salir nunca a Rodrigo, por uno u otro motivo, por errores de computadores o partes inventados… o hasta imagino que le pondrán droga en los bolsillos… es claro que lo quieren mantener dentro.

Todos los que asistimos al Juicio en la Audiencia Provincial, amigos, periodistas, políticos, personalidades que fueron como Observadores, la Comisión de Defensa del Colegio de Abogados de Barcelona, el Observatorio de Derecho Penal de la Universidad de Barcelona, tantos representantes de ONG y cuantos pudieron entrar, sabemos con claridad (lo vivimos) cómo los jueces protegieron a la policía, si hasta les tenían una salita para que conversaran los testigos antes y después de atestiguar, a pesar que esto no lo pueden (o no podrían) hacer. Sabemos cómo los jueces no escucharon (todos nosotros si) nada que no fuese lo que dijeron estos policías, ni siquiera los informes médicos que descartaban la tesis de los policías. No importaba lo que se dijera, lo que no se dijera, lo que se comprobara… solo se aceptaba la historia “sincera” de la policía. Esa es la justicia, esa fue la justicia. Eso lo seguimos viendo. Y pienso que en este momento los políticos que saben que Rodrigo es inocente: Joan Clos, Jordi Hereu, Montserrat Turra, todos ellos tuvieron en su mano el informe que hizo público Joan Clos (Alcalde en ese entones de Barcelona) que decía que un macetero había herido al policía. Un informe hecho por los mismos policías que luego acusaron a Rodrigo de tirar una piedra. ¿Dónde está ese informe? ¿se esfumó como tantas otras pruebas exculpatorias? Jordi Hereu es el actual Alcalde de Barcelona (que jamás tuvo el coraje de recibirme), Montserrat Turra es Consejera de Justicia, que me prometió ayuda pero no sé ahora a qué se refería.

Ellos siguen la vida tranquilos, no sé cómo lo hacen. Y ahora al abogado un juez le dice que si Rodrigo no reconoce el delito, será muy difícil que salga. Claro, pero lo que esta “gente” no sabe, es que mi hijo tiene principios, tiene fuerza y coraje, y que sus ideales van mucho más allá de toda la corrupción que hemos visto. No va a jugar el juego podrido que quieren que juegue. El está preso y, por lo que estamos viendo, lo seguirá estando, pero todos éstos personajes públicos no le llegan ni a los tobillos ni se imaginan la belleza de una persona tan bella, tan digna y fuerte como mi hijo. Estoy orgullosa de él, pero lloro todos los días, escribiendo esto y recordando durante la semana su mirada a través de los vidrios durante las dos medias horas de los fines de semana. Lloro porque no sé que más hacer, a quien recurrir, porque, si es tan claro que es inocente, está preso. Lloro porque todo esto ocurrió cuando tenía apenas cumplidos sus 21 años, estudiaba, era feliz… y acaba de cumplir 25 y le quedan aún dos de condena. Y se le va a ir los veinte años encerrado… ¿para qué? ¿por qué?

Lloro y tengo impotencia, rabia (algo que jamás antes sentí), amargura, un dolor que me explota en el pecho.

Todo esto se debe saber. Todo esto hay que gritarlo al mundo.

Les pido que le escriban, que le manden fotos, que cuenten la historia, que no se olviden de que Rodrigo está en una celda, entre rejas.

Me gustaría que recibiera mil cartas, que supieran como lo quieren. Escríbanle dos frases, una postal. Hay que poner remitente. No le manden cosas porque no se puede.

Rodrigo Lanza Huidobro
C.P. Quatre Camins (MR3)
Apt. Correo 335
08400
Granollers
Barcelona
España