Category Archives: Xina

[Internacional] Día convulso para el capitalismo

Varias noticias de lugares diversos anuncian un día positivo para aquell@s que buscamos la revuelta social. Miles de Indignados en Barcelona, revueltas y protestas en China y otra Huelga General en Grecia.

Cronología y actualizaciones del bloqueo de acceso al Parlament en Barcelona

Las desigualdades sociales en China desatan una oleada de protestas violentas

La tercera huelga general del año amenaza con paralizar Grecia

Arif Dirlik: “El deseo de China de convertirse en una potencia la empuja contra EEUU”

Nota de ALB: además de experto en temas post-coloniales, Arif Dirlik es uno de los mayores conocedores de la historia del anarquismo y de los movimientos populares en China.

La siguiente entrevista con el profesor Arif Dirlik (publicada originalmente para el periódico chileno El Ciudadano), sostenida el 26 de diciembre, trata sobre el rol de China en la actual crisis coreana y la posición que ocupa en el Noreste Asiático como una potencia emergente. Arif Dirlik ha sido profesor de Ciencias Sociales (Historia y Antropología) en la Universidad de Oregón, Eugene, EEUU y en la Universidad de Duke, donde enseñó por treinta años. Además, ha ejercido funciones académicas en la Universidad Tsingua de Beijing. Tiene numerosos libros sobre China, el post colonialismo y la globalización. Como tal, es un experto no solamente en temas relativos a China, sino que además en cuanto a temas post coloniales, los cuales están en la raíz de la actual crisis coreana.

Como nos recuerda Dirlik, la visión de los sucesos en Corea en Oriente no es igual a la visión hegemónica en Occidente: creemos, por lo tanto, imprescindible entender el rol de China ante la crisis en perspectiva. Esperamos con esta entrevista seguir aportando diferentes visiones que permitan un juicio crítico e informado respecto a los cruciales eventos en la peníncula coreana.

1. ¿Cree usted que la actual crisis en Corea pudiera escalar a una guerra total? ¿Cuál sería el rol de China en esta eventualidad?

Primero que nada, no es mi especialidad ni los asuntos diplomáticos ni los militares. Pero juzgando los informes periodísticos, los expertos parecieran estar bastante divididos sobre la manera en que interpretan los eventos de la península coreana, así como sus posibles consecuencias. Por ello más que entrar a especular y a hacer predicciones, considero más útil reflexionar en lo que parece ser el significado a largo plazo del actual problema.

Es posible que las confrontaciones y conflictos locales puedan conllevar, mediante una cierta lógica, a una guerra más amplia. Esto es algo que nadie puede predecir. El actual gobierno de Corea del Sur es más hostil a Corea del Norte que sus predecesores inmediatos, lo cual aumenta las posibilidades de un conflicto. La reciente decisión del gobierno de los EEUU de volver a involucrarse en el Asia Oriental, y también en el Sudeste Asiático, también contribuye a profundizar las divisiones y genera provocaciones que pueden resultar en un conflicto armado.

Por otra parte, está claro que nadie quiere una guerra en la península coreana, aún cuando haya sectores más proclives que otros a arriesgarla. Tanto Corea del Norte como del Sur, sufrirían una enorme destrucción, lo cual difícilmente puede considerarse como un resultado deseable para dos sociedades que tienen suficiente memoria viva de la destrucción durante la última guerra. Los EEUU difícilmente necesitan otra guerra de la cual hacerse cargo. A diferencia del pasado, Rusia pareciera tener una presencia más distante en el Lejano Oriente. China, naturalmente, no desea que su progresa se vea interrumpido por una conflicto militar innecesario. Y tampoco hay muchas señales de que Japón estuviera preparado para azuzar o participar en ninguna clase de conflicto bélico que podría ocasionarle graves problemas internos. De estallar un conflicto militar entre Corea del Sur y del Norte, los EEUU inevitablemente terminarían involucrándose, pero me parece que la República Popular China (RPC), más que participar en el conflicto como hizo en los 1950s, se inclinaría más por involucrarse en las negociaciones para darle un término rápido.

Per tal de llegir la resta de l’entrevista, punxa en aquest enllaç de Anarkismo.net

[Xina] El anarquismo en el norte de China

Traducido al castellano por Manu García

Artículo escrito para el periódico anarquista chino “Apoyo Mutuo”. Reproducido en “Black Flag” vol. 2, nº 1, junio de 1971. Traducido al castellano por Manu García.

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En el pueblo donde nací hay en una plaza un monumento erigido por los sindicatos en el lugar donde quince anarquistas fueron ejecutados como criminales comunes implicados en una conspiración contra la Emperatriz durante sus últimos días de terror y desolación. Fueron enterrados en una fosa común que llegó a ser un lugar de culto para la gente del pueblo, que lo preservó cuidadosamente. Nuestras marchas del Primero de Mayo solían culminar en ese punto, allí cantábamos

“¡Nuestra victoria honrará a aquellos que lucharon contra la injusticia!”

. Yo fui desterrado del pueblo por la policía y más tarde tuve que cambiar de identidad y no puede regresar. Volví de visita después de una ausencia de treinta y cinco años.

Como era Primero de Mayo, el primer lugar que visité fue “nuestra plaza” (por razones sentimentales y porque sabía que si alguno de nuestros viejos amigos seguía vivo estaría allí). Alguna gente mayor aún colocaba flores en el monumento. Pero de todos nuestros amigos sólo encontré a una anciana, que había sido una hermosa chica que se encargó del “Periódico Anarquista del Norte” desde 1910 hasta 1930. A pesar de sus numerosos achaques y del hecho de haberse casado con un hombre que no compartía ni sus ideales ni su coraje, ella estaba aún con nosotros, pero, según me dijo

“todos los compañeros han muerto”

. Esas son palabras que uno escucha a menudo de labios de los ancianos en el Norte de China. Allí, en aquel pueblo en el que un millar de jóvenes marchaban detrás de nuestra pancarta, sólo dos o tres ancianos quedaban para dar testimonio de nuestro pasado. Ellos se reúnen ocasionalmente y se interrumpen mutuamente hablando como cotorras o se encuentran privadamente en sesiones de té para rememorar tiempos pasados. La China Roja ha hecho caso omiso de ellos.

¿Esto es lo que queda realmente de ese enorme movimiento anarquista en el Norte de China que todavía produce a los burócratas de Pekín sacudidas de espanto que los levantan de sus sillones? Eso me preguntaba. Pero los pobres burócratas no son del todo tontos. Ahí está el hecho preocupante de que tras una propaganda estatal sin parangón en la Historia, siendo los pensamientos propios alta traición, no han conseguido borrar de la memoria a los mártires de la plaza. El ayuntamiento ha dejado de limpiar el monumento, pero alguien lo hace voluntariamente. Ninguno de mis amigos sabe quién,

“algunos trabajadores lo hacen”

dicen vagamente. De vez en cuando un estudiante Rojo, imbuido de su importancia como cadete, para a un anciano campesino y le abronca agriamente por colocar un ramo de flores allí.

Se trata de

“un culto a los antepasados ya superado”

, le dice agriamente. Es respondido con el enervante encogimiento de hombros y la acostumbrada estupidez del hombre de campo.

“Fueron días muy malos”

, dice el anciano (usando la frase habitual con los estudiantes Rojos cuando amonestan a los “trabajadores no-progresistas”). Y a veces, cuando han soportado bastante discurseo y patriotismo demagógico y los obreros y campesinos han sido denunciados repetidas veces por no trabajar tan duramente como El Presidente, alguien silba “La victoria honrará” (es nuestro “himno de guerra” allí) o alguien murmura lo que no es una hipocresía, sino más bien una frase insolente

“¿qué harían estos allí en la plaza?”

. Si bien la victoria no ha sido conseguida, la derrota no ha sido olvidada. Recordad esto. En los alrededores, hay docenas de localidades donde un día hubo comunas libres, donde un puñado de militantes anarquistas que llevaban una vida de fugitivos había llegado a su plaza y llamado a la insurrección, uniéndose el pueblo entero y negándose a pagar impuestos o tributos, viviendo independientes y libres mientras los ejércitos nacionales luchaban entre ellos y eran incapaces de imponer las cargas del Estado. Los burócratas de Pekín no lo olvidan. Ni tampoco la gente.

Cuando llegué a la que ahora es capital de nuestra provincia, que ya era grande en 1934 y ahora ha crecido más de lo que se puede uno imaginar, contacté con el grupo local, que eran todos conocidos míos debido a su escasez de miembros.

“En este pueblo, donde hubo en su día un centenar de grupos, nosotros somos ahora sólo diez individuos”

, dice apenado mi contacto. Pero él no sabía nada de los de las aldeas. Otro compañero, sin embargo, era más optimista.

“No confundas lo que somos con lo que podríamos ser. Si tú hubieras llegado de la ciudad para decirnos (como ellos solían hacerlo en el pasado) que el ejército estaba en retirada y el gobierno impotente, yo necesitaría tan sólo correr con un par de bragas negras amarradas a un palo y gritar “Larga vida a la Anarquía” y diez, veinte, treinta mil hombres y mujeres se unirían y muchos traerían con ellos sus rifles”

.

Bueno ¿qué tenía esto de cierto? Deja que te cuente una historia más. Mientras iba hacia la estación de tren miré a mi alrededor y vi la misma glorificación al Líder, las mismas consignas uniformes, el mismo mural del Estado Nación en marcha que uno puede ver en toda China pero, absorto en las afirmaciones de mi amigo, cuando el empleado me preguntó por mi destino, yo estaba tan atontado que le respondí con las viejas palabras entrañablemente asociadas a nuestro movimiento

“La libertad es mi destino, no me preguntes por su nombre”

. El empleado gritó con enfado

“¡No seas frívolo!” “¡Tenemos que hacer un trabajo serio!”

Me sentí algo avergonzado ante la multitud. Dócilmente le dije mi ciudad de residencia. Luego, otro ferroviario avanzó para coger mi billete y mi equipaje. Me acompañó al tren sin decir ni una palabra. Para mi sorpresa, el otro empleado también se acercó para verme a bordo y cuando les dije que no había pagado, ambos sonrieron y dijeron

“que tengas suerte”

. Más tarde, una chiquilla me trajo una cesta con fruta y un mensaje anónimo

“Tu viaje puede ser largo y esto te será útil”

. ¿Cómo debía interpretar esto? Otro suceso más. Una mujer anciana sentada frente a mí observó la maniobra de la chiquilla. Se encontraban en el vagón mucha gente con pinta de ser funcionarios del Partido y gente en una evidente buena posición social. Ella no les dijo nada, pero más tarde me confió, aparentemente sin venir a cuento

“yo estoy dispuesta a cualquier cosa, pero mis dos hijos trabajan en el ferrocarril y estoy en contra de hacer volar ferrocarriles civiles en tiempo de paz”

(la expresión “destroza-trenes” es a menudo usada maliciosamente para describir a los rebeldes y se ha convertido en sinónimo de esto, como “anarquía” y “caos”). Respondí con una cita literaria

“Los destroza-trenes no rompen trenes y los oficiales de justicia no traen justicia”

. Ella sonrió entendiendo perfectamente lo que quería decir. Cuando añadí

“es un gran crimen también en tiempos de guerra”

, ella mostró una asustada y suplicante mirada. Cuando se bajó del tren deslizó algo de dinero en mi sombrero. En todo el Norte de China la gente cree que todo lo que los anarquistas necesitan es dinero. Ellos no se hacen cargo de nuestra situación en el sur, donde hay compañeros que tienen buenos trabajos, y piensan que los anarquistas somos todavía fugitivos. Es un insulto rechazar el dinero, todavía, al igual que los compañeros extranjeros, no ven que con el dinero no podemos comprar imprentas o pistolas para defenderlas (en los países fascistas un grupo con dinero podría comprar una fotocopiadora bajo la tapadera de un negocio legal. Aquí todo está bajo control del Estado).

Estas historias pueden ser ilustrativas de por qué los burócratas aún nos temen. Hay demasiada gente que aún recuerda cuando el movimiento obrero luchaba por la libertad y no era un engranaje del Estado Nación. Raramente me relaciono con la gente joven. Los jóvenes de clase obrera desconfían (y con razón) de sus mayores y los estudiantes son, a diferencia de los del extranjero, fanáticos defensores del poder existente. Sólo tuve oportunidad de hablar a los jóvenes de nuestros grupos. ¿Es cierto que hay una nueva generación en ascenso que asume “el riesgo de hablar” y que está dispuesta a “grandes provocaciones”? Sí, lo es. En muchas grandes ciudades, el Primero de Mayo nuestros compañeros decidieron seguir la orden de las Juventudes Comunistas de “denunciar el anarquismo”. Muchos hábiles artistas que habían leído acerca de los ingeniosos anarquistas norteamericanos prepararon algunas buenas pancartas con las consignas:

“Esos diablos mentirosos que son los anarquistas dijeron que el socialismo de Estado traería una nueva tiranía ¡están locos o qué!” “¡Qué malvado canalla era el anarquista Shih Fu, que dijo que los trabajadores podrían dirigir sus propios asuntos sin el liderazgo de un partido!” “Cuando Pedro Kropotkin dijo que los campesinos rusos no serían libres hasta poseer la tierra sin intervención estatal, todos los marxistas lo identificaron como un agente al servicio del Zar”

. Incluso hubo una más atrevida:

“¡los burgueses anarquistas decían que el socialismo libertario llegaría cuando todos los hombres nacieran libres y buenos. Mao Tse Tung probó que estaban equivocados!”

Muchos no sabían cómo serían acogidos esas consignas, ya que no son otra cosa que consignas corrientes del Partido, pero nadie osó protestar por ellos, ya que estaban inspirados en las consignas oficiales. Estas pancartas fueron mostradas a cielo abierto, ante miles de personas, incluyendo a policías, mandos del Ejército y del Partido y observadores extranjeros, y mucha gente de a pie que los acogió con regocijo y cachondeo, mostrando que habían comprendido el mensaje.

¿Cómo puedo entonces reflejar el estado del anarquismo en el Norte de China? Mis amigos extranjeros me preguntan

“¿tenemos movimiento en China? Si es así ¿en qué consiste?”

No puedo decirles más de lo que he escrito aquí. ¿Qué les digo, que en el Norte de China todos los compañeros han muerto o que en todas partes los campesinos simpatizan con nosotros; que tenemos diez compañeros en cada pueblo o treinta mil; que los ferroviarios están con nosotros o que alguna gente fue amable conmigo; que nuestras pancartas se hallaban a la cabeza de las manifestaciones del Primero de Mayo? ¿Qué es cierto y qué una ilusión? ¿Somos pocos o muchos? ¿Deberían de dejar los burócratas de preocuparse por nosotros o deberían volver a introducir las decapitaciones para nosotros? Dormid tranquilos, la revolución no está aún sobre vosotros. Pero cuando os despertéis, ¡procurad no demandar demasiados sacrificios a la gente o dispersar demasiado las tropas!


Este artículo fue escrito para el periódico anarquista chino “Apoyo Mutuo”.
Reproducido en “Black Flag” vol. 2, nº 1, junio de 1971

[Història] El anarquismo en China

Fuente: Anarkismo.net

Cartel sobre la revolución china de 1911

La lucha del pueblo chino contra el despotismo y la tiranía no tiene parangón en la historia de la lucha de clases. Los chinos han padecido todas las formas de tiranía imaginables. En busca de un nuevo orden social basado en la justicia, han tenido que enfrentarse a las más duras formas de opresión conocidas por el hombre. El desprecio y la indiferencia que las sucesivas castas dominantes han profesado al pueblo, solamente podría compararse con el comportamiento de la aristocracia española, que todavía cree en el derecho divino de su poder.

Pero las diferencias nacionales se difuminan cuando el pueblo se enfrenta a sus dirigentes. Es comprensible que los métodos usados por el movimiento anarquista chino, respondiendo a las atrocidades de los jefes militares, burócratas y clases dirigentes del «Imperio Celeste», hayan sido similares a los métodos adoptados por los amantes de la libertad en cualquier lugar donde la clase dirigente actúe de forma parecida.

Trazando los orígenes de los anarquistas chinos hasta lo que a sus más modernas manifestaciones concierne, Albert Meltzer ilumina una parte de la Historia del Trabajo que no debe ser olvidada. Como la historia del movimiento español, o el de Argentina, de Ucrania o Bulgaria, está marcada con las señales de sucesivas batallas mucho más significativas para nosotros que las luchas contra el imperialismo glorificadas en los libros escolares. Pero la historia del movimiento revolucionario no se vuelve a contar por el mero hecho de conmemorar el pasado o de servir de inspiración para el futuro. No podemos escapar al hecho de que la ocasión nos obliga frecuentemente a proseguir, a reanudar viejas batallas, explorar el mismo suelo, comer la misma porquería y luchar contra viejos enemigos (a veces con nombres diferentes). No hay manuales de entrenamiento para las luchas futuras, sólo están las experiencias recogidas en el pasado.


Orígenes del Movimiento Anarquista en China
Artículo de Albert Meltzer, publicado en “Historia Libertaria” nº5, 1979.