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[Ateneu llibertari l’Escletxa | Alacant] Presentació del llibre “Salida de emergencia”

SALIDA DE EMERGENCIA reúne las últimas aportaciones de Miguel Amorós a los debates en curso sobre la Cuestión Social. En sus páginas, el lector
encontrará los nuevos argumentos que Amorós suma a la crítica del
urbanismo o a la crítica del desarrollismo, así como sus aportaciones
contra las falsas contestaciones. Y con todo ello ayuda a clarificar
algunos aspectos de la tergiversada historia social. Como broche final,
este libro contiene un interesante epílogo en el que Fernando Alcatraz
hace balance de la ineludible aportación crítica de Amorós en los últimos
años.

No son éstas discusiones de las que se hagan eco los medios de
comunicación, sino aportaciones serias a los debates que, como verdades
clandestinas, van abriéndose paso en el seno de la creciente oposición a
la dictadura de la economía. Disidencias que una vez más nos confirman que
ni partidos ni sindicatos ni asambleas convivencialistas nos salvarán.

[…] Las esperanzas de los sectores aferrados a la conservación del
capitalismo de Estado en un decrecimiento paulatino, pacífico y voluntario
serán prontamente desmentidas por la brutalidad de las medidas de
adaptación a escenarios de escasez y penuria y la dinámica social violenta
que van a originar. Históricamente, las clases medias en descomposición
han exigido siempre gobiernos autoritarios. Pero si bien el colapso
catastrófico no va a producirse en fecha fija, inminente, tampoco va a ser
inevitable la entronización de un régimen ecofascista con o sin ayuda de
las masas desclasadas; sin embargo, la probabilidad más o menos cercana de
ambos fenómenos puede servir para llevar la acción por derroteros
consecuentes, lográndose así en las sucesivas confrontaciones una salida
favorable al bando de los partidarios de un cambio social radical y
libertario. Nada está decidido, por lo que todo es posible, incluso las
utopías y los sueños.

En los años setenta, Miguel Amorós contribuyó a la formación de varios
grupos anarquistas efímeros; durante la Transición mantuvo posiciones
asambleístas en pro de la autonomía obrera, y posteriormente formó parte
del equipo redactor de la revista Encyclopédie des Nuisances (1984-1992).
Ha traducido varios libros —La nuclearización del mundo de Jaime Semprun,
por ejemplo, para Pepitas de calabaza—, ha escrito incontables folletos y
artículos en la prensa libertaria y ha impartido infinidad de conferencias
en las que ha analizado los diferentes frentes de la Cuestión Social,
algunas de las cuales están recogidas en libros como Las armas de la
crítica, Registro de catástrofes, Desde abajo y desde afuera, A carne
viva, Perspectivas antidesarrollistas o Golpes y contragolpes.
Recientemente ha publicado los libros sobre la guerra civil española La
revolución traicionada y Maroto, el héroe.

En la actualidad prepara, para esta misma editorial, una nueva edición del
Manuscrito encontrado en Vitoria.

Sábado 29 de Septiembre a las 18:00h

El Jardí dels somnis , carretera El Altet-Torrellano (camino viveros
Mayja), Polígono 3, núm. 36 – mapa en eljardidelssomnis.org

— Ateneu llibertari l’Escletxa barri del Pla – Alacant http://escletxa.org

[Reíces nº2] revista de crítica, análisis y debate en torno a la destrucción del territorio

Este segundo número de Raíces es un pequeño cuaderno de bitácora que nos puede ayudar a comprender cómo se han producido algunos de los cambios de vida que están virando esta nave llamada tierra hacia horizontes que auguran vientos poco favorables al conjunto de la humanidad. Textos de análisis sobre la pérdida de la cultura campesina y la industrialización de la agricultura, sobre la pérdida de ecosistemas mediterráneos, o sobre la degradación de Portugal completan un nuevo número al que le acompañan las secciones habituales y nuev@s colaborador@


Índice de contenidos

-Editorial

-Cuadernos de bitácora: a modo de presentación

-Viejas Herramientas para nuevas agriculturas: una herencia despreciada
Marc Badal

-Semillas de Hambre
Mireia Llorente

-La dehesa: víctima del progreso
Gonzalo Palomo Guijarro

-El campesinado y sus cantes contestatarios
Félix Barroso Gutiérrez

– Portugal: una elegía
José Miguel Pérez Corrales

-Entrevista a Jean Baptiste Libouban: militante antitransgénicos

-El desorden urbano
Miguel Amorós

-George Orwell: una aproximación
Álvaro Castro

-En torno a “Catastrofismo, administración del desastre y sumisión sostenible”
Revista Nous autres

-Algunos apuntes sobre “Nosotros, los hijos de Eichman”
Redacción editorial

-Comentarios sobre “El manto de Medea”
Redacción editorial

-Correspondencia:
*Raíces: los límites de la crítica antidesarrollista aquí y ahora
Gonzalo Palomo
*Réplica de la redacción a la carta de Gonzalo Palomo
* A propósito de la entrevista a Félix Rodrigo en La era del desarraigo

-Recomendaciones literarias

Datos de edición

Año publicación: 2011
Autor: Raíces
Editorial: Raíces/Flor de otoño
Páginas: 113
Tamaño de la revistaz; 290 X 210
Página Web: pincha aquí

[Debat] Pensamientos intempestivos al acabar de sonar el tambor

Cuando los excesos de la dominación generan protestas cuya realidad queda certificada por los medios se produce una ilusión de conciencia, un despertar aparente que parece anunciar la reaparición de la cuestión social y el retorno del sujeto destinado a protagonizar un nuevo cambio histórico. Sin embargo, al comprobar el carácter trivial y frívolo de las reivindicaciones centrales y al oír las repeticiones chabacanas de las ideologías progresistas, se nos disipan las dudas respecto a lo que realmente ha vuelto a través de la protesta consentida, que no es otra cosa que el cadáver del sujeto. La cuestión social continúa sin plantearse en profundidad, mientras que todos los muertos guardados en los armarios de las ideologías salen de paseo. A pesar del contenido de verdad que tenga, una protesta que flote en aguas estancadas junto a los restos podridos de otras seudoalgaradas anteriores no es el lugar más propicio para la reformulación de un proyecto de cambio real. Aunque se dote de mecanismos horizontales de toma de decisiones, aunque se constituya en asamblea, quienes toman la palabra en ella son en su mayoría impostores o aprendices de impostores. La razón se siente impotente ante la avalancha de lugares comunes extraídos del vertedero de la Historia, constatándose que la dominación capitalista –el sistema—no ha retrocedido un ápice, y que más bien, manipulando a sus víctimas, ha creado una falsa oposición civil con la que disipar los fuegos de la rebelión. No podía ser de otro modo. La clase obrera fue derrotada irremisiblemente hace treinta años y en su lugar no quedaron más que despojos que el sindicalismo minoritario no consigue ni conseguirá jamás revivir, coexistiendo con un gueto juvenil de militantes y refractarios, reducido y parcialmente empantanado. Nada con lo que reemprender lo que Hegel llamaba “el rudo trabajo de la inteligencia” con la que ilustrar a las nuevas generaciones, que, cuando hayan de echar mano al concepto, se darán de bruces con el tópico.

En todas las nuevas protestas espectaculares dos rasgos comunes están siempre presentes: primero, una gran cantidad de amigos sospechosos, que desde los medios oficiales ponderan, reargumentan y justifican la protesta propiamente descafeinada, de la que podan con firmeza sus brotes radicales. Segundo, una voluntad obsesiva de no buscarse enemigos, ni en las fuerzas del orden, ni en los partidos, ni en el Estado, ni en la mismísima economía, puesto que todas las propuestas de máximos o de mínimos, por extrañas que suenen, caben dentro del sistema (otra cosa es que el sistema decida incorporarlas). De ahí el pacifismo enfermizo, su reverso lúdico-festivo, la ambigüedad ante las elecciones y la preferencia por medidas que impliquen más poder estatal o mayor desarrollo económico (más capitalismo), rasgos que determinan una ideología específica, el ciudadanismo, reflejo exacto de una manera de pensar en vacío que arraiga sin problemas en el terreno abonado de la contestación baladí. Al menos una cosa ha de quedar clara: la protesta ciudadanista no cuestiona el sistema, no persigue subvertir el orden establecido, ni quiere poner otro en su lugar. Lo que quiere es participar, así que no postula un modo de vivir (y de producir) radicalmente opuesto al modo vigente. Su programa, en caso de confeccionarse, no iría más allá de reformas destinadas a abrir vías a la colaboración institucionalizada y a repartir las consecuencias de la crisis económica con la clase dominante de forma más equilibrada. Es una simple llamada de civismo a la dominación. Nada de cambiar la condición de asalariado, votante, automovilista e hipotecado, sino preservarla –si eso es posible- con empleo estable, reformas electorales y salario suficiente. La condición proletaria subsiste, pero disimulada bajo una supuesta condición ciudadana. El combate por su abolición ya no es una disputa encarnizada entre clases por el control y gestión del espacio social como sucedía en tiempos pasados, sino el ejercicio tranquilo de un derecho político en el marco de un Estado asequible y neutral.

¿Existe realmente la “ciudadanía”? ¿es una nueva clase? Son preguntas que para responderse deberíamos tener presente una verdad incuestionable: que ni el proletariado industrial residual ni su heredero contemporáneo la masa asalariada son intrínsecamente revolucionarios, ni objetiva ni subjetivamente. La principal fuerza productiva es el conocimiento, no el trabajo manual; por otra parte, en el lado del sujeto, las luchas simplemente reivindicativas no destruyen al capitalismo, sino que lo modernizan gracias a la burocracia laboral que han generado. El aparato sindical y político disuelve la conciencia de clase y facilita la integración y la sumisión. Además, el crecimiento de la producción es fundamentalmente destructivo, por lo que el trabajador no puede inhibirse de las consecuencias de su propio trabajo y mucho menos desear autogestionarlo. La clase obrera ha concluido su rol histórico, ligado a una etapa de desarrollo capitalista ya finiquitada, y sus sucedáneos actuales no pueden tener otro sin condenar la función que desempeñan en el sistema y afirmar la necesidad de segregarse, pero sin conciencia y sin moral eso no es posible. El fin del proletariado como clase deja el terreno de la lucha social abandonado, sin sujeto, a merced de las clases intermedias que el propio sistema fragmenta, dispersa y excluye igual que hace con las clases laboriosas, en cuyo seno no florece de nuevo la vieja teoría revolucionaria del proletariado, sino la moderna ideología ciudadanista, esgrimida como arma antirradical y herramienta de cooptación por cuantos partidillos, grupúsculos, redes y candidaturas pululan en las protestas de la posmodernidad, infiltrándolas, banalizándolas y corrompiéndolas. Igual que pasó cuando había lucha de clases, el izquierdismo contribuye a la modernización sindical y política del capitalismo, sólo que entonces lo hacía en nombre del proletariado y hoy lo hace en el de una entelequia, la “ciudadanía”. El recurso a la ciudadanía, es decir, a todos los habitantes sometidos al Estado, es puramente retórico, como antaño el recurso al “pueblo.” La ciudadanía no existe, es un ente irreal que habita en la mentalidad progresista y sirve de sujeto postizo, de referente para todo. No obstante su inexistencia, se la encuentra en cualquier parte: del discurso del poder ha pasado al lenguaje militante de calle. Resulta de gran utilidad a quienes, como los izquierdistas, tratan de hacerse visibles e influyentes con las protestas generacionales infectándolas de ideología populista, de sectarismo manipulador y de sufrido obrerismo, a fin de que los radicales en formación presentes hagan como ellos o se asqueen y aparten. No lo suele conseguir a la primera, por lo que el mismo sistema le proporciona impulso a través de sus ingentes medios virtuales, realizando oscuras convocatorias y desencadenando procesos autocontenidos, que, proporcionando a los participantes unos días o unas semanas de gloria tolerada en la plaza, les provoquen la sensación de ser por un tiempo los amos del cotarro, como en Tahrir o en la Sorbona del 68. la operación puede escapársele de las manos, pero qué puede temer el sistema de las conductas derivadas de “la educación para la ciudadanía” promocionada en las protestas, que como una nueva moda se propagan entre la juventud de clase media que las constituye. ¿Cómo sobrecogerse por el hedonismo botellonero, la fanática no violencia, la animosa gestualidad, el consenso mutilador, la alegre cacerolada, la comunicación por Twitter..?. Dichos comportamientos son presentados como innovadoras prácticas de la libertad, por más que ese tipo de libertad abunde en las sociedades de esclavos y sirva de poco en los asaltos a los palacios de invierno. Pero ¿quién quiere, y, peor aún, quién puede asaltar hoy un centro de poder? Lo único que piden las protestas es diálogo y participación.

Estamos inmersos en un proceso duro de adaptación a la crisis llevado a cabo por el Estado según las directrices que marcan “los mercados”, un ajuste violento que deja víctimas por doquier: los trabajadores, los pensionistas, los funcionarios, los empleados públicos, los inmigrantes y … la juventud desclasada. Si la mayoría apenas tiene presente, con certeza los jóvenes –casi la mitad en el paro- tienen el futuro hipotecado, por eso protestan, pero no contra el sistema que les ha marginado, sino contra quienes consideran responsables, los políticos que gobiernan, los sindicalistas que callan y los banqueros que especulan. Las protestas marcan el inicio de una época confusa donde un tercio de la sociedad civil va a movilizarse de una u otra forma al margen de las instituciones, aunque no en su contra. No se siente bien representada en una democracia que “no lo es”, puesto que su gente no participa, por eso quiere reformarla. No quiere destruir el poder separado, sino separar los poderes constituidos. Para la clase media precarizada que se apropia del concepto burgués de democracia, Montesquieu no ha muerto, pero convendría recordar que Franco tampoco, que la democracia que “tanto costó conseguir” y que ella reivindica proviene de la reconversión pactada del aparato político-represivo de la dictadura, consolidada desde las cañerías y cloacas del Estado.

Las protestas transcurren en un medio considerado casi natural por quienes participan en ellas: el medio urbano. Sin embargo, se trata de un espacio creado y organizado por el capital, el más indicado para conformar y desarrollar su mundo. Las metrópolis y conurbaciones son los elementos fundamentales del espacio de la mercancía, un escenario neutralizado y monitorizado que funciona como fábrica, en donde la comunicación directa, y por lo tanto, la conciencia y la rebeldía, son casi imposibles. Cualquier revuelta verdadera ha de luchar por liberar el espacio de los signos del poder y abrirlo al encuentro en pro de la descolonización de la vida cotidiana; ha de ser una revuelta contra la sociedad urbana. La cuestión social es esencialmente cuestión urbana, por lo que el rechazo del capitalismo implica el de la conurbación, su recipiente idóneo. El punto de inflexión en el adiestramiento consumista y político puede producirse en esos dormitorios monitorizados llamados barrios, si las asambleas que consigan formarse durante las crisis devienen contrainstituciones desde donde pueda criticarse el modelo urbano metropolitano y confeccionarse un modelo alternativo en armonía con el territorio. En las asambleas de barrio representativas puede emerger un sujeto autónomo, una nueva clase que se resista a la problemática ciudadanista que llega de las plazas planteando y desplegando la cuestión urbana (autonomía del barrio, problemas logísticos, contacto real con el campo, ocupación de espacios públicos, recuperación del saber artesano, anticonsumo, lucha contra planes urbanísticos e infraestructuras, etc.). Nada de eso se colige de las protestas, que parecen encontrarse a gusto respirando el aire contaminado del ambiente urbanita, una porción del cual han convertido en ágora ciudadana, lugar en el que tienen carta blanca las vacuidades ciudadanistas. Sucede así porque la mentalidad de la clase media manda en la movilización y sus representantes llevan la iniciativa. Por eso la crisis social no se manifiesta sino como crisis política, crisis del sistema político, momento político de las recetas ciudadanistas.

El ciudadanismo es la ideología mejor adaptada a las conurbaciones, puesto que realmente no necesita de un espacio público para reproducirse, sino de algo que se le asemeje, una especie de espacio formal y simbólico en el que representar un debate aparente. Para que uno real pueda darse ha de existir un público real, una comunidad de lucha, pero una comunidad de ese estilo –un sujeto colectivo- es todo lo contrario de una asamblea ciudadana, agregado volátil de individualidades mutiladas que imita los gestos de la discusión directa sin concluir por lo tanto en la dirección requerida, pues cuidadosamente evita el riesgo rehuyendo el combate. Sus batallas son puro ruido y su heroicidad, nada más que pose. Una comunidad de lucha –una fuerza social histórica- solamente puede formarse a partir de una voluntad consciente de separación, de un esfuerzo desertor hijo de la oposición total al sistema capitalista, o lo que es lo mismo, del cuestionamiento profundo del modo de vida industrial, o sea, de la ruptura con sociedad urbana. Paro juvenil o recorte presupuestario, el punto de partida es lo de menos pues si los ánimos se caldean todos conducen al mismo sitio; lo principal reside en el logro de autonomía suficiente para desviarse de los cauces establecidos yendo al fondo de la cuestión –la libertad- sin mediadores “responsables” ni tutores vigilantes. Y eso no se consigue más que marcando distancias claras con el bando de la dominación y disponiéndose a una larga y ardua lucha contra ella.

Miquel Amorós

14-06-2011

[València] En torno al 15M: Entrevista telefónica a Miquel Amorós

Eleuterio Gabón. Siguiendo con la actualidad que de alguna u otra manera sigue marcada por las movilizaciones en torno al 15M, después de haber recogido entrevistas y charlas y participado en asambleas de barrio, dedicamos el programa del pasado viernes nuevamente al tema. Entrevistamos telefónicamente a Miquel Amorós destacado militante y escritor anarquista y juntamos frente a los micros a participantes en la asamblea de la plaza 15 de mayo y a los compañeros griegos, ya colaboradores clásicos, para que nos cuenten lo ocurrido en su país.

Al comenzar la entrevista, Amorós advierte que le preocupa más descifrar la verdad que el activismo. Considera que el movimiento está formado por la clase media y lo caracteriza de ciudadanista. Con ciudadanismo me refiero a la clase media asalariada que quiere reformar el sistema pero no cambiarlo. Pretenden obligar a los partidos políticos a promover reformas sociales desde el Estado. Movimientos de este tipo comienzan a surgir en los 90, son pacíficos y no quieren enfrentarse a la policía.

Amorós explica que la mayor parte de la clase media al igual que la trabajadora ha sido sacrificada con la globalización. No hay ningún estudiante ni posgraduado que tenga futuro en los próximos 20 años, van a ser proletarizados. Sin embargo siguen manteniendo sus esperanzas y sus prejuicios. También se muestra crítico con la asamblea de la plaza. No hay debate real, sino buen rollismo y buenismo para no dividir; no se toman decisiones o se toman sin que luego se tengan en cuenta.
Una de las razones por las que no contempla el movimiento como realmente fuerte es por la ausencia de trabajadores, empleados, parados, funcionarios y otros sectores realmente afectados por la crisis.

También habla del papel de los movimientos libertarios en el asunto. Se han visto desconcertados. Han jugado el papel de la “izquierda” dentro del movimiento. Dentro de estos ambientes cuenta más el apuntarse que la verdad, no tienen capacidad de convocatoria y se han apuntado porque la gente va al mogollón.

Para recoger diferentes puntos de vista, hablamos también con los compañeros que han participado estos días en las asambleas del movimiento. Nuestro compañero destaca que aunque el análisis de Amorós es muy acertado, se pueden destacar aspectos positivos. Se trata de un movimiento que trata de caracterizarse, aunque con muchos problemas, por la horizontalidad y el asamblearismo. Hay cantidad de gente que se está familiarizando con estos mecanismos y que se está replanteando cosas.
Habla también del funcionamiento en la asamblea y la compara con las de Barcelona y Madrid. Allí sí ha habido tomas de decisión y debate aún habiendo pasado por procesos complicados y conflictos que tenían que pasar. Aquí en a Valencia existen problemas de coordinación entre las comisiones y los barrios con la asamblea, que se dedicado en muchas ocasiones, simplemente a informar de cosas decididas de antemano.

Es en los barrios donde el compañero considera que puede darse pasos hacia delante; destaca que allí, la participación de los trabajadores y parados es incipiente.

Hablamos ahora con los compas de Grecia, donde en Atenas el parlamento tiene la acampada en sus puertas con una enorme pancarta en castellano donde puede leerse: “Qué hora es? Es hora de que se vayan”
Nos cuentan que la huella de la revuelta en 2008 ha creado un contexto favorable a que se den este tipo de movilizaciones. Por ejemplo en los barrios ya funcionan muchas asambleas. Por otro lado explican que los acampados allí tienen el mismo perfil que los de aquí, gente de clase media, estudiantes, mucha gente que se ha animado a salir a la calle por el pacifismo de las protestas. Y es que en Grecia la policía va a saco.

El pasado día 11 de mayo se convocó una Huelga General con manifestaciones multitudinarias que acabaron con cientos de heridos y 97 hospitalizados, tres de ellos muy graves. Golpean con los mangos de las porras y hacen heridas muy serias, los mismos enfermeros han denunciado la brutalidad policial al ver el estado en el que llegan los heridos. Hasta el ministro del orden reconoció públicamente que no puede controlar a la policía.

No quieren dejar pasar la oportunidad para denunciar el auge de los movimientos fascistas, que hace poco se cobró la vida de un joven de Bangladesh de 21 años.

Escucha la entrevista desde aqui

[Ateneo Libertario “Octubre del 36” | Segorbe] Jornada por la defensa del territorio

sábado 18 de junio

14h Comida popular
17h Presentación del documental y charla “La MAT ¿A dónde nos lleva el progreso?

Sábado 25

14:00- Comida popular, (dos platos y postre).

17:00- Presentación del libro Perspectivas antidesarrollistas a cargo de Miquel Amorós.
“La crítica antidesarrolista, es la crítica que intenta partiendo de las luchas concretas (luchas en defensa del Territorio, contra el AVE, o contra la MAT) enlazar con la historia revolucionaria (con sus aspectos no vencidos) para empezar a tejer un movimiento subversivo. (…) Es la reflexión de una experiencia de lucha y de una práctica cotidiana (…) En una palabra: es hija de la acción, este es su medio y no puede sobrevivir fuera de él.”

Sábado 2 de julio.

13:00 Presentación del grupo de trabajo “En defensa del Territorio del Alto Palancia”.

Tanto el AVE, la propuesta de almacenamiento geológico de CO2, así como el resto de planes planteados para un futuro próximo en nuestra comarca, representan el ataque del desarrollismo hacia el Territorio concebido no solo como algo puramente paisajístico, sino como la interrelación de nuestra vida con su naturaleza, su agricultura, su saber, su historia…y en definitiva, el resto de actividades humanas, expresadas mediante un todo articulado en su conjunto.

14:00- Comida popular, (dos platos y postre).

17:00 Charla “Transgénicos y revolución verde (agroecología VS agroindustria)” a cargo de un miembro del Colectivo Mas del Potro (Alcoy).

La revolución verde, presentada por los Estados del mundo entero en los años 60 como la garantía para acabar con el hambre en el mundo ofrecía, además de un cuestionable y oscuro crecimiento de la productividad agrícola de algunos productos (nuevas variedades foráneas, fertilizantes, pesticidas…), la aniquilación de la agricultura tradicional y el desplazamiento de otras prácticas más equilibradas con el medio, no solo en los productos mismos, sino también por lo que respecta al conjunto de saberes trasmitidos a nivel generacional en el seno de las comunidades, abriendo con ello paso a la aceptación de los transgénicos.

*Los beneficios obtenidos en las comidas irán destinados al sufragio de los gastos de las jornadas y al proyecto de huerta que llevamos a cabo.

[Ateneu Llibertari l’Escletxa | Alacant] Presentació del llibre “perspectivas antidesarrollistas”

El proper dissabte 14 de Maig a les 19:00 tindrem a l’Ateneu la presentació del llibre “Perspectivas antidesarrollistas” a càrrec del seu autor Miquel Amorós. Després de la presentació haurà sopar vegà. En aquest llibre, s’agrupen texts produïts per Miquel Amorós entre maig de 2009 i Desembre 2010, juntament amb alguns anteriors, resultat tots ells del treball d’agitació al que des de fa anys porta dedicant-se. “La crítica antidesarrollista no llega como una novedad empaquetada y a disposición de quien quiera usarla. Resume y abarca todos los elementos críticos anteriores, pero no es un fenómeno intelectual, una teoría especulativa fruto de mentes privilegiadas dispuestas a largas jornadas de estudio y meditación. Es una reflexión de una experiencia de lucha y de una práctica cotidiana. Está presente un poco en todas partes, de una forma u otra, como intuición o como hábito, como mentalidad o como convicción. Nace de la práctica y vuelve siempre a ella. No se queda en libros, artículos, círculos, de enterados o torres de marfil; es fruto tanto del debate, como de la pelea. En una palabra: es hija de la acción, este es su medio y no puede sobrevivir fuera de él”. Organitza: Ateneu llibertari l’Escletxa i Distribuidora Maldecap

-- Ateneu llibertari l'Escletxa barri del Pla - Alacant http://escletxa.org

[Novedad editorial] Ediciones Entremuros PERSPECTIVAS ANTIDESARROLLISTAS (M. Amorós)

Este proyecto surge de la gente que llevaba la distribuidora anticomercial RABIA CONTRA EL SISTEMA de Segorbe. Se puede decir que es una nueva etapa con unas nuevas prioridades. Ahora vamos a ceñir nuestro trabajo en la edición y coedición de libros. También tenemos una pequeña librería que se encuentra en el Ateneo Libertario “Octubre del 36” de Segorbe.(c/desamparados nº1).

En poco tiempo sacaremos un pequeño catalogo con las ediciones disponibles y donde explicaremos un poquito más nuestro proyecto.

Miquel Amorós “elementos de antidesarrollismo”

Por ahora como nueva coedición tenemos el libro PERSPECTIVAS ANTIDESARROLLISTAS de Miguel Amorós.

El precio del libro es a 7 euros. Para distris se hará el 30% de descuento.

La crítica antidesarrollista no llega como una novedad empaquetada y a disposición de quien quiera usarla. Resume y abarca todos los elementos críticos anteriores, pero no es un fenómeno intelectual, una teoría especulativa fruto de mentes privilegiadas dispuestas a largas jornadas de estudio y meditación. Es una reflexión de una experiencia de lucha y de una práctica cotidiana. Está presente un poco en todas partes, de una forma u otra, como intuición o como hábito, como mentalidad o como convicción. Nace de la práctica y vuelve siempre a ella. No se queda en

libros, artículos, círculos, de enterados o torres de marfil; es fruto tanto del debate, como de la pelea. En una palabra: es hija de la acción, este es su medio y no puede sobrevivir fuera de él.

Miquel Amorós “elementos de antidesarrollismo”