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[València] La Delegación del Gobierno comienza a multar a los indignados del 15M que se manifestaron el 19-J

Algunos de los participantes en la manifestación que tuvo lugar en Valencia el pasado 19 de junio, una de las más multitudinarias desde la transición, han comenzado a recibir multas por haber incumplido el trayecto pactado con Delegación de Gobierno. Acción, reacción. Si los indignados del 15M han estado llevando la iniciativa en los últimos meses, con acciones reivindicativas para cambiar la sociedad y hacer una democracia más real, ahora ha llegado la reacción del Gobierno en forma de sanciones. Así, algunos de los participantes en la manifestación que tuvo lugar en Valencia el pasado 19 de junio, una de las más multitudinarias desde la transición, han comenzado a recibir multas por haber incumplido el trayecto pactado con Delegación de Gobierno. Los manifestantes se enfrentan una sanción entre 300 euros y 6.000.

En el expediente sancionador se utilizan como argumentos para proceder a la sanción que ”el 19 de junio, en la manifestación comunicada y organizada por el Movimiento 15M, en la que usted se identificó ante la Policía Nacional como responsable, ofreciéndose a colaborar y a respetar el recorrido, se modificó el mismo. Estando previsto el paso por Plaza de Tetuán-General Tóvar-Palacio de Justicia, cuando se encontraba en la plaza de Tetuán se varió, desviándose por la calle General Polanco. Al comunicarle esta incidencia, hace caso omiso a las indicaciones de la policía. Posteriormente al llegar frente a la Delegación del Gobierno, calle de Colón número 60, donde debería finalizar, tras una sentada, se dirigen a la Plaza del Ayuntamiento, donde bloquean el tránsito frente al consistorio, dándose por finalizada la manifestación sobre las 0 horas, cuando el horario previsto eran las 21 horas”.

En respuesta, Adoración Guamán ha señalado, en declaraciones a EPDA, que ”la organización colectiva de la manifestación, que funcionó como funciona el 15M de manera abierta y horizontal, no fue entendida por la policía que se empeñó en identificar a dos personas como “organizadores” y “responsables”. El agente de policía que nos identificó no llevaba su número de identificación visible. De esta manera, identificados bajo coacción personal, seguimos nuestra tarea en la manifestación en colaboración con el resto de compañeras y compañeros. Intentando en todo momento que la manifestación transcurriera, tal y como sucedió, de manera absolutamente pacífica y altamente reivindicativa”.

”Pero el magnífico resultado conseguido por la ciudadanía valenciana ha atemorizado a las autoridades, en particular al Ministerio del Interior y a su mano ejecutora, la Delegación del Gobierno. Éstos han pasado de la violencia directa a la indirecta, de la agresión con la porra a la agresión económica, del intento de atemorizarnos de manera colectiva a la búsqueda de provocarnos miedo de manera individual. Y así, semanas después, están lloviendo las multas a los participantes del 15M. En particular, por la identificación en la manifestación, hemos recibido la comunicación del acuerdo de iniciación del expediente sancionador, con la calificación de infracción grave por no haber “colaborado suficientemente” con la policía al permitir que la manifestación se desviara de su recorrido. Una vez más queda demostrado que las autoridades ni comprenden, ni escuchan ni tienen ningún tipo de intención de cambiar su modo de actuar a pesar del clamor ciudadano”, ha señalado Guamán.

”En primer lugar, en ningún momento se ha querido colaborar con las fuerzas que, claro está, ejercen la violencia de estado contra el 15M. Su colaboración con nosotros ha sido la de la porra y el miedo. La voluntad de “diálogo” del Gobierno está siendo la de la amenaza, persecución política y violencia económica. El movimiento 15M toma la calle, la toma porque la calle es de las ciudadanas y ciudadanos, porque sus reivindicaciones representan el sentir mayoritario de la ciudadanía y porque no tiene miedo a las porras ni a la represión política que nos ha tenido paralizados tantos años. Por eso, la manifestación, viva y mutable como el movimiento, tomó una ruta ligeramente distinta a la planificada. Todas y todos somos responsables de ello y todas y todos nos sentimos en ese momento más vivas que nunca al ver el despertar colectivo de Valencia. Las multas seguirán llegando, la represión política se recrudece pero nosotras seguimos en la calle, en los barrios, en el debate y en la construcción de un aprendizaje colectivo solidario que cuestiona el sistema establecido, desde sus raíces. Por eso nos temen. Seguimos adelante”, concluye.

[València] Comunicat sobre el desallotjament Acampada València

El darrer dimarts 5 de Juliol, la policia nacional a càrrec de Delegació de Govern (PSOE) i la policia local a càrrec de l’Ajuntament de València (PP) coordinaren el desallotjament de la Plaça 15 de Maig aprofitant les primeres hores del matí per desmantellar el campament i robar tots els materials que durant quasi dos mesos de resistència s’havien anant acumulant per a organitzar l’estància dels manifestants. A més a més, han aprofitat els moments de confusió actual entorn al tema de si seguir amb l’acampada o no, per desallotjar sabent que la capacitat de resposta i solidaritat podria ser més feble que en altres moments.
Davant aquests esdeveniments un col·lectiu de persones que venim participant en el 15M, compaginant aquesta tasca amb la nostra implicació en altres col·lectius socials, anticapitalistes, antiautoritaris, etc. Manifestem el nostre rebuig a aquest fet, independentment de la nostra opinió al voltant de si es té que seguir amb l’acampada o no, i es solidaritzem amb totes les persones que van patir l’actuació policial.
Per tot açò reivindiquem que;
-El carrer és de la gent i la protesta acabarà quant els i les participants aconsegueixen els seus objectius o fins que creguen necessari i no quan ho diga una ordre.
-L’Acampada era una espai autogestionat i per tant ni els cossos policials ni els diferents governs tenien legitimitat per intervindre.
-A pesar de que no es produïren càrregues si que existiren provocacions per part de la policia a més considerem una agressió el restar llibertats als manifestants.
-Animem a totes les persones que van patir el desallotjament i al conjunt de persones que han participat a les assemblees a que denuncien aquest fet i reivindiquen el seu dret a estar al carrer.

Perquè si lluitem hui, el demà serà nostre!
CAP AGRESSIÓ SENSE RESPOSTA!

[Patraix] Desalojo de la acampada

Muy malos días a todos y todas, esto es lo que ha ocurrido, contado por nuestro compañero Pepe. Para decidir cuáles van a ser nuestras acciones a partir de hoy y responder a esta gentuza como se merece, estaremos a partir de las 18h en la Pz de PATRAIX (QUE SIGUE INTACTA, ESO NO LO PUEDEN DESMANTELAR Y ES NUESTRO) y a las 20h celebraremos ASAMBLEA EXTRAORDINARIA. Os rogamos la máxima difusión y por favor, no faltéis, NO NOS VAN A PARAR!!!

Alrededor de las 6 de la madrugada un grupo bien organizado de la policía nacional y una pareja de la policía local junto con un camión de recogida de basuras han comenzado a destruir el campamento y metiéndolo todo en el camión. Jesús, el compañero que prestó el proyector, al oir el ruido bajó, llamó a Miguelón y juntos intentaron recuperar el material, cosa que no les dejaron o no les dió tiempo dada la velocidad con la que retiraban las cosas, (salvo el montante metálico y las lonas); por supuesto anteriormente les pidieron el DNI. Afortunadamente el ordenador y el ampli no estaban ya allí.

Compañer@s, ha sido un atropello y un abuso de la forma más cobarde y ruin que puede permitirse este tipo de grupos en una democracia. Todo estaba preparado y como ha sido de madrugada podemos decir que este acto se ha realizado con premeditación, alevosía y nocturnidad, como actúan los delincuentes. Por supuesto para que tenga todo el efecto del mundo esta campaña de “limpieza” se ha realizado instantáneamente en varios puntos de la ciudad (cabe todavía confirmarlos todos), entre ellos la Plaza del Ayuntamiento donde parece ser que ha habido varios detenidos.

¡¡¡ QUÉ VERGÜENZA !!! AUNQUE LA VERDAD ERA DE ESPERAR E INCLUSO DIRÉ QUE YA NOS EXTRAÑABA A MÁS DE UNO QUE NOS HUBIESEN DEJADO IR HASTA DONDE HEMOS LLEGADO.

Pues lo tienen claro si así piensan que se acabará todo.

Hay que ver, estos Hijos de Personas han destruido todo lo material que habíamos construido entre todos, observando con actitud chulesca desde nuestra mirada de indignación como iba desapareciendo poco a poco, o mucho a mucho todo lo que allí se encontraba.

Un saludo.

[Debat] Segunda carta al movimiento libertario:

“quienes deboran la vida con ansia corren el riesgo de ser deborados por la vida, aceptamos con gusto el riesgo de correr riesgos.”

“En cambio, el anarquismo con el que nos identificamos es aquel que,reconociendo la importancia de la participación en grupos de afinidad específicamente libertarios-, entiende que los valores anarquistas sólo podrán desarrollarse en un espacio dinámico de movimientos sociales, horizontales y autónomos, en conflictos concretos y reales por mejorar aqui y ahora las condiciones de vida de los oprimidos y oprimidas de cualquier signo. Y la intervención ácrata, junto a personas de otro pensamiento, no difumina nuestra identidad como anarquistas, por el contrario la potencia. Porque los valores-y no las etiquetas-que ha defendido nuestro
movimiento a lo largo de la historia aspiran a ser vividos por cualquier persona con aspiraciones de justicia social y libertad, y no sólo por un grupo reducido de anarquistas convencido/as”
Rafael Uzc{ategui “Cr{onica Negra n°2 Nov. 2010 Santiago de Chile

Hace algo más de un mes, al inicio de las luchas del movimiento 15M un grupo de
individuos libres nos reunimos para decidir colectivamente la conveniencia de participar en ellas aportando un prisma libertario al discurso y las acciones que en la plaza se sucedian.
En la primera carta al movimiento libertario expusimos los motivos que nos llevaron a ello e intentamos a través de ella promover la activa participación de muchas compañeras que echábamos en falta. Es dificil valorar las repercusiones de aquel escrito aunque la sensación que nos queda es que apenas provoco cosquilleos en algunas conciencias sin más trascendencia.
Si algo somos es obstinadas y el objetivo de esta segunda carta es por una parte
demostrar que el trabajo ha dado sus frutos y por otra y en consecuencia apelar a la
madurez y responsabilidad de las libertarias instándoles a estar donde el momento
histórico nos llama a estar.
Todos somos anarquistas hasta que toca demostrarlo. Os aseguramos que todas las reflexiones estan hechas: sabemos que mucha de la gente que se ha movilizado lo ha hecho ante una perdida de riqueza y buscan la implantación de medidas que restauren su poder adquisitivo, sabemos que mucha gente solo pide reformas democráticas que regulen la corrupción política, sabemos que para otros muchos es una fiesta reivindicativa, otra más, aqui y ahora como lo fueron las manifestaciones contra la guerra, por una vivienda digna o contra Bolonia, sabemos que hay quien busca sacar randimiento partidista de la coyuntura…
No somos imbéciles todo eso lo sabemos pero ante esas reflexiones podemos actuar de dos modos. Utlizarlas como parapeto, como autojustificación a nuestro inmovilismo. O abrir el zoom con inteligencia y darnos cuenta que a pesar de que esas sean algunas de las motivaciones de la movilización, hay mucha otra gente que está descubriendo poco a poco otro modo de hacer las cosas sobrepasando los límites legales, buscando modos nuevos de relacionarse sin el beneficio personal de por medio, gente capaz de construir realidades políticas por si mismas sin depender de autoridades partidistas, institucionales. Llevando a cabo aquello de lo que nosotros tanto presumimos y que muchas veces somos incapaces de poner en marcha sin ser responsabilidad exclusiva de las libertarias, el esfuerzo de estas ayudó a la descentralización de las protestas. A trasladar las luchas a los barrios e incidir críticamente en los discursos y acciones. En muchas de las asambleas de barrios el discurso que se oye, las líneas de trabajo que se promueven pasan únicamente por la dotación de instalaciones que aporten mayor bienestar al barrio: centros de salud, casas de cultura, parques y jardines, espacios deportivas, colegios publicos; o bien se hace segudismo de consignas que vienen de “arriba”, de la plaza 15M apelando a la reforma electoral…que carecen de debate previo
Estúpidas de nosotras, las anarquistas, nos lanzamos ferozmente a criticar estas
asambleas y este tipo de demandas porque todos tenemos claro que una casa de cultura dependería de la manipulación de los políticos y acabaría promoviendo evasión y no pensamiento crítico; criticamos la demanda de nuevos centros educativos porque tenemos clarísimo que la educación formal se basa en el encierro y en la transmisión de valores de competitividad; que una reforma electoral nos dejaría igualmente esclavas cambiando apenas la cadena…en fin el abc que toda buena libertaria debe conocer sobre los medios de control social.
Las que escribimos este texto nos preguntamos si acaso a una sola libertaria se le ha ocurrido pensar que eso que él tiene tan claro, su vecina lo desconoce por completo y que el desconocimiento de otras lineas de actuación le llevan a asumir en muchas ocasiones otras posiciones menos criticas. Nuestro trabajo es a diversificar el discurso y más que el discurso el trabajo real es arremangarse y dejar de llenarnos la boca de autogestión, autonomía, autodefensa, solidaridad, apoyo mutuo y hacer propaganda por el hecho. Bajar a la realidad, contactar con nuestras vecinas y construir con ellas, sin capitalizar ni liderar aportando nuestra experiencia.
La responsabilidad de que las posturas políticas maduren y se radicalicen es nuestra y en consecuencia si no lo conseguimos también será nuestra la culpa, nuestra enésima derrota provocada por el maldito inmovilismo.
A nadie nos parieron anarquistas, todas hemos ido madurando políticamente a lo largo de los años, todas nos hemos equivocado millones de veces y de ellas hemos aprendido millones de cosas. Concedamos la oportunidad a nuestras vecinos de las asambleas de barrio el derecho a equivocarse a provar diferentes modos de actuar y trabajemos nosotros desde nuestra experiencia. Mi vecina no puede ser mi enemiga ni el objeto de mis críticas por la candidez de sus propuestas.
Podemos pasarnos la vida contándonos unos a otras, asi casi al oido, dentro de nuestros centros sociales que es la pedagogia libertaria, o la liberación sexual, la autonomía, la lucha contra las prisiones o podemos aprovechar el momento ir a las asambleas de nuestro barrio y tejer redes sociales favorables a construir una educación no formal y entre todos no solo hacia los niños, cambiar las actitudes discriminatorias, construir espacios de intercambio sin dinero de por medio, organizar autodefensa ante despidos y situaciones de explotación laboral…
Eso supone trabajar y alguna se pensó que hacerse anarquista era lo contrario, le advertimos que está muy equivocado. Ser anarquista no significa asumir tal grado de libertad que uno pueda hacer lo que le venga en gana incluyéndose no hacer nada. Los que asi lo crean ya se pueden quitar la chapa y buscar otra tribu urbana, esto es un movimiento político. Ser anarquista significa tomar consciencia de las injusticias del mundo en que vivimos y actuar en consecuencia, responsablemente y con firmeza para cambiarlo.
Coordinación
Durante los primeros dias de las protestas del 15M una serie de individuos libres decidimos reunirnos de forma asamblearia para aclararnos como anarquistas cual era nuestro papel en esa lucha. A lo largo de más de un mes esas reuniones se han venido celebrando periodicamente siendo los acontecimientos los que han marcado las lineas de trabajo. Son un foro de debate sobre el presente y futuro del “movimiento 15M” y una puesta en comun de propuestas de acción y herramientas para la autoorganizacion, autonomía y difusión de la idea. También hacemos balance de como trancurren las luchas en aquellos barrios y pueblos en los que estamos presentes. Si alguien tiene interes puedes asistir libremente. Disculpad si por el carácter informal no decimos hora y lugar, preguntando por nuestros círculos lo averiguareis.
Asamblea de individuos iguales. Valencia Junio 2011

[Debat] Pensamientos intempestivos al acabar de sonar el tambor

Cuando los excesos de la dominación generan protestas cuya realidad queda certificada por los medios se produce una ilusión de conciencia, un despertar aparente que parece anunciar la reaparición de la cuestión social y el retorno del sujeto destinado a protagonizar un nuevo cambio histórico. Sin embargo, al comprobar el carácter trivial y frívolo de las reivindicaciones centrales y al oír las repeticiones chabacanas de las ideologías progresistas, se nos disipan las dudas respecto a lo que realmente ha vuelto a través de la protesta consentida, que no es otra cosa que el cadáver del sujeto. La cuestión social continúa sin plantearse en profundidad, mientras que todos los muertos guardados en los armarios de las ideologías salen de paseo. A pesar del contenido de verdad que tenga, una protesta que flote en aguas estancadas junto a los restos podridos de otras seudoalgaradas anteriores no es el lugar más propicio para la reformulación de un proyecto de cambio real. Aunque se dote de mecanismos horizontales de toma de decisiones, aunque se constituya en asamblea, quienes toman la palabra en ella son en su mayoría impostores o aprendices de impostores. La razón se siente impotente ante la avalancha de lugares comunes extraídos del vertedero de la Historia, constatándose que la dominación capitalista –el sistema—no ha retrocedido un ápice, y que más bien, manipulando a sus víctimas, ha creado una falsa oposición civil con la que disipar los fuegos de la rebelión. No podía ser de otro modo. La clase obrera fue derrotada irremisiblemente hace treinta años y en su lugar no quedaron más que despojos que el sindicalismo minoritario no consigue ni conseguirá jamás revivir, coexistiendo con un gueto juvenil de militantes y refractarios, reducido y parcialmente empantanado. Nada con lo que reemprender lo que Hegel llamaba “el rudo trabajo de la inteligencia” con la que ilustrar a las nuevas generaciones, que, cuando hayan de echar mano al concepto, se darán de bruces con el tópico.

En todas las nuevas protestas espectaculares dos rasgos comunes están siempre presentes: primero, una gran cantidad de amigos sospechosos, que desde los medios oficiales ponderan, reargumentan y justifican la protesta propiamente descafeinada, de la que podan con firmeza sus brotes radicales. Segundo, una voluntad obsesiva de no buscarse enemigos, ni en las fuerzas del orden, ni en los partidos, ni en el Estado, ni en la mismísima economía, puesto que todas las propuestas de máximos o de mínimos, por extrañas que suenen, caben dentro del sistema (otra cosa es que el sistema decida incorporarlas). De ahí el pacifismo enfermizo, su reverso lúdico-festivo, la ambigüedad ante las elecciones y la preferencia por medidas que impliquen más poder estatal o mayor desarrollo económico (más capitalismo), rasgos que determinan una ideología específica, el ciudadanismo, reflejo exacto de una manera de pensar en vacío que arraiga sin problemas en el terreno abonado de la contestación baladí. Al menos una cosa ha de quedar clara: la protesta ciudadanista no cuestiona el sistema, no persigue subvertir el orden establecido, ni quiere poner otro en su lugar. Lo que quiere es participar, así que no postula un modo de vivir (y de producir) radicalmente opuesto al modo vigente. Su programa, en caso de confeccionarse, no iría más allá de reformas destinadas a abrir vías a la colaboración institucionalizada y a repartir las consecuencias de la crisis económica con la clase dominante de forma más equilibrada. Es una simple llamada de civismo a la dominación. Nada de cambiar la condición de asalariado, votante, automovilista e hipotecado, sino preservarla –si eso es posible- con empleo estable, reformas electorales y salario suficiente. La condición proletaria subsiste, pero disimulada bajo una supuesta condición ciudadana. El combate por su abolición ya no es una disputa encarnizada entre clases por el control y gestión del espacio social como sucedía en tiempos pasados, sino el ejercicio tranquilo de un derecho político en el marco de un Estado asequible y neutral.

¿Existe realmente la “ciudadanía”? ¿es una nueva clase? Son preguntas que para responderse deberíamos tener presente una verdad incuestionable: que ni el proletariado industrial residual ni su heredero contemporáneo la masa asalariada son intrínsecamente revolucionarios, ni objetiva ni subjetivamente. La principal fuerza productiva es el conocimiento, no el trabajo manual; por otra parte, en el lado del sujeto, las luchas simplemente reivindicativas no destruyen al capitalismo, sino que lo modernizan gracias a la burocracia laboral que han generado. El aparato sindical y político disuelve la conciencia de clase y facilita la integración y la sumisión. Además, el crecimiento de la producción es fundamentalmente destructivo, por lo que el trabajador no puede inhibirse de las consecuencias de su propio trabajo y mucho menos desear autogestionarlo. La clase obrera ha concluido su rol histórico, ligado a una etapa de desarrollo capitalista ya finiquitada, y sus sucedáneos actuales no pueden tener otro sin condenar la función que desempeñan en el sistema y afirmar la necesidad de segregarse, pero sin conciencia y sin moral eso no es posible. El fin del proletariado como clase deja el terreno de la lucha social abandonado, sin sujeto, a merced de las clases intermedias que el propio sistema fragmenta, dispersa y excluye igual que hace con las clases laboriosas, en cuyo seno no florece de nuevo la vieja teoría revolucionaria del proletariado, sino la moderna ideología ciudadanista, esgrimida como arma antirradical y herramienta de cooptación por cuantos partidillos, grupúsculos, redes y candidaturas pululan en las protestas de la posmodernidad, infiltrándolas, banalizándolas y corrompiéndolas. Igual que pasó cuando había lucha de clases, el izquierdismo contribuye a la modernización sindical y política del capitalismo, sólo que entonces lo hacía en nombre del proletariado y hoy lo hace en el de una entelequia, la “ciudadanía”. El recurso a la ciudadanía, es decir, a todos los habitantes sometidos al Estado, es puramente retórico, como antaño el recurso al “pueblo.” La ciudadanía no existe, es un ente irreal que habita en la mentalidad progresista y sirve de sujeto postizo, de referente para todo. No obstante su inexistencia, se la encuentra en cualquier parte: del discurso del poder ha pasado al lenguaje militante de calle. Resulta de gran utilidad a quienes, como los izquierdistas, tratan de hacerse visibles e influyentes con las protestas generacionales infectándolas de ideología populista, de sectarismo manipulador y de sufrido obrerismo, a fin de que los radicales en formación presentes hagan como ellos o se asqueen y aparten. No lo suele conseguir a la primera, por lo que el mismo sistema le proporciona impulso a través de sus ingentes medios virtuales, realizando oscuras convocatorias y desencadenando procesos autocontenidos, que, proporcionando a los participantes unos días o unas semanas de gloria tolerada en la plaza, les provoquen la sensación de ser por un tiempo los amos del cotarro, como en Tahrir o en la Sorbona del 68. la operación puede escapársele de las manos, pero qué puede temer el sistema de las conductas derivadas de “la educación para la ciudadanía” promocionada en las protestas, que como una nueva moda se propagan entre la juventud de clase media que las constituye. ¿Cómo sobrecogerse por el hedonismo botellonero, la fanática no violencia, la animosa gestualidad, el consenso mutilador, la alegre cacerolada, la comunicación por Twitter..?. Dichos comportamientos son presentados como innovadoras prácticas de la libertad, por más que ese tipo de libertad abunde en las sociedades de esclavos y sirva de poco en los asaltos a los palacios de invierno. Pero ¿quién quiere, y, peor aún, quién puede asaltar hoy un centro de poder? Lo único que piden las protestas es diálogo y participación.

Estamos inmersos en un proceso duro de adaptación a la crisis llevado a cabo por el Estado según las directrices que marcan “los mercados”, un ajuste violento que deja víctimas por doquier: los trabajadores, los pensionistas, los funcionarios, los empleados públicos, los inmigrantes y … la juventud desclasada. Si la mayoría apenas tiene presente, con certeza los jóvenes –casi la mitad en el paro- tienen el futuro hipotecado, por eso protestan, pero no contra el sistema que les ha marginado, sino contra quienes consideran responsables, los políticos que gobiernan, los sindicalistas que callan y los banqueros que especulan. Las protestas marcan el inicio de una época confusa donde un tercio de la sociedad civil va a movilizarse de una u otra forma al margen de las instituciones, aunque no en su contra. No se siente bien representada en una democracia que “no lo es”, puesto que su gente no participa, por eso quiere reformarla. No quiere destruir el poder separado, sino separar los poderes constituidos. Para la clase media precarizada que se apropia del concepto burgués de democracia, Montesquieu no ha muerto, pero convendría recordar que Franco tampoco, que la democracia que “tanto costó conseguir” y que ella reivindica proviene de la reconversión pactada del aparato político-represivo de la dictadura, consolidada desde las cañerías y cloacas del Estado.

Las protestas transcurren en un medio considerado casi natural por quienes participan en ellas: el medio urbano. Sin embargo, se trata de un espacio creado y organizado por el capital, el más indicado para conformar y desarrollar su mundo. Las metrópolis y conurbaciones son los elementos fundamentales del espacio de la mercancía, un escenario neutralizado y monitorizado que funciona como fábrica, en donde la comunicación directa, y por lo tanto, la conciencia y la rebeldía, son casi imposibles. Cualquier revuelta verdadera ha de luchar por liberar el espacio de los signos del poder y abrirlo al encuentro en pro de la descolonización de la vida cotidiana; ha de ser una revuelta contra la sociedad urbana. La cuestión social es esencialmente cuestión urbana, por lo que el rechazo del capitalismo implica el de la conurbación, su recipiente idóneo. El punto de inflexión en el adiestramiento consumista y político puede producirse en esos dormitorios monitorizados llamados barrios, si las asambleas que consigan formarse durante las crisis devienen contrainstituciones desde donde pueda criticarse el modelo urbano metropolitano y confeccionarse un modelo alternativo en armonía con el territorio. En las asambleas de barrio representativas puede emerger un sujeto autónomo, una nueva clase que se resista a la problemática ciudadanista que llega de las plazas planteando y desplegando la cuestión urbana (autonomía del barrio, problemas logísticos, contacto real con el campo, ocupación de espacios públicos, recuperación del saber artesano, anticonsumo, lucha contra planes urbanísticos e infraestructuras, etc.). Nada de eso se colige de las protestas, que parecen encontrarse a gusto respirando el aire contaminado del ambiente urbanita, una porción del cual han convertido en ágora ciudadana, lugar en el que tienen carta blanca las vacuidades ciudadanistas. Sucede así porque la mentalidad de la clase media manda en la movilización y sus representantes llevan la iniciativa. Por eso la crisis social no se manifiesta sino como crisis política, crisis del sistema político, momento político de las recetas ciudadanistas.

El ciudadanismo es la ideología mejor adaptada a las conurbaciones, puesto que realmente no necesita de un espacio público para reproducirse, sino de algo que se le asemeje, una especie de espacio formal y simbólico en el que representar un debate aparente. Para que uno real pueda darse ha de existir un público real, una comunidad de lucha, pero una comunidad de ese estilo –un sujeto colectivo- es todo lo contrario de una asamblea ciudadana, agregado volátil de individualidades mutiladas que imita los gestos de la discusión directa sin concluir por lo tanto en la dirección requerida, pues cuidadosamente evita el riesgo rehuyendo el combate. Sus batallas son puro ruido y su heroicidad, nada más que pose. Una comunidad de lucha –una fuerza social histórica- solamente puede formarse a partir de una voluntad consciente de separación, de un esfuerzo desertor hijo de la oposición total al sistema capitalista, o lo que es lo mismo, del cuestionamiento profundo del modo de vida industrial, o sea, de la ruptura con sociedad urbana. Paro juvenil o recorte presupuestario, el punto de partida es lo de menos pues si los ánimos se caldean todos conducen al mismo sitio; lo principal reside en el logro de autonomía suficiente para desviarse de los cauces establecidos yendo al fondo de la cuestión –la libertad- sin mediadores “responsables” ni tutores vigilantes. Y eso no se consigue más que marcando distancias claras con el bando de la dominación y disponiéndose a una larga y ardua lucha contra ella.

Miquel Amorós

14-06-2011

[Palma de Mallorca] Nazi-fascistas atacan con un petardo a miembros del 15M

Un petardo explota dentro de una papelera en Plaza españa de Palma de Mallorca causando dos heridos.

Palma de Mallorca * Paisos Catalans
Una papelera de la Plaza españa de Palma, donde se reúnen lxs miembros del movimiento 15-M, ha explotado esta mañana como consecuencia de la detonación de un petardo en su interior causando dos heridos. Elementos nazi-fascistas españoles estarian detras del ataque terrorista.
Hasta el lugar del suceso se han desplazado una dotación de bomberos, de la Policía Local y del Servicio de Emergencias 112.

[Debat] El 15-M como punta de lanza de nuevas reformas neoliberales

Coincidencias entre el Informe Transforma España de la Fundación Everis y el 15-M.

Dejo un artículo extraido del blog Antiimperialista que pone de manifiesto lo que muchxs pensábamos de la ‘espontaneidad’ del movimiento 15-M. Si bien es interesante y conviene ser consciente de los tejemanejes con que el Poder pretende llevarnos a su terreno, no por ello vamos a dejar de decir y hacer lo que pensamos. Es muy ingenuo pensar que una revuelta que apunte contra el Poder va a ser felicitada por los medios de masas. ¿Aún no sabemos quién los paga?¿o es que pensamos que no importa? ¿o es que pensamos que van a cambiar de bando en un ataque de solidaridad?
Cuando decimos que el camino es la Negación, no es por ociosidad.

En todo este proceso, una nueva Sociedad Civil debe emerger y encontrar su nueva misión, identidad y voz. Para ello, combinará materializaciones más convencionales y “físicas”, con nuevas formas más innovadoras y “virtuales”. (Informe Transforma España, Fundación Everis, pag. 100).
Se trata de refundar todos los fundamentos básicos del sistema-país, de transformar el Modelo Productivo y Marco Productivo, y de volver a alinearlos entre ellos y con el Modelo de Estado, que eventualmente requerirá igualmente de mejoras. (Informe Transforma España, Fundación Everis, pag 105)

Por si a alguien le quedaba aún alguna duda de la descarada vinculación del movimiento 15-M con las entrañas del mismo poder al que dice enfrentarse (desproporcionada propaganda de los medios de comunicación de masas capitalistas, apoyo público de personajes claves en el establishment capitalista, permisividad y colaboración de las autoridades locales…), una amable lectora y amiga de este blog nos ha hecho llegar una valiosísima información, en la que se demuestra claramente, que muchos de los llamados representantes del 15-M no son más que agentes del propio sistema, empotrados en las filas de un movimiento aparentemente popular, pero con unos objetivos completamente antipopulares.
Un ejemplo de esto último es el polaco Tomasz Szabelewski, que ha estado ejerciendo un papel muy activo durante la conocida como “acampada de sol”, en Madrid, como representante del movimiento 15-M, tal y como se puede ver en el documental emitido por la 1 de Televisión Española, la noche del 4 de junio de 2011.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/informe-semanal/informe-semanal-indignados/1120745/ (a partir del minuto 5:23)
Tomasz Szabelewski, además de supuesto militante del movimiento 15-M, es también consultor de negocios (Business Consultant) en uno de los Thik Tanks (laboratorios de ideas) neoliberales más influyentes de España, la Fundación Everis, tal y como se puede comprobar en el siguiente enlace.
http://es.linkedin.com/in/tomaszszabelewski
Pero Szabelewski es tan sólo una puntita de un gigantesco Iceberg, en el que lo realmente importante son las asombrosas coincidencias entre el discurso del 15-M y el de grupos ultraneoliberales como la Fundación Everis.
Conozcamos un poco más a esta Fundación y qué intereses podría tener en la promoción de un movimiento como el 15-M.
La Fundación Everis es un Think Tank que se creo en el año 2001 y en el que participan personajes que están o han estado vinculados con el mundo de la política y de las finanzas al más alto nivel. Sin ir más lejos, su presidente, Eduardo Serra, fue secretario de Estado en 1984, con el PSOE, y ministro de Defensa en 1996, con el Partido Popular. Por otro lado, José Ignacio Goirigolzarri, uno de sus patronos, fue Consejero Delegado del BBVA, y Antonio Massanell i Lavilla, otro de los dueños de Everis, es actualmente Director General Adjunto Ejecutivo de la Caixa, presidente de Port Aventura y consejero, entre otras muchas empresas, de Telefónica.
La Fundación Everis tiene como objetivo principal ofrecer propuestas políticas y económicas para contribuir a lo que ellos llaman el desarrollo económico del país, que traducido a otras palabras, es lo mismo que decir que su meta es la de influir lo máximo posible en el panorama política actual, para conseguir una mejor forma de esclavizar a la clase trabajadora, y así poder seguir engordando sus multimillonarias cuentas corrientes.
En este sentido, en noviembre de 2010, la Fundación Everis entregó al monarca Juan Carlos I, el Informe Transforma España (elaborado a principios del año 2010), firmado por 100 empresarios y “expertos”, entre los que podemos encontrar al presidente de Telefónica César Alierta, Felipe Benjumea (Abengoa), Baldomero Falcones (FCC) o José Manuel Entrecanales (Acciona), entre otros muchos.
Pincha aquí para descargar el Informe Transforma España.
Curiosamente, el ultraneoliberal Informe Transforma España propone, al igual que el movimiento 15-M, una superación del actual marco o sistema político y económico, pues (como ambos afirman) ya no es útil en estos momentos históricos para dar solución a los problemas de la sociedad española, frente a los cuales, plantea también propuestas calcadas a las del 15-M, como la de la reforma del actual modelo de Estado (herramienta principal de dominación de clase), la reforma del sistema político y del sistema financiero español. Hasta tal punto son coincidentes, que si hicieramos una lectura rápida de las propuesta de unos y de otros, sin saber quien las ha hecho, no sabríamos decir cuales proceden del 15-M y cuales del Informe Transforma España.
Pero que nadie se engañe, pues tras estas grandes intenciones, no se esconden ningún tipo de buenos propósitos, sino más bien todo lo contrario. El objetivo de la oligarquía española es el de renovar y reforzar su posición hegemónica frente al conjunto de los ciudadanos, haciendo más irrompibles sus cadenas y más insalvable su condición de esclavos.
Tras la idea de una reforma de la política española, no está el propósito de conseguir más democracia, sino una mayor concentración de poder. Con la excusa (entre otras) de evitar trabas burocráticas se tenderá a una mayor centralización, haciendo que el poder recaiga cada vez en un menor número de manos. Bajo el pretexto de evitar la mala gestión de lo público por los políticos, toda nuestra vida será administrada, cada vez más, por intereses privados.
Igualmente, la reforma del sistema financiero no busca un mayor bienestar de las personas, sino una mayor dependencia y encadenamiento de éstas al deshumanizado sistema económico capitalista.
Las coincidencias entre las críticas del Informe Transforma España y las del movimiento 15-M, hacia las deficiencias del actual sistema político y económico, así como los métodos para superarlas, propuestos por ambos, no son casuales, como tampoco lo es la coincidencia temporal de ambas (en la primavera del 2010 se presenta el Informe Transforma España y, al año siguiente, surge el movimiento 15-M con el mismo discurso crítico y similares propuestas).
Todo apunta, por lo tanto, a un plan perfectamente trazado y elaborado, desde hace unos años, por la oligarquía financiera española y mundial, para llevar a cabo una renovación y un fortalecimiento del sistema esclavista neoliberal, disfrazado bajo las proclamas de intelectuales seudoizquierdistas (pero marcadamente globalistas) como Stephane Hessel (Indignaos) o Federico Mayor Zaragoza (Reacciona) y camuflado bajo la apariencia de demandas populares (Movimiento 15-M o movimiento de los indignados). En otras palabras, se busca una reorganización, en toda regla, del sistema imperial-capitalista, que la oligarquía financiera mundial está extendiendo, y extenderá, por todo el mundo, mediante fórmulas parecidas a ésta. Un ejemplo anterior ha sido las revueltas en el mundo árabe, cuyo objetivo es el de extinguir el último rescoldo de independencia de estos pueblos, frente a las instituciones globalistas (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, ONU…).
Como dijo, en una de las acampadas del 15-M, Eduardo Punset, quien entre otras cosas ha sido redactor económico de la BBC, director económico de la edición para América latina de The Economist, economista del Fondo Monetario Internacional, y últimamente, uno de esos “expertos” que colaboró en la elaboración del Informe Transforma España: “muchas gracias por mantener viva una esperanza que llevamos cultivando desde hace mucho tiempo” (¿Quizás desde sus tiempos en el FMI?).
Sin duda alguna, el Informe Transforma España es un paso más de la élite financiera mundial para la acentuación de la globalización capitalista (bendecida en todas las páginas de dicho informe), al ser su principal objetivo la “desregularización” total de lo público, con la excusa de la mala gestión realizada por los políticos y el Estado; siendo el movimiento 15-M (o de los indignados), y todos los que se han implicado generosa pero infantilmente en él, la punta de lanza necesaria para embaucar al gran público.
Nuevamente, la supuesta oposición al sistema ha sido de gran utilidad al propio sistema para conseguir sus objetivos. Otra prueba más de que no se consigue nada jugando al juego que ellos mismos crearon: la sociedad industrial-esclavista.
Os recomiendo la lectura del artículo del bloguero Marat “El indignado Punset, los discursos coincidentes y los globalistas”.

[Debat] Guerra psicológica para la represión del movimiento de lxs indignadxs en Barcelona

Solidaridad Obrera

Las movilizaciones de 15 M suponen un problema de gubernamentalidad para el sistema. La represión incluye acciones psicosociales, en el ámbito de lo inmaterial: la “guerra psicológica” .

Introducción

Las movilizaciones en torno al 15 M suponen ya un grave peligro para el sistema. La noche del 20 de mayo, miles de personas en todo el país desobedecieron colectiva, explícita y conscientemente una orden pública, clara y directa de la autoridad: la prohibición de manifestarse en la jornada de reflexión previa a las elecciones municipales. Y en el momento de la desobediencia, pese a tan manifiesto desafío, la autoridad no se atrevió ni a hacer cumplir su orden, ni a implementar las consecuencias que debe implicar la desobediencia a una orden de la autoridad. El gobierno, en tanto que tal, hizo sus cálculos de gobierno, y los resultados le debieron mostrar que ante la oportunidad, cualidad, magnitud y extensión del desafío intentar que su orden se cumpliera de facto le podía traer peores consecuencias.

En ese momento, el conflicto dio un significativo salto cualitativo. La ecuación general de gobierno había cambiado sustancialmente. Ante los ojos de todo el mundo que quiso verlo, se había cuestionado la misma base de la relación de poder. La crisis no era ya del gobierno en turno, sino de gubernamentalidad: con la desobediencia se puso en evidencia la (in)capacidad del sistema para, en un momento decisivo, conducir la conducta de la población, es decir, para gobernar a la población.

Obviamente, ante tal situación, los poderes del sistema hegemónico no se van a quedar de brazos cruzados. No pueden permitir semejantes cuestionamientos. Un precedente tal, por incipiente que pueda ser, contiene un potencial demasiado peligroso para el mantenimiento de la relación de poder, semillas que podrían crecer, reproducirse y extenderse con facilidad en el ambiente favorable de un medio caracterizado por una crisis tan intensa y extensa como esta en que nos encontramos inmersos y que motiva y legitima el movimiento de lxs indignadxs.

El poder hegemónico buscará construir, tan pronto como le sea posible, las condiciones y la situación necesarias para acabar con el desafío a su capacidad de conducir las conductas. Reconstruidos los cálculos de gobierno, pondrá en marcha su estrategia para la re-conducción funcional al sistema de las conductas de la población.

En su estrategia, utilizará numerosos y diversos mecanismos y dispositivos. Unas veces actuará bajo un plan minuciosamente preparado; otras veces intentará desatar sinergias o modificar el medio en que se desarrollan las diversas actuaciones. La ofensiva de la hegemonía incluirá la dimensión material de la represión, pero también dimensiones inmateriales, psicosociales. Para alcanzar sus objetivos, debe considerar necesariamente los componentes de ambas dimensiones y de manera entrelazada.

La dimensión material de la represión se evidencia muy claramente con la violencia policial y su impunidad. Hay que desalojar la plaza: se trata de controlar el lugar central del territorio, la circulación por el mismo, la conducta material de esa población díscola y la expuesta visibilidad de todo ello.

Y todo eso, habrá que hacerlo con apariencia de sentido común, de razón, de justicia, de legalidad, de necesidad, de opinión mayoritaria, de democracia… En definitiva, de legitimidad.

Aquí entra en escena la dimensión inmaterial-psicosocial: percepciones, representaciones, composiciones, análisis y significados de la realidad; informaciones, comunicaciones, afectos, identidades, voluntades, decisiones… Todos estos factores se ponen en juego complejo, interrelacionándose, causándose mutuamente, retroalimentándose… El resultado, en tanto que interacción compleja, con altas dosis de impredictibilidad…

Esta dimensión inmaterial de la represión se hace a veces más difícil de visualizar. Por ello, vamos a hablar a continuacion de algunos de esos mecanismos de las dimensiones inmateriales y vamos a ver cómo se han implementado en estos días. Se trata de conocer los mecanismos de la represión para poder afrontarlos mejor.

El estado de las cosas y la legitimidad.

El sistema estuvo al borde del colapso.Vivimos en una crisis profunda, que se extiende de manera intensa a todos los ámbitos de la vida de amplias franjas de la población. Especulación y usura sin límite, corrupción desaforada, desempleo galopante, desalojos de viviendas embargadas por los bancos, familias que quedan en la calle y endeudadas para toda la vida, condenados a no poder remontar nunca… No se ven salidas.

Nos dicen que quienes más sufren las consecuencias de la debacle, lxs de abajo, deben también aportar más sacrificios para que todxs salgamos de la crisis, por el bien común. Hay que recortar costes, los costes de los derechos por los que se luchó largamente, derechos humanos, que dan contenido a la dignidad en tanto que seres humanos: derechos laborales, pensiones, salud, educación… todo debe ser recortado, para salir de la crisis…

Sin embargo, los sectores causantes de la crisis, transnacionales multimillonarias, banqueros especuladores y políticos profesionales corruptos, salen más beneficiados con esas presuntas soluciones a la crisis.

La corrupción del sistema político impide tomar decisiones para beneficio común, y los poderes hegemónicos de la economía de especuladores y banqueros imponen sus intereses como sentido común. Los causantes de las crisis salen no sólo impunes, sino fortalecidos, dispuestos por tanto a profundizar el expolio. Los sindicatos mayoritarios se muestran serviles y funcionales ante los poderes hegemónicos, tan solo buscan conservar su lugar en el reparto y extienden el discurso del miedo conformista. No hay canales adecuados en el sistema para cambiar la situación.

La injusticia se hace cada vez más evidente para todo el mundo, afecta a más gente y más profundamente. La indignación se ha ido fraguando. En otros lugares como Islandia, Túnez o Egipto, otras gentes han conseguido derrocar el sistema que mantenía la injusticia.

La percepción del estado de la realidad se significa colectivamente como injusta e indignante, impulsa a la acción. Las acciones que ofrecen los conductos del sistema se aparecen ineficaces. Es más, el sistema se aparece como funcional y hasta promotor de ese estado de cosas. Por lo tanto, se hace necesario y legítimo intentar otras, no cualesquiera, maneras: las acampadas en espacios públicos centrales.

Las razones de la indignación son muchas, justas y objetivas; los indignados son numerosísimos a lo largo de todo el país, están determinados a actuar con métodos socialmente aceptados y por todo ello disponen de gran apoyo social dentro y fuera del país: tienen legitimidad, y mucha, para ser, hacer, decir y ser escuchados.

La autoridad, por las mismas razones, no tiene tanta legitimidad. Además, cuando una autoridad emite una orden injusta, acentúa en los gobernados la convicción de que el gobierno no actúa conforme debe, disminuye el reconocimiento de su legitimidad como autoridad para emitir órdenes y por tanto el potencial de sus instrucciones para generar comportamientos disminuye considerablemente. En un sistema que se llame democracia, si la autoridad no se conduce legítimamente, se cuestiona que el sistema se pueda denominar “democracia”. Y entonces la desobediencia se hace legítima y hasta necesaria.

La desobediencia se basa en la ilegitimidad del estado de cosas, de la realidad, y del sistema, así como en la legitimidad de quienes desobedecen, sus planteamientos y métodos.

El sistema entonces tratará de ganar legitimidad para la acción gubernamental. La acción del gobierno debe ser percibida como justa y legítima. Si no es percibida así, los gobernados difícilmente aceptarán la acción de gobierno. La resolución del conflicto dependerá, en gran manera, del comportamiento que vayan adoptando quienes en el escenario se limitan, de momento, a observar:¿apoyarán o no la acción gubernamental? ¿se alinearán con lxs desobedientes?

Se tratará entonces de legitimar la acción de represión. Una forma habitual de ganar legitimidad gubernamental es arrebatársela a los gobernados que protestan y que le desafían, así como a todo aquel que no colabore funcionalmente con sus propósitos, es decir, con todo aquel que no le obedezca rápida y oportunamente.

Para ello, a través de numerosas actuaciones de diversos dispositivos, intentará, entre otras cosas, redefinir las dimensiones que enmarcan la acción de los mecanismos de composición social de la realidad colectiva y su problemática; cuestionará métodos y características de su adversario y buscará reducirles el apoyo social. Así, promoverá un pensamiento rígido que utilice categorías estancas excluyentes en donde se querrá encajar la realidad, instalará la mentira institucionalizada, promoverá la polarización social, y tratará de que la violencia se convierta en el medio decisivo para la resolución final del conflicto.

La redefinición del marco del conflicto. La composición de la realidad.

Cuando a mediados de mayo, lxs indignadxs tomaron por primera noche la Plaza de Catalunya en Barcelona, el policía municipal de turno les decía que no podían permanecer en la plaza: que si la ordenanza de civismo municipal prohibía la instalación de mobiliario y enseres personales, que si los papeles y cartones de las pancartas en el suelo… Muy acertadamente, su indignado interlocutor le decía que aquello iba mucho, pero que mucho más allá de unos cartones en el suelo, y que la asamblea iba a decidir qué hacer…

En esos instantes ya se estaba definiendo el marco de la realidad que albergará la discusión, el conflicto y sus posibles soluciones. Por un lado, el marco de una cuestión menor de cartones por el suelo, de urbanidad, civismo, buenos modales y sentido común que cierra lo político. Por el otro lado, el marco de una cuestión profundamente política: el legítimo hartazgo y la voluntad de cambio ante un sistema económico y político profundamente corrupto e injusto, que trata como mercancía la vida de las personas y su dignidad.

Pero donde más amplia y claramente se pudo observar la estrategia gubernamental para intentar construir una caracterización de la realidad funcional a sus objetivos fue en el fallido intento de desalojo de la plaza.

La operación de represión de la desobediencia y de restauración de su gubernamentalidad que puso en marcha el sistema a través de su dispositivo de aplicación de violencia (escuadrones especiales de policía de Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana), no se presenta como tal: no es una respuesta al desafío de gubernamentalidad, ni un “desalojo”, sino una “operación de limpieza”, de “salubridad”, a realizar por motivos de “salud pública”.

Sorprendentemente, el mismo día del operativo policial de “limpieza y salud pública”, el diarioLa Vanguardia, veterano periódico conservador y de los de mayor tiraje de la ciudad de Barcelona, publicaba en páginas centrales un singular reportaje. En su sección de “Tendencias, el debate en torno a actividades humanas”, con el título de “La cotidiana repulsión por la suciedad” y una gran fotografía de un vertedero, se nos informa sobre una exposición en Londres en la que se explora la relación humana con sus detritus y porquerías.

Repugna, perturba y mortifica; imposible darle la espalda, porque la porquería está ahí, seguimos generándola mal que nos pese y estamos abocados a gestionarla para que no trastoque nuestras vidas. Ahora al menos, comprendemos que, además de molesta, es perjudicial…”.

Así comienza el reportaje, que destaca frases y subtítulos como:

Repercusiones sociales de la porquería”;

“Sociología de la mugre: no somos conscientes de cuánto limpiamos las cosas sólo porque otros van a verlas”;

“Las estrategias para gestionar la suciedad revelan profundas desigualdades sociales y acrecientan el estigma de los inmigrantes. El calvario de limpiar”.

Se nos informa que la exposición Dirt. The filthy reality of everyday life (Suciedad. La asquerosa realidad de la vida cotidiana) se prolonga hasta el 31 de agosto. Sin embargo, no se nos informa de que esta exposición inició dos meses antes de la publicación del reportaje. Tampoco parece haber ningún dato que explique por qué precisamente en esta fecha la exposición londinenese sea noticia en Barcelona. Claro, hay noticias que no tienen fecha. Qué extraña casualidad que se publique el mismo día que se ejecuta el “operativo de limpieza” policial. Será que algún periodista del diario se trasladó a Londres para cubrir la final del campeonato de fútbol de la Champions League y mientras esperaba el evento, llenó su tiempo laboral visitando la exposición…

Porque, por si tales motivos de salubridad fueran insuficientes, la “operación de limpieza” se presenta también como una “operación preventiva” para retirar objetos peligrosos ante el riesgo de posibles confrontaciones violentas entre indignadxs ocupantes de la plaza y seguidores del Barça en la segura celebración en el mismo espacio de la hipotética victoria del Fútbol Club Barcelona en la final de la Champions League que se jugaría el día después del operativo.

Se presenta entonces la cuestión como de sentido común, de normalidad no sujeta a discusión política, de proveer seguridad, de garantizar democráticamente el derecho a la celebración de la mayoría conformada por los aficionados del Barça. Se sugiere así también como de sentido común, que la expectación por el fútbol es de interés general y prevalente ante cualquier otra inquietud, como la protesta política por las condiciones de vida de la gente. De igual manera, al clasificar dicotómica y excluyentemente a unos y otros (no se plantea que hayan seguidores del Barça indignadxs ni indignadxs seguidores del Barça), se intenta también inducir a la polarización social y la confrontación entre seguidores del Barça y ocupantes de la plaza. En tal caso, las fuerzas policiales actuarían legítimamente, pues se verían obligadas a imponer el orden entre grupos opuestos que se comportan violentamente, desde la neutralidad del sentido común y por bien de todos.

Culpabilización, estigmatización, deshumanización.

La culpabilización de las víctimas ha sido un elemento central de las estrategias represivas. La memoria nos cuenta y recuerda que es un hecho que se ha podido observar frecuentemente en situaciones de guerra, de represión política y de violación a derechos humanos, en muchos conflictos políticos y bélicos, a lo largo y ancho del mundo y de la historia. Su puesta en práctica es a veces tan similar en los diversos escenarios que habría quien afirmaría con razón que se puede hablar de tecnologías y procedimientos estandarizados para su implementación.

Culpabilizar a la gente es un intento de normalizar las agresiones, de quitar responsabilidad a los autores del hecho y de ocultar la intencionalidad de las estrategias represivas.

La culpa de las acciones de represión y de sus consecuencias se atribuyen a la propia conducta de las víctimas La culpabilizacion puede venir por diferentes medios: desde amenazas, a versiones distorsionadas de los hechos, propaganda política en los medios de comunicación, difusión de rumores que justifiquen la versión oficial… Muchas veces también se acude a alguna de sus características, ya sean propias o artificiosamente asociadas y atribuidas.

Se trata entonces de difamar, desacreditar, avergonzar, denostar, quitar la estimación, de arrebatar públicamente a la víctima cualquier atisbo de atributos positivos, y hasta dejarle una marca indeleble, estigmatizarla. Una característica atribuida como propia, y caracterizada como significativa y definidora de la identidad de la víctima y de la totalidad de su conducta puede ser suficiente para convertirla, de manera inmediata e incuestionable, en entidad reprochable en sí misma, merecedora de cuanto negativo le suceda.

La víctima, por ser como es, es culpable de la agresión que recibe. A la víctima, por ser como es, nadie le dará su apoyo, quedará aislada; la acción del agresor se aparece por tanto como necesaria y de sentido común, se normaliza la agresión; el agresor y victimario no sólo no tiene responsabilidad alguna de lo sucedido, sino que su actuar es incluso encomiable; se implanta la impunidad, y se consolida el estado de cosas productor de la agresión a la víctima.

La asociación de las víctimas a la violencia y/o la basura son formas habituales de estigmatización para promover su culpabilización y deslegitimación, y así facilitar su posterior represión.

El desalojo que no es desalojo se motiva por un problema de salud pública. Una televisora reaccionaria entrevista a un joven de bien que cuenta cómo lxs indignadxs son unos “guarros”, unos melenudos que andan con sus perros sueltos, que no paran de beber cerveza que les venden inmigrantes sin papeles, y de fumar porros mientras aporrean de cualquier manera algún instrumento musical. Claro, al rato, esos niños anti-todo por maleducados y mimados desahogan sin ningún civismo sus necesidades fisiológicas en cualquier rincón y la plaza apesta. Y cuando se les dice algo, no hacen caso, son unos insolentes, alguien tendría que hacer algo para sacar a esos “perroflautas” y limpiar el lugar, deja entrever el joven de bien, legítimamente indignado…

La definición de lo problemático ya a estas alturas, no tiene tanto que ver con la situación política y económica, como con las características de los jóvenes quejosos. Como apostillará el Presidente de la Conferencia Episcopal Española, los problemas de fondo de lxs indignadxs que protestan en las plazas tienen que ver con la situación laboral, “pero sobre todo con lo más profundo, con su alma, con su corazón. Ahí es donde están los problemas más serios”.

La estigmatización llega al extremo de producir la deshumanización de la víctima. Es decir, la desposesión de toda dignidad humana. Así, a la víctima se le caracteriza e identifica por atributos propios de animales o de objetos inanimados. Lxs indignadxs son ya “perroflautas”. No perteneciendo al orden de los humanos, no hay por qué tener reparo alguno en su consideración y tratamiento.

En los periódicos, aparece la noticia de un agente de la Guardia Urbana de Barcelona, participante en el “operativo de limpieza”, que se queja en su facebook de que su actuación

“ha sido como estar en una pastelería y no poder comer ni un trocito de pastel…tanto hijoputa y ni una colleja he podido dar..”.

También comparte su

Valoración del día: he entrado a las 6 de la mañana para ver a los mossos hincharse a pegar palos durante 6 horas, acabar saliendo por patas como niñas y los guarros (xq si, ni en gracia he visto tanto perroflauta) de vuelta en la plaza cataluña…aun anonadado me hallo de que han visto mis ojos“.

En los foros de estas noticias periodísticas, el debate es intenso y los enlaces que completan la información al respecto, numerosos. Los interlocutores del agente de policía, algunos al parecer también policías o aspirantes a ello, van incluso más allá:

“Yo lo estoy viendo por el telediario el trabajo policial, le ha faltado un poco más de determinación, pero no ha estado nada mal!!! Malditos perroflautas!!! Pero qué coño pedís!! Si no habéis trabajado en vuetra puta vida!!! Volver a las casas ocupadas!!”

“A la cámara de gas!! Digooo…. a las “duchas”… jajaajjaajajajajaj”

Resulta indignante y alarmante con qué rapidez y facilidad las tecnologías psicosociales de culpabilización pueden llegar a cristalizar en los extremos de banalizar y legitimar el horror de los crímenes contra la humanidad de los campos de exterminio nazis. Como agravante, esto se produce en el ambiente social de las instituciones gubernamentales y dispositivos de poder que monopolizan el uso de la violencia organizada en la sociedad, que tienen los medios materiales para aplicarla sobre la población, y que la aplican. Vista la historia y desmemoria del país, esto constituye una amenaza demasiado peligrosa, inasumible para cualquier estado que se diga democrático; una amenaza que por tanto, debería ser erradicada de inmediato a base de democracia verdadera, plena.

La barbarie del horror se pudo producir porque se promovió un medio social posibilitador. A la luz de la memoria democrática del horror, la producción de un medio social que facilita la aparición y desarrollo de actitudes y conductas fascistas es algo que nunca debería repetirse.

Que se produzca un medio social de este tipo no es ninguna casualidad, ni un devenir inesperado. Es el fruto de decisiones conscientes y acciones concretas de gubernamentalidad que operan en el medio. Hay responsables.

La demanda de responsabilidad y la penalización, no debiera quedarse únicamente en los últimos eslabones de la cadena en una estructura de poder: debería abarcar a la totalidad de la institucionalidad de la hegemonía que las propicia. No es sólo la acción de unos individuos aislados ni de un gobierno concreto. No es la crisis, es el sistema.

Conclusiones provisionales.

Hasta el momento, las operaciones de desalojo y restauración de la gubernamentalidad están fracasando estrepitosamente ante los ojos de todo el mundo. A cada orden directa de la autoridad, le ha correspondido más desobediencia de más gente, con más determinación y en mayor profundidad. Esa desobediencia se ha dado porque en cada acción represiva, ha quedado más en evidencia la brutalidad de la violencia gubernamental y su ilegitimidad. Como resultado, se ha profundizado la crisis de gubernamentalidad y el movimiento de lxs indignadxs ha salido fortalecido.

La articulación de las dimensiones materiales e inmateriales de las acciones que están intentando los agentes del poder hegemónico está resultando misión imposible. No hay posible coherencia entre su hacer antidemocrático y su decir de apariencia formal democrática.

Por un lado, la materialidad de la incompetencia, incongruencia, desproporción e ilegitimidad de su proceder violento ha sido tan ingente que ha quedado inexorablemente evidente ante los ojos de lxs gobernadxs y de la sociedad nacional e internacional.

Por otro lado, sus intentos de presentar y significar los hechos se han mostrado como elementalmente toscos.

Lejos de rectificar, atrapados en un narcisismo herido y ardido ante la extensa exposición de su incompetencia gubernamental antidemocrática, los agentes del poder hegemónico se enrocaron en insostenibles discursos de composición de la realidad. Ahí siguien, insistiendo, al borde del psicoticismo, en que la actuación de tal dispositivo de seguridad fue “correcta” y que la de tal otro fue “impecable”. De momento, sólo pueden crear esa realidad regirando el lenguaje…Con su lenguaje componen realidades inversas que anuncian mayores escaladas represivas. El sindicato de Mossos d’Esquadra de Comisiones Obreras se queja de que “se respeta muy poco a la policía” y que las agresiones a policías “salen gratis”. El que fuera primer director general de seguridad ciudadana, el encargado en los años ochenta de poner en marcha “la nueva policía de Catalunya”, los Mossos, y presidente del Centre d’Estudis Estratègics de Catalunya, declara a la prensa que “la policía comienza a cansarse de pagar los problemas creados por los políticos”…

Pero pese a sus notorios fracasos iniciales, también es posible que en alguna medida, algunos de sus objetivos sí hayan alcanzado. Tal vez hayan conseguido que en algunos sectores sociales se haya dado una cierta desviación temporal del foco del debate, de cuál es la realidad significativa, de cuál es el marco del conflicto. En algunos sectores de circulación de información, el debate parece más situado en la actuación del dispositivo de seguridad gubernamental, que en el cuestionamiento del injusto sistema político y económico. Se ha ido instalando una visión de la realidad en donde se simplifica, localiza, reduce y achica el conflicto. Los medios de comunicación vuelven a la “normalidad”, las acampadas ya no son tan noticia, ni tan de portada. Obviamente, confluyen en esto otros muchos factores que van más allá de este análisis.

El conflicto va a ser para largo. Quieren seguir gobernando. Pero no hay vuelta atrás: más allá de hasta cuándo sigan las acampadas sigan, la ecuación de gubernamentalidad cambió.

Desde los inicios de ese cambio, la escalada represiva ha ido subiendo en intensidad, así como los intentos por justificarla y legitimarla. Es de prever por tanto, que la acción gubernamental de represión, inducción y conducción de conductas va a intensificarse, tanto en las dimensiones materiales como inmateriales.

Desde la hegemonía del poder, van a profundizar en la implementación de dispositivos y mecanismos de acción psicosocial para promover unas relaciones sociales basadas en la violencia, la mentira institucional, y la polarización social que resulten funcionales a sus objetivos de gubernamentalidad.

El “conseller” de Interior Puig, responsable político de la actuación de los Mossos d’Esquadra en el desalojo de Pça. Catalunya el 27-M, comparece en sede parlamentaria. Sus alarmantes declaraciones merecen un posterior y más detallado análisis. Pero se hace necesario destacar cuando menos algunas de las declaraciones más significativas por su amenazante potencialidad: que no valoraron suficientemente el nivel de agresividad y violencia de los acampados; que se han exaltado numerosas mentiras sobre la actuación policial; que a la policía se le obedece; que estudiarán mecanismos preventivos contra los violentos; que quien insulte a la policía o impida su acción no saldrá “indemne”. Atención, no “impune”, es decir, sin castigo; sino “indemne”, sin daño…

Van a perseverar en su misión, y para ello, extensificarán e intensificarán lo que ya podríamos empezar a denominar como su estrategia de “guerra psicológica” .

Son muchos más que los referidos en este escrito los mecanismos psicosociales que se ponen en movimento en un conflicto como este. Al respecto, mucho se está haciendo muy bien desde la razón de la indignación, desde el movimiento de lxs indignadxs, precisamente por la fuerza y legitimidad del movimiento, de sus razones, métodos y propuestas. En ese empeño, será necesario seguir desvelando el proceder gubernamental en la dimensión inmaterial. Conocer los mecanismos de la represión para poder afrontarlos mejor.

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Radio Nacional de España. (2011, 27 de mayo). El director general de los Mossos: “La actuación en plaza de Cataluña ha sido la correcta” . En :http://www.rtve.es/alacarta/audios/boletines-rne/director-general-mossos-actuacion-plaza-cataluna-sido-correcta/1113374/ . Fecha visita web: 28-5-2011.

Redacción Diagonal Web. (2011, 17 de mayo). Una nueva acampada empieza en la puerta del Sol. Diagonal Web. En : http://www.diagonalperiodico.net/Una-nueva-acampada-empieza-en-la.html . Fecha visita web: 19 -5-2011.

Redacción La Vanguardia. (2011, 18 de mayo). La Junta Electoral de Madrid prohíbe la acampada de la Puerta del Sol. La Vanguardia, Barcelona. En http://www.lavanguardia.com/politica/elecciones-2011/20110518/54156584684/la-junta-electoral-de-madrid-prohibe-la-acampada-de-la-puerta-del-sol.html . Fecha visita web: 19-5-2011.

Rtve.es. (2011, 27 de mayo) El director general de los Mossos defiende una “correcta” actuación contra el 15-M en Barcelona. En: http://www.rtve.es/noticias/20110527/director-general-mossos-defiende-correcta-actuacion-contra-15-m-barcelona/435122.shtml . Fecha visita web: 3-6-11.

Serna, C. (2011, 19 de mayo). Diga lo que diga la Junta Electoral, la acampada sigue. El Mundo, Madrid. En: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/05/19/madrid/1305820613.html. Fecha visita web: 21-5-2011.

TV3. (2011, 27 de mayo). Homs: “El que hem fet avui no és estrictament un desallotjament”. En: http://www.tv3.cat/videos/3547970/Homs-El-que-hem-fet-avui-no-es-estrictament-un-desallotjament . Fecha visita web: 28-5-11.

TV3. (2011, 27 de mayo). Efectes de la contundència policial. En:http://www.tv3.cat/videos/3549570/Efectes-de-la-contundencia-policial . Fecha visita web: 28-5-11.

TV3. (2011, 30 de mayo). Puig estudia posar càmeres al casc o la indumentària dels antiavalots. En: http://www.tv3.cat/videos/3551770/Puig-estudia-posar-cameres-al-casc-o-la-indumentaria-dels-antiavalots . Fecha visita web: 1-6-11.

TV3. (2011, 2 de junio). Puig suggereix la retenció preventiva de reincidents en aldarulls esportius. En: http://www.tv3.cat/videos/3556391/Puig-suggereix-la-retencio-preventiva-de-reincidents-en-aldarulls-esportius Fecha visita web: 4- 6- 11.

Vilaweb. (2011, 2 de junio) Miquel Sellarès: ‘La policia comença cansar-se de pagar els problemes causats pels polítics’. Vilaweb, Barcelona. En:http://www.vilaweb.cat/noticia/3893806/20110602/miquel-sellares-policia-comenca-cansar-pagar-problemes-causats-pels-politics.html . Fecha visita web: 7-6-2011

Wellcome Collection. (2011). Dirt: The filthy reality of everyday life – Wellcome Collection. En:http://www.wellcomecollection.org/whats-on/exhibitions/dirt.aspx. Fecha visita web: 1-6-2011.

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

[València] En torno al 15M: Entrevista telefónica a Miquel Amorós

Eleuterio Gabón. Siguiendo con la actualidad que de alguna u otra manera sigue marcada por las movilizaciones en torno al 15M, después de haber recogido entrevistas y charlas y participado en asambleas de barrio, dedicamos el programa del pasado viernes nuevamente al tema. Entrevistamos telefónicamente a Miquel Amorós destacado militante y escritor anarquista y juntamos frente a los micros a participantes en la asamblea de la plaza 15 de mayo y a los compañeros griegos, ya colaboradores clásicos, para que nos cuenten lo ocurrido en su país.

Al comenzar la entrevista, Amorós advierte que le preocupa más descifrar la verdad que el activismo. Considera que el movimiento está formado por la clase media y lo caracteriza de ciudadanista. Con ciudadanismo me refiero a la clase media asalariada que quiere reformar el sistema pero no cambiarlo. Pretenden obligar a los partidos políticos a promover reformas sociales desde el Estado. Movimientos de este tipo comienzan a surgir en los 90, son pacíficos y no quieren enfrentarse a la policía.

Amorós explica que la mayor parte de la clase media al igual que la trabajadora ha sido sacrificada con la globalización. No hay ningún estudiante ni posgraduado que tenga futuro en los próximos 20 años, van a ser proletarizados. Sin embargo siguen manteniendo sus esperanzas y sus prejuicios. También se muestra crítico con la asamblea de la plaza. No hay debate real, sino buen rollismo y buenismo para no dividir; no se toman decisiones o se toman sin que luego se tengan en cuenta.
Una de las razones por las que no contempla el movimiento como realmente fuerte es por la ausencia de trabajadores, empleados, parados, funcionarios y otros sectores realmente afectados por la crisis.

También habla del papel de los movimientos libertarios en el asunto. Se han visto desconcertados. Han jugado el papel de la “izquierda” dentro del movimiento. Dentro de estos ambientes cuenta más el apuntarse que la verdad, no tienen capacidad de convocatoria y se han apuntado porque la gente va al mogollón.

Para recoger diferentes puntos de vista, hablamos también con los compañeros que han participado estos días en las asambleas del movimiento. Nuestro compañero destaca que aunque el análisis de Amorós es muy acertado, se pueden destacar aspectos positivos. Se trata de un movimiento que trata de caracterizarse, aunque con muchos problemas, por la horizontalidad y el asamblearismo. Hay cantidad de gente que se está familiarizando con estos mecanismos y que se está replanteando cosas.
Habla también del funcionamiento en la asamblea y la compara con las de Barcelona y Madrid. Allí sí ha habido tomas de decisión y debate aún habiendo pasado por procesos complicados y conflictos que tenían que pasar. Aquí en a Valencia existen problemas de coordinación entre las comisiones y los barrios con la asamblea, que se dedicado en muchas ocasiones, simplemente a informar de cosas decididas de antemano.

Es en los barrios donde el compañero considera que puede darse pasos hacia delante; destaca que allí, la participación de los trabajadores y parados es incipiente.

Hablamos ahora con los compas de Grecia, donde en Atenas el parlamento tiene la acampada en sus puertas con una enorme pancarta en castellano donde puede leerse: “Qué hora es? Es hora de que se vayan”
Nos cuentan que la huella de la revuelta en 2008 ha creado un contexto favorable a que se den este tipo de movilizaciones. Por ejemplo en los barrios ya funcionan muchas asambleas. Por otro lado explican que los acampados allí tienen el mismo perfil que los de aquí, gente de clase media, estudiantes, mucha gente que se ha animado a salir a la calle por el pacifismo de las protestas. Y es que en Grecia la policía va a saco.

El pasado día 11 de mayo se convocó una Huelga General con manifestaciones multitudinarias que acabaron con cientos de heridos y 97 hospitalizados, tres de ellos muy graves. Golpean con los mangos de las porras y hacen heridas muy serias, los mismos enfermeros han denunciado la brutalidad policial al ver el estado en el que llegan los heridos. Hasta el ministro del orden reconoció públicamente que no puede controlar a la policía.

No quieren dejar pasar la oportunidad para denunciar el auge de los movimientos fascistas, que hace poco se cobró la vida de un joven de Bangladesh de 21 años.

Escucha la entrevista desde aqui

[Textos] Apagafuegos e incendiadores

CrimethInc. Traducido por alasbarricadas.org

Barcelona, Primavera de 2011:

Cronología de un Evento Inesperado

Construcción:

29 de Septiembre de 2010: Las principales centrales sindicales, CCOO y UGT, junto con la CGT anticapitalista, la CNT anarcosindicalista (que en Barcelona tiene dos escisiones), y otros sindicatos pequeños, llevan a cabo una huelga general para protestar contra los rescates bancarios y las medidas de austeridad anunciadas, entre las que está la Reforma Laboral. En muchos centros de los pueblos y ciudades y en las zonas industriales, la participación en la huelga es masiva. En Barcelona, las calles estallan en unos significativos disturbios de un día de duración. Los piquetes de CCOO y UGT por el contrario, tienden a ser simbólicos y espectaculares. Ambas organizaciones a continuación firman la Reforma. Antes -o poco después de la huelga- en media docena de barrios de Barcelona se forman “asambleas sociales” de barrio.

28 de Noviembre de 2010: En las elecciones de Catalunya el Partido Socialista pierde el gobierno a favor de Convergencia i Unió, conservadora, que adopta una retórica de línea dura pro-policial.

27 de Enero de 2011: Actuando al margen de los principales sindicatos, la CGT, las CNTs y la COS (una central sindical de la Esquerra Independentista catalana) convocan una huelga general en Catalunya, que también se convoca en Euskadi y en Galicia. La huelga coincide con la aprobación de la Reforma Laboral, apoyada ya por los principales sindicatos y por el Partido Socialista (que ha gobernado desde el 2004). En ciertas ciudades, la huelga recibe un apoyo sustancial en el transporte y en sectores manufactureros, pero en general genera poca participación. En Barcelona, barricadas en llamas, sabotajes, piquetes y protestas combativas logran cierta visibilidad para la huelga.

1 de Mayo de 2011: En Barcelona, la protesta anticapitalista del Primero de Mayo, apoyada por las CNTs, la CGT, la COS y la esquerra independentista, y anarquistas autónomos (o “black bloc”), reúne a miles de personas en un barrio rico emblemático, Sarrià, en donde los manifestantes queman containers y coches de lujo, se rompen aproximadamente 100 cajeros, tiendas de moda, y un coche de reparto, se cubren las paredes con graffitis, y se lanzan botellas y bombas de pintura a la policía antes de ser dispersados mediante una fuerte carga. El ambiente es exultante. La semana antes y la de después está marcada por una alta cantidad de sabotajes y ataques.

Per tal de llegir la resta de l’article, punxa en aquest enllaç d’Alasbarricadas.

[Madrid] Miles de personas rodean el Ayuntamiento durante la toma de posesión de Gallardón

Varios miles de personas han rodeado esta mañana la plaza de la villa, mientras se llevaba a cabo la toma de posesión de Gallardón, y han bloqueado las salidas, dejando a l@s polític@s encerrad@s durante alrededor de una hora.

La Policía Nacional ha efectuado una violenta carga con el fin de abrir un pasillo para permitir la salida de las decenas de polític@s que permanecían en el interior del antiguo ayuntamiento.
Ha sido bastante complicado, pues decenas de personas se han sentado en el solo, encadenándose con los brazos entre ell@s.

Finalmente, Gallardón y toda su camarilla han conseguido salir, en sus coches oficiales, a través del pasillo protegido por el cordón de antidisturbios, que les protegían de una multitud que no ha parado de gritar: “¡Vergüenza!”, “¡Que no nos representan!”, “¡Ahí está la cueva de Alí babá!” o “Tenemos la razón y lo sabéis”.

L@s polític@s saliendo escoltados, entre un pueblo rebelde que ha decidido que ya lleva demasiado tarde callado y que ya es hora de organizarse.

[Valladolid] Nazi-fascistas atacan la acampada del 15M

Valladolid * Rep Castilla
Tres jóvenes han resultado heridos en la zona de acampada del 15M en Valladolid en una pelea que ha comenzado cuando un grupo de nazi-fascistas han comenzado a increparles.
El altercado se ha producido en torno a las 2.45h de esta madrugada cuando se ha desencadenado una pelea en la plaza de la Fuente Dorada de Valladolid, en la zona de acampada del movimiento 15M. La pelea ha comenzado cuando personas nazi-fascistas españoles, han acudido a la plaza de Fuente Dorada a increpar a los acampados.
Finalmente, la situación se ha saldado con tres heridos y con varios jóvenes identificados por parte de las FOP y Municipal. La sala de operaciones del 112 ha dado aviso del incidente a la sala conjunta de Policía de Valladolid y a Emergencias Sanitarias (Sacyl), que envía una ambulancia de soporte vital básico.
En el lugar, el personal sanitario ha atendido finalmente a tres heridos con contusiones, tres varones de 32, 28 y 22 años, identificados respectivamente como L.F.A, S.R.F, y G.L.C, a quienes se trasladó más tarde en ambulancia al Hospital Clínico Universitario de Valladolid.

[Ciutat Vella] Càrrega policial a les Corts

Extraido de acampadavalencia.net

La Policía Nacional ha agredido a un grupo de personas que estaban concentrándose en la calle Navellos, junto a la Casa de los Caramelos, y que protestaban contra la corrupción. En total, ha habido cinco detenidos y una decena de heridos.
Poco antes de la 01:00 del mediodía, la policía ha intentado hacer un registro a la mochila de un transeúnte, el cual ha protestado. La violencia de sus ademanes para con el chico de la mochila ha alterado a los manifestantes. Ante las numerosas protestas de las decenas de personas que había allí reunidas, la Policía Nacional ha reaccionado inmediatamente desenfundando las porras y usándolas sin ninguna precaución.

Enseguida, han resultado heridas un par de personas, y los integrantes del Cuerpo Nacional de Policía han agredido indiscriminadamente a todo el que se acercara para socorrerlas. La turba se ha prolongado durante varios minutos, en los que ha reinado el caos y la agresividad de los golpes policiales.

Una vez han disuelto los protestantes a base de golpes, han regresado a la línea de vallas con la que habían cortado la calle. Las protestas se han sucedido durante una media hora, con gritos de “ya no sois personas, sois maderos”, “ésta es nuestra democracia” y “éstas son nuestras armas”, con las manos en alto, mientras se socorría a los heridos.

Los detenidos han sido llevados a los furgones establecidos ante la puerta principal de Les Corts. (En breves subiremos una serie de fotos del brutal proceso de detención).

Se han contabilizado una decena de heridos, de entre los cuales destacan un chico con la cabeza abierta, cuya sangre ha quedado en el suelo de la calle y una mujer con el labio partido. El resto, golpes en brazos, espalda y piernas, con graves hematomas.
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Puestos en libertad los cinco compañeros detenidos.

A las 00:40 han sido puestos en libertad con cargos los cincos detenidos esta mañana tras la carga policial en los alrededores de Les Corts. Tras más de doce horas bajo custodia policial, los cinco jóvenes se han abrazo a familiares y amigos que han pedido a lo largo de todo el día su puesta en libertad inmediata.

La tarde ha comenzado ante la delegación de gobierno en la calle Colón, donde más de 8.100 personas (Área ocupada en calle colón: 5400 metros cuadrados y una densidad media de 1,5 personas por metro cuadrado) se han concentrado para pedir la libertad de los detenidos y protestar por el abuso policial sufrido esta mañana. Desde allí unas 2.850 personas (Área ocupada en calle Zapadores: 1900 metros cuadrados y una densidad de 1,5 personas por metro cuadrado) han marchado hasta la comisaría de Zapadores, donde estaban los detenidos para mostrarles su apoyo y solidaridad. Una vez que han pasado a disposición judicial los manifestantes se han dirigido hasta la ciudad de la justicia para seguir mostrando su compañía. Tras una tensa espera pasada por agua, al filo de la medianoche todos los detenidos han sido puestos en libertad y han sido recibidos por un numeroso grupo de familiares y amigos que les esperaban entre aplausos y abrazos.

Desde la comisión jurídica se ha pedido que todas personas que han sido víctimas de la brutalidad policial pasen por un centro hospitalario para realizar un parte de lesiones. A su vez, se recomienda contactar el equipo de abogados para tramitar las denuncias. Han pedido que estas se demoren al menos una semana para que la policía no denuncie a su vez a los heridos por desordenes públicos.

[15-M] Momento travieso de la organización

“Encuadrar todo el ejército de los lúcidos, los críticos, los comprometidos, y encomendarle las tareas decisivas de la Vieja Represión”

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Acampadas: Hemos conocido lo que da de sí la revuelta (aplaudida) de los buenos. Si se subleva mañana la gente mala, yo estaré ahí. Lo Dado ha querido “recuperar”, “asimilar”, el 15-M. Tal vez lo incorporó como un momento travieso de la Organización. Yo creo que sí. Pronto se sacarán los cuchillos en legítima defensa, entonces se manifestarán los peores, los insobornables, los imprescindibles. ¿Quedamos?

¿No hemos aprendido nada de los modos en que se gestiona nuestro malestar? ¿No reconocemos en la reciente publicística de “la indignación” la misma trampa de siempre: invitación a quemarnos en luchas “educadas”, para que se prorrogue el Más Indignante de los Sistemas?

¿Todo esto no es obvio? ¿No lo han respirado, hasta extremos de asfixia, en primer lugar las excelentes personas que, estando contra el Sistema, quisieron acudir allí donde algo se movía, o parecía que se movía?

Aceptando mi impopularidad en muchos medios; separándome, a este respecto, de Galeano, Fabretti, Boron, García Calvo y otros autores dignos de estima por lo que escribieron, pero susceptibles de reserva por lo que no han sabido leer en este “aquí y ahora”; tras haber padecido insultos y desavenencias por parte de algunos “indignados”, solo digo esto:

Pronto se manifestarán los insobornables, los que no admiten cantos de sirena, los que están mal porque todo está mal, y saben que hay muchísimos (aparte de los especuladores, los banqueros, los políticos,…) que están mejor porque todo va mal.

Se manifestarán y no cosecharán aplausos en la prensa, ni recaudarán espacios en los otros medios de comunicación. Se pasarán por el culo toda LEY ELECTORAL, porque verán la misma miseria en los partidos pequeños que en los grandes; y no reclamarán lo que no tienen (trabajo, vivienda, futuro, democracia real) para no apestar.

Pero harán cosas y nombrarán la verdad.

¿Estamos con ellos o jugamos a celebrar lo integrado?

Pedro García Olivo

[Textos] Desbordar las plazas. Una estrategia de objetivos

1. El movimiento del 15 M que se ha desplegado durante estos días supone el fin de una larga etapa de obediencia y sumisión. Tomar las plazas ha sido el gesto radical que – repetido en tantas ciudades – nos ha permitido lanzar el grito colectivo de “Basta ya. Queremos vivir”. Hemos empezado a perder el miedo. Juntas hemos atravesado la impotencia y la soledad.
2. Hemos aprendido a organizarnos, a tomar decisiones colectivamente, a vivir en la calle y que la calle viviera en nosotras. La inteligencia colectiva ha sido prodigiosa ya que ha permitido llevar adelante lo que parecía imposible: crear otro mundo dentro pero también contra este mundo hecho de miseria moral y económica. Hemos sabido autoorganizar un agujero negro ininteligible para el poder y que por eso teme. El poder teme todo lo que no puede entender, y por lo tanto, controlar.
3. La novedad fundamental de nuestro movimiento es que no se construye sobre la sociedad-fábrica sino que nace al juntarse y compartirse el malestar de cada una. No vamos a la plaza tomada en tanto que trabajadores, ciudadanos… sino que allí dejamos atrás toda identidad. Somos más que en ningún otro lugar cada una de nosotras mismas, y a la vez, somos las singularidades de una fuerza del anonimato, de una fuerza de vida que apunta más allá de lo que hay.
4. El nosotros que se ha formado no preexistía, no estaba latente, sino que ha surgido en el mismo momento que hemos tomado las plazas. Por esto es un nosotros abierto, abierto a todo el que quiere entrar y formar parte de él. En la plaza hemos aprendido a conjugar el verbo politizar, y el propio espacio ha sido lo que ha permitido la articulación de las diferentes politizaciones que se dan necesariamente divididas en el tiempo. El rumor de fondo que el poder quería acallar ha emergido. Nosotros somos los rostros de este rumor que ha terminado con el silencio del cementerio.

5. Tomar las plazas significa antes que nada tomar la palabra. Pero la palabra, el discurso no es tanto lo que se dice como lo que se hace. En las plazas tomadas lo más importante es lo que se hace y cómo se hace. Esto es cierto y ha sido así. Ocurre, sin embargo, que poco a poco la potencia que nos daba un modo de funcionar (comisiones, subcomisiones, consenso…) se ha ido convirtiendo en un auténtico freno. Por un lado, una organización tan subdividida si bien puede ser eficaz introduce una dispersión creciente, una pérdida de los contenidos esenciales, y sobre todo, una profunda arbitrariedad que acaba por ser paralizante. Por otro lado, el consenso tiene que ser un medio pero jamás un objetivo en sí mismo, de lo contrario decisiones políticas inaplazables no pueden tomarse. El estar juntos no puede medirse en unidades de consenso.

6. Ahora el problema fundamental es cómo continuar el movimiento que ha empezado. Porque hay algo que día a día estamos comprobando: si no avanzamos hacia adelante, necesariamente retrocedemos. Y eso es así porque la posición que hemos levantado al tomar las plazas se ve minada, tanto por el retorno a un primer plano de las opciones personales, es decir, de un proliferar de intereses completamente subjetivos que habíamos conseguido soslayar, como por la campaña de difamación (“el 15 M está degradando”, “perjudican a otros”…) orquestada mediante los medios de comunicación oficiales.
7. El problema no es si abandonamos la plaza o no. El problema es cómo seguimos adelante con un movimiento que ha sido el más importante de los últimos años y que seguramente abrirá un ciclo de luchas. En la plaza de Catalunya hemos gritado muchas veces “Aquí empieza la revolución”. Quizás deberíamos tomarnos en serio estas palabras. Cuando afirmamos “no somos mercancías”, “nadie nos representa” u otras frases parecidas estamos construyendo un discurso revolucionario que socava lo esencial de este sistema.
El problema no es si abandonamos la plaza o no. El problema es si nos atrevemos a pasar de indignados a revolucionarios.

8. Como indignados sabíamos que había que atacar antes que nadie a los políticos y a los banqueros. Esta intuición era acertada especialmente por lo que hace referencia a los primeros. El subsistema político que funciona con el código gobierno/oposición es muy fácil de atacar. Basta que afirmemos de modo consecuente “nadie nos representa” y cortocircuitamos uno de los códigos fundamentales que organizan la realidad. No en vano la deslegitimación del Estado de los partidos ha crecido. En cambio no hemos conseguido erosionar el código tener dinero/no tener dinero que rige el subsistema económico. Ni por supuesto hemos sabido hacer frente a la crisis y al uso de la crisis como modo de gobierno.

9. Por esta razón el movimiento de la “toma de plazas” está abocado a tener que dar un salto ya que de lo contrario, o nos quedamos dentro de una burbuja autocomplaciente hecha de opciones personales o la deslegitimación de la política por sí sola no llegará nunca a abrir otro mundo. Hay que atacar toda la realidad, esta realidad toda enteramente capitalista en la que nos ahogamos. Dar un salto quiere decir, pues, atrevernos a ser revolucionarias. Más exactamente. Atrevernos a imaginar qué significa ser revolucionarias hoy día.

10. El problema no es si abandonamos la plaza o no. El problema es cómo desbordamos la plaza, y para ello tenemos que pensar ya no sólo como indignados sino como revolucionarios. Frente a una realidad (capitalista) que es esencialmente despolitizadora porque reconduce el conflicto y esconde al enemigo, porque aumenta incesantemente sus dimensiones con el fin de que la obviedad se imponga, el único camino es la defensa de la politización: “cuando nada es político, todo es politizable”. Desbordar la plaza es conjugar colectivamente el verbo politizar, y para ello tenemos que inventar una articulación de dispositivos que ya hemos empezado a emplear: enjambres cibernéticos, asambleas generales y de barrio, comisiones diversas…
11. De la misma manera que somos un nosotros que no se puede subsumir en un espacio público no estatal – somos una asamblea general, un grupo en fusión, un pueblo nómada, un mundo hecho de singularidades – la organización que organice el desbordamiento tiene que ser también una articulación compleja de dispositivos. La fuerza del anonimato, la fuerza de vida que somos, rechaza los modelos antiguos identitarios y sectoriales. Asimismo cualquier intento de recuperar nuestra fuerza mediante la forma partido está abocado necesariamente al fracaso. La fuerza del anonimato nunca podrá ser encerrada en una urna.

12. Desbordar la plaza no es una metáfora. Consiste en infiltrarse dentro de la sociedad como un virus, actuar como partisanos que sabotean la realidad durante la noche. Pero tenemos que volver intermitentemente a la plaza y esforzarnos por mantener en ella un rastro de nuestro desafío. La plaza tomada debe seguir siendo una referencia política, y a la vez, la mejor base de operaciones de la que partir para proseguir esta guerra de guerrillas. Infiltrarse en la sociedad implica, en definitiva, un cuestionamiento radical de todo lo que se impone con la fuerza de la obviedad. Para que esta lucha sea efectiva tenemos que dotarnos de una estrategia de objetivos y de modos adecuados de actuación. El grito de rabia y de esperanza que ha resonado en las plazas tiene que organizarse políticamente, de lo contrario se perderá en la oscuridad. Y de nuevo el silencio entrará en nuestro corazón.

13. Cuando la vida es el campo de batalla se vienen abajo los distintos frentes de lucha y es más fácil que nunca crear una estrategia de objetivos. La estrategia de objetivos que proponemos podría empezar con: a) 1000 euros para cada persona por el solo hecho de formar parte de la sociedad y dada la riqueza ya acumulada. b) No más desahucios y retorno de los expulsados. Posibilidad de devolver la vivienda al banco y no seguir pagando la hipoteca. c) No a la ley Sinde. Contra la privatización de la red. La estrategia de objetivos se inscribe y tiene sentido solo en el interior del movimiento que deslegitima el Estado de los Partidos. No se trata por tanto de unos puntos mínimos que unos portavoces negocian.
14. Una estrategia de objetivos requiere la acción directa para poder imponerse. En nuestra época, sin embargo, su culminación no puede pensarse bajo el modelo de la huelga general clásica. Por un lado, la fábrica ha perdido toda centralidad política en la medida que se diseminaba por el territorio; por otro lado, en ella existe miedo y los sindicatos históricos saben gestionarlo. De la misma manera que con la toma de plaza se inventó un modo de lucha inesperado, la propia acción directa tiene que ser pensada de nuevo. La transformación social, económica y política que ha tenido lugar en los últimas décadas – la sociedad entera se ha convertido en productiva – juega a nuestro favor ya que extiende la vulnerabilidad a todo el territorio. Por esa razón la acción directa tiene que ser sobre todo interrupción de los flujos de mercancías, energía, e información, que atraviesan y organizan la realidad.

15. El gesto radical de tomar la plaza que se ha plasmado en tantas ciudades debe seguir vaciando las instituciones de poder pero tiene que prolongarse en un bloqueo real y efectivo de este sistema de opresión. No es algo imposible. Somos nosotros mismos viviendo quienes sostenemos esta máquina infernal y corrupta en fuga hacia adelante. Si verdaderamente estamos indignados tenemos que hacer de nuestra vida un acto de sabotaje y entonces todo se vendrá abajo. Todo se vendrá abajo como un castillo de naipes y quizás descubramos una playa en Puerta del Sol. Todavía no sabemos qué sorpresas puede depararnos el mundo que estamos empezando a construir.

[Madrid] Segundo comunicado de detenidxs del 15-M

Hace unos meses muchas personas se escandalizaban al ver las imágenes de la brutal represión de las revueltas árabes. Eso es algo que sólo puede pasar en teocracias y dictaduras tercermundistas, decían algunos, nada que ver con las sólidas democracias occidentales, tan respetuosas de los derechos humanos. En este mundo, la ingenuidad es algo que se puede pagar con la vida, o al menos con una brecha en la cabeza, un par de noches en un calabozo y una acusación de atentado contra la autoridad. Algunas personas quizás hayan aprendido estos días, y por la vía rápida, que la policía no está para defendernos.

Otrxs, quizás con un mejor conocimiento de nuestra historia o simplemente con más experiencia, sabían que la represión y la violencia policial no son algo propio de las dictaduras, sino que son intrínsecas a la existencia de un Estado. El monopolio de la violencia por parte del Estado sirve a unos fines concretos que muchos parecen olvidar: el mantenimiento del orden vigente (al margen de su legitimidad) y de los privilegios de unos cuantos sobre el resto de la población. Y para mantener ese orden no dudarán en disparar contra la multitud llegado el caso, como ya ha sucedido en otras ocasiones. A modo de ejemplo citemos la masacre de Vitoria el 3 de marzo de 1976, cuando la policía disparó contra una asamblea reunida en una iglesia y asesinó a cinco personas e hirió a más de cien. Los principales responsables políticos de aquellos asesinatos, Manuel Fraga y Rodolfo Martín Villa, se han reído de las víctimas durante años sin que nadie les haya tosido. Esta es su democracia real.

No vamos a comparar la represión que existe en Siria (donde son ya varios los centenares de muertos) o en otros lugares o momentos históricos, con la que ha tenido lugar estas últimas semanas en el Estado español. Evidentemente el grado de represión es muy diferente, aunque no olvidemos que se trata solo de eso, de diferentes grados de una misma escala y que, según la marcha de los acontecimientos, no dudarían en volver a utilizar las armas de fuego para reprimir una lucha legítima.

Aquí todavía no han asesinado a nadie (nos referimos a las últimas movilizaciones, no olvidamos que cada año mueren varias personas por un disparo “accidental” de un policía o en circunstancias oscuras en comisarías y cárceles de todo el Estado), pero han estado a punto de hacerlo. Un compañero sigue muy grave después de ser intervenido de urgencia tras el desalojo de la Plaça Catalunya. Una pelota de goma, disparada a menos de dos metros de distancia según numerosos testigos, impactó contra su vientre y le reventó el bazo. La policía, las administraciones y los medios de comunicación han silenciado este hecho, como trataron de ocultar las imágenes de la brutal represión en Barcelona y otras ciudades del Estado. Responsabilizamos de los hechos no sólo a los mossos y al conseller Puig, sino también a todos aquellos que conscientemente han colaborado con la violencia policial, la han aplaudido o han tratado de silenciarla. Todos ellos son responsables y habrán de responder algún día.

Ante esta escalada de violencia y represión frente a la autoorganización popular queremos alertar de la amenaza de infiltración policial en el movimiento. Varios “secretas” han sido detectados en el campamento de Sol robando información (números de teléfono, emails, etc.) y alterando el funcionamiento de algunas asambleas. Llegada la ocasión aprovecharán la confusión para provocar disturbios que justifiquen a posteriori su violencia o le colocarán una mochila llena de cócteles molotov a algún compañerx (no fantaseamos, esto ya ha ocurrido en otras ocasiones).

Querrán dividirnos entre buenos y malos, pacíficos y violentos, cuando la verdadera violencia es aquella a la que estamos sometidos a diario. No podemos permitirlo Frente a su violencia y sus montajes policiaco-judiciales hemos de responder con una sola voz. No podrán parar nuestra lucha.

En Túnez, El Cairo, Barcelona, Atenas, París o Madrid: nuestra lucha es una y la misma.
Solidaridad con todxs lxs compañerxs presxs.
Solidaridad con lxs compañerxs golpeadxs, torturadxs y detenidxs en Barcelona, LLeida, Granada, Paris y en el resto del Estado.
Solidaridad con lxs familiares y amigxs de Patricia Heras, víctima de un montaje policial.
Por el sobreseimiento de la causa contra todos los detenidos en las movilizaciones iniciadas el 15-M.
El pueblo juzgará algún día a sus verdugos.
Si tocan a unx nos tocan a todxs
¡Todo el poder a las asambleas!

[Sevilla] Adiós a la paciencia: crítica constructiva a la #acampadasevilla

Estrecho Indymedia

“Hay que tener paciencia”, argumentó un compañero el segundo día de acampada en las Setas de la Encarnación (en adelante Pza. 15 de mayo). Y, al principio, tenía razón. Muchos acudimos con recelo a la convocatoria del 15-M dada la psicosis pacifista y antisemiótica que profesaban los desconocidos convocantes, y el comportamiento de algunos acampados parecía incrementar nuestras dudas. No obstante, la sensación de aprendizaje y enseñanza, de inculcar la autogestión a aquellos que ahora estaban viviendo su primera experiencia política, de educar en la vida independiente de partidos políticos, sindicatos del régimen e instituciones, todavía suponía un estímulo para quienes nos sentimos sincera y profundamente asamblearios y libertarios. Que miles de ciudadanos tomaran las plazas, masivamente, y decidieran libremente resistir y colaborar, era digno de atención. Al menos, una llamada a participar.

Las acampadas, con sus aciertos y sus comprensibles errores, han superado numerosos obstáculos: agresiones policiales en Barcelona, Lleida, París y Lisboa, vejaciones e insultos por parte de los medios de comunicación y por parte de paseantes machistas en Sol, sibilinos boicots de Sacyr (empresa constructora de la Plaza 15 de mayo) en Sevilla, entrismo malintencionado de determinadas organizaciones marxistas (como votaciones en bloque previamente pactadas, desvirtuando el espíritu de las asambleas), intentos de engullimientos por parte de Democracia Real Ya (DRY), acoso de personas que nunca han acampado y que, por motivos que no se llegan a comprender desde la buena fe, llevan desde el 22-M pidiendo en las redes sociales y en las asambleas el desmantelamiento de la acampada; entre otros.

Y todo este viaje ha estado plagado de situaciones incómodas, protagonizadas por nuestros propios compañeros, y continuamente disculpadas bajo el paraguas de la paciencia y la comprensión. Algo que, en determinadas situaciones, era todavía justo. Así, tuvimos que ceder en varios aspectos, visto la buena acogida que se estaba obteniendo: tuvimos que transigir con el pacifismo y con la preocupación por la legalidad y la opinión de los medios de comunicación. Muchos nunca hubiéramos apostado por ello, pero concedimos el beneficio de la duda. Son muchos años interviniendo por otras vías sin conseguir la simpatía del pueblo, por lo que, por una vez, actuamos utilizando los parámetros que había definido DRY y que asumió la acampada automáticamente (sin debate alguno). Y funcionó. Según Demoscopia, más del 80% de la población muestra alguna simpatía por el Movimiento 15-M. Nunca un proyecto político del que personalmente hubiera formado parte había tenido tamaño respaldo social.

Sin embargo, todas estas premisas han sido llevadas al extremo, convirtiéndose en estrategia y no en táctica, amparadas por la pretendida desideologización. Utilizar el pacifismo como dogma indiscutible ha conseguido que una (una más, una de tantas, sin nada extraordinario) carga policial haya sido ampliamente condenada, inclusive en los mass media. Pero también ha hecho que circulen por la Pza. 15 de mayo panfletos que animaban a denunciarnos entre nosotros si en el previsible desalojo policial alguien empleaba la autodefensa. La preocupación por la legalidad ha conseguido la supervivencia tranquila (al menos en Sevilla) de la acampada, pero ha conllevado el desprecio de una lucha mucho más trabajada -la que llevan a cabo los compañeros de La calle es de todxs contra la ordenanza antivandálica/cívica- al poner normas y leyes al uso y disfrute del espacio público. El cuidado de imagen ante los medios de comunicación supuso, al menos hasta las elecciones municipales, la legitimación de la ocupación de la plaza, pero a la vez una discriminación contra quienes estéticamente no comparten el canon; incluso la criminalización del lumpen, llegando a proponer internar en psiquiátricos a los indigentes con enfermedades mentales que pernoctan en la Pza. del 15 de mayo o la detención policial de los alcohólicos problemáticos.

No obstante, la mayor de las contradicciones es consecuencia de la ambigüedad con la que se ha tratado el aspecto político/ideológico del Movimiento. Algunos, con acierto, apostaron por un movimiento apartidista, pero son pocos quienes consiguieron hacer esta diferencia y no confundieron el partido político con la idea. Aun hoy, hay quien infortunadamente piensa que una banca pública no la piden gente “ni de izquierdas, ni de derechas”. En la exitosa manifestación del 29 de mayo, la cabecera gritó el kafkiano eslogan “manifestación apolítica”, demostrando una falta de intelectualidad crónica, comprensible dada la naturaleza sociológica del movimiento (todavía hay mucha inexperiencia, y hay que tratarla con ternura), pero desmotivadora para aquellos sujetos más combativos. Según tengo entendido, incluso se llegó a proponer la creación de una comisión de “neutralización ideológica”, pretendiendo hacer un 1984 de la acampada. No es lo mismo, por tanto, llevar una camiseta con la hoz y el martillo o una bandera blanca, que una pancarta de Izquierda Anticapitalista o del SAT. La lucha se desarrolla –y debe ser- al margen de las organizaciones, pero no contra las ideas. Es incongruente pedir una “democracia real ya” y prohibir la expresión de la diversidad ideológica. Es consecuencia de ello que se hayan vivido situaciones esperpénticas, injustificables, sospechosas y desmovilizadoras. En la acampada en Sevilla se ha llegado a marcar con una X los brazos de quienes ya habían comido (tendencia ya en desuso), a pesar de contar con numerosas provisiones. Incluso se han robado pancartas contra la policía y con lemas anarquistas. En definitiva, la más clara expresión de un movimiento que sólo fue revolucionario el día que se decidió acampar y que viró al reformismo al día siguiente, fue la consolidación de un mini-estado, con sus propios centinelas y normas no debatidas en asamblea y asumidas de DRY, en la Pza. 15 de mayo.

Pero hay un detalle, directamente dependiente de la neutralización ideológica y del complejo antiizquierdista, que es insalvable: la acogida del machismo y el pánico al feminismo. Es una desgracia que un movimiento que ha conseguido tantas experiencias positivas (tantas sonrisas, tantas emociones, tantas amistades, la participación de nuestros mayores, etcétera) vea como una provocación, como un trauma y como un peligro que varios hombres y mujeres se reúnan en una esquina de la plaza a hablar sobre la histórica lucha de las mujeres por ser respetadas y convivir en igualdad de derechos y de trato. Acoger a antifeministas no es enriquecedor. No es como tener de compañeros a una amalgama de socialdemócratas, marxistas y comunistas libertarios. No. No nos interesan las opiniones contrarias al feminismo, puesto que éstas son el discurso político, económico y social dominante. Es decir, forman parte de la dialéctica a la que nos oponemos. Una lucha que día a día avanza hacía el electoralismo y la igualdad política –por desgracia en detrimento de la lucha social-, no puede dar cabida a quienes apuestan por la desigualdad. Si alguien del Movimiento puede ofenderse porque haya hombres que hablen en femenino, porque haya compañeros que camuflen el género de las palabras con ‘x’ o arrobas, o que constantemente utilicen femeninos y masculinos en los sustantivos y artículos, su presencia es prescindible. Nos hemos enfrascado en imponernos normas y en desatender la premisa básica: la libertad (libertad, también, para hablar como elijamos).

Ayer un compañero me pidió paciencia. Pero ya no. Ya no tenía razón.

Fdo: Un compañero que habla en masculino y que trabajó, desde el primer día de acampada, con ilusión

[Sol] Lxs otrxs anarquistas y el 15-M

El pasado 15 de mayo se convocan por varias ciudades de la peninsula manifestaciones contra la crisis económica actual con el populista lema de “no somos mercancia en manos de politicos y banqueros” ( lema ambiguo, facil , ya que a una gran parte de la población no le gustán ni lxs unxs ni lxs otrxs aunque en su vida real ,no la de las redes sociales, sigan sus directrices, un lema que no hace plantearse nada) a la que acuden miles de personas en su inmensa mayoria jovenes. La manifestación de Madrid, en la que en algunos momentos no se sabe si es una protesta o una rave debido a la gran cantidad de gente bailando, haciendo malabares, tocando batucada y risas… aquí no pasa nada. A excepción del bloque “libertario y autonomo” que pese a sus esfuerzos, sus consignas se las lleva el ruido ya que a más de 10 metros no se escuchaba nada debido al jolglorio del resto de la manifestación. La manifestación transcurre pacificamente hasta su final en Sol. Una vez llegados a Sol se decide subir hasta Gran Via y cortar el tráfico. Se empieza a subir hacia Callao, en ese momento lxs organizadorxs hacen quitar la pancarta del bloque autonomo e indican que no se pueden gritar ciertas consignas que no sean unitarias, como por ejemplo, “muerte al Estado y viva la anarquia”. He aqui el principio del fin, con tal de “estar con la gente” se cede a las exigencias de lxs organizadorxs , cayendo en el truco del consenso, despersonalizador. Se sube hacia Callao encontrandose apenas dos unidades de antidisturbios faciles de sobrepasar para llegar al obejtivo, la Gran Via. Sin embargo lxs primerxs que llegan agachan la cabeza y levantan las manos siendo golpeadxs brutalmente por la policia y produciendo una desbandada general. Se intenta volver a subir, ya mucha menos gente, pero otra vez la policia rechaza a lxs manifestantes formandose entonces distintos grupos, unos hacia Malasaña y otros hacia Tirso de Molina, que provocarán diversos destrozos en tiendas y mobiliario urbano, lxs que a partir de entonces se conocerán como los “antisistemas” ( etiqueta que utilizan lxs periodistas desde hace varios años, antes eran lxs okupas, a quién produce daños y se sale de los cauces de la legalidad democrática real o irreal). Dentro de estos grupos y en Callao se producen más de una docena de detenidos que serán llevadxs a la comisaria de Moratalaz, donde recibirán torturas físicas y psiquicas. Después de todas estas algaradas cientos de personas deciden quedarse en Sol a dormir, sobre las 5 de la mañana serán desalojadxs por lxs antidisturbios.

EMPIEZA EL ESPECTÁCULO MEDIATICO

El lunes por la mañana se produce una concentración en los juzgados de Plaza de castilla donde se encuentran lxs detenidos del dia anterior, en la plaza de los juzgados se encuentran decenas de periodistas, esxs malditxs mantenedores del orden y amantes del espectáculo, una parte de los concentradxs les hace el juego y les concede entrevistas, gritando de cara a la galeria, a las camaras. Ante diversas actitudes de auténtica infamia, por parte de lxs periodistas, un grupo de anarquistas decide plantarles cara y se les forzará a que dejen de grabar, ante la estupefación de otrxs componentes de la concentración que con cara de resignación hablaban con lxs periodistas “no se puede hacer nada, son unxs violentxs”.

En todas las cadenas, “debates” televisivos se habla de lo mismo. Ese mismo dia miles de personas vuelven a Sol y deciden acampar. Lxs medios de información conscientes del espectáculo deciden llevar a decenas de unidades móviles a Sol y allí estarán 24 hrs, incluso hay una cámara, tipo Gran Hermano, está grabando 24 horas la acampada. Los medios de izquierda defenderán la idea de la acampada, ya que entienden perfectamente que en ningún momento pone ni siquiera en duda el orden existente, y venden la ilusión, la idea de que lxs jóvenes se están rebelando que por fin se están organizando, ese es el principal papel de los medios de comunicación en todo lo que ha pasado. Los medios de derechas se dedicarán a lo “contrario” (en el fondo su papel es el de transmitir lo mismo) se dedicarán a informar de que la juventud se está “rebelando” de forma que también venden la idea de “revolución ” en todo esto de cara a la opinión pública y aumentar el espectáculo. Sólo que los medios de derechas informarán con sus habituales pajas mentales, atacando la acampada.

Dentro de la acampada de se organizarán diversos debates acerca del papel de los medios de comunicación, en casí ningún caso se critica la existencia de estos, sólo su labor en la información del “movimiento” del 15- m, es decir, si los medios no hubiesen manipulado ciertos aspectos del movimiento serán sin duda mucho mejor bienvenidos.

-La revolución no será televisada- Todos los medios de comunicación están, y estarán, al servicio del poder, de intereses empresariales y político-ideológicos, por lo tanto hacerles el juego, convierte cualquier revuelta en servil al poder que se supone que combate. Por ello es necesario comprender que no son necesarios, que no nos hacen falta, para transmitir nuestras ideas y acciones (que convertirán ambas en parte del espectáculo). Si queremos comunicarnos entre nosotrxs y otrxs es necesario echar abajo todo el imperio tecnológico de las redes sociales y medios de comunicación, para poder hablar libremente y directamente es necesario que empezemos por ahi, por la comunicación directa, sin intermediarios mecánicos. Volver a hablar directamente sin que haya camaras a nuestro alrededor, ni nadie nos haga fotos, esto no es un espectáculo.

LA ASAMBLEA Y EL CONSENSO

Una vez acampadxs en Sol va pasando la semana y debido a la gran afluencia de gente es necesario hacer una organización fuerte. Se opta por el metodo asambleario, en realidad no queda otra. Se inician asambleas donde decidir que hacer….. Estas se dividen en comisiones , llegando a aparecer hasta comisiones de escultura, de música……???!!!!! Al ser las asambleas tan grandes se decide por optar a que todo el mundo tenga “participación” mediante unos gestos con los brazos, cada gesto significa a favor, en contra….. de forma que realmente no des tu opinión, pero creas participar, en realidad desde el principio muchas ideas fueron asimiladas por la gran masa, como la no violencia y el respeto, por lo tanto las opiniones contrarias al “sentir popular” son anuladas mediante un gran movimiento de brazos, quedando claro que el consenso es quien manda y las ideas contarias anuladas. La socialdemocracia ha ganado, seguiremos “muertxs” mucho más tiempo. El espectáculo de las asambleas también es infame. Se utilizan los sentimientos, los aplausos, los lloros, manipulando así el sentir de la gente, por ejemplo si habla una señora mayor (diga lo que diga) será aplaudida fuertemente. y así.

– La “asamblea” es parte de la democracia- Durante la transición, la clase dirigente estudió como dirigir a lxs pobladores, ya no valian los metodos de la dictadura del porrazo, el disparo y la negación a participar y tener opinión. Por ello se produjo un cambio de valores, que acabo con la rebeldia de la población que habia comprendido que democracia y dictadura es lo mismo, se empezo a dejar que la gente participase en asuntos superfluos de forma que pensase que estaba decidiendo sobre su propia vida, fue el inicio de lo que será conocido como ciudadanismo. Este cambio de valores fue extendido a todos los aspectos de la vida cotidiana, escuela, centros de trabajo, familia, coopertaivas, asosiacaiones de vecinxs; así en la escuela el profesor ya no seria quién te “pegaria collejas”, sino “tu amigo”. Desde las instituciones se insistirá en que las clases se realizen en asamblea, con “metodos igualiarios”, de forma que parezca de que todo el mundo participe y alejando al profesor de la figura de autoridad, nada más lejos de ello, es la aiienacion del esclavx feliz. Preparandonxs de esta forma para una nueva sociedad participativa, donde no participas en nada, preparandonos para los nuevos centro de trabajo con esas ideas importadas de los EEUU donde todxs somos iguales y nuestra opinion cuenta igual que la del jefe, afirmando contentos el consenso, nada más lejos de ello. Por ello las asambleas de Sol, no son nada nuevo para la mayoria de la gente ya que está acostumbradx a esta forma de organización.

LA SOCIAL DEMOCRACIA Y LA NO VIOLENCIA

El llamado “movimiento del 15-M”, es un nuevo movimiento en la partida de ajedrez de la socialdemocracia. La población tiene la necesidad de mostrar su descontento, su rabia ante unos tiempos dificiles en los que cada vez es más dificil vivir. La socialdemocracia ha realizado perfectamente su papel de canalizador y pacificador de este descontento, como casi siempre. Y no le hacostado mucho. Ha realizado un movimiento esteril, de una acampada en Sol (vaya forma de demostrar el descontento), se ha creado un “necrocosmos” dentro de la necrópolis, una acampada que sigue los dictamines y los roles de la socialdemocracaia (antiracismo, no violencia,medicina alternativa, antisexismo, “asamblearismo”, reciclaje; todas ellas cosas necesarias para el perfecto funcionamiento de este sistema) sin poner nunca en cuestionamiento el sistema. Mientras Sol se declará zona antiredadas (nunca se han visto redadas en Sol), se siguen produciendo a escasos 200 metros como en Montera y en el propio metro, eso es espectáculo. No querer destruir la realidad existente. Se a escuchado en las asambleas que Sol es un espacio arrebatado al “capital”, reapropiado dicen, incluso algunxs han llegado a decir que es revolucionario porque se a abolido el dinero (!!!!!!!!!!), esta estupidez es tan grande que mejor no perder el tiempo respondiendola. No se puede arrebatar un espacio al capital sin ni siquiera poner en duda a este, un espcio arrebatado al capital no esta lleno de policias uniformados y no (la comisión de respeto) preparadxs para actuar en el momento en que alguien se salga de los limites marcados. Un espacio arrebatado en el que las mercancias del tan criticado mercado siguen corriendo a diestro y siniestro………..Como alguién dijo no se puede hablar de libertad dentro del actual estado de cosas. El espacio ha sido tan desnaturalizado, tan artificializado que que no existe niniguna propuesta posible de reapropiaserlo si queremos ir a por todas lo único que podemos hacer es destruirlo, así lo mejor que podriamos hacer con Sol, es destruirlo. Así todas estas palabras como “espacio arrebatado”, “revolución”, abolición del dinero”…. no hacen más que alejarnos de la realidad de lo que está sucediendo, convirtiendo aún más el espectáculo en dantesco. Otro “espacio” que la socialdemocracia a echo creer que está en poder la gente es el de las redes sociales, este “espacio virtual” creado por lo dominadores para sustentar su poder, nunca podra estar en manos de la gente, Siempre al servicio de los dominadores que favorecen las relaciones “virtuales”, artifiacilaizando y delegando aún más si cabe nuestras vidas.

Una de las grandes proclamas del “movimiento” es lo “no a la violencia”, uno de lxs grandes conceptos de la socialdemocracia ciudadanista. Desde aqui no se quiere hacer una apologia de la violencia pero tampoco somos tontxs, sabemos que si de verdad queremos destruir lo existemte algún dia tendermos que empuñar un arma, nos guste o no. La no violencia es la desnaturalización del ser humano, es parte de la cultura demócrata que sólo persigue conseguir alguna mejora en su misera vida. Quienes sufrimos, la mayor parte de la población, la violencia diaria, en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, desde la alimentación, la medicina, la TV, el dinero, el aire que respiramos, el trabajo asalariado, todo es violencia, la que aplican los gestores de nuestra vida para mantenernos alienadxs y mantener esu dominación, no podemos aceptar está negación a defendernos a atacar a volver a tomar el control sobre nuestras vidas de una forma violenta y sin remordimientos de ningún tipo, porque aquellxs que nos envenenan, nos someten, nos torturan, nos eleminan sólo merecen la muerte, las cosas claras, no se quiere engañar a nadie. Por ello la violencia es una forma necesaria, nos guste o no, para acabar con este sistema, su negación es aceptar nuestro consentimiento, es suicidarse.

LXS ANARQUISTAS Y SU INTERVENCIÓN

Desde el primer momento lxs anarquistas aparecimos por Sol (algunxs desaparecimos rapidamente al ver lo que allí se cocia), en un primer momento quizas nos vimos sorprendidos por ver a tanta gente, no sabiendo muy bién como reaccionar, sin embargo, al paso de las horas todo se iba dislumbrando, un paso más de la socialdemocracia hacia la asimilación, hacia la pacificación de una población desencantada. Analizando la situación más en frio, al dia siguinete, observamos que quién habia salido a la calle era la clase media en su mayoria, reclamando la vuelta del Estado del bienestar. Observamos también gran cantidad de estudiantes con el miedo de después de haber estudiado 5 años de carrera no encontrar un buén trabajo , ni poder comprarse una buena casa (ecológica, eso si, para no desobedecer los nuevos dictamenes eslogistas de lxs gestorxs de la vida)…. etc…
Algunxs anarquistas participan cohibidos (ya que ciertas cosas son tabú) en las asambleas dando sus ideas.

-Cantidad vs calidad-
La vieja dicotomia sigue presente, muchxs anarquistas sorprendidxs por la cantidad de gente, miles de personas, se vieron sorprendidxs e ilusionadxs. El gurtto en muchxs casos hace que nos alejamos de la realidad de la gente, que pensemos que son tontxs. ¿tontxs o alienadxs? …….. Por eso de repente parece que a aparecido el nuevo “sujeto revolucionario”, está vez en forma de estudiante de clase media, nada más lejos de ello, mucha gente sabe que lxs políticxs les engañan, que los empresarios y banqueros son unxs ladrones, que la publicidad rige sus vidas, que comen veneno y respiran mierda, que los msindicatos son los mejores amigos de la patronal….. y todo no lo han visto ahora es algo que se escucha en cualquie esquina, siempre terminando con un “es lo que hay”, “no se puede hacer nada”, “antes era peor”. Porque leyendo algunxs textos y escuchando opiniones parece que de repente la gente a visto la luz, lo que está pasando es que la salida del tunel después de 15M quedará más lejos. Parece que después de años haciendo charlas, debates, acciones, jornadas… en las que no participàban nás de 20 personas, ahora es el momento pre revolucionario. Para que esto ocurra debe haber nuchas o pocas personas con un crítica radical al sistema y con ganas de actuar.

-Agitación vs participación-
Una cosa es participar en los conflictos y otra bién distinta es participar en ellos. Decia un texto hace poco de intervenir en ciertos “conflictos sociales” queria decir participar en ellos, hablaba de la lucha contra la privatización de la sanidad, de estar del lado de la gente, de lxs trabajadorxs, no hay que ir muy lejos en Madrid lo que estas llamadas a la unidad a cualquier precio terminan provocando tiempo, esfuerzo perdidos y ostias recibidas (se habla aqui del intento de la unidad a raiz del asesinato de Carlos, con ciertos grupos estalinistas, en nombre del antifascismo.) Se quiere,ahora, apoyar a lxs trabajadorxs para que puedan seguir explotadxs, apoyar la sanidad pública que representa todo a lo que nos oponemos (delegación, jerarquia, autoridad, químicos, industria…..). Si los anarquistas apoyamos la Sanidad Pública estamos apoyando al Estado y todo lo que conlleva. Esto se justifica co “el no quedarse solos”, “estar con la gente”, y se excusa en el típico etapismo con tufo marxista. Las luchas se pueden agitar y los conflictos extender, pero sin renegar a nuestrxs ideas, explicando que es lo que queremos y dinamizandolos, porque parece que hasta que no actua nadie nostrxs nos quedamos quietxs,… ¿por el que dirán ? será que tenemos miedo a decir que es lo que somos. Agitar es dinamizar, romper con lo establecido y cuestionar todo lo que este allí representado: instituciones, sindicatos, el trabajo….. Se ha apoderado la idea en el ambiente anarquista que la “gente” esto no le entiende que hay que hay que ir poco a poco. Quiza porque se cree que la gente son tontxs que hay que ir despacio, nada más alejado de ello. No confundirse con que se pretende lazar proclamas incendiarias que de vez en cuando también son necsarias, simplemente explicar lo que pensamos y el por qué y como dijimos antes, dinamizandolo es imprescindible que la crítica vaya acompañada de la acción y viciversa, sino se queda en mero espectáculo.

[València] ¿Quién ha tomado el control de la asamblea?

Pasan cosas muy graves y hay que airearlas e investigar.
Desde el día 27 la dinámica interna de la acampada y las asambleas diarias ha cambiado radicalmente. Cada vez hay menos gente en las Asambleas generales (ayer habían 300-400 personas) y´en ellas ya casi no se puede hablar de política ni de problemas sociales. A quien quiere hacerlo se le quita simplemente el micrófono ante la estupefacción de todos y los gritos, pero nada más. Ya os explicaré con más detalle, cuando tenga tiempo, cómo se ha llegado a donde estamos. Es muy importante que se sepa y que aprendamos de lo que ha pasado. El resumen es el siguiente: una comisión llamada de ‘Participación ciudadana’ y otra llamada ‘jurídica’, en total una 15-20 personas se han hecho con el control absoluto de la moderación de las asambleas, son “moderadores profesionales” que se imponen también en los corrillos y las comisiones. No dejan hablar a nadie ‘de izquierdas’ (nos quitan el micrófono, nos cortan sin parar, dicen que ese no es el sitio para hablar de esos temas, que declaran nulas las votaciones que presentamos y se aprueban y hablan y hablan hasta que consiguen cambiar de tema. Cuando salimos de la tribuna nos rodean de dos o tres diciendo que quieren hablar con nosotros e intentan sacarnos de la asamblea. Muchas veces lo consiguen. Ayer, además, teníamos asignados policías secretas. De la plaza se han retirado todos los carteles que tenían algún contenido político, económico o simplemente social. Ahora es una especie de feria alternativa. En los corrillos los miembros de esa comisión de Participación Ciudadana , con su cartelito en el pecho, intentan prohibir hablar contra la iglesia o a favor del aborto… No hay libertad de expresión ni en la plaza ni en la Asamblea. Han instaurado, en las comisiones que han podido, la dictadura del sistema de ‘consenso de mínimos’ con lo cual nunca se puede llegar a acuerdos con contenido. No se permite a las comisiones presentar a la asamblea las posiciones de la mayoría y la minoría, sólo los ‘consensos de mínimos’, o sea, nada. Las comisiones de educación y sanidad no han podido llegar ni siquiera al acuerdo de defender la sanidad y educación pública contra los recortes, porque en ellas los miembros de esa ‘comisión de participación ciudadana’ expresan que están a favor de la privada y, claro, no se puede llegar a consenso. Si alguien exige votación, se le aplasta y se le presenta como un divisor que se va a cargar este movimiento tan bonito..
Han presentado un documento, que pretenden que se apruebe hoy, llamado ‘Ciudadano participa’ donde rodeada de muchas cosas bonitas, se establece que sólo las comisiones tienen derecho a presentar propuestas a la asamblea, no los ciudadanos directamente. `´Estos sólo tienen derecho a presentar ‘nuevas líneas de reflexión’. En ese papel, se establece que las comisiones ahora ya obligatoriamente, funcionarán por consenso de mínimos…. cierre total del control para primero vaciar de contenido el movimiento. Luego llenarlo ¿de qué?
El día 27, se aprobó por aclamación la moción sobre la libertad de expresión que abajo os escribo. No se ha publicado en internet ni esa ni ningún acta desde el día 26. No se cumple. Ayer el documento Ciudadano participa estaba lleno de comentarios en contra, porque evidentemente pretenden quitar la soberanía a la asamblea. Anoche habían desaparecido…. En la Comisión de “Teoría Política” , que es la que está discutiendo supuestamente a fondo ese documento, explican que vamos a construir una maravillosa sociedad con esas asambleas de consenso mínimo, donde no habrán partidos… ¡Democracia orgánica (lo que teníamos con Franco) disfrazada de asamblearismo! Cuando alguien de fuera de la ‘secta’ intervenía críticamente se le hacía callar porque divides, compañero o porque ya sabemos que tú eres de un partido de izquierdas y eso está superado…. A un abuelito le llegaron a decir “ya sabemos de dónde vienes tú… ” a lo que él contestó el que el venía de donde le daba la gana y que no había preguntado a los demás de dónde venían y les preguntó que si es que son policías. La gente de Democracia Real ya ha desaparecido de la plaza, según dicen.

Algunos de vosotros me diréis que en el Decálogo que está colgado en internet sí hay algunos puntos sociales, políticos y económicos (pero nada de sanidad, ni de educación ni de la reforma laboral, ni del pensionazo, cosas que la plaza ha aprobado repetidamente y han desaparecido) Es cierto, porque fue aprobándose en las primeras asambleas y ya se publicó antes de llegar a esta situación. Desde hace más de diez días ya nadie puede incorporar nada. El grupo ha propuesto substituirlo por este consenso de mínimos, puro humo sin ningun contenido social, ni económico:

“1/ Reforma electoral encaminada a una democracia más representativa y de proporcionalidad real y con el objetivo adicional de desarrollar mecanismos efectivos de participación ciudadana.
2/ Lucha contra la corrupción mediante normas orientadas a una total transparencia política.
3/ Separación efectiva de los poderes públicos.
4/ Creación de mecanismos de control ciudadano para la exigencia efectiva de responsabilidad política.”
——–
Esta es la moción sobre la libertad de expresión en la plaza, que se aprobó y han escamoteado:
“En los primeros días se estableció la limitación que impide nombrar partidos y sindicatos concretos ni expresarse a éstos dentro de la plaza. Eso pudo tener un sentido en época electoral por razones legales y para evitar que nos manipularan los que siempre hablan en nuestro nombre y deciden por nosotros cómo hacernos pagar la crisis. Pero por mucho que silenciemos el nombre del PIIIIIII o del PIIIII, los dirigentes políticos y sindicales no dejan de existir. Debemos poder expresar con libertad qué nos parece que PIIII y PIIII estén negociando con el gobierno del PIIIII una nueva agresión a nuestros derechos laborales mientras nosotros estamos en las plazas mirando cómo defendernos de la que cae. Debemos por expresarnos con libertad qué nos parece que PIII siga siendo tratado de molt honorable, apoyado por el partido PIIIII y de los lazos de todos con la mayor trama de corrupción que ha conocido este país.
Yo os propongo que se levanten todas las trabas a la libertad de expresión en nuestra plaza. Que sea la asamblea en cada momento la que decida si lo que cada uno de nosotros dice libremente le parece bien o no. De otra forma, se volverán a dar casos tan espectaculares y bochornosos como el de ayer, cuando Xavi Castillo no pudo hacer su espectáculo en la plaza que debía ser de la libertad.”

PD Alguien en Facebook dice haber reconocido a uno de los ‘moderadores profesionals’ como de la organización ultra católica ‘Hazte oir’.

Indymedia

[Sol] Nos quedamos! Victoria popular ante las amenazas del Gobierno y la manipulación de las asambleas

Ayer, Domingo 29 se celebró en Sol la asamblea más multitudinaria de las celebradas hasta la fecha. Se debatía y aprobaba nada menos que la resistencia o el abandono de la acampada de Sol.

La peña va aprendiendo y está vez no ha sido posible para los “dinamizadores de la asamblea” llevarnos por donde querían. Desde el inicio a las 20.00h quedó claro el masivo apoyo de los miles de asistentes a la opción de permanecer. Ahora que las acampadas se extienden por Francia, ahora que también acampan en Atenas y se concentran allí 200.000 personas, ahora que hemos visto los brutales desalojos de Barcelona y Lleida y la lección de resistencia que allí nos han dado, después de que cada vez más ciudades se unan a la marea de acampadas, ¿ahora quieren que dejemos de molestar en Sol? Ja! Somos un puñal clavado en el corazón de España y nada puede sustituir eso, ni las asambleas que hacemos cada uno en nuestro barrio, ni internet ni nada. Cuanto más desea el poder que nos vayamos más debemos permanecer. Sol aglutina fuerzas, Sol hace mucho daño, Sol puede desbordarles cualquier día.

Vista la imposibilidad de hacernos votar por abandonar, la táctica era clara: confundirnos y convencernos con eufemismos. El “consenso” que nos proponían no lo entendía ni Dios, a pesar de explicárnoslo cuatro veces con lenguaje infantil a ver si tratándonos como párvulos conseguían manejarnos igual. Pero nada, que seguíamos sin enterarnos si ese “consenso” significaba quedarse o irse. Y ellos empeñados en no explicar lo que de verdad significaba esa palabrería, solo que era superguay y que era “por el bien común”. Y casi consiguen que lo aprobemos sin saber lo que aprobábamos! Era un documento redactado horas antes de la asamblea por un pequeño grupo de portavoces de cuatro comisiones, y nos lo propusieron, como si poco importara lo que decíamos, ya con la asamblea muy avanzada, después de horas de debate e intervenciones de personas y comisiones rebeldes. El documento, en un lenguaje propio de candidatos electorales parecía prometer el oro y el moro sin decir absolutamente nada. Usaban como punto clave el eufemismo “re-estructurar la acampada”, “re-estructurar es bueno”. A fuerza de insistirles a voces y volverles locos con quejas conseguimos que nos tradujesen lo que ellos entendían por re-estructurar y resulta que no era más que eliminar el campamento poco a poco: “reducir” el campamento, justo lo que luego supimos que Delegación de Gobierno nos pedía y concedía (un desalojo paulatino en unos días). “Reducir es bueno, para ser más eficientes”. Coño! Igual que dice el gobierno cuando habla de ajustes y reformas, las “reformas son buenas, son modernas”, aunque en realidad quieren decir recortar derechos, despedir, bajar sueldos, reducir pensiones…

Una vez descubierto el pastel ya estaban condenados, pero aún así siguieron intentándolo. Cada vez que una persona tomaba la palabra e insistía en quedarnos, ellos intercalaban el mensaje del miedo, que había “graves problemas” de convivencia en la acampada, que faltaba de todo y estábamos al borde del Apocalipsis. Pero la gente es lista y exigió saber cuáles eran esos problemas en concreto y al ver que eran fácilmente subsanables (faltaba material para infraestructuras, había que reforzar “respeto” para impedir el botellón o proteger la acampada las noches de los findes, etc…) se dijo lo obvio: arreglemos los problemas, aceptemos los voluntarios que las asambleas locales han ofrecido, pero no nos vayamos por cuatro problemas que ocurren también en la calle, en las casas y en todas partes. La intervención de una chica extremeña acabó por hundir definitivamente el intento de desmovilizarnos. Esta chica venía expresamente de la acampada de Cáceres, después de recorrer todas las acampadas de Extremadura, y entre lágrimas relató que allí no tienen ni agua al mediodía, que no tienen ni tiendas porque no les dejan, que duermen en el suelo, pero que aún así están decididos a continuar, que por favor Madrid no abandone la acampada de Sol, que es un símbolo tremendo, porque todo se hundiría. Me dio vergüenza que estuviésemos siquiera planteándonos la posibilidad de irnos por problemas de infraestructura. Tenemos el campamento mejor montado y mejor dotado, pero nos quieren hacer creer que hemos de abandonarlo porque “faltan cosas”.

Ya está, nos quedábamos por aclamación popular. Pero aún faltaba la guinda del pastel, lo que venía a reforzar las sospechas que muchos teníamos. Delegación de Gobierno intervino en la asamblea! Muchos foros y periodistas daban por hecho estos días que Delegación del Gobierno había negociado a espaldas de la asamblea con “negociadores” de la acampada el abandono de esta en breve. Y veían ahora que todo se les derrumbaba y que decidíamos votar por la permanencia sin fecha límite. Su maniobra estaba fracasando. Así que nos enviaron, por medio de la comisión de legal, dos mensajes en apenas 10 minutos, para intentar influir y condicionar nuestra decisión en el último momento, a la desesperada, a pocos minutos de la hora límite de la asamblea, las 12 de la noche. El primero decía que si nos íbamos en breve, prometían no desalojarnos esta noche y que nos dejarían ir desmontando el campamento poco a poco (lo que algunos dinamizadores querían que hubiésemos aprobado). Indignación en la asamblea. El siguiente mensaje, más desesperado y más amenazante venía a decir que nos respetarían durante una retirada paulatina, pero si el Martes seguíamos aquí rompían la interlocución con nosotros, amenaza más que clara de desalojo (un farol, pues si desalojan a palos el movimiento gana, crece y se multiplica y ellos pierden). Pero ni por esas, en medio de gritos de “no tenemos miedo” y cada vez más gente indignada por el hecho de que estemos negociando con esa gentuza, nuestra decisión era inamovible: que nos quedamos, pesaos!

Como epílogo y ya sobre la hora de fin, lo de siempre, más intentos desde “dinamización” para rebajar nuestra decisión: casi nos cuelan que volveríamos a debatir esto y la fecha de abandono (¿por qué tiene qué haberla? ¿porque el Gobierno se la exige?) este Martes otra vez!! (es decir, mañana), a ver si así, por cansancio, consiguen que aprobemos abandonar en un par de días, dentro del plazo que quiere darnos Delegación de Gobierno. Intentaron silenciar la contrapropuesta de que esto se debata el próximo domingo, que es cuando puede venir todo el mundo, incluidos representantes de otras ciudades, pero no coló. Y al final lo dejaron en el aire, lo cual les da la oportunidad de cocinar el tema por detrás (ahora mismo estoy viendo TVE24h y están diciendo que ayer no hubo consenso y que aprobamos reunirnos de nuevo el Martes para decir una fecha de abandono, lo cual es completamente falso).

Para todas las asambleas y acampadas: no os dejéis engañar por los medios de comunicación o por portavoces que nadie ha elegido. Sol resiste, lo madrileños queremos quedarnos y vamos a quedarnos. Las fuerzas han crecido tras el Domingo. Todos juntos vamos a dar un buen susto a esos banqueros, a esos políticos, y en general, a todos esos cabrones que nos amargan la vida. ¡Ay como nos de por convertir Sol en una base permanente desde la que montar marchas combativas que acosen su centros de poder…!

[Debat] Reflexiones (I) en torno al movimiento 15-M: ‘Cuando la comunicación real empieza, el Estado se desvanece’

· Fenomenal escrito que analiza comparativamente algunos rasgos comunes de la movilización masiva en Argentina en 2001 con la actual en España, y extrae algunas lecciones útiles para conducirnos por las aguas turbulentas, y muchas veces contradictorias, de la revuelta en gestación.
· Escrito que profundiza en algunos de los riesgos que amenazan la praxis de un movimiento tan heterogéneo como éste. Crítica de la banalización del movimiento y la deriva tolerante con el Capital, a que nos conducen las estrategias de éste y su difusión mediante sus voceros habituales.
· Escrito que plantea profundizar el movimiento a través de la negación; de la afirmación de lo que no queremos. Todo eso sin prisas. La revuelta no se hace en dos días y sin discusión.
· Escrito desde Valencia que realiza autocrítica de los sectores de la izquierda y del gueto anclados en visiones idealizantes, con objeto de extraer herramientas de la movilización del 15-M para llevar las ideas a la práctica con más eficiencia y menos arrogancia.
· Propuesta para reemplazar el Manifiesto Democracia Real Ya por una serie de puntos organizativos orientados a la asamblearización de todos los ámbitos para impedir la vuelta a la normalidad democrática imperante hasta el momento.
· Octavilla repartida en Pl. Catalunya apelando a la extensión de la revuelta sin quedarnos en la limitación de la legalidad.
· Intervención de Agustín García Calvo en la Puerta del Sol

[Debat] Críticas desde Grecia al movimiento 15M

(El siguiente texto es una traducción personal de un texto extraído de la web Contrainfo, dedicada a la traducción a varios idiomas de los comunicados y sucesos más importantes relacionados con el movimiento libertario griego, y heredera del ya inactivo blog Grecia Libertaria. El texto original en griego puede leerse aquí, y su versión en inglés aquí. La traducción podría contener algún error en alguna expresión, de ser así ruego que se avise en los comentarios de la noticia.)

¿Cuántos amigos tiene el pacifismo compulsivo en Facebook?

El 25 de mayo, desde la tarde hasta el amanecer, cerca de 40.000 neo-Greeks [neo-Griegos, juego de palabras haciendo alusión a Geek, que significa friki] de todo tipo llenaron la Plaza Syntagma para legitimar de la peor manera el memorándum de la Troika, las medidas de austeridad y el privilegio exclusivo de la fuerza por parte del Estado.

La reunión necrofílica y pequeño-burguesa de ayer tuvo lugar justo dos semanas después del feroz ataque del Estado contra la manifestación de la huelga del 11 de mayo con un récord de cientos de cabezas sangrando y el manifestante Yannis Kafkas hospitalizado y en coma; y sólo unos días después de la escalada de violencia racista y canibalismo social sin precedentes un poco más lejos de Syntagma – en el otro centro, el degradado, de Atenas: con repetidos ataques policiales y fascistas contra casas y tiendas de inmigrantes o contra centros sociales okupados anarquistas, con adeptos del fascismo abusando del brutal asesinato de Manolis Kantaris mientras grupos neonazis llevaban a cabo pogromos hiriendo a cientos de inmigrantes, y apuñalando hasta la muerte al bangladeshí Alim Abdul Manan.

La reunión pacífica en Syntagma se mantuvo más o menos al mismo tiempo que algunos compañeros se reunían en la Plaza Victoria para resistir activamente contra el terrorismo de Estado, la segregación racial y “the scums of the national backbone” [ignoro a qué se refiere esto o como traducirlo].

De acuerdo con los principios del patético movimiento “Democracia Real Ya” de los reformistas españoles y “Geração à rasca” de los pacifistas portugueses, otro encuentro apolítico más fue convocado a través de Facebook, frente al Greek Kynovoulio esta vez (Kynovoulio, perrera, en vez de Koinovoulio, Parlamento: un juego de palabras intraducible). La simbólica presencia de policías frente al monumento al soldado desconocido no debería engañarnos. No eran sólo los antidisturbios los que defendieron los símbolos del Poder, fue principalmente el gran número de “ciudadanos indignados” el que declaró por todos los medios su lealtad a los patrones y el Estado.

El pacifismo convulsivo de un pseudo-movimiento de resistencia fue, es y será una versión más de la violencia del Estado. Los partidarios del sistema parlamentario, donde quiera que estén, proponen pacifismo con la esperanza de manipular a la muchedumbre y canalizar la rabia del pueblo en vías reformistas del sistema existente en lugar de su derrocamiento. Después de todo, el perfil de manifestante demócrata pacífico es lo que el Estado y el Capital demandan también.

Estas particulares primeras reuniones en la Plaza Syntagma en Atenas, así como en lugares céntricos de otras ciudades en Grecia han dado un voto no oficial de confianza a un sistema podrido desde sus cimientos. Vemos a nivel europeo movimientos similares funcionando como válvulas de escape para relajar la guerra de clases social. Lo que la porra de un policía y el cuchillo de un fascista no son capaces de lograr, es alcanzado por la propaganda reformista de los apolíticos de Facebook.

El movimiento antagonista y los disidentes radicales deberían desvelar la naturaleza reaccionaria y contra-revolucionaria de estas falsificaciones de las revueltas en el mundo árabe. Una de las características fundamentales del capitalismo es su poder para transformar y absorber las voces de rebeldía. Quitando significado a palabras como rabia, revuelta o revolución, el sistema y sus partidarios esperan degradar el movimiento de liberación social y desviarlo a formas menos perjudiciales para ellos.

Los consejos dados por los madrileños a los acampados de Syntagma, como “no hagáis disturbios”, han llegado a mucha gente. Los medios de comunicación globales del régimen reproducen, invisten y adornan los argumentos de los pacifistas, y los venden como la única perspectiva “esperanzadora”.

Mientras no luchemos por tomar los medios de producción, la abolición de la propiedad, la rebelión multirracial y el establecimiento de estructuras de apoyo mutuo y auto-organización, y en su lugar rindamos nuestras banderas y armas en Syntagma (también Constitución) o en cualquier otro lugar escuchando y cantando el himno nacional; mientras permanezcamos en ambientes festivos con guitarras y canciones empalagosas en lugar de hacer acopio de piedras, seguiremos siendo esclavos en manos de nuestros amos.


Referencia a tres de los (más vomitivos) minutos de la denominada “primera asamblea abierta de Democracia Real Ya en la Plaza Syntagma”, de acuerdo con la web oficial del movimiento:

  • La juventud sale a la calle con espíritu, con esperanza, pacíficamente, no como en Diciembre de 2008; todos hemos madurado.
  • El otro día, los ultraderechistas estuvieron golpeando y apuñalando a los inmigrantes, inmigrantes procedentes de los países que han promovido y enseñado todas las insurrecciones en el mundo en los recientes meses.
  • Después del motín del HNS Velos y del levantamiento de la Politécnica en 1973, este es el primer acto de democracia directa y reconstrucción moral en Grecia.

[Barcelona] Crònica del 28 de maig a Plaça Catalunya

Barcelona va aixecar-se ahir, sobre dos quarts de set del matí, amb la notícia del desallotjament de l’acampada de Plaça Catalunya. Per totes les televisions, que van fer una cobertura bastant patètica de la situació com si es tractés d’un circ, repetien que des de l’Ajuntament i el cap dels mossos d’esquadra la consigna era la NETEJA i no pas el desallotjament (per això s’enduen el material? apallissen a les persones?). S’esperava una arribada massiva de gent a la plaça per parar el desallotjament, i així va ser, poc a poc es van agrupar solidàries a totes les entrades de la plaça, sentades, de peu, amb flors, amb ràbia, amb cartells i amb crits. Amb el pas de les hores, fins i tot van tallar-se els carrers evitant la sortida dels camions de Bcn Neta amb tot el material de l’acampada, la resistència va suposar que els camions es veiéssin obligats a parar, però no van tenir cap problema en fer intents per tirar endavant, amb el risc d’atropellar algú. La situació va derivar en càrregues policials ben enviat que van traduir-se en una actuació brutal: cops de porra (inclus al cap) a persones sentades que evidentment no es podien aixecar, atacs amb piloteres, intent de dispersió amb alarmes, atacs frontals en grup,…

Aquesta escabetxada ha suposat prop d’un centenar de persones ferides, de les quals es coneix a tres amb contunsions molt greus i una que es manté en una situació de perill vital a l’Hospital Clínic.

Però la Plaça Catalunya va ser recuperada per la gent. I com? La ràbia va escampar-se a mesura que passaven les hores i la gent va apropar-se a tots els marges del recinte. Les solidàries des de fóra i les acampades que amb força resistien des de dies, van reocupar la plaça gràcies a la força de la gent que, en saltar el cordó policial i situar-se dins de la plaça van poder arreconar els mossos que en aquell moment, ja feien maniobres juntament amb la guàrdia urbana per a retirar-se.

La retirada va esdevenir una fugida, milers de persones cridant i caminant contra els mossos d’esquadra que van haver de recul·lar d’esquenes cap a les furgones. Finalment van quedar atapeïts amb tot el seu dispositiu al carrer que surt cap a la Plaça Urquinaona on en diverses ocasions van intentar carregar i dispersar la gent, constantment van estar llençant amb piloteres i creant situacions en que podien atropellar la gent. Però la gent es va moure amb decisió i els va fer fóra, amb les conseqüents abraçades i crits d’eufòria quan van girar cua un a un i van marxar, no sense abans intentar una dissolució amb les furgones pels carrers propers a Plaça Catalunya.

I A LA TARDA QUÈ?
No hi ha tanta plaça per la ràbia que es desborda.
Entre les 19 i les 20h, la Plaça Catalunya, que ja havia estat recuperada sobre les 14h, va començar a omplir-se de gent fins al punt de sobrepassar els límits de la mateixa plaça i desbordar-se de gent per tots els carrers propers, que van ser tallats. No hi cabia ningú, perquè amb tota seguretat es van aplegar el triple de persones que qualsevol altre dia. La concentració va resultar emotiva des del punt de vista de la recuperació de la plaça, no tant per tornar a estar dins, ja que potser els mossos després dels robatoris i les hòsties s’haurien marxat, sinó perquè va ser la gent qui es va enfrontar i la va recuperar.
A l’assemblea que es va constituir, les persones amb informació sobre els ferits van poder explicar la situació, a més es van comunicar les comissions i exlicar la feina que havien fet o la que proposàven fer, i es va emplaçar a la gent a proposar quelcom per la nit d’avui dissabte davant l’imminent arribada de seguidors del Barça. La decisió va ser clara, ROMANDRE A LA PLAÇA.
Val a dir, com a punt important del treball que es genera a la plaça, que s’està anant cap a la DESCENTRALITZACIÓ DE LA LLUITA i per tant, les comissions estan treballant per a que els treball de Plaça Catalunya s’estengui pels BARRIS que ja s’estàn coordinant per a mantenir l’activitat i la combativitat dins dels nostres contextos més propers on la feina es veu reflectida.

la nostra crònica pot resultar insuficient davant de tot el que va poder succeir ahir al voltant de Plaça Catalunya, pots mirar els següents links de molt interès. No oblidem que la plaça Ricard Vinyes de Lleida també va ser desallotjada paral·lelament


EL SEGUIMENT D’AHIR AL SEGÜENT LINK:

http://www.lahaine.org/index.php?p=53978&lhsd=4
FOTOS:
http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/422123/index.php
http://acampadabcn.wordpress.com/
VÍDEOS:
http://acampadabcn.wordpress.com/
http://www.youtube.com/watch?v=L5aj7fMJc08&feature=player_embedded
VÍDEOS DE MITJANS LLIURES:
http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/422043/index.php

[Barcelona] Repressió a plaça Catalunya

37 mossos heridos para tratar de justificar su represión y convertir a gente pacífica en violenta y radical… Sobre los Mossos heridos… 37???? Primero que no me lo creo, únicamente he visto una imagen de un mosso “guanteado” por un pureta y poca cosa más. Creo que va más por el tema de la “alarma social” que se ha organizado tras la sobrada que se han pegado con la gente. Tenían que justificar de alguna manera tanta violencia y que mejor que escusarse inventándose esa cifra descomunal de polis heridos para “convertir” a gente corriente en “radical” y “violenta”. Desde algunos medios afines al Govern se ha enfocado la carga como que fue una “auténtica” batalla campal. ¿Batalla campal? Entonces, la mani que hubo después del desalojo del Cine Princesa con ataque a la comisaría de la nazi-onal ¿qué fue? La mani antifascista del 12 de octubre del 99 donde 14 personas acabaron en prisión tras los disturbios ¿qué fue? Los palos de Bolonia qué fueron entonces? La Tercera Guerra Mundial??? 37 Gossos heridos??? Ni en esas manis hubo tantos pasmas heridos ni en los peores disturbios en el País Vasco ha habido tantos ertzainas heridos nunca. Qué nos quieres hacer creer Felip Puig, que tuvisteis tantas bajas porque en realidad sois una especie de Hermanitas de la Caridad policial??? Jajaja cuéntanos más. Que algún robocop haya tenido un tirón muscular de tanto meter porrazos o que alguno le hayan pagado con la misma moneda puede ser, pero 37 mádelmanes heridos??? JA, mienten como bellacos para intentar justificar la somanta de palos que dieron ayer a gente común y corriente la inmensa mayoría. Dónde están los videos, imágenes, etc? A lo mejor los tienen guardados los periodistas y no os los dan porque están hartos de que los calentéis a ellos también… Dais pena mossos, convertís a todo el mundo en perroflauta o niño de papá para autojustificar vuestra violencia y estáis empezando a ser cuestionados por gente que de antisistema tienen lo que yo de cura. Que falsean a su conveniencia la lista de “presuntas bajas” se sabe desde hace siglos, pero que digan que ayer hubo 37 heridos entre sus filas es de un cinismo que raya lo anormal y absurdo. Como he leído por ahí: “Nunca había visto una desbandada de pasmas bien armados y equipados delante de gente que no les tocaban un pelo”. La vieja guardia de los maderos antidisturbios tienen vergüenza de vosotros. Mossos dais algo más que pena…

[Debat] Los anarquistas y el 15M

Este texto está escrito en Madrid, por lo que muchas de las descripciones y reflexiones pueden no ajustarse a la realidad de otras localidades, especialmente dada la heterogeneidad del movimiento 15M. Aun así, pensamos que puede resultar útil como punto de partida para la reflexión a todos los compañerxs que se están implicando en las asambleas, independientemente del sitio. El texto ha sido redactado y corregido precipitadamente para que estuviese disponible antes de la convocatoria de asambleas de barrios y pueblos del 28 de mayo. Tenedlo en cuenta a la hora de leerlo y disculpad las meteduras de pata que pueda tener. 0. Unas palabras para empezar…

Dejemos las cosas claras. Lxs que firmamos este texto somos anarquistas, comunistas antiautoritarios, anticapitalistas o la etiqueta que más os guste. Es decir, estamos por la abolición del trabajo asalariado y el capital, la destrucción del estado y su sustitución por nuevas formas horizontales y fraternales de vivir en común. Creemos que los medios para conseguirlo deben ser lo más coherentes posible con los fines que buscan y, por tanto, estamos contra la participación en instituciones, contra los partidos políticos (parlamentarios o no) y las organizaciones jerárquicas, y apostamos por una política basada en el asamblearismo, la solidaridad, el apoyo mutuo, la acción directa, etc. Porque estamos convencidos que estos medios son los más eficaces para llevarnos a la revolución. Si decimos esto es para eliminar cualquier suspicacia y marcar las líneas sobre las que queremos que se mueva esta contribución. Ahora bien, el que estemos por una revolución social que destruya el capitalismo, el estado y que suponga la abolición de las clases sociales (y de tantas otras cosas), no significa que pensemos que esto puede ocurrir a corto plazo, de la noche a la mañana. Lo que hemos planteado aquí son fines, es decir, situaciones a las que, con suerte, llegaremos tras un largo recorrido y un desarrollo considerable del movimiento revolucionario. Pensar lo contrario no es que sea utópico, es un ejercicio de delirio y ensoñación inmediatista. Un planteamiento revolucionario debe plasmarse en una estrategia a corto plazo, en una serie de propuestas para intervenir en la realidad que nos acerquen a situaciones en las que estén en juego cuestiones como la abolición del trabajo asalariado, la instauración del comunismo libertario, la revolución social… cuestiones que hoy en día, obviamente, no están, ni de lejos, sobre la mesa. Esta intervención no puede limitarse a repetir machaconamente la rabiosa necesidad de revolución y de abolir el estado y el capital. Ser anarquista no significa ser un chapas que persigue a los demás repitiendo una y otra vez lo malo que es el estado y lo buena que es la anarquía. Y sin embargo, a raíz del movimiento 15-M, en los últimos días hemos leído por internet textos y comentarios cercanos al delirio inmediatista y, lo que es peor, hemos oído de compañerxs y amigxs posiciones que resbalan hacia el abismo del anarco-chapismo, que, con toda su buena intención, se atrapan en el maximalismo de las consignas grandiosas, de las propuestas a largo plazo, etc. Sabemos bien de lo que hablamos, todxs nosotrxs hemos estado en dichas situaciones y, lo que es peor, hemos contribuido en muchas ocasiones a su extensión. Dejemos claro también que este texto tiene tanto de crítica como de autocrítica, y que nos sirve, ante todo, para tratar de no caer nosotrxs mismxs también en dichas trampas. Para ir acabando, hay que tener en cuenta que este texto ha sido escrito deprisa y corriendo, al ritmo que marcan los acontecimientos, con el objetivo de que saliese antes del día 28, cuando se han convocado las Asambleas Populares en diferentes barrios y pueblos de Madrid, así que no os extrañe que en algunos puntos se note la precipitación y la urgencia. No damos para más.

En resumen, este texto pretende ser una reflexión y una propuesta para romper con el impasse en el que hemos estado anclados mucho tiempo, para deshacernos de lastres que muchxs arrastramos y nos inmovilizan. Es, en el fondo, una reflexión para intentar aclararnos en qué manera podemos aportar y participar en lo que ocurre a nuestro alrededor.

1. El Movimiento 15-M: coordenadas básicas

Y lo que ocurre a nuestro alrededor es, obviamente, el llamado movimiento 15-M, que en la última semana ha irrumpido como un elefante en la cacharrería en la política nacional. Nos guste o no, y lo queramos o no, el movimiento 15-M ha roto todas las expectativas y ha sorprendido a todo el mundo: policía, políticos, periodistas, convocantes, gente corriente, ciudadanistas, izquierdistas y, por supuesto, a los anarquistas. En primera instancia todo el mundo se quedó en fuera de juego y, a partir de ahí, todo ha sido una serie de intentos más o menos afortunados de tomar posiciones frente a o dentro del 15-M. No vamos a entrar a analizar sus causas o a repasar las diferentes teorías conspiranoicas o intoxicaciones que han surgido a su estela; no es importante para lo que queremos decir. Vamos a tratar de aportar lo que entendemos que son las coordenadas básicas en las que se mueve eso que llamamos movimiento 15-M o, al menos, las más importantes para ver si es posible (y en ese caso cómo) una participación anarquista o anticapitalista en él. Como es lógico, será una descripción fragmentaria, parcial e incompleta. Nos da igual, las cosas van demasiado rápido.

Lo primero que hay que decir es que el movimiento 15-M es un movimiento social real y, como tal, es tremendamente heterogéneo y contradictorio. Hay de todo y todo está en diferentes dosis. Es decir, todo lo que digamos aquí no debe tomarse como características definitorias absolutas, sino más bien como tendencias, matices, etc. Expresiones de un movimiento en construcción en cuyo seno hay luchas, tensiones y un continuo cambio.

Dicho esto, por su composición social y por las consignas que más se oyen en las asambleas y grupos de trabajo, así como por las opiniones de la gente que está continuamente publicitándolo en internet (twitter) podría decirse que, principalmente, es un movimiento ciudadanista y abiertamente demócrata. O mejor dicho, son este tipo de planteamientos de reforma política y social (reforma electoral, democracia real, mayor participación, crítica de los partidos políticos mayoritarios pero no del sistema representativo o los partidos en general…) los que, en general, aglutinan a más gente y manos alzadas a su alrededor.

Sin embargo, este contenido se expresa bajo formas asamblearias, que rechazan toda representación clásica (como por ejemplo, convertirse en otro partido político) y que reniegan de toda ideología, símbolo o forma política precocinada (desde partidos a banderas republicanas, pasando por las A circuladas). Hay una consigna que rula por twitter “Esto no va de izquierdas o derechas, sino de arriba y abajo”. Que, por el momento, apuesta mayoritariamente por la auto-organización, por la acción directa (no violenta) y la desobediencia civil, aunque no utilice estas palabras mágicas. La no-violencia es, de hecho, otra de las coordenadas fundamentales del 15-M, algo que, sin duda, es asumido colectivamente sin discusión. Entraremos en esto más adelante.

Todo esto no quita para que en su seno se pueda ver claramente una “lucha de poder” entre diferentes “facciones”, organizadas o no. Miembros y militantes de partidos políticos de izquierdas, miembros de los movimientos sociales, libertarios, gente normal y corriente “indignada” que va con su propia visión del mundo, etc. todos pugnan en su interior a todos los niveles, desde la orientación ideológica o práctica del movimiento, al control (y en muchos casos, manipulación) de las asambleas, comisiones, etc. En muchas comisiones y grupos se está viendo de todo: pérdidas casuales de actas, personalismos, gente que se aferra a las portavocías, delegados que se callan cosas en las asambleas generales, comisiones que se saltan acuerdos, grupitos que quieren mantener el chiringuito, etc. Muchas, seguro, fruto de la inexperiencia y los egos; otras, parecen directamente sacadas de los viejos manuales de manipulación de asambleas.

Alrededor de esta lucha, está también toda la gente que se acerca por allí. Gente que se acerca a participar, a escuchar, a ser escuchado, a aportar comida u otros materiales, a ver qué pasa, o simplemente a echarse unas fotos en plan turista en su propia ciudad. Bajo las carpas de Sol uno tiene la sensación de estar en un gran bazar en el que no se vende ni se compra nada.

Por otro lado, uno de los grandes problemas de las acampadas es la dificultad de participar en ella plenamente: no todo el mundo puede ir al centro todos los días, ni todo el mundo puede quedarse a dormir, ni todo el mundo puede participar habitualmente en las comisiones, etc. Esto sin duda puede favorecer la creación de liderazgos informales, camarillas, cosas raras y sesgos extraños que la gente, que gilipollas no es, lo va a notar, lo va a comentar y a actuar en consecuencia. De hecho, una posible consecuencia de quién está llevando el mayor peso del campamento (y también de quién está más habituado a ir y proponer actividades) es la progresiva guetización que ha sufrido la acampada el fin de semana. Comparada con el ambiente de encuentro y de protesta de los días más intensos (especialmente el viernes, dada la expectación por la prohibición de la Junta Electoral Central) el fin de semana la cosa perdió fuelle y comenzó a notarse un ambiente más lúdico y menos de protesta, a pesar de que las comisiones, subcomisiones y grupos de trabajo siguieron funcionando. A ratos, #acampadasol parece estar reproduciendo lo peor y más banal de las okupas del gueto: talleres, conciertos, batucadas, comedores, actuaciones, clowns, etc. a costa de sus aspectos iniciales, mucho más marcadamente de protesta, política e “indignación” (por pro-demócrata y limitada que fuese). En twitter, que no olvidemos que tiene gran culpa del ascenso del movimiento 15-M y del campamento de Sol, se está filtrando ese descontento en mucha gente, que no ve con buenos ojos esta deriva. Un ejemplo claro de ese descontento que tuvo lugar el fin de semana fue el tema botellón sí-botellón no, el sábado una de las asambleas tuvo que irse de Sol por la cantidad de gente que estaba a su pedo, y el tema de las batucadas, que el domingo obligaron incluso a aplazar a alguna asamblea que no oía con tanto ruido (aunque hay que decir, que las batucadas tuvieron bastante seguimiento, igual que el botellón).

Es obvio que el movimiento 15-M no es una revolución, eso es de primero de militancia, y quien lo critique en base al hashtag #spanishrevolution con el que se extendió inicialmente debería darse cuenta de que era una mezcla de marketing, gracieta e ilusión. Sin más.

El último apunte que queríamos hacer es lo que, para nosotrxs, quizás sea lo más importante que hemos visto junto con su marcado carácter asambleario y horizontal (con todos sus defectos, que son muchos): el cambio brutal de actitud que hemos podido observar en los alrededores de Sol durante toda esta semana. Recapitulemos. Tras la multitudinaria manifestación inicial del 15 de mayo y, especialmente, tras el desalojo de los primeros acampados, la gente ha tomado masivamente noche tras noche la Puerta del Sol de una manera que ninguno de nosotrxs habíamos visto nunca. Las movilizaciones contra la guerra, aunque alguna fuera más masiva, no tuvieron, ni de lejos, la continuidad, participación, actitud y ambiente que hemos visto esta semana en Sol. Es como si, de repente, la pasividad y el ir cada uno a lo suyo se hubiesen roto alrededor del Km. 0. Repartir panfletos en Sol y sus calles aledañas es una gozada, la gente te entra para pedirte que le des uno, los coge con una sonrisa, te pregunta, te da las gracias… Los primeros días, si hacías un corrillo para hablar de algo, la gente arrimaba la oreja para intervenir, para escuchar. Ha sido normal ver a la gente de lo más variopinta discutiendo en pequeños grupetes. Los grupos de trabajo y las asambleas generales son acontecimientos masivos de entre 500, 600 y 2000 personas (sentadas, de pie, arrejuntándose para oír algo), etc. Y aparte de esto, esa sensación permanente de buen ambiente, de “esto es algo especial”. Todo esto alcanzó su punto álgido la noche del viernes al sábado, cuando empezó la jornada de reflexión. Escuchar a más de 20.000 personas gritar “Somos ilegales” y disfrutar como niños de saltarse la ley, la verdad, impresiona. Bien es cierto que ese ambiente intenso, de participación y de política real empezó a decaer a partir de esa noche. En parte por el subidón del viernes noche, en parte por la decisión de “no hacer política” durante el sábado y el domingo, el fin de semana ha tenido un tono mucho más festivo, más “circense” que los días anteriores. Aun así, nosotrxs no recordamos nada parecido, la verdad.

2. Lo que no está en juego. Una visión estratégica.

Dicho esto, ¿qué pintamos los anarquistas por allí? Para cualquier libertario con dos dedos de frente, afortunadamente la gran mayoría, es evidente que es necesario estar allí, que ahí hay tema. Lo que ninguno tenemos tan claro es qué podemos hacer, qué podemos aportar y qué podemos esperar del movimiento 15-M. Y es lógico, dada la heterogeneidad y contradicciones que abarca. En esta sección vamos a intentar expresar cómo y en qué sentido vemos nosotrxs que puede ser interesante participar y aportar en dicho movimiento. Decimos visión estratégica porque es una visión general, que intentaremos acotar más adelante con propuestas concretas y algunas consideraciones tácticas.

La mayor parte del proceso que se desarrolla actualmente en el movimiento del 15-M consiste en tratar de encontrar las consignas y reivindicaciones políticas que van a definirlo. Ese proceso se está dando tanto en los grupos de trabajo como en las propias comisiones. En los primeros está más el debate y la pelea ideológica, en algunas de las segundas, en las que se concretan dichos debates, es donde se están viendo las artimañas, tejemanejes, etc. No hay que ser muy listo para saber dónde está el lio: comisiones como comunicación, interna, asamblea y política son donde uno se va a encontrar mayor número de políticos por metro cuadrado. Mientras que en comisiones como infraestructura, alimentación o respeto, las cuchilladas serán mucho menores. Ojo, que no estamos diciendo que en las comisiones sólo se esté haciendo esto, pero algunas cosas que hemos visto o nos han contado tienen tela.

Como hemos dicho anteriormente, las reivindicaciones con mayor eco en #acampadasol son las de reforma política y, en menor medida, social, de gran contenido ciudadanista: reforma de la ley electoral, una ley de responsabilidad política, mayor participación, ley de dación en pago de las hipotecas, etc. Los miembros y militantes de partidos de izquierda (IU, IA, etc.) y movimiento sociales están tratando de virar el barco más hacia la izquierda, para que asuma reivindicaciones clásicas de la izquierda (desde la renta básica o la condonación de la deuda externa, a la nacionalización de la banca) aunque en frente tienen a los que prefieren que el movimiento sea lo más neutral posible (por ejemplo, http://twitpic.com/51lyqa) y se centre en un #consensodeminimos básico[1]. En nuestra opinión, creemos que lo más probable es que el objetivo final de unos y otros sea que, o bien mediante algún tipo de Iniciativa Legislativa Popular[2] o bien de la mano de algún partido político, seguramente IU, se presente una propuesta al Congreso y se pida su aprobación mediante un referéndum. En este sentido, unos y otros se juegan los contenidos de dicha propuesta y seguramente cómo se va a hacer, pero en un momento dado pueden confluir en ciertos puntos básicos.

Obviamente, los anarquistas estamos convencidos de que si se lograran algunas de estas reformas, aun cambiando algunos de los “defectos” del sistema que más sulfuran a la gente, no van a modificar para nada lo esencial. El problema no es la corrupción política, sino la política como esfera separada de la vida, el problema no es la falta de transparencia de los gobiernos, son los propios gobiernos, y el problema no es la banca y los banqueros, sino la explotación capitalista: la grande, y la pequeña.

Dicho esto, creemos que los anarquistas ni estamos ni deberíamos estar en esa pelea, la de las reivindicaciones grandilocuentes y la política de altos vuelos. No deberíamos entrar en ese juego, aunque si queremos estar en las asambleas debemos asumir que tendremos que tragar y enfrentarnos a ello. A nosotrxs no se nos ha perdido nada en ese tablero. El movimiento del 15-M no es un movimiento anarquista o anticapitalista, así que las reivindicaciones anarquistas maximalistas están fuera de lugar. No tiene sentido luchar por que las asambleas generales asuman cosas como la autogestión generalizada, la abolición de las cárceles o incluso simplemente la huelga general indefinida, porque es evidente que la gente que está ahí y la gente que lo sigue con expectación y simpatía no está por eso. Suponiendo (y es mucho suponer) que por alguna extraña razón, o tejemaneje, se consiguiese que la asamblea general o las asambleas de los barrios aceptasen y asumiesen como propia alguna de estas consignas, lo más seguro es que el movimiento 15-M se desinflaría rápidamente, perdiese buena parte de sus apoyos y simpatías, y se quedase en un extraño cóctel frentepopulista de militantes izquierdistas, ciudadanistas, comunistas y anarquistas. Es decir, justo lo que siempre hemos criticado y donde nunca hemos querido estar. En política existe un término que se llama “votar con los pies”, significa que cuando no te gusta la gestión de un lugar, simplemente te vas a otro lado. Algo parecido pasa en todas las asambleas, hay mucha gente que cuando algo no le gusta o no se siente cómodo, se calla, agacha la cabeza y deja de pasarse, sin reflejar su descontento.

¿Por qué ocurre todo esto? Pues porque los movimientos reales suelen ser bastante complejos. Tienen su composición, su idiosincrasia y sus desarrollos, y, sobre todo, porque no se puede pretender que la gente se haga anarquista de la noche a la mañana. Ninguno de nosotrxs hemos llegado a serlo rápida e indoloramente, sino a base de equívocos, ilusiones, incoherencias, desengaños, debates, frustraciones, flipaduras y de darnos muchas veces de bruces contra el suelo (a veces en un sentido literal, con un policía encima). Da igual que en estas ocasiones, las personas y las cosas cambien vertiginosamente. Lo sentimos, pero creemos que, simplemente, no funcionará.

Tenemos que ser conscientes de la representatividad de las comisiones frente a las personas que integran la movilización. Esto se vio claramente en la comisión de Política, que en el momento de mayor auge pudo aglutinar unas 350 personas entre las dos subcomisiones (corto y largo plazo), está claro que las asambleas son abiertas y todos y todas podrían participar en ellas pero lo cierto es que al final se han convertido en dos subcomisiones que aparentemente se han separado por fases temporales, pero que realmente marcan dos postulados muy diferentes, el “reformista” y el “revolucionario”, entre los que están exigiendo y legitimando a las estructuras de poder con pequeñas (o grandes) reformas legislativas, y los que quieren marcar una hoja de ruta de ruptura con el modelo impuesto por el capitalismo.

Esto es un grave error ya que medidas “revolucionarias” o radicales, puede haberlas a corto plazo y a largo, sólo hay que tener claro de contexto actual y los pasos que queremos dar. Por citar un ejemplo, en la Comisión a Corto Plazo se plantean cambios en la Constitución española, y en la Comisión de Largo Plazo consensos como huelga general. No creemos que un cambio en la Constitución (necesita la aprobación de ¾ partes del Congreso de los Diputados) sea mucho más factible a corto plazo que convocar una huelga general (que es más una herramienta de lucha que un fin en sí mismo), por mucho que esto sea, a día de hoy, bastante complicado.

Creemos necesaria una reflexión sobre nuestra implicación en las comisiones, intentar que sean eficientes y el desgaste y el derroche de energías esté bien canalizado. No sirve de nada que 200 personas con un ideario “similar” se junten y marquen un rumbo que no sea ni asumible por este movimiento (a día de hoy) ni dejar que las exigencias a corto plazo sean simplemente un alegato a fortalecer el estado del bienestar… En dicha reflexión deberíamos hacer una autocrítica y plantearnos de forma inmediata propuestas a corto y largo plazo asumibles y que caminen o que nos hagan avanzar pasitos hacia una revolución social de verdad, ya que si no terminaremos en la inanición propia de un grupo de personas que están por encima del momento. Deberíamos mostrar cierta inteligencia y sumarnos de forma real a la ilusión de cambio que se respira estos días por la puerta del Sol, a ver si entre todos conseguimos que ese cambio vaya un poco más allá de cuatro arreglos en la fachada de la democracia.

Entonces ¿qué otras opciones tenemos?

Seguro que muchos se habrán planteado, o incluso se habrán encontrado haciéndolo casi sin darse cuenta, lo que podríamos llamar rebajar el discurso, es decir, edulcorar nuestras propuestas a ver si con un poco de azúcar pasan mejor. Por ejemplo, jugando un interesado confusionismo semántico que habla de “democracia directa” en vez de “anarquía”, tragar con todo lo que tengamos que tragar para mantener la historia en el tiempo, etc., etc.

Otra opción es abandonar el chiringuito por reformista. Tal y como nosotrxs lo vemos esto es simplemente absurdo. Básicamente porque ni actualmente ni a lo largo de la historia, los movimientos revolucionarios brotan de la nada o surgen solos, sino que son los propios revolucionarios, y los acontecimientos, los que con su esfuerzo y tesón a veces consiguen que los movimientos sociales dejen de ser el coto de partidos, aprovechados, etc.

Aunque hablaremos de esto más adelante, dejemos claro que nuestra idea no es convertir el movimiento 15-M en un “movimiento revolucionario” de masas, algo igual de peliculero que pensar que la anarquía vendrá mañana si lo deseamos con suficiente fuerza. Tampoco estamos diciendo que tengamos que estar por estar hasta el final. Tenemos bastante claro que, si no hacemos las cosas bien, en algún momento habrá que irse o, también bastante probable, nos acabarán echando. Pero nos parece obvio que ese momento no ha llegado aún, que todavía hay oportunidades de aportar y participar en esta historia, sobre todo de cara a la convocatoria de asambleas populares en los barrios.

Sirva esto para dejar claro que no somos unos ilusos, a los que el 15-M les ha nublado la vista o que han cerrado sus chiringuitos “por revolución” (más marketing), sino simplemente somos anarquistas que hemos visto una oportunidad clara, la primera en muchos años, de participar en un movimiento real de tamaño considerable.

3. Por una participación anarquista práctica y concreta.

En nuestra opinión, lo que está en juego en el movimiento 15-M es conseguir que sea un punto de partida capaz de activar la lucha cotidiana por aspectos concretos y básicos, una lucha que se lleve a cabo desde la horizontalidad, el asamblearismo, la acción directa, la participación directa, la solidaridad, etc. que forman parte de las coordenadas básicas del movimiento 15-M. Que las asambleas no sólo sean sitios desde los que pedir (¿A quién? ¿Cómo?) leyes, reformas y referéndums (¿Cuáles?), sino que sean espacios en los que la gente debata sobre sus propios problemas, busque soluciones y decida cómo llevarlas a cabo por ellxs mismxs. Que se conviertan en puntos de encuentro, de comunicación y participación real. Pequeños (o grandes) núcleos solidarios de resistencia.

Está claro que una parte importante de este proceso es qué problemas y qué soluciones se van a tratar, qué contenido, por así decirlo, van a expresarse en dichas asambleas. Ese podría ser la otra tarea que podríamos marcarnos, intentar que los temas a tratar en las asambleas sean cuestiones de clase, de género, etc. que profundice, desde la práctica, en la crítica del Estado, el capital y el trabajo asalariado.

Dicho de otra forma, nosotrxs proponemos una participación práctica y concreta desde una perspectiva y unas formas de funcionar antiautoritarias, sobre cuestiones básicas de clase y otras opresiones igual de importantes como el patriarcado, el racismo, etc.

Para complementar esta contribución práctica también debemos aportar nuestro punto de vista y nuestro discurso, una vez más, sin caer en maximalismos del tipo “¡Revolución ya!” y cosas por el estilo.

Tal y como nosotrxs lo vemos, intentar que la gente haga suyo nuestro discurso no es, no debería ser, ir a machacar con las consignas y principios anarquistas de toda la vida. Consignas que, en nuestra opinión, estarán fuera de lugar. No porque no tengan sentido o no sean verdad, sino porque no están en la onda de lo que está pasando, están fuera de contexto. Esto es como si tú estás hablando con un colega de fútbol y viene otro a contarte nosequé historia de una película iraní, pues ni caso. ¿Significa esto que debemos abandonar el anarquismo y pasarnos a la democracia? Lógicamente no. ¿Debemos escondernos? No. ¿Debemos exhibir al mundo que somos anarquistas? Para nosotrxs, no tiene ningún sentido si eso no va más allá que “ser anarquista”. Llamarse a uno mismo anarquista no significa nada en sí mismo, no dice nada: ni bueno, ni malo. En nuestra opinión no se trata ni de escondernos ni de exhibirnos, sino de practicar el anarquismo en un contexto determinado. Un ejemplo: de todos los lemas que algunxs de nosotrxs y otrxs compañerxs cantamos uno de los primeros días en Sol sólo un par de consignas se extendió mínimamente más allá de nuestro circulo: “el pueblo unido funciona sin partidos” y “A, anti, anticapitalistas”, ¿Por qué? No porque los lemas fuesen gran cosa, que no lo son, ni porque fuesen ingeniosos, que tampoco, creemos que fue porque, en ese momento y en ese lugar, eran lemas que puede contactar al menos con parte de la gente que estaba allí. Nos guste o no, la gente ahí no estaba contra la policía nacional, ni quería tumbar al Estado… el trabajo es mucho más de fondo… Si nos limitamos a cantar o a proponer en las asambleas consignas descontextualizadas, lo que hacemos es caer en la propaganda pura y dura, en el peor sentido de la palabra, no en la participación.

Y es que en muchas ocasiones nos puede la inercia, seguramente como a todxs lxs demás. En vez de pensar qué podemos y queremos decir acabamos yendo a lo fácil: al “la lucha es el único camino”, al “de norte a sur, de este a oeste….”, “muerte al estado….”, etc. Un discurso, en nuestra opinión, fuera de lugar y, por tanto, ineficaz. En el Bloque Libertario de la mani del 15M pasó un poco lo mismo, tras una primera fase con lemas (mejores o peores, más o menos útiles, eso es lo de menos) pero sobre el tema en cuestión (democracia, capitalismo, crisis) se pasó a un remix del gueto (desde los presos a Patricia Heras pasando por el policía asesina), resbalamos hacia la autorreferencialidad, hacia el hacer piña… Por desgracia, por allí nadie sabía quién era Patricia Heras más que nosotrxs cuatro, ¿qué sentido tenía gritar sin un panfleto que lo explicase?, sólo desconcertamos a la gente, que nos mira como si viniésemos de otra película… Todo tiene un momento y un lugar, y si no sabemos adaptar nuestro discurso al momento y al lugar, nos irá mal. Adaptar el discurso no es rebajar el discurso, es adecuar el mensaje al contexto y adecuar el código al receptor, es dar nuestra opinión sobre lo que la gente está hablando, no sobre lo que nosotrxs creemos que debería estar hablando la gente…. Y dar esa opinión en su “idioma”, no en nuestro “dialecto”, lleno de tecnicismos y modismos, cómodos para hablar entre nosotros, pero que generan barreras y confusiones con quien no los maneja.

4. Algunos objetivos y posibles ejes de actuación

Esta propuesta de participar desde la práctica y desde lo concreto tiene varios objetivos. Obviamente, mejorar nuestras condiciones de supervivencia dentro del capitalismo. Seguro que algunx lo tachará de reformismo, para nosotrxs es simplemente necesidad. Otro objetivo es ser capaces de señalar y desmontar, durante el proceso, todas las contradicciones y miserias del capitalismo, la democracia, los sindicatos, etc. No mediante discursos elaborados y prefabricados, sino a través del debate y la reflexión sobre lo que nos vayamos encontrando, algo mucho más complejo y trabajoso que simplemente editar libros escritos en otro momento y en otro lugar. También busca crear y extender una cultura de lucha entre la población, un sentimiento colectivo de que las cosas se consiguen luchando junto a otros iguales, solucionando los problemas por los mismos afectados, desde la solidaridad y el apoyo mutuo, sin delegar en profesionales de la mediación o la representación. Un sentimiento de “hoy por ti, mañana por mí” que cale entre la población y que desplace al “cada uno a lo suyo” y el “menos mal que no me ha tocado a mí” que arrasa en nuestra sociedad.

Por último, si algo nos ha quedado claro en esta última semana es que, si bien lxs anarquistas tenemos mucho que aportar, tenemos también mucho, muchísimo que aprender, tanto de la gente que nos encontremos en el camino como de las situaciones a las que tengamos que enfrentarnos. Participar en las asambleas será la oportunidad perfecta de aclararnos nosotrxs mismos, nuestras posturas y la manera en las que se las comunicamos a nuestros iguales. Esto es lo normal. La mejor manera de darnos cuenta de nuestros fallos e incoherencias (que las tenemos y seguramente serán muchas) es tratar de explicar y compartir nuestra postura con quien la desconoce.

Creemos sinceramente que esta puede ser una buena manera de salir de la trampa de una intervención desde la ideología, que pretenda que se aprueben principios u objetivos a largo plazo específicamente anarquistas, algo que, como hemos repetido unas cuantas veces ya, no es algo que esté o pueda estar en el orden del día de aquí a mañana. Creemos también, que puede ser una manera de obviar y esquivar las luchas de poder que se darán en las asambleas por las cuestiones de alto nivel (leyes, etc.) sin tener que dejar por ello de participar en un movimiento que aún puede dar mucho juego. Meternos en una guerra de desgaste para que no salgan dichas propuestas o enfrentarnos abierta y continuamente a todos los izquierdistas, ciudadanistas y gente normal que sólo quiere un par de cambios no nos va a valer para nada. Tenemos que ser conscientes en todo momento de dónde estamos y hasta dónde puede llegar. Si no hacemos este ejercicio de análisis y de reflexión continuamente nos vamos a llevar un palo muy serio y una frustración considerable.

Por supuesto, al participar en el movimiento 15M siempre vamos a correr el riesgo de acabar haciéndole el curro y el trabajo sucio a la izquierda y al ciudadanismo. Nosotrxs creemos que a día de hoy, dada nuestro escaso poder de convocatoria y apoyos, este riesgo siempre va a estar ahí, en cualquier movilización real a la que nos sumemos (huelgas, conflictos antidesarrollistas, etc.). Es un riesgo que no se puede prever, y seguramente sea algo que, hasta cierto punto, no se pueda evitar, lo único que podemos hacer es permanecer atentxs, no dejar llevarnos por la emoción y tratar de valorar en qué momento nuestra participación se está limitando a la de ser mano de obra de otrxs, en ese momento será necesario abandonar el chiringuito.

Para acabar esta sección, vemos necesario concretar algunas líneas de actuación que se nos han ocurrido como ejemplo de lo que tenemos en mente. Ni son las únicas, ni son las mejores, de hecho son bastante vagas, sólo son algunos ejemplos que se nos han ocurrido o que hemos escuchado estos días en las asambleas. Entre todos deberíamos completarlas, clarificarlas, criticarlas, etc…

· Vivienda: Autoorganizarse para resistir frente a los desahucios y el mobbing inmobiliario. Proponer la okupación como alternativa temporal en los desahucios que no se frenen. Presionar a los caseros que pasan o se aprovechan de sus inquilinos. Presionar mediante la acción directa a las sucursales bancarias de las que dependen las hipotecas de familias en problemas para que las renegocien o simplemente para visibilizar el conflicto. Visibilizar el conflicto mediante banderas o similares en los balcones de las casas que estén siendo presionadas.

· Trabajo/Paro: Aprovechar el ejemplo asambleario de Sol para llevarlo a los curros, debatir y hablar en las asambleas sobre los conflictos laborales, sobre nuestros problemas como parados, proponer que las asambleas sean un punto de apoyo si tenemos algún problema en el curro. Visitar y denunciar los trabajos en los que se produzcan accidentes laborales…

· Migraciones: Tratar de implicar a los inmigrantes, que seguramente estén subrepresentados en un primer momento, informar a la gente de lo que pasa en los CIEs, informar y proponer mecanismos de actuación frente a las redadas contra inmigrantes, autoorganizarse para ofrecer información legal, mediante asesorías, talleres, etc.

· Salud-Sanidad: tratar de implicar a trabajadores y usuarios-sufridores de la sanidad pública en la lucha contra su deterioro y la inaccesibilidad, evitar que nos enfrenten a unos contra otros (“la culpa es de los trabajadores que curran poco” o “la culpa es de los viejitos que van mucho”).

· Género: hay que ver cómo contrarrestar la enorme oleada actual de anti-feminismo que se masca a nivel social, y que se ha expresado varias veces en las acampadas. Podría ser interesante tratar de incidir o debatir sobre la violencia machista…

· Organización: Tratar de mejorar el funcionamiento asambleario. Luchar por una horizontalidad real, no meramente formal, evitar la formación de camarillas de especialistas o de representantes perpetuos, evitar convertirnos en una camarilla de especialistas o representantes perpetuos.

Estos temas y propuestas son claramente limitados, fruto de la prisa y de nuestra propia inexperiencia en este tipo de movidas. Hay que mejorarlas, afinarlas y compartirlas. Y sobre todo, hay que construirlas en común con la gente que vaya a las asambleas, en un proceso que cambiará tanto las propuestas como a los que las asumen y las ponen en práctica y que, seguramente, irá de menos a más. No nos pensemos ahora que por ir con cuatro propuestas concretas en vez de con la cantinela ácrata de siempre, la gente las va a aceptar por arte de magia. No, no estamos proponiendo conjuros, tenemos que tener claro, que aun siendo capaces de iniciar este proceso, será un camino largo y difícil. Creemos que con el tiempo, todos iremos aprendiendo y sacando más cosas en claro. De alguna forma, los anarquistas tenemos que tomarnos las asambleas del 15-M como un laboratorio en el que experimentar, proponer, equivocarnos, aprender y volver a empezar.

5. Asambleas de barrio: esperanzas y localismos

En buena parte este texto se ha escrito con la mente puesta en que llegue antes de las asambleas populares en los barrios que se han convocado para el 28 de mayo, de ahí su urgencia, su precipitación y buena parte de los errores que tendrá.

La extensión a los barrios es una extensión lógica porque la acampada en Sol es insostenible a largo plazo y porque, por sus características, permite una participación mucho más limitada, como ya hemos comentado.

Hablando con muchos compañerxs hemos visto que algunos tienen bastantes esperanzas en las asambleas de barrio. La idea es “ya no hay nada que hacer en Sol, vamos a los Barrios”. No nos engañemos, si el movimiento 15-M sigue su tirón los barrios van a ser Puertas de Sol en pequeñito, con todas sus cosas buenas pero con todos sus defectos, incluidos los militantes de partidos que van de pesca, los ciudadanistas, etc. En algunos barrios y pueblos del Sur de Madrid, de hecho la proporción de militantes de partidos políticos puede incluso aumentar respecto a la que nos encontramos en Sol. Puede que el terreno de juego sea más pequeño y menos abrumador, pero la heterogeneidad, los problemas, contradicciones y conflictos van a ser los mismos o incluso mayores.

Nosotrxs creemos que lxs militantes izquierdistas, así como toda la gente corriente que está por las cuatro reformas básicas, van a tratar de que las asambleas populares se conviertan en focos desde los que promocionar las consignas y reivindicaciones por las que han peleado en Sol. Que se encarguen de recoger firmas, y de hacer propaganda de las movilizaciones y de sumar apoyos en los barrios (asociaciones vecinales, de comerciantes…) de cara a la estrategia que tengan a medio plazo para llevar a cabo los cambios legales. Y poco más. Los ciudadanistas puede que intenten empujar un poco más hacia problemas específicos de los barrios, estableciendo lazos con las asociaciones de vecinos que puedan, potenciando sus locales, centros sociales y oficinas de derechos sociales allá donde los tengan, etc.

Ya hemos comentado en el punto anterior que creemos que puede ser una manera interesante de participar en dichas asambleas, no nos extenderemos. Sí que nos gustaría comentar que en cada barrio y pueblo algunos temas y propuestas pueden tener más calado que otros (por ejemplo, en algunas zonas las redadas contra inmigrantes son más frecuentes que en otras, en algunos sitios la sanidad está peor que en otras, etc.) Habrá que ver qué es más necesario y más importante en cada caso concreto, aquí no hay fórmulas mágicas.

6. Cuestiones tácticas

El texto se va alargando y queremos cerrarlo con algunas reflexiones -intentaremos ser breves- sobre ciertos aspectos tácticos que hemos visto, y que seguiremos viendo, en los próximos días.

· Violencia/No violencia: Como comentamos al describirlo, el rechazo a la violencia es un punto básico sobre el que se asiente el movimiento del 15M. Los iniciadores (Democracia Real Ya) se encargaron de expresarlo de la manera más asquerosa posible: desmarcándose de los incidentes tras la mani y señalando a quien hiciese falta. Tampoco es que sea muy extraño, dado el bombardeo mediático con este tema los últimos años. A través de la policía, medios como La Razón o Público no dudaron en alertar sobre el peligro de los “400 antisistema” que trataban de controlar y/o reventar el movimiento. Una semana después, nada de nada. Parece que la gran mayoría de los anarquistas hemos asumido (con mayor o menor problema) que no pasa nada porque alguien se declare no violento. La violencia o autodefensa es una cuestión que siempre va a estar ahí, pero que es completamente secundaria. Si dejamos de considerarla algo que puede ser útil o no, beneficiosa o perjudicial según las circunstancias y la transformamos en algo irrenunciable, o nos entra la pataleta por que el 15-M cante las bondades de la violencia estaremos perdiendo el norte completamente. Hoy toca no violencia, otro día tocará otra cosa.

· Asamblearismo: se escucha mucho la crítica de que las asambleas no son verdaderas asambleas, que no hay una horizontalidad real, que hay algunos que tratan de manipularlas, etc. Lógico, porque son asambleas de verdad, con gente normal, en medio de una pelea entre diferentes sectores por “controlar” (conscientemente o no) la situación. La horizontalidad, la igualdad, la eficacia de las asambleas, la comunicación de las asambleas, el que sean saludables, no es algo que venga dado porque la gente se reúna en una plaza y hablen entre ellos. Ni de coña. Hay que pelearlo frente a los manipuladores, políticos e intoxicadores; y hay que construirlo frente a los años de desmovilización, de gregarismo y delegacionismo cotidiano. Si no tenemos esto claro, estamos en manos de los que van para que las asambleas sean las correas de transmisión que se limiten a aprobar o a aceptar sus propuestas cocinadas en casa.

· Luchar contra monstruos: Participar en asambleas en las que hay gente que está dispuesta a hacer lo que haga falta (manipular, mentir y, la mayoría de las veces, hacerse el tonto) para que salga su historia es muy complicado y frustrante. Cualquiera que haya pasado por ese trago puede decir que es una jodida mierda. Primero, por todo lo que te toca tragar, segundo porque no todo el mundo suele verlo, con lo que si acusas a alguien acabas siendo tú el que levanta sospechas, tercero, porque acabas confundiendo lo que son simples fallos o despistes con intentos descarados de manipular (rozando la paranoia) y, por último, porque en cuanto no te das cuenta acabas haciendo o viéndote obligado a hacer cosas parecidas a ellos. En estos días hemos oído cosas como “copar las comisiones”, “tomar los puestos de poder en las asambleas”, “dispersarse por las asambleas”, “hacer como que no nos conocemos” y otras lindezas, por parte de compañerxs de los que no tenemos ningún tipo de duda o sospecha, y a los que por supuesto, no vamos a juzgar. Este tipo de situaciones son así, la frustración, el cabreo con los manipuladores y el encontrarse contra la espada y la pared te hacen decir y hacer cosas del estilo. Contra esto no hay más remedio que estar atento constantemente, hacer autocrítica y saber criticar y encajar las críticas, sin acusaciones histéricas o victimismos estúpidos. Y asumir que en algún momento que otro nos vamos a manchar las manos, lo queramos o no. Pasa en las mejores familias.

· “No tengas miedo, sólo ve adelante y juega” Ch. Parker: Enlazando con lo anterior, hay que ser conscientes de que participar en el movimiento 15-M es entrar en territorio desconocido para la mayoría de nosotrxs. Asumamos que la vamos a cagar y mucho. Lxs anarquistas ni somos ni queremos ser perfectxs, tenemos todo el derecho del mundo a equivocarnos. Negarse a actuar por miedo a transformarse en un reformista, o peor aún, por miedo a que algún imbécil te tache de reformista o de vanguardista es tan absurdo como renunciar a pensar por miedo a equivocarse.

· Vanguardismo anarquista: Dos palabras que juntas podrían parecer una contradicción pero que no lo son, ni mucho menos. Algunas corrientes marxistas se consideran y se jactan de ser vanguardia o de pretender serlo, aun cuando nadie les haga ni caso. Lxs anarquistas rechazamos convertirnos en vanguardia, lo que no quita para que, si nos despistamos, acabemos cayendo en el vanguardismo. Si se trata de ir mucho más deprisa que el ritmo de los acontecimientos, se corre el riesgo de irse desligando más y más de ellos hasta quedarse solo, lejos de la realidad y de lo que está pasando. Aún más, eso ni siquiera te asegura estar “por delante” de lxs demás, puedes haber cogido un camino equivocado. Lxs anarquistas no queremos decirle a la gente lo que tiene o no tiene que hacer en base a un mejor conocimiento de algún libro sagrado o del santoral revolucionario, pero eso no implica que en ocasiones acabemos creyéndonos mejores al resto y que pensemos que deberían “seguir nuestro ejemplo”, especialmente cuando participamos en conflictos de este tipo.

· Simbología y dialectos: Para que nuestra participación sea eficaz y podamos construir colectivamente algo que merezca la pena es necesario que dejemos a un lado toda la simbología, códigos propios, palabras fetiche y demás merchandasing propio de nuestro movimiento-gueto. Igual que comentamos más arriba con el tema del discurso. Esto no significa rebajar el discurso o engañar a la gente, significa abandonar las palabras mágicas y las ideas fuerza que solemos utilizar. Conceptos como abstención activa, acción directa, apoyo mutuo, revolución, etc. no tienen por qué ser entendidos a la primera por gente que no está familiarizada con su uso. No sirve de nada enquistarse en ellos. Es más útil tratar de explicarlos en un lenguaje llano y sencillo, sin intelectualismos ni tecnicismos anarquistas. Lo mismo valdría para la estética de la propaganda, que suele ser tan uniforme como lejana para la mayoría de la gente. Un ejemplo claro es el problema que hubo con las A circuladas en la acampada de Sol. Como no se permite ningún símbolo político o banderas, mucha gente de la asamblea veía, con mayor o menor razón, que las A circuladas tampoco tenían lugar ahí. Entendiendo que las A circuladas no son símbolos políticos sino todo lo contrario algunxs anarquistas se lo tomaron bastante a mal. Otros, dando un ejemplo de que la horizontalidad y el consenso muchas veces se respetan sólo cuando les interesa, siguieron utilizándola en pancartas y pintadas. En cualquier caso, deberíamos reflexionar si todo esto no es nuestra culpa, de no haber sabido hacer ver durante todos estos años que no somos lo mismo que todos los demás, aunque, en nuestro favor, hay que decir que la decisión de dejar fuera también las A circuladas parece que fue discutida. El tema aquí es que las A circuladas es lo de menos, lo importante son los mensajes que queremos dar, y si tenemos que dejar de ponerlas, pues tampoco pasa nada. Al fin y al cabo, como decía con razón un compañero el otro día, no tenemos nada que vender (lo cual es cierto cuando en la práctica nos comportamos así, lo que no siempre es el caso). Peor que el caso de las A circuladas, que por mucho que nos pueda doler, es hasta cierto punto comprensible, es el caso del feminismo, que está encontrando cierta oposición tanto en las acampadas como en twitter, con gestos bastante feos y comentarios fuera de lugar.

7. El fin, al fin.

Terminamos, ya, por fin, haciendo una última reflexión. El movimiento 15-M ha tenido un principio y tendrá un final. Siendo realistas y teniendo en cuenta lo pocxs que somos lxs anarquistas y nuestra inexperiencia es bastante improbable que nuestra participación en él sea el componente que determine su desarrollo y su fin. Aun así, creemos que tenemos margen y capacidad para participar en él y aportar, y que no se limite a un movimiento de reforma ciudadana, o al chiringo de cualquier partiducho. Esta propuesta va en ese sentido, en el de intentar ir un poco más allá. No tenemos muchas esperanzas en que el movimiento 15-M cambie radicalmente la naturaleza de la sociedad actual, no podría ni aunque quisiera, y todo parece indicar que no quiere. Aunque consiga sus objetivos, todo se traducirá en una reforma del sistema democrático o incluso en un reforzamiento temporal del estado del bienestar. Aun así, esto no son excusas para quedarse en casa. Creemos que hay que estar allí y participar, porque si lo hacemos medianamente bien, puede ser beneficioso para el anticapitalismo y el anarquismo a medio y largo plazo.

En primer lugar, nosotrxs creemos que el sistema democrático y el capital son como son, y que todos los partidos, en el fondo, son iguales. Si el movimiento 15-M prospera y consigue reformar el sistema democrático, acabando con el “bipartidismo” y la “partitocracia”; con el tiempo, los partidos minoritarios acabarán por quedar en evidencia, porque el sistema democrático y el capital son así.

En segundo lugar, hay una cosa positiva en todo esto, pase lo que pase. Hace un mes, el sentimiento general era “que mierda es todo, pero qué podemos hacer. No se puede hacer nada, etc.” Hoy hay bastante gente que cree que se puede cambiar la ley electoral, que es lícito saltarse lo que diga la Junta Electoral cuando es injusto, etc. Por algún sitio se empieza. Si el movimiento 15-M continúa y se consiguen cosas a través de movilizaciones y asambleas, y estas más o menos funcionan, independientemente del resultado, es una baza a explotar. En este país no se ha ganado nada de nada desde hace mucho tiempo: la entrada en la OTAN, nada, el PRESTIGE, nada, la Guerra de Irak, nada, las luchas en la Universidad, nada… De hecho, el único cambio que mucha gente asumió como propio fue cuando el PSOE gano al PP después del 11-M ¡y se hizo votando!, lo que encima reforzó las ilusiones democráticas.

En tercer lugar, el movimiento 15M ha conseguido sacar a la calle a la gente a hablar colectiva y públicamente de política, de algunos de los problemas sociales y políticos que les rodean. Esto era algo que hacía mucho tiempo que no se veía. La mayoría de las conversaciones son en torno a cuestiones de reformas, de cambios mínimos, pero, como decíamos antes, por algún sitio se empieza. De alguna forma ha abierto una brecha en el “no te metas en política”, el “desencanto” y el “no se puede hacer nada”, los tres regalitos que franquismo, transición y democracia nos habían dejado. Lo que no puede ser es que cuando la gente se quede en casa, la critiquemos por que no sale a la calle y cuando sale a la calle la critiquemos porque lo que pide no es la revolución social. Eso no tiene ningún sentido.

Si se consiguen algunas cosas mediante la lucha en la calle, creemos que cuando todo esto acabe, quizás sea más fácil convencer a la gente de que una asamblea en el curro puede funcionar, de que salir a la calle a protestar sirve para algo, que se puede ganar una huelga o echar abajo un plan urbanístico: mediante la solidaridad, la acción directa, etc. Por supuesto, si lo que se consigue se hace exclusivamente a través de maniobras políticas, votaciones, referéndums, etc. (algo bastante improbable si no hay una presión considerable desde la calle) lo único que va a salir reforzado es el sistema democrático. Ahí está la cuestión, y ahí debemos estar los anarquistas.

Veremos cómo acaba todo esto, pero el movimiento anarquista saldrá reforzado si sus prácticas, su forma de afrontar la realidad y algunos de sus puntos de vista se extienden y echan raíces en el ideario colectivo. El movimiento anarquista también será más fuerte si nuestra participación en el movimiento del 15M se traduce, tras la crítica, la autocrítica y el análisis público, en nuevas experiencias colectivas. Es poco probable que nuestros objetivos a largo plazo crezcan significativamente a nivel social gracias al 15-M, independientemente de que podamos convencer a cierta gente en el proceso. Esta lucha va por otros caminos, por el trabajo constante de abrir locales, de editar material, de análisis, de hacer jornadas, charlas, etc. que en ningún caso deberíamos abandonar sólo por estar en el 15M.

Algunxs anarquistas madrileñxs

[1] Durante la corrección del texto, la acampada de sol ha aprobado los cuatro puntos que conforman el llamado #consensodeminimos. No vamos a valorarlo, ya que no creemos que cambie esencialmente lo dicho en el texto, algo así nos esperábamos tarde o temprano.

[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Iniciativa_popular

[Debat] El 15 M como catársis demócrata

Dos textos de aportación al debate. El primero sobre el 15 M y el segundo sobre los límites del gueto. Los acontecimientos que se están sucediendo en los últimos días creo que aportan elementos interesantes para la reflexión pero, para ello, se hace necesario tratar de comprender qué es lo que esta pasando. Lo que ocurre no es, evidentemente, una revolución pero tampoco es una manifestación ciudadanista mas. El proceso se parece mas bien a alguna forma de catarsis colectiva un “darse cuenta”, hasta cierto punto, de un sector de la población que se identifica con la Democracia, el Estado de Bienestar y el Capitalismo. Este sector de población se siente frustrado por los cambios que se han ido produciendo en los últimos tiempos a raíz de la crisis y el enésimo proceso de adaptación y reajuste del sistema.
El malestar social por el endurecimiento de las condiciones de vida solo podía llegar, de momento, hasta donde ha llegado. Es un indicador de la inmadurez política respecto de la situación actual: el aislamiento en el que vivimos, la fragmentación de la conciencia y de las luchas, el ciudadanismo y la ideología socialdemócrata imperante limitan las posibilidades actuales de desarrollo de un movimiento realmente luchador y transformador. Los antecedentes de la actual situación los podemos encontrar en el decaimiento de los partidos y sindicatos tradicionales de la izquierda, también en las manifestaciones y acampadas contra el plan Bolonia de los universitarios, los movimientos antiglobalización o las movilizaciones de los sindicatos alternativos. De este contexto surgen los acontecimientos de los últimos días con todos sus límites y carencias.
Hay sin embargo dos aspectos positivos que se están dando. El primero es la toma de la calle para comunicarse a pesar de las legislaciones y resoluciones vigentes. El otro es el cambio de actitud de la resignación borreguil a la indignación de quien se siente estafado en sus aspiraciones: indignación entendida, eso si, como un primer paso para desarrollar una percepción mas clara de la esencia autoritaria y explotadora del sistema democrático actual y una actuación consecuente con la misma.
Al desarrollarse estos acontecimientos en sectores de la izquierda y ser el gueto parte de ésta, el proceso también nos alcanza a nosotros lo queramos o no. Esencialmente pone al descubierto nuestra falta de un proyecto de intervención en el contexto actual, nuestras dificultades para desbordar teórica y prácticamente al ciudadanismo y a la izquierda organizada en movimientos sociales.
Las manifestaciones y acampadas se han convertido en rituales de agregación colectivos. Estas formas rituales tienen más capacidad de remover las emociones respecto a la frustración por las condiciones de vida que otros rituales de moda hoy como los deportes, los espectáculos, las festividades o incluso los rituales políticos oficiales como las elecciones.

Una catarsis es un acontecimiento de purga y limpieza que libera tensiones emocionales y sirve para adaptarse a las situaciones cambiantes. En las catarsis se abre la posibilidad de acercarse a los propios límites que uno mismo se ha ido imponiendo, de comprender sus causas y de desplazarlos un poco más allá. Se abre la posibilidad también de acercarse a aquellas decisiones que no se quieren tomar por miedo al error, a la autodestrucción o al propio miedo. Por eso posibilitan un cambio de percepción y de hábitos.
Los procesos catárticos se dan cuando las emociones reprimidas son reestimuladas en un contexto en el que se han equilibrado la tensión del pasado con la auto-confianza del momento. Entonces se desbloquean algunos esquemas y junto a cierta claridad mental emergen en cascada emociones reprimidas.
Las catársis arrastran consigo ciertos riesgos que limitan su potencial transformador, su potencial de toma de conciencia. El primero es el egoísmo, el excesivo interés por uno mismo, su vivencia del momento y el centrarse en los propios problemas puede bloquear el proceso camuflándose de humildad y altruismo. El segundo riesgo es engreimiento de los que se “han dado cuenta”. Su nueva situación les impediría desarrollar la autocrítica necesaria y evitarían así mismo prestar atención a las opiniones “incómodas”. El tercero es, a raíz de lo que se ha descubierto, uno se acomodaría en la autocomplacencia vanagloriándose de su nueva situación. Un último riesgo es el delirio puro y simple fruto de la liberación de las emociones antes aprisionadas. Este delirio puede tomar forma de un enganche con el acontecimiento vivido, de creencia en los parques temáticos para jóvenes descontentos o cualquier otro asunto que sirva para evitar la vuelta a la normalidad gris.

Creo que la principal utilidad que podemos sacar de todo lo que está ocurriendo es la de comprender nuestros propios límites y carencias. La falta de un proyecto de intervención en sentido revolucionario se ha hecho claramente visible si uno se fija en las actitudes de quienes provenimos del gueto militante, okupa o el que sea. Unos han confiado en que aportando su esfuerzo y sus críticas constructivas conseguirían hasta cierto punto reconducir en algunos aspectos el asunto, convirtiéndose en mano de obra de la izquierda como siempre. Otros observan desde la distancia y, a veces con cierta arrogancia típica del gueto, lo que ocurría a su alrededor como espectadores pasivos. A otros, entre los cuales me incluyo, nos ha hecho aflorar la sospecha de que no estamos preparados para afrontar una oportunidad como esta (mucho menos otra más contundente) y hemos basculado confusos en la duda. Este texto es un intento de salir de esa situación para poder comprender y aprovechar lo mejor posible este u otros acontecimientos que se puedan darse. Creo, sin embargo, que es importante señalar que nuestras carencias tienen consecuencias graves sobretodo en el día a día, ocurran o no acontecimientos espectaculares. En los momentos en que aparentemente no ocurre nada llamativo seguimos atascados sin poder actuar de forma eficaz y coherente contra una realidad que no deja de ser insoportable.
Para poder aprovechar las situaciones que cotidianamente se nos presentan hay que ser muy crítico con la realidad que vivimos pero creo que ésa crítica debe saber detectar también los aspectos interesantes sobre los que se puede uno apoyar para impulsar los propios proyectos. Sino se corre el riesgo de reproducir el discurso del sistema (y de la izquierda de éste) que afirman que el apoyo mutuo, la autogestión de las luchas y la autonomía son bellas imposibilidades.

La crisis del sistema de dominación capitalista hace que éste necesite reajustar su modelo de gestión y control cada cierto tiempo. La izquierda y los movimientos sociales ciudadanistas son la vanguardia creativa que se presenta voluntaria para éste proceso. En éste sentido están haciendo su papel colocándose a la cabeza de las protestas para imponer su mensaje y legitimarse como gestores legítimos del descontento. El sistema necesita ciudadanos activos para transformarse y evitar explosiones de descontento incontrolables. Los movimientos sociales necesitan del Poder y de los manifestantes para erigirse como interlocutores y por eso sus textos y debates manejan el lenguaje del Poder (democracia, iniciativas legislativas, etc.). Una casi inexistente perturbación del orden público y una nula obstaculización de los intereses económicos parecen garantizar que este movimiento sirva como válvula de escape que prevenga males mayores.
Los dos pilares sobre los que se apoya el sistema de dominación y explotación capitalista son la Democracia y el Estado de Bienestar. Y esto es así porque son éstos los que mejor se adaptan a sus necesidades mientras que otros modelos mas rígidos como el fascismo o el estalinismo sirven solo en períodos concretos y limitados de especial agitación o descontento. Querer mejorar la Democracia es, en mi opinión, contribuir a perfeccionar el sistema opresivo y explotador al que estamos sometidos.

A pesar de todo lo dicho creo que el momento actual puede ser interesante para tratar de desarrollar algunos asuntos pendientes.
El primero de todos, y mas importante creo yo, es el de tomar conciencia de lo poco preparados que estamos. La situación actual muestra las carencias del gueto y que estas no son muy distintas a las del resto de la población. Hace visible también la alienación en la que vivimos y nuestra inexperiencia en intervenciones fuera de los límites de nuestro propio gueto. Visibiliza al mismo tiempo nuestra falta de preparación para participar en un contexto en el que la recuperación no viene tanto de la mano de organizaciones izquierdistas tradicionales sino de un ciudadanismo abanderado por los movimientos sociales con los cuales todavía no hemos marcado las diferencias necesarias. La autocomplacencia con la que nos cocemos en nuestro propio ambiente se ha hecho evidente al ver como se ha reaccionado ante este acontecimiento sea como mano de obra, como espectador crítico o con confusión y descoloque.
Otras posibilidades con menos probabilidades de avance y aprendizaje pero no por ello deshechables serían tratar de, en las asambleas con un tamaño razonable, impulsar la intervención en asuntos que realmente tocan a la gente en su vida cotidiana. Se trataría de, alejándonos de las chorradas que se dicen en los manifiestos y puntos reivindicativos, y sometiendo a una crítica contínua los presupuestos ciudadanistas centrarnos en temas concretos y limitados. Así se podría tratar de parar desahucios y desalojos partiendo desde una perspectiva de lucha contra la mercancía y por la imposición de nuestras necesidades sobre su negocio. En la misma línea tratar de impedir los cortes de agua, luz o gas desde la lucha contra la mercantilización de los recursos básicos. Fomentar el saboteo masivo de máquinas expendedoras de billetes para defender la libre movilidad. Otra línea podría ser defenderse de la explotación contra las reformas laborales, de pensiones desde una posición de rechazo del trabajo asalariado que es la única coherente. Una más podría ser la lucha contra los planes urbanísticos desde una crítica del desarrollismo y el urbanismo como negocio y disciplina de control territorial de la población.
Soy un poco pesimista con las posibilidades de experimentar realmente estas otras vías en el momento actual visto el carácter cívico, domesticado y buenrrollista que se huele en la plaza del Ayuntamiento (de Valencia). Sin embargo si no es ahora tendrá que ser más adelante cuando debamos plantearnos como afrontar estos temas desarrollando al mismo tiempo un proyecto que nos permita superar el gueto político, a los movimientos sociales y a la izquierda en general.
Como complemento a esta aportación al debate y la reflexión incluyo un texto elaborado hace un tiempo acerca del gueto y sus límites titulado “Jugar con arena” con vistas a avanzar un poco en el debate sobre nuestros límites y necesidades.

Valencia, mayo del 2011

Jugar con arena

Un arenero infantil es, según la definición oficial (1), un recipiente de un área de juegos de niños que, delimitado por unos elementos de contención y relleno de arena o grava sirve para fomentar juegos. Extraoficialmente (2) es un área, acotada, donde los niños juegan seguros mientras los adultos continúan, sin ser molestados, con sus actividades habituales.
La escena que mejor resume, en mi opinión, al gueto del que hemos participado durante años es la siguiente: Un arenero infantil en el cual hemos construido castillos de arena adornados con múltiples símbolos (okupa, antifa…). La salida del arenero pasa por recorrer un laberinto del cual desconocemos la forma pero en el que no hay atajos. En el exterior, la izquierda y la derecha del capital se ocupan de sus asuntos sin ser molestados, de hecho, a veces nos utilizan como excusa o justificación en su propio interés.

Necesidad crítica al gueto

Cada vez que hemos intentado afrontar nuestras limitaciones de forma que pudiéramos intervenir de forma eficaz en nuestro entorno nos hemos perdido. Salir de este laberinto exige tomar conciencia de nuestra situación y hacer un esfuerzo de crítica. Una crítica que cuestione al gueto, del que formamos parte, pues es éste el que crea la ilusión falsa de intervención en lo social. La crítica deberá extenderse a cualquier otro espejismo que nos lleve a creer que avanzamos en nuestro proceso de liberación y que no se corresponda con lo que ocurre realmente.
Si se consiguen hacer visibles las dinámicas del gueto se podrá tomar la suficiente distancia respecto a ellas para poder comprenderlas y se abre la posibilidad de superarlas. Sino, estaremos condenados a vivir y ver a través de la traducción defectuosa que esta perspectiva nos aporta de lo que nos ocurre. Tendremos que ser capaces de observar “las gafas” del gueto para comprender la situación desenfocada en que nos encontramos.
Para poder superar el infantilismo que implica considerar al Estado, al Capital y a la izquierda como únicos responsables de nuestra historia y de nuestras limitaciones, hay que retejer los fragmentos de nuestra experiencia común, integrarlos entre si y en nosotros mismos. Esto también ayudará a comprender como hemos llegado a la situación actual. Relacionando las características actuales del gueto con el contexto de la izquierda y del modelo social en conjunto se puede conseguir una visión más completa de nuestra situación que nos ayude a superarla.

El gueto

Aunque el gueto es algo escurridizo conviene tratar de encontrar una definición, aunque sea temporal, para entendernos. Ahí va un intento: El gueto es una identidad de transición a la adultez de algunos sectores juveniles a los que, en un principio, les impulsa cierta inquietud por transformar radicalmente la realidad. Estos deseos de cambio acaban siendo neutralizados, una y otra vez, por la propia dinámica del gueto que fomenta el aislamiento y una visión distorsionada del contexto social.

Tratar de condensar lo que uno piensa que és el gueto en una o dos frases conlleva el riesgo de simplificarlo todo demasiado, perdiéndose, por el camino, aspectos importantes del asunto. Para intentar completar un poco esta definición se puede percibir el gueto desde tres planos: el de su estructura y componentes, el de la forma que toman las relaciones que se dan dentro del mismo (y con el exterior) y el de su evolución en el tiempo. Se puede hablar así de:
1)la estructura del gueto, como conjunto de personas, colectivos, ocupaciones, distribuidoras, medios de contra-información, eventos institucionalizados propios, bandas de rock-rap-loquesea…con sus características propias.
2)el efecto gueto, como una forma concreta de relacionarse con uno mismo y con el entorno caracterizada sobre todo por una mezcla residual de prácticas y teorías izquierdistas y del contexto social alienante y fragmentario (3) en que se nos desenvolvemos.
3)el ciclo gueto, sería el proceso evolutivo que hace que sectores juveniles de la extrema izquierda (LCR,MC,CNT,CGT) en un momento de conflictividad social baja y de crisis de sus organizaciones (a mediados de los años ’80) decidan reproducir aquí una versión del modelo de la autonomía italiana y alemana de los ’80. Un modelo que proyecta su atención hacia los propios sectores juveniles centrándose, en principio, en la insumisión, la ocupación y el antifascismo. Los temas irán cambiando con el tiempo pero la esencia y prácticas endogámicas no. Si el ciclo del gueto se caracteriza sobretodo por el proceso de repliegue, habría que incluir en él los “despliegues” que se han dado, o se han intentado dar, como la consolidación de los movimientos sociales, el llamado insurreccionalismo o nuestro propio intento de superarlo actual (sus causas desencadenantes, al menos).

Orígenes

Como se ha comentado mas arriba el gueto surge a partir de una crisis de la extrema izquierda a mediados de los ’80 (escisión CNT-CGT, derrota en el referéndum de la Otan, institucionalización de las asociaciones de vecinos, colectivos feministas y ecologistas…). Esta crisis hace que haya algunos sectores juveniles, del entorno de las organizaciones tradicionales, que deciden separarse de ellas. El carácter de esta separación será formal y precario. Será formal en el sentido de que se sigue actuando desde los mismos valores, visión del mundo, objetivos y hábitos pero con estructuras propias y una estética importada de los okupas de Alemania y Holanda. Su carácter precario se hará visible cada vez que se presenten cuestiones relacionadas con temas para los que “no se sienten preparados” o que no son los habituales de su práctica, entonces la separación se anula. O sea, que se sigue funcionando, de hecho, como las juventudes de la extrema izquierda, en sentido general.

Características y consecuencias

Si profundizamos en las características del gueto nos encontramos con que las tiene propias, otras compartidas con el resto de la izquierda y otras compartidas, también con el resto de la sociedad.
La seudo-intervención es un aspecto típico del gueto. Implica creer que se participa, hacer como que se hace, pero en realidad llevar adelante solo actividades endogámicas. La creencia en el éxito, dar por supuestas transformaciones que, presuntamente, se están logrando es solo una extensión del autoengaño anterior. Otra variante de la misma es la confusión entre objetivos y resultados, el creer que “lo estamos haciendo” sin tener en cuenta los resultados reales: cualquiera que cuestione el logro de objetivos es probable víctima de la propaganda oficial.
Otra de las características propias del gueto es la convicción de que, cambiando la propia conciencia, se está cambiando el mundo. Si creemos que la sociedad es una proyección de nuestro yo y que, si nos transformamos a nosotros mismos esta se transformará, olvidamos la importancia que tienen las estructuras de dominación y el carácter colectivo de cualquier transformación social. Lo colectivo y lo individual son aspectos interrelacionados e interactivos, pero nuestro peso en la evolución de los acontecimientos es muy limitado.
Las organizaciones clásicas de la extrema izquierda se organizan sobre la base de sus respectivas ideologías. En el gueto abunda, sin embargo, una visión fragmentaria e inconexa del mundo: la estética suele sustituir, en la mayor parte de los casos, a la ideología como elemento aglutinador, la superficialidad es su pegamento. Al obrerismo de la izquierda tradicional se le han añadido otros sujetos colectivos más acordes con los tiempos actuales: el gueto utiliza a presos, inmigrantes, precarios, vecinos, etc. como sujetos colectivos a “salvar”. Todo ello se suele hacer sin cuestionar la validez o eficacia del modelo obrerista. El vanguardismo típico de los grupúsculos de izquierdas se ha mantenido, si bien tiene un carácter más individual hoy, el sentimiento de superioridad típico del gueto es una buena muestra de ello. El sectarismo y la competencia propios de las organizaciones de izquierda han dado paso al individualismo típico del contexto actual que intensifica el aislamiento en el que nos movemos. En la organización tradicional la autocrítica era la antesala de la expulsión disciplinaria o la escisión. Hoy, sin embargo, la autocrítica está mal vista en el sentido de ser agresiva, hostil y aguafiestas: así se tratan de neutralizar sus efectos.
Los cambios en el contexto social en que se desarrolla el gueto hacen que algunas de sus características sean comunes a las del resto de la sociedad. Los ciclos de negocio capitalista se han hecho cada vez mas cortos, las empresas aparecen y desaparecen, los sectores de interés cambian, etc. Esto ha generado una cultura cortoplacista que se ha extendido a todos los ámbitos de la sociedad y de nuestra vida. El inmediatismo se impone. Lo que no satisface a corto plazo se deshecha, quién se queda parado no sale en la foto. Las consecuencias de esta cultura de la mutación permanente hacen que tengamos dificultades para mantener compromisos duraderos y que se extienda la desconfianza respecto a la lealtad en otros o en nosotros mismos. Las relaciones, el pensamiento y las dinámicas tienden a hacerse cada vez mas superficiales, si uno se deja llevar.
El cambio permanente, entendido como una necesidad para mantenerse conectados a la sociedad, genera incertidumbre y esto tiene consecuencias en nuestra capacidad para prever y desarrollar proyectos con un mínimo de continuidad. La incertidumbre permanente contribuye a la confusión que supone creer que se evoluciona, que se avanza, cuando en realidad estamos atrapados como ratones en su noria. Así desarrollamos una tendencia a la ambigüedad, a no pringarnos demasiado, como mecanismo defensivo ante posibles cambios en el escenario en que nos movemos.
Creer que nada tiene continuidad dificulta nuestra capacidad para desarrollar una conciencia propia y la determinación necesarias para autogestionar nuestras vidas. Al tener dificultades para tomar conciencia de nuestras necesidades se hace aun más difícil desarrollarnos como individuos autónomos, se fomenta un vacío interior que nos lleva a aferrarnos a las identidades que tenemos asignadas en la sociedad y en nuestro entorno cercano, el gueto por ejemplo.
Las empresas, en los últimos años, han cambiado. Las necesidades del mercado y de la competencia han hecho que la estructura empresarial se reorganice de arriba hacia abajo. De la estructura jerárquica clásica se ha pasado a una estructura en red, con nódulos o islas vinculados por relaciones de dominación. Esto permite a las cúpulas empresariales ejercer su poder y hacer los cambios que quieran en partes de la empresa sin asumir responsabilidades por las consecuencias: los choques se dan en los niveles inferiores de la jerarquía y todos tratan de escurrir el bulto, pasándose la patata caliente de la responsabilidad de unos a otros. La cultura que rezuma de esta forma de organización provoca un repliegue de los individuos hacia identidades, reales o ficticias, más cercanas: guetos, la vida familiar, etc. Así mismo se fortalece la cultura organizativa de la delegación y se tiende a usar esas comunidades para diluir la propia responsabilidad.
La sustitución de la industria por el comercio y la hostelería como sectores laborales mayoritarios ha hecho que un tipo concreto de cordialidad invada nuestras formas de relación. Es el tipo de cordialidad forzada del camarero, su sonrisa y su aparente saber escuchar que ocultan las relaciones de dominación que se ejercen entre empresario, cliente y trabajador. Nuestras formas de relación, impregnadas de este tipo concreto de cordialidad, este buenrollismo, huyen del conflicto, prefieren el lenguaje vacío, los clichés o la ideología antes que asumir los riesgos que supone tener un pensamiento propio, exponerlo y ser consecuente con él. La hostilidad o la cerrazón también sirven a veces como recubrimiento para lo que acabo de describir pero, creo, que es más común en nuestro entorno la máscara sonriente. La incomunicación que esto provoca anima el individualismo del “sálvese quien pueda”.
El desarrollo inicial del capitalismo se produjo al tiempo que el de la ilustración burguesa. Ambos impulsaron la idea de la razón analítica como guía de todo acto humano. Simultáneamente fomentaron la separación de la colectividad respecto a la naturaleza., la idea de que estamos orgánicamente ligados a la misma es un obstáculo para el negocio. El entorno natural se convirtió en algo separado que está ahí para ser usado. La ciencia se convirtió en verdad única rectora del proceso de explotación del ecosistema y las personas. La última broma del capitalismo moderno es su supuesta conciencia ecológica, que pretende hacer negocio con todo lo “verde”, sin renunciar a continuar con la destrucción del ecosistema.
La idea que tiene una sociedad de la naturaleza determina la manera en que los individuos nos relacionamos con nuestros impulsos inconscientes, nuestro cuerpo y el entorno social. Una consecuencia de la alineación respecto al entorno natural es tener dificultades para distinguir nuestros propios impulsos y necesidades reales de las que nos cuela la publicidad o la normativa social. La tendencia a dejarnos manipular y a manipular que se da entre nosotros es otra de esas consecuencias
La progresiva integración de las nuevas tecnologías tanto en el mundo laboral como en nuestras rutinas extralaborales han hecho que se empobrezcan conocimientos y habilidades básicos que, en otras épocas, permitían una mayor autonomía. La ola tecnológica nos arrastra, si no le oponemos resistencia, a convertirnos en espectadores aislados e impotentes de nuestras propias vidas. El ciber-activismo como forma de pseudo-intervención es una consecuencia más de esta transformación.
La perspectiva actual de la izquierda y del gueto se ajusta a las condiciones psicológicas apropiadas para el trabajo temporal en empresas flexibles y en condiciones de riesgo constante: un yo maleable cuyos fragmentos dispersos se pueden ajustar y reajustar a las necesidades cambiantes del capitalismo y del poder.

Alienación y fragmentación

Si se admite la sospecha de que muchas de las dificultades a las que nos enfrentamos están relacionadas con la separación, con la alienación, entonces convendría examinar un poco este término. En la génesis de alienación podemos encontrar pistas sobre su evolución posterior e implicaciones actuales. Desde sus comienzos está ligada a aspectos religiosos. En la Edad media se usaba para hablar del abandono de atributos divinos cuando el dios se encarnaba, también para señalar la separación del pecador respecto al dios y, en otras ocasiones con esta expresión se referían al alejamiento del espíritu respecto del cuerpo en momentos de éxtasis religioso.
Rousseau habla de alienación en dos sentidos, como alejamiento del hombre respecto de la naturaleza y como transferencia de autoridad, a través del contrato social, a las instituciones. Hegel recoge este sentido jurídico de la palabra y también el del espíritu que, al hacerse material, se despoja de su divinidad y el del pecador que, con sus actos, se aleja de su misma esencia. Con el desarrollo de la teoría revolucionaria moderna (socialista, comunista, anarquista…) el concepto adquiere un carácter social e histórico. A partir de ése momento, desde los sectores interesados en la transformación de la sociedad, se entiende que la alienación es producto de una forma de relación social determinada. Una manera de relacionarse establecida por el modelo de sociedad vigente. Es mas, para muchos, constituye la esencia misma sobre la que se perpetúa el sistema y, no se puede pensar en cuestionarlo sin, al mismo tiempo, poner en cuestión esa forma de relación social.
La alienación respecto del entorno natural, de la colectividad y de uno mismo se da en distintas épocas con distinta intensidad. Pero el capitalismo, por sus mismas características, necesita de estas separaciones para reproducirse convirtiendo nuestra actividad y a nosotros mismos también, en mercancías. Del conflicto de nuestros deseos, necesidades y miedos más profundos con las leyes, normas y valores dominantes surge la neurosis. La sociedad capitalista es, en este sentido, una industria de producción en masa de neurosis de distintos tipos.
Solemos percibir el entorno natural como una fuente de materias primas a explotar, un jardín botánico grande en el que investigar y experimentar o un parque temático verde por el que perdernos, pero pocas veces sentimos que formamos parte de él y que él forma parte de nosotros de forma orgánica. El ecosistema se convierte, así, en una cosa gestionada por unos pocos para su propio beneficio pero, las consecuencias, las sufrimos el resto. Lo mismo pasa con la facultad para decidir bajo qué normas se rige la convivencia en sociedad que queda monopolizada por las instituciones políticas. El trabajo asalariado, por su parte, institucionaliza nuestra separación respecto del producto de la propia actividad, respecto del proceso mismo y respecto de nuestras propias necesidades creativas. La salud, las relaciones personales, la cultura… los múltiples aspectos de la alienación abarcan todos los ámbitos de nuestra vida. El desarrollo de esta secuencia de separaciones culmina con la alienación respecto a uno mismo. La necesidad de adaptación a las exigencias del sistema hace que acabemos identificándonos, exclusivamente, con nuestra máscara social, necesaria para la supervivencia, pero que, sin embargo, no representa más que a una parte de nosotros mismos. Con ello se genera un vacío interior, se aniquila la propia vida y nos convertimos en personajes huecos en busca de guión. La despersonalización, en ése momento, queda consumada.
Dependiendo de la época y el sitio se desarrollan más unas formas de alienación que otras. Con ellas, asociadas, se reproducen determinados tipos de neurosis colectivas. Esto no se contradice, sin embargo, con la existencia de neurosis individuales variadas en un mismo contexto, sencillamente unas se confirman a otras y se refinan entre si.
En la antigüedad el poder de la casta de guerreros y del clero se apoyaba en la apropiación, por estos sectores, de la administración de la sociedad y de la visión del mundo y su gestión en régimen de monopolio. El resto, al ser desposeídos, alienados, de esos aspectos de la realidad se vieron simultáneamente sometidos a sus decisiones. De ahí se puede deducir que todo sistema de dominación tiene como componente necesario la alienación. Eso no significa, sin embargo, que esta no se transforme con el tiempo.
Las formas actuales de alienación se desarrollaron a la par que el modelo social vigente. Las necesidades del capitalismo industrial-mercantil emergente entre los siglos XV y XVII hicieron surgir las creencias y formas culturales necesarias para su asentamiento y extensión. El protestantismo y el renacimiento fueron algunas de las más importantes. En 1619 René Descartes tuvo una visión mística según la cual el alma y el cuerpo eran realidades distintas y separables. Esta iluminación repentina proyecta sus sombras hasta nuestros días: una visión escindida que genera realidades divididas en todos los aspectos del vivir. Las emociones y la razón son separadas en un proceso que es impulsado y, a la vez impulsa, la alienación respecto de la naturaleza y la comunidad. La sociedad capitalista se desarrolla al mismo tiempo que la ciencia desplaza a la poesía al ámbito de lo artístico o lo personal. En esta época se construyen muchos internados donde una sociedad cada vez más obsesionada con el control y la acumulación ira encerrando a los que no encajan con su visión racionalista del progreso: vagabundos, rebeldes, locos, prostitutas, etc.
La imposición del modelo industrial-mercantil implicó el aceleramiento exponencial de las tendencias alienantes que desembocan en la situación actual. La estructura de carácter (4) construida sobre esta base nos hace más difícil ser conscientes de nuestros propios intereses. El miedo a la libertad, la necesidad obsesiva de orden, el temor a tener que pensar y decidir o la ansiedad frente al placer auténtico se mantienen ocultos a nuestra percepción. La propaganda del sistema cae entonces en terreno fértil mientras que las teorías y prácticas revolucionarias son desplazadas a un lugar marginal. Quienes no están dispuestos a entregarse se verán enfrentados con un tipo de neurosis concreta, síntoma de la lucha interna que se da en quien pretende la liberación que no llega y se niega a aceptar la neurosis colectiva socialmente impuesta.
Hay quien ha definido la situación actual como de anomia. Esta es descrita como un estado en el que se da un desfase entre metas y medios institucionalmente permitidos para desenvolverse. Dicho desfase conlleva una quiebra en el sistema de valores socialmente aceptados lo que convierte a la comunidad en una masa amorfa y maleable.
En este contexto empiezan, ya en los inicios del capitalismo, a surgir varias cuestiones. Si el modelo social conlleva la alienación individual y colectiva eso implicaría que este sistema nos convierte en seres enajenados. Entonces quienes quieren transformar la sociedad no deberían dejar la salud en manos exclusivas de especialistas pues esto implicaría arriesgarse a perpetuar las condiciones que provocan el problema. De la misma manera, es difícil enfrentarse a las estructuras de poder partiendo de la enajenación total, luego las luchas deberían integrar los aspectos separados para ser realmente transformadoras. Esta integración tendría que abarcar al entorno natural, a la comunidad, las emociones, deseos y miedos… todo engarzado en una conciencia unitaria que se traduzca en una práctica coherente.
Algunos de quienes se han interesado por la alienación del individuo han priorizado los aspectos sociales o otros los personales de cara a la transformación de las relaciones entre individuos o de estos consigo mismos. Sin embargo la situación actual muestra que la elección no puede ser entre sociedad liberada o individuos sanos. El proceso debe ser simultáneo y dialéctico. La elección real es entre individuos sometidos y enajenados en una sociedad anómica o la lucha contra la opresión, la explotación y la alienación por una comunidad de individuos libres y autodeterminados.
Las formas de relacionarse con la realidad surgidas del dualismo cartesiano son modos particulares de ver el mundo y de vivir fragmentarios y alienantes. Por eso la lógica occidental tiene tantas dificultades para comprender la estructura y el funcionamiento de procesos no mecánicos. El modo lineal de conocimiento establece solo una o dos relaciones entre aspectos de una realidad que es compleja, es el modo que corresponde a la cadena de montaje. Este método esta ideado para la producción capitalista y el control social. La “herramienta” de comprensión no está diseñada para lo que buscamos. A través del método analítico-racional se puede entender parte de lo que ocurre a nuestro alrededor. Hay otros aspectos de la realidad que necesitan, por ejemplo, mayor presencia de las metáforas, de las expresiones de creatividad o de la comunicación no verbal para ser transmitidas porque éstas se adaptan mejor al contexto en que se dan. El conjunto del proceso de comprensión y comunicación debería, en alguna de sus fases, ser integrado en su área de intersección: nosotros mismos y nuestra experiencia cotidiana.
No hay fenómenos socio-económicos o psicológicos aislados y tampoco hay deseos o temores que se puedan separar del contexto que los provoca. La comprensión de estos procesos pasa por encontrar las relaciones que mantienen entre si sin confundirlos. Si no se hace esto se corre el riesgo de desarrollar formas de conocimiento sin vida, prácticas forenses. El lenguaje fascista, el estalinista o el publicitario son buenos ejemplos de éstas prácticas. Los tres tienen en común ser formas acentuadas de comunicación alienada que crean modos de percepción fragmentaria. En ellos se parte de una lógica mecanicista y determinista y se salta, a continuación, a remover los deseos ocultos, las angustias y las necesidades insatisfechas del receptor con el objetivo de dominarlo. En estos “idiomas” no hay síntesis ni integración armónica entre las distintas facetas de la realidad, solo hay manipulación. Los publicistas son junto con los intelectuales, los artistas o los científicos los encargados de diseñar las visiones del mundo socialmente aceptadas. Son los creadores de sentido, del marco cultural y de valores en que nos desenvolvemos. Tratar de conseguir una perspectiva global e integrada de lo que acontece implica recuperar esta parte secuestrada del conocimiento..
Una percepción descompuesta del entorno genera una práctica parcial, restringida y estreñida. Ésta, a su vez, realimenta a la primera. Teniendo esto en cuenta se entiende, por ejemplo, que luchas que tienen mucho en común no consigan reforzarse mutuamente. También se comprende mejor que individuos con intereses comunes tengan dificultades para comprenderse y solidarizarse entre si. Toda lucha nace, en principio, de un conflicto parcial, lo que obstaculiza sus vínculos con otras y con la totalidad es la alienación en la que viven sus protagonistas y la fragmentación de sus perspectivas. Estas circunstancias que son comunes a toda la sociedad, incluido el gueto, solo podrían superarse encontrando las maneras de superar las divisiones. Hay que excavar túneles y tender puentes que relacionen distintas parcelas de realidad y cada una con el conjunto. Esto no es ninguna novedad, a cada forma de dominación ha correspondido una oposición tanto teórica como práctica. Un paso necesario para tratar de superar el escenario actual pasa por revisar estas experiencias de lucha, en su relación con la alienación y la fragmentación, en sus fortalezas y debilidades.

La crítica

La crítica debe ser a fondo porque sino nos arriesgamos a que la dinámica del gueto (como la de la sociedad en general) acostumbrada a perpetuarse a costa de absorber, sin digerir, todo cuestionamiento, nos impida superar sus límites. Un ejemplo posible de esto podría ser la implantación de una moda “antigueto” como última tendencia guay que reprodujese las características típicas del gueto (delegación, el aislamiento, la superficialidad, etc.) pero que etiquetase como “gueto” todo aquello que “no mola”. Otro ejemplo podría ser quedarnos atrapados en la critica al gueto como una forma inconsciente de resistencia a superarlo: hay que hacerlo visible, si, pero para que éste deje de influir de forma subterránea o a la vista en nuestra práctica cotidiana. En línea con lo anterior se podría encasquillar la crítica en un ataque al gueto como algo externo, un chivo expiatorio que nos impidiese comprender hasta que punto marca nuestra dinámica.
Se puede dar que, por el efecto péndulo típico de la deriva del gueto, nos quedemos atrapados en falsos contrarios a lo que criticamos: lo cerrado frente a lo público, la impulsividad frente al buenrrollismo, etc.
La crítica al gueto se ha usado, en alguna de las pocas ocasiones que se ha hecho pública, para justificar la propia integración en las normas sociales, para dar el salto a organizaciones izquierdistas clásicas y también para justificar el propio aislamiento (no afrontando los problemas de comunicación). Creo que el valor de un trabajo crítico sobre el gueto dependerá, en gran parte, de la intención con la que se haga. Será el contexto, la propuesta positiva que lo acompañe, la que servirá para entender desde donde (y para qué) realmente se hace la crítica. Señalar los peligros de una crítica insuficiente es solo una razón más para creer en la necesidad urgente de comenzarla.

Conclusiones

El gueto funciona como un arenero infantil de la izquierda del capital. Esa izquierda, que reproduce hoy la estructura del lobby, la franquicia y una institución oficial cualquiera, no va a oponerse realmente al capitalismo. Desde sus planteamientos y su práctica solo podemos reforzar el sistema. La crítica teórica y práctica del capitalismo debería, creo yo, partir de la crítica al gueto, base de la crítica a la izquierda y al sistema en su conjunto. Esta crítica debe, en su proceso, tratar de superar lo criticado, o sea, intentar no reproducir los hábitos y limitaciones que pone en cuestión.
Las transformaciones del capitalismo definen las condiciones en que se reproduce el gueto, la izquierda y la sociedad en general. Estas condiciones son, principalmente, la alienación y la fragmentación.
Si queremos aprovechar, de alguna manera, las posibilidades que se dan en nuestro medio de intervenir en sentido revolucionario, debemos explorar como salir de este arenero. Deberemos recorrer el laberinto que nos separa del entorno, dejando atrás identidades y construcciones imaginarias. Deberemos plantearnos como superar la alienación y la fragmentación que nos convierten en títeres de los intereses del capitalismo.

Valencia , marzo del 2011

(1)- La norma NTJ 09S: 1998 “Areneros en áreas de juegos” y la NTJ 13R: 1998 “Higiene de los areneros en áreas de juegos infantiles”.
(2)- Michael Marien “La transformación como el Síndrome del Arenero” (1983).
(3)- Sobre estos dos conceptos se habla mas abajo.
(4)- Aquí sigo la definición de carácter que hace Richard Sennett en su libro “La corrosión del carácter”.