Los Grandes Jurados son usados para amenazar a activistas políticos de dos maneras: 1) Amenazando con la cárcel a aquellos que se nieguen a hablar sobre sus ideas y asociaciones políticas y 2) Usando esas amenazas, combinadas con procedimientos secretos, para intimidar y entorpecer el funcionamiento de todo el movimiento.
El auténtico peligro de que los grandes jurados estén yendo a por activistas es que estos dos tipos de amenazas se retroalimenten. Los fiscales le dicen a los activistas que han sido citados a declarar que pueden hacer “que todo esto acabe” si tan solo contestan algunas preguntas sobre sus amigos y sus ideas políticas. Al enfrentarse a la amenaza real de ir a la cárcel, para algunas personas puede parecer tentador sacrificar sus ideales políticos y las necesidades de todo el movimiento en nombre del instinto de conservación. Del mismo modo, las comunidades de activistas pueden caer en un ciclo de mentalidad mártir, repitiéndose una y otra vez los mismos eslóganes radicales contra los grandes jurados sin reconocer que hay maneras de negarse a cooperar pero al mismo tiempo, de minimizar el riesgo de entrar a la cárcel.
La reciente citación de Maddy Pfeiffer a un Gran Jurado de Seattle que buscaba información sobre anarquistas es un gran ejemplo de cómo capear una situación como esta. Pfeiffer se ha negado a cooperar, pero decidió entrar a la sala del Gran Jurado el 7 de Noviembre del 2012. Cuando salió,su grupo de apoyo hizo pública una detallada transcripción de las preguntas a las que Pfeiffer había respondido, y sobre cómo las había respondido. Aquí un pequeño extracto:
GRAN JURADO: ¿Sabes lo que es un “bloque negro”?
MADDY: Estoy ejerciendo mis derechos federales y estatales, incluyendo la primera, la cuarta y la quinta enmienda.
GJ: ¿Has participado alguna vez en un “bloque negro”?
M: Estoy ejerciendo mis derechos federales y estatales, incluyendo la primera, la cuarta y la quinta enmienda.
GJ: ¿Alguna vez has realizado una barricada incendiaria?
M: Estoy ejerciendo mis derechos federales y estatales, incluyendo la primera, la cuarta y la quinta enmienda.
GJ: ¿Conoces a un hombre llamado XXXXXX?
M: Estoy ejerciendo mis derechos federales y estatales, incluyendo la primera, la cuarta y la quinta enmienda.
GJ: ¿Tienes intención de responder “Estoy ejerciendo mis derechos federales y estatales, incluyendo la primera, la cuarta y la quinta enmienda” a todas las preguntas?
M: Estoy ejerciendo mis derechos federales y estatales, incluyendo la primera, la cuarta y la quinta enmienda.
No digo que todo el mundo deba responder así ante un gran jurado. Sé que hay gente que han tenido largas experiencias con grandes jurados durante las últimas décadas, e inflexiblemente se oponen incluso a entrar en la sala. Sin embargo, quería resaltar esto porque representa un marcado contraste con el comportamiento de Leah Plante, que se comprometió a resistir al gran jurado, pero después se negó a hablar sobre las condiciones de su inesperada puesta en libertad y de hecho, se fue de la ciudad. Las respuestas de Pfeiffer muestran responsabilidad y transparencia mientras que la actitud de Plante propicia la desconfianza.
En California se ha dado una situación similar en un gran jurado que investigaba a activistas por los derechos de los animales. Algunas personas se han apresurado a decir que Ariana Tanabe es una informadora porque accedió a hablar ante un gran jurado. El abogado Ben Rosenfeld respondió que dicha caracterización es engañosa y divisiva: “Testificar no constituye resistencia, pero tampoco constituye automáticamente cooperación”.
“Si bien hay maneras no comprometedoras de asistir a un gran jurado, todas ellas dependen de un gran nivel de responsabilidad e inmediata transparencia, algo que Leah no ha ofrecido ni inmediatamente después de su puesta en libertad ni dos semanas después”, afirmó Scott Demuth, quien también resistió a un gran jurado hace tiempo. “Eso tampoco es necesariamente una prueba de que ella haya cooperado, pero sí que es un comportamiento extraño y extremadamente irresponsable. También, ir ante un gran jurado después de haberte negado a testificar (y haber obtenido un montón de publicidad por ello) y haber sido acusado de desacato, no solo muestra que el silencio en solidaridad se puede romper, también se puede usar de manera legal para mostrar que las encarcelaciones de otros por desacato al tribunal no son punitivas, puesto que ya se ha coaccionado el testimonio. Esto se ha usado como una justificación para continuar deteniendo a gente que resiste a los grandes jurados. Sea lo que sea que Leah ha dicho o no ha dicho al gran jurado, testificar ante uno tras ser encarcelado por desacato al tribunal se podría perfectamente traducir en alargamientos de las penas de Matt y Kteeo (y de otros a los que aun no hayan citado)”
Este siempre ha sido un tema difícil con el que los activistas y sus comunidades han tenido que lidiar, y desafortunadamente, la amenaza aun está ahí. Pfeiffer tiene una audiencia por desacato el 14 de Diciembre, en ese punto, y si sigue sin cooperar, se enfrentará a la posibilidad de entrar a la cárcel. El mismo día en que Pfeiffer se presentó al gran jurado, otra persona recibió una citación para declarar ante un gran jurado, aunque parecer ser que la citación fue enviada a la persona equivocada.
La manera más importante de prepararse ante las citaciones de un gran jurado es estudiar como otros han respondido a lo largo de los años.
“En el movimiento ecologista y por los derechos de los animales, yo fui el segundo, después de Henry Hutto, en entrar a la cárcel por no testificar (en 1993)”, dijo en una reciente entrevista Jonathan Paul, quien en su día fuese también una de las personas que resistió a los grandes jurados y antiguo preso del Frente de Liberación Animal. “Parte de la resistencia a un proceso del Gran Jurado es la difusión pública de este tipo de procesos fascistas e inconstitucionales que puede afectar a cualquier persona, no solo a activistas como yo. Aquellos que trabajaron para sacar a Henry tras 45 días sin decir una sola palabra, también trabajaron en mi caso, así pudimos conocer el proceso mejor”.
“Creo que mi resistencia demostró que cualquiera puede resistir un gran jurado. No soy un super hombre, soy como cualquier otra persona. En realidad solo se trata de guardar un compromiso con tus ideas… Yo veía el gran jurado como el brazo fuerte del gobierno y las corporaciones, cuyo comportamiento continuo destruirá la vida tal y como la conocemos en este planeta. Así que para mí, traicionar mis principios para poder salir en libertad mientras otros sufren de maneras que jamás he experimentado ni me gustaría experimentar sería narcisismo en estado puro. Y jamás podría perdonármelo”.
Extraído de Green Is The New Red