Category Archives: Crítica

Acerca de un libro de Eva Forest: Los nuevos cubanos

La joven hija de un pintor anarquista, se encontró en 1966 en Cuba con las críticas públicas, por parte de la dirección revolucionaria, de las lacras soviéticas

En 1961 apareció en Nueva York Los hijos de Sánchez, del antropólogo norteamericano Oscar Lewis. Su investigación presentó el concepto de «cultura de la pobreza» a través de las historias de vida de cinco miembros de una familia pobre de Ciudad México: el padre, Jesús Sánchez, y sus cuatro hijos. El libro, extraordinario, haría escuela hasta devenir un clásico de la antropología del siglo XX.

Mientras la obra ganó celebridad —cuando se editó en Francia resultó el mejor libro extranjero publicado en ese país— tanto el autor como la editorial que lo publicó en español, el Fondo de Cultura Económica, fueron sometidos en México a una demanda que le imputaba al libro contar con lenguaje obsceno, escenas pornográficas e injurias hacia la nación mexicana y hacia algunos de sus prohombres. Al final, la acusación no trajo consecuencias y el libro disfrutó de varias ediciones en la patria de quien aparece en el libro bajo el nombre de Jesús Sánchez.

En sus páginas, este padre de familia expresa la filosofía que ha aprendido a lo largo de su vida:

Yo me ocupo nada más de mi trabajo. De política no conozco ni papa. Leo uno que otro párrafo del periódico, pero no lo tomo muy en serio; para mí no tiene mucha importancia lo que veo en los periódicos. Hace unos días leí algo sobre los izquierdistas, pero yo no sé cuál es derecha, ni cuál es izquierda, ni qué es comunismo. A mí me preocupa una cosa: conseguir dinero para cubrir mis gastos y que mi familia esté más o menos bien. El obrero debe preocuparse porque a su familia no le falte alimento en su hogar. La política es muy complicada, así que allá los que nacieron para ser políticos. Si viene una tercera guerra mundial algunos de esos señores que la están provocando irán al panteón, junto con muchos millones. Yo no me preocupo mucho, ¿verdad?1

En 1966 Eva Forest pasó cuatro meses en una zona rural del oriente de Cuba, en la actual provincia de Granma, para escribir la autobiografía de una «granja del pueblo», en la cual una colectividad rural se dedicaba al cultivo de la caña, la producción pecuaria y de cultivos frutales, organizada de ese modo después del triunfo revolucionario de 1959.

El punto de partida para llegar hasta allí no sería tanto el libro de Lewis como Una aldea de la China Popular, cuya descripción le fuera hecha por su propio autor, [el sueco] Jan Myrdal, en 1963. A partir de entonces, y con su previa admiración por la Revolución cubana, Eva Forest decidió que Cuba sería el campo de sus estudios.2

Tras vivir cuatro meses en la granja del pueblo, su investigación no arrojaría nuevos datos sobre la «cultura de la pobreza», sino constataría una realidad: la creación de una cultura popular sobre la revolución en Cuba y su consecuencia: el cambio fundamental en la comprensión de la vida.

La ruptura producida en la cultura de la pobreza por esta realidad se expresaba en un extremo opuesto al del mexicano Jesús Sánchez: los campesinos que hablan en el libro de Eva Forest se ocupaban de la política, aprendían a leer el periódico, descubrían la diferencia entre el comunismo y el imperialismo, tenían alimento para comer en familia tres veces al día, podían tener casa con piso de cemento, techo seguro y agua corriente y no dejaban de confrontar una vasta diversidad de problemas, provenientes tanto del legado de la antigua vida como generados por la nueva experiencia. Conociéndolos, Eva Forest les llamó «los nuevos cubanos».

Eva Forest llegó a esa granja del pueblo en julio de 1966, en el cenit de la política independiente de la Revolución cubana con respecto a las metrópolis del socialismo mundial en la época: la URSS y China, lapso que duraría hasta 1968.

La joven catalana, hija de un pintor anarquista, se encontró con este contexto en Cuba: las críticas públicas, por parte de la dirección revolucionaria, del «economicismo, el objetivismo, la manualización de la enseñanza, el burocratismo, el culto de la personalidad y otras lacras de la construcción socialista» [soviética], pero más aún: Fidel Castro declaraba que la experiencia de Cuba respecto a la toma revolucionaria del poder «era un ejemplo para todos», en contradicción abierta con las tesis de la Conferencia de Partidos Comunistas latinoamericanos, celebrada en La Habana en noviembre de 1964, que defendían «moderar» el discurso proguerrillero.

Eva Forest fue una de tantos extranjeros que llegaron a Cuba dominados por la enorme admiración mundial que despertaba la joven Revolución cubana.3 Eligió ir al campo a investigar los rasgos de la nueva vida que surgía. Se decidió por la granja «Mártires de Alegría de Pío», que representaba el medio rural de características ideales para investigar un amplio mosaico social, pero que además se encontraba en la zona por donde desembarcó Fidel Castro el 2 de diciembre de 1956 con el yate Granma.

Todo ello era necesario a los fines de su investigación: quería conocer cómo era la vida de esos campesinos antes de 1959, como vivieron el período de la lucha insurreccional en la zona y cómo experimentaban las transformaciones revolucionarias, desde estas dimensiones: las condiciones de trabajo, el desenvolvimiento de la vida cotidiana, las relaciones con la guerrilla revolucionaria y con el ejército de Batista, sus creencias religiosas, su opinión sobre el comunismo, su actitud ante una agresión al país y ante los problemas de otros pueblos del mundo.

El libro de Eva Forest ha aparecido apenas en 2007 después de una dilatada historia, que incluye la censura franquista a la casa editorial que en Barcelona quiso publicarlo primero. Solo un brevísimo fragmento apareció en 1967.4 Antes de iniciar sus trabajos, la autora quizás leyó un volumen aparecido en la Isla con el título Cuba: transformaciones del hombre, cuyas páginas se encaminaban hacia la misma dirección de sus indagaciones de 1966 en «Mártires de Alegría de Pío». En ese tomo se encuentra un fragmento de un testimonio elaborado literariamente por Calvert Casey, donde puede leerse:

Pero desde el día primero de año a esta parte la cosa se ha puesto brava y hemos tenido que parar la construcción de las naves para poder abrir las trincheras. Yo no le puedo decir dónde están, están por ahí llenas de armas. Tiene razón; esto no le gusta a nadie, pero hay que hacerlo por si vienen, porque parece que Cuba le da mucho miedo a mucha gente y no sé por qué, porque nosotros lo único que hemos hecho es construir las casas que usted ve aquí y las naves, y los comederos de los puercos y arar la tierra para sembrar todo lo que se ve y sacar agua para las hortalizas y levantar aquel tanque grande que usted ve allí que se llena de un pozo del agua más saludable del mundo.5

Solo cinco años median entre esta hermosísima «ingenuidad» política y las opiniones que recogerá Eva Forest, también de belleza inusitada, pero mucho más elaboradas. Ellas se explican no solo por la campaña de alfabetización que transcurre en ese propio año 1961, y después por el aseguramiento de las condiciones para la matrícula escolar rural, sino porque la relación del campesino con lo real se irá transformando aún en ese corto período a través de la participación en la organización de su proceso productivo, de dirigir las nuevas instituciones y de desempeñar un conjunto de funciones inéditas para ellos.

Los campesinos ya no solo eran los beneficiarios del agua corriente y de la carne de res una vez por semana: eran participantes del proceso en las disímiles formas en que lo describen en sus entrevistas: en la escuela, el Comité de Defensa, la tienda del Pueblo, el hospital, el tribunal popular, el Partido, la Federación de Mujeres, la cooperativa, el poder local.

En profundidad, el libro de Eva Forest es la constatación fáctica de un largo empeño teórico: la fundamentación de la solidaridad «política» contra el egoísmo «natural» como clave del orden institucional de la sociedad.

Los nuevos cubanos es un tratado contra la «naturaleza humana»

Hans Kelsen hacía reposar todo el andamiaje de la teoría política del marxismo en una hipótesis «psicológica»: «el que cree poder construir el palacio del futuro con un material distinto [el material del que habla Kelsen es el hombre mismo], el que funda sus esperanzas en una naturaleza [humana] distinta de la que conocemos, debe terminar sin remedio en el país nebuloso de la utopía».6

Sin embargo, Forest encuentra en sus entrevistas las claves de una transformación radical de la «naturaleza humana». El ex terrateniente asegura que el campesino es haragán, que trabaja solo cuando no tiene dinero, que si gana unos pesos deja de trabajar y se los gasta en alcohol, como mismo asegura que el deber de la mujer es mantenerse «bonita y arreglada» para atender al esposo en la casa.

Eva Forest tiene frente a sí a campesinos que trabajan más de 14 horas y renuncian al cobro de horas extras, renuncian «al trago» para ingresar a la Unión de Jóvenes Comunistas, buena parte de ellos defienden el trabajo de la mujer, aseguran que irían a Viet Nam a liberarlo del «yugo imperialista», aprenden valores comunitarios de solidaridad y comienzan a juzgar la vida desde una clave de lectura jamás empleada antes por ellos: «lo que más me gusta a mí de la revolución es que todos somos iguales». Esto es, empezaban a juzgar la vida como una construcción colectiva de seres libres y recíprocamente iguales.

Sus testimonios traen también el ruido de las piedras que se interpondrán en el camino: Eva Forest advierte que la visión «oficial» que brinda el administrador de la granja al inicio de la investigación será cotejada por otros testimonios. En efecto, en las entrevistas aflora la trama institucional completa de la que participan los campesinos, y revelan todos sus problemas: la planificación burocrática, la desposesión del control sobre los planes productivos y las metas a cumplir, la concentración creciente del poder en instancias de decisión alejadas de las bases, las acusaciones de «contrarrevolucionario» a compañeros que criticaban los errores cometidos en una siembra a destiempo o en una meta cumplida «por cumplir»; la exageración y desproporcionalidad en los planes propuestos.

Eva Forest no omitió una sola entrevista: recogió el testimonio de los combatientes de la milicia, de los obreros, pero también de los ex terratenientes, del preso, de la espiritista, del bodeguero privado y con ello armó el mapa completo del tejido político de la comunidad: su texto no es una «apología» ni una «crítica» sino una disección del cambio en la comprensión de la vida: donde el antiguo rico dice que escasea la carne, el antiguo pobre dice que jamás había comido tanta. La campesina pobre de toda la vida explica que ella no sabe «qué es eso de ser rica», pero que ella «se siente rica» con la vida que lleva.

El hombre no tiene naturaleza sino historia, como decían con palabras diferentes pero con el mismo sentido tanto Ortega como Gramsci.

En La guerra de guerrillas el Che Guevara aseguraba que los «leales y sufridos pobladores de la Sierra Maestra» nunca sospecharon el papel que desempeñaron como forjadores de la ideología revolucionaria, cuando el contacto con ellos hizo ver con nitidez a los guerrilleros la necesidad de realizar la reforma agraria y transformar la vida del campesino.

Pero también se trasformaron los campesinos por sí mismos: la libertad siempre es una pedagogía. Los testimonios recogidos en Los nuevos cubanos son la «historia» del campesino y su rebelión contra la «naturaleza»: del campesino que empezaba a «comprender la política» y usarla para manejar el curso de su vida contra la política del terrateniente que le decía que era «pobre porque era bruto» y «se lo merecía».

Con sus palabras, los campesinos afirman que no hay vida libre sin una vida política fundada en la igualdad. Ese contenido de la cultura política dura en Cuba hasta hoy: es la clave de los consensos y de sus rupturas. Es el hecho que permite comprender por qué Cuba resistió a la caída de los «socialismos» del Este y cuál es la naturaleza de las alternativas de desarrollo socialista que puede encontrar en su propia historia.

Aquellos campesinos comprendieron de golpe la identidad de clase del poder cuando veían lo que tuvieron siempre frente a sus ojos pero no conseguían explicárselo con palabras «claras»: que por ser pobres los tribunales no les servían, que eran extorsionados por los médicos en contubernio con los farmacéuticos, por los políticos que les prometían tablas para construir casas que jamás veían. Todo ello lo intuían, pero sus palabras recogidas en el libro están transidas por una obsesión: «estar claros», «aclararse»: estudiar, aprender, tomarse en serio el periódico, «qué bueno es discutir, ¿verdad?».

Esos campesinos aprendían a tratarse como compañeros. Ramón Hernández, responsable de la Central de Trabajadores de la granja, le dice a Eva Forest:

Cuando vayan por allá, por el mundo de ustedes, díganles a los compañeros, campesinos y proletarios de la tierra, hermanos de nosotros todos, que si nos necesitan vamos a ayudarles; que la libertad es muy linda para que uno no esté dispuesto hasta dar la última gota de sangre porque un hermano de un país subyugado sepa lo que es. Y aquí los habemos decididos y que a cada rato estamos preguntando: ¿A dónde hay que ir para serle más útil a la revolución? Porque, compañera, es muy lindo eso de pensar y ya ser un hombre, y duele tanta humanidad que está por ahí avasallada, sin poderse desarrollar…

Ramón Hernández era analfabeto antes de la Revolución.

Cuando a otro campesino, en plena lucha insurreccional le dicen que los rebeldes son bandidos, riposta argumentando que esos rebeldes son una «comisión de intelectuales» y de compañeros estudiantes que luchan por mejorar la vida de los campesinos. La frase revelaba el culto supersticioso del iletrado al saber, la jerarquía interpuesta por el saber. Pero la cultura popular sobre la revolución significa la conciencia de la adquisición de derechos. La conciencia de adquirir un derecho es propiamente un resultado revolucionario. Siete años después de triunfar la revolución, el ex analfabeto lo comprende todo: que el programa de la revolución es trastocar la «naturaleza» de la dominación por la condición «política» de la libertad, la condición misma de ser y tratarse como compañeros: aquellos que comparten el pan y defienden la libertad de compartirlo.

El título del libro parece obvio, pero no lo es: en las zonas campesinas del oriente de Cuba a una persona joven se le llama «nueva». Después de haber empezado a trabajar alzando caña a los 12 años, de trabajar sobre las 16 horas diarias en tiempo de zafra, y de conocer los estragos del hambre el resto del tiempo, una persona de 39 años se consideraba a sí misma un viejo. El carácter de «nuevos cubanos» tiene una doble acepción: es nuevo porque remite tanto a un origen, a un nacimiento, como a la juventud, que en esas zonas rurales es sinónimo de «útil». Una persona «nueva», está naciendo, y es siempre una persona «útil».

Eva Forest tituló su libro Los nuevos cubanos, conociendo bien este campo semántico: los campesinos le decían que con la Revolución se «hicieron hombres», se convirtieron en «hermanos», y «dejaron de ser esclavos», cuando dejaron la vida «estrecha que tenían y fueron capaces de vivir «amplios». Entonces, eran «nuevos», eran «útiles», eran por fin «hombres».


NOTAS:

[1] Oscar Lewis, Los hijos de Sánchez, Joaquín Mortiz, México, 1973, p. 509

[2] El propio Lewis haría luego trabajo de campo en Cuba, de lo que resultó el libro Four women: Living the Revolution.

[3] De la investigación que resultó en el libro Los nuevos cubanos participó Juana Hendrickson, a quien Eva Forest le dedicó el libro, una vez terminado. A JH pertenecen las fotos que aparecen en el pliego gráfico del volumen, que Hiru publicó en 2007.

[4] Eva Forest, «Una lección inolvidable», en Cuba: una Revolución en marcha, Ediciones Ruedo Ibérico, Suplemento 1967 de Cuadernos de Ruedo Ibérico, Francia, 1967 , P. 341-343

[5] Calvert Casey, «Que hable un campesino», en Cuba: transformación del hombre, Casa de las Américas, La Habana, 1961, p.164

[6] Han Kelsen, Socialismo y Estado, Siglo veintiuno editores, México, 1982, p. 276

La Haine

[Barcelona] Comunicado de Rodrigo Lanza desde el CP Cuatre Camins (16 de Mayo de 2010)

Antes que nada un saludo a todxs lxs que ayudáis a superar nuestras propias fronteras y aquellas impuestas, a quienes habéis ayudado a que las voces de lxs presxs salgan de estos muros, a todxs los que estáis leyendo esto y participando, apoyando, creyendo y luchando por un futuro en el cual “la sociedad” abra los ojos y vea su hipocresía, su cinismo y crueldad, donde lxs atacadxs no tengan ya más la necesidad de defenderse pues nadie lxs ataca, un futuro donde nos escuchemos antes de mandar a callar, donde nadie juzgue ni sea juzgado, un futuro en libertad.
En estos momentos me encuentro junto a vosotrxs, sigo secuestrado dentro de una cárcel del estado español, pero en este momento, en este día y los venideros seguiremos resistiendo y luchando juntxs. Hoy es el momento de unión de ambos mundos, separados por muros, alambras y barrotes, es un momento en el que nos juntamos para decir basta, para demostrar que no somos vasallxs de un sistema que encarcela al pobre, a la víctima de un mundo que nos ha juzgado antes de poder elegir, que no queremos ser partícipes de un negocio corrupto al que llaman justicia, un negocio que basa su moral, si es que la tiene, en el dinero y los intereses políticos de unos pocos. Estamos aquí para que nos escuchen, para dar la cara, mirar nustros verdugos y decirles: “no os tenemos miedo, y tampoco lograréis hacernos flaquear o agachar la cabeza, hoy no, y mañana…será hoy también”.
Os podría decir muchas cosas de la libertad, seguro que cada unx de nosotrxs podría, pero la verdad es que luego de más de 2 años entre rejas y sin saber aún lo que me falta, cada día que paso aquí se me hace más deifícil definirla, cada vez es un concepto que, para mí, abarca más de lo que llegué a pensar, la libertad se resiste a separarse de mí, ha entrado conmigo a la cárcel, la respiro cada día y la siento fluir por mis venas, me recibió al nacer y estoy convencido de que seguirá siendo parte de mi mientras siga soñando y luchando por mis sueños, por nuestros sueños, pues mi libertad es también vuestra. La libertad es de quien la lucha, de quien la valora y respeta, de quien la hace parte de su vida, pilar de sus ideas e inspiración de sus palabras… como veis, cada día se me hace más difícil definirla. Pero lo que tengo más claro es que la libertad no me la otorgará un juez, ni un dictamen, ni una absolución, libertad no es tan sólo una palabra impresa en un auto de excarcelación o en un diccionario.
Hoy, como preso, os puedo decir que estoy con ustedes y kisiera poder decirle alxs demás presxs que no piensen ni un segundo que están solxs. Hoy como preso, me alegro enormemente al saber que mi voz no se queda entre 4 paredes, hoy sé que mi voz es la de muchxs que viven la trágica realidad de no ser escuchadxs. Hoy, como preso, me abrazo a la esperanza de ver algún día cómo se derrumban los muros de las prisiones y lucharé por ello. Hoy, como preso, sueño con el día en el cual ya no haya necesidad de decir esa palabra: preso. Hoy, como persona, me siento libre.
Gracias por haberme-nos escuchado
Rodrigo Lanza
C.P. Quatre camins
16/05/2010

http://www.absoluciondetenidos4f.blogspot.com/

[Texto] La miseria de la subversión o la subversión de la miseria

Descarregat en PDF el text:

“La miseria de la subversión o la suvbersión de la miseria” – L’espill.

Un grup de persones que participen o han participat en assembles de tipus llibertàri, a la ciutat de València s’han estat reunint per debatre sobre diferents aspectes d’aquest moviment i han fet una crítica de la suposa crisis actual d’aquest.

http://reflexionrevuelta.files.wordpress.com/2010/05/miseria-subversion.pdf


L’espill

La economía en manos del FMI y los intereses del capital

Ya han llegado los muchachos del FMI al Estado español.

Isidro ESNAOLA Economista.

El pasado domingo, por fin, el Ecofin llegó a un acuerdo, y la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional pusieron un montón de dinero encima del mostrador para ver si de esa forma tranquilizaban a los inversores. No obstante, no resulta creíble que todo ese dinero fuera ofrecido para que cada uno se llevase lo que necesitara, así, sin más. Parece, más bien, que hay mucha letra pequeña. Y ayer conocimos parte de las condiciones en voz del jefe del Gobierno español en el Congreso de los Diputados. Allí presentó un plan de nueve medidas para reducir los gastos del Estado. Destacaremos algunas de ellas.

La primera que llama la atención es la congelación de las pensiones, excluyendo las no contributivas y las mínimas. A pesar de todo lo que se ha dicho sobre el futuro de las pensiones, la Seguridad Social no está en números rojos; es más, a principios de año tenía un superávit que suponía el 0,5% del Producto Interior Bruto, lo que permitió a Zapatero maquillar un poco su déficit presupuestario. Congelar las pensiones sólo puede tener el objetivo de que ese superávit sea todavía mayor y así poder tapar otros agujeros. Y es que los socialistas saben mucho de utilizar la Seguridad Social para financiar todo tipo de políticas: ya lo hicieron con la reconversión industrial y ahora vuelven a usarla para fines ajenos a su cometido declarado.

También puede ser que busquen seguir presionando a la clase trabajadora para que, de una vez y para siempre, se olvide de la Seguridad Social pública y se haga un plan de pensiones privado. Mientras tanto, muchos pensionistas tendrán que seguir tirando de unas retribuciones que en su aplastante mayoría no llegan ni siquiera al umbral de la pobreza.

La reducción de la inversión pública y la bajada del sueldo de los funcionarios, por su parte, afectará de lleno a la actividad económica, que, si a día de hoy no levanta cabeza, con este tipo de medidas seguirá bajo mínimos durante largo tiempo. Es una verdad de perogrullo, pero si la actividad económica no mejora, difícilmente se creará empleo. Si, además, se elimina el régimen transitorio para la jubilación parcial, lo que está diciendo el presidente español es que el problema del paro es su última preocupación. El Gobierno del PSOE elimina también el llamado cheque bebé a partir del próximo 1 de enero. Seguro que este año no habrá carrera por ver quién es el primer niño o niña del año en nacer. Siempre es más fácil y popular repartir dinero que acometer reformas. El Estado del Bienestar en el Estado español es mínimo y, dentro del mismo, los servicios a las familias han tenido un desarrollo raquítico. Las guarderías, los comedores públicos o los servicios para el cuidado de personas mayores son ridículos. Cuando había dinero se desperdició la oportunidad para desarrollar este tipo de servicios que, además de crear empleo, permiten aumentar las cotizaciones sociales y reducir los gastos por desempleo. Y, lo más importante, proporcionan servicios útiles a las familias.

El resto de medidas sirven para maquillar un poco el núcleo duro del recorte, que son precisamente los gastos sociales. Tan ilustrativas como las medidas notificadas ayer son las que no se anunciaron. Porque si de lo que se trata es de reducir el gasto, podía haber elegido otro camino con un menor impacto económico y social: recortar los gastos políticos, precisamente los más improductivos. Los presupuestos de Interior, Defensa, Exteriores y Casa Real dan para un buen tijeretazo.

El programa presentado por Zapatero se parece al programa que el Parlamento griego aprobó entre protestas la semana pasada como una gota de agua a otra (falta el capítulo de ingresos; según anunciaron ayer, vendrá más adelante). No es de extrañar, puesto que es la misma institución la que está detrás de ambos. Aunque tiene sobrada experiencia sobre los resultados de estos programas en otros países, como Argentina o Letonia, por poner sólo dos ejemplos, continúa aplicándolos a machacamartillo en todas partes. El déficit no bajará y los costes sociales serán enormes, pero es que además la economía tardará en recuperarse y no es seguro que, al fin y a la postre, Madrid pueda pagar las deudas, que es, al parecer, lo único que preocupa al FMI.

La Unión Europea y el FMI acaban de formalizar el rescate del Estado español. No lo han hecho de forma explícita, pero queda claro que la magnitud de la cantidad que el Ecofin aprobó el domingo excede con mucho la deuda de Grecia y Portugal. El objetivo era el Estado español. Y, por si no quedara claro, las medidas anunciadas ayer por Zapatero son las que forman parte de cualquier plan del FMI. Siempre resulta más conveniente que se apliquen las recetas de otros por voluntad propia que imponerlas explícitamente. Los muchachos del FMI han llegado al Estado español, y lo han hecho con intención de quedarse bastante tiempo.

El futuro es nuestro

La huelga revolucionaria.

La huelga revolucionaria es una expresión más de la revolución social. Es una declaración de intenciones definidas y no arbitriarias. Es el cese de la aprobación, colaboración, asentimiento y reafirmación de las hostilidades y de la guerra encubierta por parte del Estado-Capital.
La huelga revolucionaria es un arma de ataque y defensa verdaderamente efectiva de la guerra entre oprimidos y opresores, los explotados sus explotadores, entre los detentadores de la riqueza social y los desheredados…

La huelga revolucionaria paraliza la reacción que marcha contra el progreso, interrumpe las viles tradiciones de una clase social dominante y agiliza el cese de los viejos valores caducos. La huelga revolucionaria es la que mantiene para sí la moral y aspiraciones de libertad y justicia, desencadenando en cólera contra la tiranía y el despotismo de una clase o de individuos egoístas e insociales.

La huelga revolucionaria se ha de realizar como método eficaz de la revolución social, expropiando las casas, poniendo en común los víveres… se ha de realizar expropiando las fábricas poniendo en común igualmente las tierras de labor y de cultivo…librandose del usurero, los ociosos e intermediarios, de los especuladores, de la centralización y el monopolio de los mercados…hiriendo de muerte así a la propiedad privada. Eliminando la caterva de funcionarios y administradores, aboliendo el Estado y suprimiendo las funciones del gobierno, barriendo a los dominadores asegurandose una vida sana y el derecho al bienestar sin pagar impuestos ni contribuciones….

La huelga revolucionaria se realiza de manera compenetrada, organizada y para vencer. Sin falsos avisos; Sin negociaciones posteriores. El enfrentamiento ha de ser para destruir lo que nos convierte en esclavos, asumiendo la victoria y construir un mundo nuevo. Con los medios, capacidades y aptitudes sociales e individuales de lucha revolucionaria.

Se realiza cuando las condiciones de explotación, injusticias y miserias son insoportables para el individuo y/o el pueblo. Cuando el gobierno y la explotación del hombre por el hombre es diaria y constante. Cuando sistemáticamente se cometen abusos, injusticias, opresiones, mentiras,…y la tiranía aparece. También sucede que cuando la dominación es absoluta es necesaria la revuelta y la revolución social que es el arma más poderosa y amenazante contra el orden social (burgués) establecido, pero la huelga revolucionaria es el arma más amenazante contra el desorden social constituido.

Se realiza en cualquier parte donde del conflicto aparece. Donde la ocasión para derrocar al enemigo a batir es coherente, racional y efectiva. La huelga revolucionaria es una afirmación de libertad y aparece donde ésta (llibertad) es amordazada.

Porque son efectivas armas revolucionarias para destruir el viejo mundo de los tiranos y explotadores y construir un mundo nuevo de hombres y mujeres libres.

La doctrina del Shock

The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism

La Doctrina del Shock: el auge del capitalismo de desastres, es un libro de 2007 de la periodista canadiense Naomi Klein.

El libro y la película sostienen que las políticas económicas del Premio Nóbel Milton Friedman y de la Escuela de Economía de Chicago han alcanzado importancia en países con modelos de libre mercado no porque fuesen populares, sino porque han alcanzado importancia través de impactos en la psicología social con desastres o contingencias provocando que ante la conmoción y confusión se puedan hacer reformas impopulares. Se supone que algunas de estas perturbaciones, como la Guerra de las Malvinas, el 11 de septiembre, el Tsunami de 2004 en Indonesia, o la crisis del huracán Katrina pudieron haber sido aprovechadas con la intención de empujar la aprobación de una serie de reformas.

http://www.naomiklein.org/shock-doctrine

Deseo y resistencia (1977-2007) Treinta años de movilización lésbica en el estado español

deseo y resistencia portada del libroEn los últimos años han aparecido diversos libros sobre la historia del movimiento LGTB en España. Lo que no se suele reconocer es que estos libros tenían poco de “L” y aún menos de T o de B. Al final la historia del movimiento de gays, lesbianas y transexuales siempre queda reducida a un movimiento de chicos, con alguna referencia marginal a las lesbianas y a las trans. El libro que Gracia Trujillo acaba de publicar viene a llenar un hueco muy significativo: la aportación fundamental de las lesbianas no sólo al movimiento LGTB, sino también al movimiento feminista español. Un artículo de Javier Saez

Gracia Trujillo es una de esas valiosas personas que ha nutrido su amplio bagaje intelectual y académico de las experiencias de una militante bollera, feminista y queer de base, que ha intervenido directamente en las políticas del feminismo y el lesbianismo español desde hace muchos años, y eso se nota en el libro. No estamos ante un tratado de sociología académica salido de un despacho universitario, sino ante el testimonio de una militante y activista, que además nos aporta entrevistas con otras activistas clave del movimiento bollero, como Empar Pineda o Fefa Vila, entre otras.

Trujillo traza en este libro las complejas relaciones del incipiente movimiento lesbiano español posfranquista, con el movimiento feminista, y también su evolución posterior con el resto del movimiento LGTB, el reciente movimiento queer, y con otros movimientos sociales de izquierda de los últimos 30 años. Pero la riqueza de este brillante estudio radica en que por primera vez el acento se pone en las lesbianas, en sus luchas diversas, en sus militancias, alianzas, disensiones, diferencias, deseos, y gracias al admirable trabajo de documentación realizado, la autora nos presenta también fanzines, revistas, carteles, flyers, todo un archivo gráfico de activismo que por fin ve la luz.

Trujillo no sólo es capaz de hacer una cartografía muy precisa y rica del movimiento de liberación de las lesbianas, sino también de su influencia en la política general: la representación del cuerpo de la mujer y del cuerpo bollero, la violencia machista, la homofobia, la lesbofobia y la transfobia, el aborto, el divorcio, el matrimonio, el trabajo, la construcción social del género, los movimientos nacionalistas, la guerra, son cuestiones que han cambiado y se han transformado gracias al esfuerzo de miles de lesbianas, muchas de ellas anónimas, que han estado en la vanguardia del movimiento feminista y de muchos otros movimientos sociales, y que han sido capaces de organizarse y de hacer política.

Por fin contamos con un ensayo rico, variado, divertido a veces, muy bien escrito, sobre esta amalgama de grupos y asociaciones de lesbianas que desde hace más de 30 años han contribuido al cambio social.

Un ensayo que nos transmite un mensaje que ya nadie podrá silenciar: el bollerío es político.

Javier Sáez


Deseo y resistencia (1977-2007): treinta años de movilización lesbiana en el Estado español.

Autora: Gracia Trujillo

Editorial EGALES, Madrid, 2008.

El Ataque de los mercados

Fotograma de La invasion de los profanadores, 1978, dirigida por Philip KaufmanTal y como lo relatan los medios de comunicación, “el ataque de los mercados”, recuerda al título de aquella legendaria película de ciencia ficción: “La invasión de los ladrones de cuerpos”.No es nueva la costumbre de humanizar conceptos de difícil concreción, por ejemplo se suele hablar de cómo “la comunidad internacional” “rechaza” a cierto régimen político. También es usual cosificar personas o grupos concretos transformándolos en algo parecido a fenómenos naturales catastróficos, por ejemplo cuando se habla del “azote del terrorismo”.

Un artículo de Juan Ibarrondo

En el caso del “ataque de los mercados” hay un poco de las dos. Se dice que nos ataca “algo” que llaman “los mercados”, sin decir qué es; y se utiliza el término dotándolo de características humanas. Es curioso también que se use el plural para definir un término que tradicionalmente se ha usado en singular: “el mercado” o “el sistema de mercado”, pluralizándolo de tal manera que parece que no es “el sistema de mercado” el que falla, sino que estamos ante el ataque de “ciertos personajes”, que no sabemos quiénes son, pero que nos atacan a la manera del terrorismo, los huracanes, o los terremotos… Ellos, “los mercados”, se convierten así en un sujeto, expresado en masculino tercera persona del plural; personalizado y cosificado a un tiempo.

En realidad, estas metáforas paradójicas que utilizan los medios, actúan como barreras lingüísticas para evitar hablar de las dificultades -cada vez más evidentes- del capitalismo a la hora de gestionar el sistema mundo globalizado.

El sistema de mercado, o el capitalismo, se nos presenta como el único sistema económico posible. Como una tendencia natural de los seres humanos, calificados -a la manera de Hobbes- como seres competitivos y egoístas por naturaleza. El mercado sería entonces el Leviatán que regiría indefectiblemente los destinos de la humanidad.

Sin embargo, si evaluamos el sistema de mercado en su trayectoria histórica, nos daremos cuenta de que no es sino el sistema económico propio de una época concreta. Bastante reciente si lo consideramos en parámetros seculares, pero a la vez demasiado viejo en su funcionalidad presente.

La primera bolsa de valores se estableció en Ámsterdam en el siglo XVII. A partir de ese momento el “mercado” se fue imponiendo como regla rectora de las políticas internas y las relaciones internacionales. Poco a poco, pasó también a regular las relaciones interpersonales en todos los ámbitos de la vida. Sin embargo (como explicaba Karl Polany en su ensayo “La gran transformación”) durante los siglos precedentes a ese alumbramiento mercantil, eran otros los parámetros que regían la economía y la vida humana.

A pesar de las fantasías neoliberales al respecto, nada hace pensar que el sistema de mercado sea el último capítulo de la historia; a no ser que ello se entienda como el fin de la humanidad en una hecatombe nuclear. De no ser así, más bien parece que a lo que estamos asistiendo es al fin del capitalismo -o del sistema de mercado- como paradigma económico hegemónico.

Las contradicciones de fondo que aquejan al capitalismo tardío no se producen entre “los mercados” y los Estados (o bien las uniones económicas entre Estados) pues es evidente que responden a los mismos intereses. Las grandes contradicciones se establecen en dos campos. Por una parte, entre el sistema capitalista y la propia sociedad: entendida como forma racional y placentera de relación entre las personas. Por otra, aunque no menos importante, entre la imprescindible conservación de la biosfera y un sistema económico que tiende a su destrucción acelerada.

Es decir, que la capacidad humana para la reproducción de la vida y la sociedad, se ve constreñida por un sistema económico inadecuado: el capitalismo, que necesita extraer cada vez más tiempo de nuestras vidas -y cada vez más recursos de una naturaleza que ahora sabemos finita- para su propia conservación.

Por eso, el debate de fondo que ahora se plantea en el viejo continente estriba en saber hasta qué punto los trabajadores europeos aceptarán condiciones laborales todavía más precarias. Si aceptaremos un sistema en el que la plusvalía es la esencia y la circulación financiera su delirio. Si consentiremos que hasta la propia tierra sea arrastrada en la carrera a ninguna parte en que nos vemos envueltos. Lo demás, son sólo cortinas de humo que no nos permiten ver el fondo de la cuestión.

Juan Ibarrondo.

[Texto] Ghetto e insurrección.

Cuando se habla de ghetto y de insurrección, se debe ser cuidadosos en otorgarle

a dichos conceptos una significancia radicalmente opuesta a lo que estamos acostumbrados, producto del mecanicismo determinista del Marxismo. Es evidente y ello constituye una verdad de perogullo que el orden social vigente a sufrido profundas transformaciones, no sólo en cuanto a los procesos productivos de mercancías, sino también en el ejercicio de la dominación social por parte del capital y el estado.
Es así, que si se comienza a adentrar en el título de este artículo, se puede manifestar que el concepto de ghetto no guarda una acepción similar a la del siglo pasado, todo lo contrario, aquel ya no se refiere exclusivamente a un ámbito geográfico determinado, como podría haber sido una fábrica, un barrio, etc…sino que el verdadero concepto de ghetto es más un concepto de carácter cultural, que tiene por finalidad el ejercicio del dominio social por parte del capital, la inoculación de nuevos dogmas o valores de carácter ético, moral, religioso, familiar…
En primer lugar se ha dicho en el párrafo anterior que el ghetto no es más exclusivamente un concepto de carácter geográfico, sino más bien cultural, lo que implica que las viejas políticas de dominación social perdiesen vigencia, adaptando nuevos marcos en el ejercicio del dominio.Ejemplo de ello, lo constituyen fundamentalmente los nuevos códigos o lenguajes producto de avances científicos. Dichos “adelantos”, no sólo han perfeccionado la dominación, también han provocado, debido a la necesidad de una alta especialización para el dominio de dicho código, que los “excluídos” hayan quedado fuera del conocimiento de los nuevos lenguajes que se están generalizando, lo que conlleva a que no exista comunicación, ni interrelación plena entre los individuos, o sea mantenerlos callados, y que continúen siendo meras piezas recambiables de la maquinaria del poder establecido.
Empero, ello no es privativo del actual orden social, todo lo contrario, el Marxismo, por otros caminos llega a un mismo destino, al negar la autonomía de las individualidades, y al plantear la masificación de estos en un solo “sujeto”, la clase social.

La negación de la autonomía individual, desmboca a que junto a la ghettización, producto del accionar del poder, se produzca tambián otra, que si bien tiene su causa eficiente en la acción del estado y del capital, es el desconocimiento por parte de los individuos de su poder y libertad, esclavizándose “voluntariamente” a través de los más variados dogmas y creencias de todo tipo.
Todaslas “ideologías de rebaño” desembocan en la no afirmación de la autonomía individual, permitiendo, por ende, que producto de ello el poder pueda encadenar a las individualidades en ghettos, que serán no solo erguidos por el estado, sino también los propios muros que las personas se cfrean, como consecuencia de los paradigmas y mistificaciones que el espectáculo de la sociedad monta.
La no afirmación de la propia individualidad es la que permite la pervivencia del dominio social, ya que no es posible la ruptura, si no se rompe y destruye con todo aquellos que sirve para mantenernos como esclavos. Es por ello, que la
insurrección no es un hecho colectivo determinado por algún guía, especialista político o vanguardia, que pregone la necesidad de una nueva moral, ni redención alguna, ya que ello daría como resultado la constitución de nuevos ghettos, paradigmas y mistificaciones.
La insurrección es fundamentalmente un hecho individual, por el cual se produce la ruptura contra todos los valores y dogmas que nos han impuesto para esclavizarnos.La insurrección es destrucción, contra la normalidad, contra el espectáculo montado por el estado-capital, contra toda clase de institucionalización.
Cabe puntualizar, al contrario de lo que piensan algunos compañeros, que la sociedad no está dividida en clases antagónicas (burgueses y proletarios), sino entre aquellos que aceptan de buena gana el dominio y el sometimiento al orden establecido, frente a otros que se rebelan, sea irracionalmente o conscientemente.Subrayo esto, ya que resulta confuso plantearse que existen dos campos divididos y antagónicos. No, esto no es así, ya que no son solamente los llamados incluídos (siguiendo la terminología del compañero Bonnano), quienes constituyen una polea de transmisión en el ejercicio social ya que muchas veces son los propios excluídos o desposeídos quienes aceptan, la ghettización de la que son objeto, por ignorar los nuevos códigos del actual orden social.
Eso, no implica que se desconozca el potencial subersivo de los excluídos para rebelarse contra el poder, pero si, es indispensable desfetichizarlos, con el fin de no reapropiarnos de viejos conceptos, en cuanto a la necesidad de redención de una nueva clase social (excluídos). Por ello es necesario reafirmar de forma reiterada, que la lucha es por la autonomía individual.
No existe receta alguna para poder decir que un individuo es autónomo, pero se puede asegurar que la autonomía no es una mercancía, que una vez lograda se pueda atesorar para siempre. Ser individuos autónomos es una compleja tarea diaria, y la misma no se obtiene de un dia para otro por mera voluntad personal, si no mediante una ruptura con la cultura y el pensamiento único, es un infinito revelarse contra toda normalidad social, que debe ser reafirmada todos los dias. Frente a esto, el poder levanta los muros de ghettos imaginarios, sociales, culturales, lingüisticos,etc, como forma de perpetuarse y perfeccionar el control social. Ante esto, resulta falso que la ruptura con el ghetto pueda prevenir de la generalización organizativa, o que se trate de un hecho colectivo, ya que la ghettización es la reafirmación de categóricos masificadores de “rebaño”.
Es atraves de los motines, rebeliones, momentos insurrecionales, en donde las personas pondran en práctica el código o lenguaje común de la destrución.
Es en la práctica subversiva de la paz social, donde los diques de conteción del ghetto se ven sobrepasados, es ahí donde las individualidades sin mediación alguna encuentran el código común entre sí. Es la ruptura con el espectáculo dominante del capital y de todas sus mediaciones políticas y sociales la que destruye los muros del ghetto y de el embrutecimiento individual que nos impone el Estado.
La Anaquía no es un futuro, es el presente hasta llegar a la absoluta destrucción de cualquier orden social y la plena autonomía individual.
Nihil

[Zaragoza] Jornadas Salud y Cuidados en La Revuelta

Viernes 14 de mayo a las 20hs

Charla-Debate: Inteligencia Emocional, relaciones personales y luchas sociales
Partiendo de la reflexión de cómo nuestros sentimientos y emociones, sus manifestaciones y la gestión que hacemos de los mismos afectan a los procesos y dinámicas que se dan en nuestros colectivos y espacios de lucha se plantearán una serie de propuestas con las que esperamos contribuir a la mejora de tales procesos y, por lo tanto, de nuestras luchas y nuestras vidas.

Sábado 15 de Mayo a las 19hs

Taller: Ejercicios de Conciencia Corporal
En la actualidad vivimos desconectados totalmente de nuestro medio de vida real, esto acarrea graves consecuencias, las más importantes son la pérdida de nuestra libertad y la capacidad de destrucción de la Naturaleza.
Es muy importante recuperar nuestros cuerpos para ir reintegrándolos en los ritmos naturales.
El taller consta de tres bloques.
Comenzaremos con una breve descripción holística del cuerpo, tal y como lo entendían en la antigua China.
A continuación trabajaremos con la pelvis mediante ejercicios sensoriales.
Por último realizaremos estiramientos y practicaremos algunas de las numerosas técnicas de respiración.

Viernes 21 de mayo 20hs

Proyección e intercambio de ideas: Partos orgásmicos
El amor, hasta hace poco, era un tema del que hablaban poetas, filósofos o novelistas. Actualmente hablan del amor un gran número de disciplinas científicas distintas. Y todas coinciden en señalar la importancia del período que rodea el nacimiento.
Entre los progresos más espectaculares y más recientes hay que mencionar lo que sabemos actualmente sobre los efectos que la hormona oxitocina desencadena en el comportamiento. Hasta el momento presente, muy poca gente se ha dado cuenta de hasta qué punto es importante comprender que la oxitocina hormona que provoca las contracciones en el útero para que se produzca el nacimiento del bebé y la expulsión de la placenta es también la hormona del amor por excelencia, el prototipo de las hormonas del amor.
Escuchamos a menudo que hay que humanizar el nacimiento. En realidad, antes habría que “mamiferarlo”. Atrevámonos incluso a insinuar que hay que deshumanizarlo.

Las medidas de “la izquierda” para salir de la crisis

SAS-Sindicato Asambleario de Sanidad

Anunciadas ayer 12 de mayo por el Presidente del Gobierno:

Congelación de las Pensiones para 2011.- Se ahorrarán 1.600 millones a costa de los 8,5 millones de pensionistas.
– Sólo se revalorizarán las pensiones mínimas (725 €/mes con cónyuge y 587 €/mes sin cónyuge).
– El resto congeladas. No olvidemos que la pensión media en 2010 es de 752 €.
– Los pensionistas perderán una media de 190 €/año.

• Rebaja del 5% de los salarios de los empleados públicos.- Se ahorrarán 3.000 millones.
– Los 3 millones de empleados públicos perderán una media de 70 € al mes (980 al año).
– Los sueldos más bajos de la Administración podrían situarse por debajo de 1.000 €.
– No es cierto que el personal público tenga garantizado el empleo: en la sanidad madrileña alrededor del 40% del personal es temporal y está sujeto a despido.

• Eliminación de la retroactividad en la Ley de Dependencia.- 700.000 personas pendientes de que la Administración resuelva su expediente, se verán privadas (hasta la resolución) de una ayuda económica que ronda los 300 € al mes.

• Eliminación del Cheque bebé.- Supondrá un ahorro de 1.200 millones.
– Su eliminación no se hará en función del nivel de renta (se retirará incluso a las madres por debajo del umbral de pobreza).
– ¿Serán también estos los tramos que se aplicarán al copago sanitario y farmacéutico?

Tomadas con anterioridad (entre otras):

Inyectar 230.000 millones a la banca privada (causante de la crisis).

Suprimir el impuesto de Patrimonio.– Perdiendo más de 2.000 millones de recaudación.

Suprimir, a partir de 2010 el impuesto de Sucesiones.- Perdiendo más de 3.000 millones de recaudación.

Mantener los impuestos a las SICAV (Sociedades Anónimas donde las grandes fortunas refugian su capital) en el 1%.


Medidas todas, como puede apreciarse, de una gran sensibilidad social, y destinadas a hacer pagar la crisis a pobres, enfermos y trabajadores.

Con una izquierda así, para qué nos hace falta la derecha.

Las medidas que no toma el Gobierno (los gobiernos europeos, de izquierdas o de derechas, son sólo gestores de las multinacionales que les mantienen) para salir de la crisis:

– Adoptar medidas serias para suprimir el inmenso fraude fiscal (90.000 millones de €/año), los grandes salarios y los grandes beneficios de la banca.

Subir los impuestos a las rentas más altas (somos uno de los países de la UE 15 con sistema impositivo menos equitativo).

Acabar con el fraude del IVA.– Sólo en 2008 las cuotas dejadas de ingresar superaron los 17.000 millones.

– Actuar contra la vergüenza que supone la declaración de ingresos –IRPF– de los más de 3 millones de empresarios y profesionales liberales, que en la campaña de la Renta 2007 declararon una media de ingresos de 966 €/mes. Es decir:

– ¡¡¡¡ GANAN MENOS QUE SUS EMPLEADOS !!!!

– Recortar gastos militares (y los enormes gastos de las “misiones de paz” que sólo buscan intereses empresariales), de la casa real, de la iglesia, de los políticos, reducir los cargos de libre designación, los asesores, …..

– Suprimir las subvenciones a sindicatos y partidos. CCOO y UGT han recibido en 2009 en concepto de subvenciones 193 millones de €, el doble que el año anterior (eso sin contar las cantidades que les dan las diferentes comunidades autónomas y las ayudas que reciben a través de sus fundaciones, la firma de EREs, ….).

ESTO NO HA HECHO MAS QUE EMPEZAR. SI LES DEJAMOS NOS LLEVARÁN A SITUACIONES SOCIALES, LABORALES Y ECONÓMICAS DEL SIGLO XIX.

SOLO HAY UNA SALIDA: PERDER EL MIEDO Y MOVILIZARSE, NO HAY SALIDAS INDIVIDUALES.

En relación con la convocatoria de huelga en el sector público para el 2 de junio, anunciada por los sindicatos mayoritarios, dos consideraciones:
1ª) No es comprensible que la huelga se limite al sector público, ya que la “contrarreforma” del Gobierno afecta también a pensionistas, ancianos, enfermos, madres, …, y no toca lo más mínimo los impuestos al capital, causante de ésta y anteriores crisis.
2ª) El ataque a los trabajadores y pensionistas es de tal calado, que esperemos no se quiera hacer un lavado de cara con una huelga de 24 horas en junio, para que en octubre, a la vuelta del verano, todo se haya olvidado.

Pío Moa y el nuevo sistema de formación del profesorado no universitario

Durante el pasado año la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid reestructuró el sistema público de formación del profesorado no universitario. En teoría, el nuevo modelo suponía trasladar el peso de los CAP’s (los antiguos centros de formación permanente del profesorado) a los centros escolares, manteniendo sólo 5 centros de formación del profesorado (que ahora se denominan CTIF’s) en toda la Comunidad de Madrid. En la práctica, el nuevo modelo ha supuesto el desmantelamiento del sistema público de formación del profesorado no universitario. Apenas se ha oído alguna fingida pataleta de algún sindicato subvencionado. Es normal, pues los sindicatos son cómplices necesarios de una medida que les beneficia al obtener una mayor clientela para sus cursos que suponen jugosos ingresos que ayudan a sostener sus burocracias.

Después del desmantelamiento de la red de formación, Lucía Figar y sus acólitos se han propuesto dar una vuelta de tuerca al nuevo modelo de formación del profesorado. Aparte de la nueva estructuración, ahora resulta que también los contenidos impartidos van a ser acordes a los valores y principios de los súbditos afines a la lideresa Esperanza Aguirre. Así nos hemos enterado (ya demasiado tarde, por desgracia) del curso organizado en el CTIF Madrid-Capital titulado “Cuestiones sobre la España de 1931-1939” con ponentes como Pío Moa o José María Marco, intelectuales de renombrado prestigio entre los círculos más reaccionarios y asalariados de los medios de comunicación de esa misma derecha que a su vez los ensalza cuando estos dicen y escriben lo que saben que quiere escuchar dicha derecha mediática.

Esperamos que esto no sea el inicio de un nuevo modelo de formación basado en los principios de la nueva ultraderecha democrática. No nos gustaría ver que se usan las instituciones públicas y estatales para difundir el creacionismo en Biología, o la separación de sexos en el aula como “método didáctico”, por poner sólo algunos ejemplos.

Desde el Sindicato de Enseñanza e Intervención Social vamos a luchar con todos los medios a nuestro alcance para que no se vuelva a repetir una situación tan vergonzosa.

Señora Lucía Figar, no está bien financiar con dinero público actividades de intelectualillos amiguetes. Después hablará de la casta del cine subvencionada por el PSOE. Demasiadas barrigas agradecidas. No vamos a quedarnos callados si intenta convertir la formación del profesorado en un nuevo Telemadrid.

http://ensemad.cnt.es

Entrevista al ICEA que nos ayuda a comprender mejor la situación económica de Grecia

Le hacemos una entrevista a Endika Alabort profesor de Economía de la Universidad del País Vasco y miembro del Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión (ICEA) para profundizar un poco en cual es la situación económica y como se ha llegado hasta ella. Hemos dividido esta entrevista en tres bloques distintos.

En la primera parte hablamos de que son aquellos términos que han salido por los medios en relación a la crisis en Grecia y repasamos un poco las agencias de rating y a los elementos especulativos en el mercado de deuda.

En la segunda parte, quiza el nudo gordiano de la entrevista, la dedicamos a Grecia. Hablamos de la crisis de deuda pero repasamos a su vez otros factores de la economía griega. Empezamos a hablar del papel de la UE.

Finalmente profundizamos un poco más sobre el papel de la UE y el FMI e pero sobretodo nos fijamos en el plan de estabilidad y vemos que consecuencias tiene.

Para escuchar la entrevista visita este enlace:

http://eldelirio.wordpress.com/2010/05/12/icea-1%C2%BA-parte-introduccion/

http://eldelirio.wordpress.com

[Grecia] #289 La Explosión Morbosa de Ideología.

Recientemento hemos recibido y publicado el siguiente comunicado (sigue la versión en inglés, para griego click aquí) de la revista con sede en Atenas “Flesh Machine”, anunciando que cesa su publicación a la luz de los hechos del 5 de mayo y de las (no-)reacciones que siguieron. Un comunicado muy importante y uno de los que se distribuiran más, esperamos.– OL.

La explosión morbosa de Ideología.

Por qué esta época es peor que las anteriores?

En un estupor de pena profunda y temor

¿no hemos toqueteado las heridas más nauseabundas

y las hemos dejado sin curar con nuestras manos?

(Anna Akhmatova “¿Por qué esta época es peor?”, 1919)

El 5 de mayo la explosión de ideología que ha asolado los círculos radicales durante algún tiempo, alcanzó su cúspide: 3 trabajadores de un banco muertos. Con algunas excepciones honorables, en los días siguientes la reacción automática a las muertes consistió en culpar a la policía, los jefes, e incluso más abstractamente, al Capital y el Estado por la carnicería. Entre esos rituales acusatorios, la falta de auto-crítica es ensordecedora. Si el gran silencio fuera meramente el resultado de algún tipo de entumecimiento existencial, sería prueba puramente de la inhabilidad de los radicales para hacer frente a lo inevitable.

Sin embargo, el silencio es estructural. Es un componente organizativo de la degeneración del movimiento radical dentro de un culto con sus propios juramentos de silencio, sus propias reglas sobre decir la verdad, y, por supuesto, sus preciados tótems y tabús.

Después de al menos 16 meses desde diciembre del 2008, ha habido una asombrosa falta de analisis radical sobre el levantamiento social y las condiciones de posibilidad e imposibilidad que ha abierto. En este árido terreno una morbosa planta ha echado sus raíces: una cadena de acciones que sólo pueden ser interpretadas como invocaciones rituales para el retorno de los hechos, un modo de fidelidad a diciembre que no reconoce su singularidad históricamente situada e intenta sustituir su dinamismo espontáneo social con el dinasticismo programático de alguna vanguardia revolucionaria.

Estas acciones, enfocadas como si se tratara de la aplicación de una verdad absoluta, no sólo están despojando los hechos de diciembre de su potencial radical, si no que proyectan en el futuro la imagen de un rastro que sólo es inteligible en términos de un presente impotente, un presente que no contiene otra positividad que una negación imaginaria de la negación, aquella doble negación hegeliana que atrapa lo social en un círculo dialéctico de vuelta a lo mismo: autoritarismo. Por lo tanto, todos los que hicieron la crítica burguesa contra el Levantamiento de Diciembre (en términos de “narcisismo nihilista”, “un círculo vicioso estéril, etc.) que parecen realizar un ejercicio persa de azotar al mar con cadenas, hoy adquieren una perturbadora validez que sólo nos puede hacer concluir que el peor enemigo de la revolución son los propios revolucionarios.

Algunas personas durante la última huelga general de marzo, viendo a 200,000 manifestantes rugiendo de rabia e incluso algunos intentando irrumpir en el Parlamento, sólo pudieron pensar en un medio de representarse su propia identidad insignificante como la vanguardía de la militancia. Porque eso es lo que este culto tiene como núcleo: rituales de performatividad, rituales para preservar y reproducir el equilibrio de resistencia, de fuerza, de militancia, de preparación para golpear, o aquello en lo que pueda consistir la órden simbólica de masculinidad rebelde. La violencia, tan abstractamente demonizada por la burguesía, es sólo un componente funcional de este proceso – no el problema objetivo si no el efecto de una relación extremadamente problemática. Una relación de competición por la acción más “avanzada”, más “dinámica”, el ataque más agresivo y aparentemente inflexible, el ser más unidimensinal en el mundo. Lo que conecta todas estas actuaciones de “singularidad revolucionaria” no es la violencia per se, si no la vanagloriosa cultura competitiva de masculinidad militarista. El establecimiento de una jerarquía de género con “voluntad” de excluir una lucha de masas abierta que está teniendo lugar a lo largo del país: un nuevo stalinismo.

El activismo voluntarista, ese bastardo de las peores tradiciones blanquistas de la izquierda, posa autocomplaciente como un espectacular sustituto de los largos y dolorosos procesos de autoorganización y recomposición proletaria. Con el abismo de la ambición egoista como única promesa, amenaza con devorar cualquier sentido por la batalla de principios, cualquier sensibilidad de responsabilidad igualitaria para con la emancipación social, y cualquier valor de ayuda mutua. Este militarismo está creciendo dentro de la semilla sintómatica de una sociedad enferma. Y como todos los síntomas funciona sólo para que esta sociedad y su enfermedad perduren.

El 5 de mayo señaló el final de la inocencia. En sus casi cuatro años de publicación, “Flesh Machine” ha intentado introducir en el movimiento radical una perspectiva crítica con la esperanza de arrastrar el aire rancio del ritualismo revolucionario y ayudar a equipar a la gente que realmente se preocupa por la creación de una ruptura social deseada con herramientas para analizar la realidad de una manera no dogmática. Fue un esfuerzo basado en la tradición de Michel Foucault, Gilles Deleuze, Felix Guattari, Judith Butler, los grandes herejes de la filosofía y estética occidentales. Intentar plasmar esto en la realidad de las batallas sociales de su tiempo fue la primera meta de la revista y sus publicaciones auxiliares, un proceso no exento de problemas o contradicciones, pero sinceramente comprometido con la deseada emancipación social. Si “Flesh Machine” era en sus propias palabras una máquina de deseo, se ha convertido en una locomotora privada de sus raíles. Un esfuerzo de desterritorialización (en términos de teoría, ética y estética) que ya no puede relacionarse con el terreno que originalmente invirtió como un plano de inmanencia.

Antes de degenerar en un proceso frustrado y resentido de exploración intelectual dentro de un ambiente cada vez más alienado, “Flesh Machine” y su componente humano han decidido retirarse de esta labor e interrrumpir permanentemente cualquier contribución al entorno radical.

Este movimiento será inevitablemente interpretado por los profesionales revolucionarios como prueba de la naturaleza burguesa de este proyecto, de la debilidad de los intelecuales, de la traición de los académicos en plena batalla y así sucesivamente. Les dejamos en su anticuada meta-narrativa marxista para que disfruten el placer sobrante de su posición de estar eternamente en lo cierto con la condición de que siempre fallen.

Dejemos que recuerden, sin embargo, que el punto de ruptura de todos los procesos revolucionarios es cuando sujetos que no tienen una clase de interés objetivo en la revolución pero están comprometidos con la emancipación social debido a una manera ética de habitar el mundo, deciden que el proceso revolucionario sólo puede dirigirse a una nueva forma de tiranía.

Algunas personas recordarán el asesinato de Kitsos Maltezos, la invasión soviética de Hungría, la invasión china de Vietnam, etc. – estos acontecimientos revelaron cómo los revolucionarios, estando tan preocupados en cambiar el mundo, olvidaron cambiarse ellos mismos y de este modo reprodujeron el mismo viejo mundo en incluso versiones más sofocantes y brutales de autoritarismo. Esto no significa que todos los procesos revolucionarios estén condenados al fracaso – pues sólo lo hacen cuando la gente olvida que lo que está fuera del estado de las cosas siempre es parte de una relación estructural de este estado de las cosas. Sólo cuando la gente olvida caminar a través de la herida edípica que les constituye en su negación del Otro simbólico.

En su deserción, “Flesh Machine” no olvida a los lectores que han apoyado este proyecto herético y han indicado sus errores y debilidades. Con ellos reside la fuerza de la ruptura de pensamiento y la crítica. Con ellos reside la fuerza de la responsabilidad.
FIN (En Fin)

Flesh Machine, 10 May 2010

Traducido por Alasbarricadas

* “The Morbid Explosion of Ideology” (Flesh Machine) http://www.occupiedlondon.org/blog/2010/05/11/289-the-morbid-explosion-of-ideology/

“Grecia is not Spain…”

…o como dicen los/as políticos de este país, de uno y otro pelaje, “España no es Grecia, tiene similitudes, pero su bla bla bla… es muy distinto. Por tanto no nos va a pasar lo mismo, somos más fuertes”. Para arrojar luz sobre la sarta de mentiras
producidas por los medios de comunicación de masas, vamos a analizar cuál es la situación real de los dos países, y sobre todo, compararemos la respuesta que se está dando ante una idéntica situación. Creemos que merece un esfuerzo la tarea de conocer lo que ocurre en un país, en el que parece conectar el movimiento obrero con los planteamientos anarquistas que tienen los/as compañeros/as en Grecia.

En primer lugar debemos conocer la historia política y social reciente de Grecia. Éste es un país de poco más de 11 millones de habitantes, de los cuales 5 millones viven en Atenas y 1 millón en Salónica. La población se apiña en las ciudades no por gusto,
sino por acción del propio Estado, que centraliza el trabajo en las mismas e impone un estilo de vida totalmente urbano que encaja a la perfección en el planteamiento capitalista. Exactamente lo mismo que ha ocurrido en nuestro país a lo largo de los años tanto de dictadura como de “democracia”. En Grecia existe un amplio mercado negro en el que unos sobreviven y otros se enriquecen a costa de los/as trabajadores/as, tal y como sucede a día de hoy en España. Los últimos años en el país heleno han sido de “boom del bienestar”, con muchas hipotecas firmadas y aumento del consumo, otra coincidencia. En Grecia también se usa a los/as inmigrantes como esclavos/as, utilizándoles como mano de obra barata cuando les interesa, y para contrarrestar el hecho de que la tasa de natalidad griega está descendiendo. ¿Otra coincidencia? Si no se quedan satisfechos podemos hablar también de la corrupción, tanto política como empresarial, existente en ambos Estados, y del por qué de los ajustes que a día de hoy se proponen. Éstos vienen directamente de la Unión Europea, desde donde se impone el sistema económico imperante en el viejo continente. Por último, la economía griega se basa en la construcción, el comercio, el turismo y los/as funcionarios/as. Dicen que Grecia no tiene industria, pero España está, gracias a la reconversión industrial, de estar en la misma situación. Interesante, ¿no?

En segundo lugar compararemos las políticas que se llevan a cabo en Grecia, quiénes son los/as responsables de las mismas y quienes son los/as encargados/as de que todo esto no se les vaya a la mierda, sirviendo de pegamento para la cohesión social. El PASOK (socialdemócratas) y el ND (conservadores) son los dos partidos que alternan mandatos en el poder. Ambos tienen un papel preestablecido de antemano: los segundos cambian la legislación contra los intereses de las personas, en época de bonanza
económica para que la gente no se alarme, y los primeros tienen la misión de reducir la contestación social en épocas malas, como es el caso de la actual situación griega. En esta ocasión, el PASOK ha contado en el parlamento griego con un aliado para aprobar las medidas que imponen desde Europa, el partido LAOS de extrema derecha. El colchón de espuma entre la rabia de las personas y el Estado griego está formado por los sindicatos GSEE (Confederación General del Trabajo) y ADEDY (Unión de Empleados Civiles). Éstos se encargan de mantener la paz social, negociando con la patronal y el gobierno las reformas necesarias para “matar” de una vez a la clase obrera. No obstante también son convocantes de las movilizaciones dado el cariz que están tomando las medidas impuestas desde el gobierno; los trabajadores les han desbordado y están intentando controlarlos. En definitiva, el gobierno griego actual es de corte socialdemócrata, que apuesta por el “proteccionismo” de las grandes empresas y los grandes bancos y que está jugando el papel que le corresponde. Si cambiamos los partidos por el PSOE y el PP, eliminamos la representatividad de la ultraderecha en el parlamento y ponemos más gente en las convocatorias de CCOO y UGT, tenemos el perfecto retrato robot de la situación política en España.

Seguiremos con las medidas que se van a tomar o que ya se han tomado. Los países europeos, Grecia y España incluidos, han llegado a un acuerdo por el cual todos deben de reducir su déficit para que la economía funcione bien. Han de mantenerlo en unos parámetros determinados. Para reducir el déficit acumulado por Grecia, desde la Unión Europea se ha ofrecido dinero a cambio de reformas en las condiciones de vida de la población: reducción de salarios, aumento de la edad de jubilación, aumento de los impuestos indirectos, descenso de las prestaciones por desempleo, descenso de las inversiones públicas…El mismo parlamento europeo va a acudir al rescate de las entidades financieras, cuyos beneficios no dejan de aumentar, con una inyección de 750 mil millones de euros. Desde ese parlamento se ha mandatado a España que reduzca el déficit de manera inmediata, y las medidas propuestas son idénticas a las griegas, recortando el gasto social en 50 mil millones de euros. Otra coincidencia, ¿o no?

Pero si en algo se diferencia la situación de Grecia y de España es en la calle. La gente ha parado de trabajar y se ha movilizado no solamente por mejorar sus condiciones de trabajo. Directamente se han dirigido al Parlamento a tratar de parar la aprobación del “Plan de Austeridad” griego. Lo más sintomático de todo han sido los gritos que se coreaban en esa respuesta en las calles, repetido ya como una consigna en toda Grecia: “Vamos a quemar el Parlamento”. Pero no todo es positivo en la situación griega. Los sindicatos oficiales se han visto superados por la vorágine de los/as trabajadores/as, y esto lo intentan aprovechar partidos autodeclarados “de izquierdas” como el KKE para sus propios intereses. No han tenido escrúpulos en defender el parlamentarismo y en pactar con unos y con otros para ganar más poder “democrático”, incluso condenaron abiertamente a los/as protagonistas de la revuelta desencadenada tras la muerte de un joven anarquista en 2008, al igual que hoy condenan a los/as que se salen de su juego reivindicativo amparado por la constitución griega. Estos defensores a ultranza del Estado, ahora, mediante su brazo sindical, el PAME, han tratado de llevarse a mucha gente descontenta a su terreno. No obstante, no está “todo el pescado vendido” en esta ocasión, todo lo contrario. La gente que sale a la calle conecta también con los libertarios que actúan en Grecia, gracias al trabajo de difusión y agitación llevado a cabo durante los años previos a esta situación. Los/as obreros/as están saliendo a la calle, están conectando con el mensaje de los movimientos sociales y están pidiendo “dar calor al parlamento”. Gran parte de los/as trabajadores/as en Grecia están empezando a perder el miedo.

Y a mismas agresiones, urgen mismas respuestas. Con esto no queremos decir que consideremos que la respuesta que se está dando hoy en Grecia sea la panacea, sino resaltar, en un momento y en un lugar en los que las movilizaciones y la confrontación con el Estado, el Capital y sus defensores es casi impensable, el coraje y la decisión con la que miles de personas se han enfrentado a la autoridad y a la dominación. Ahora nos toca a nosotros/as, aquí y ahora, propagar la semilla de la revuelta. Una revuelta que quizás esté condenada a extinguirse, pero que no será en vano si logra despertar entre la gente el deseo de organizarse, primeramente para responder ante las agresiones de todas las formas de autoridad, y como objetivo central para destruirlas de una forma definitiva, implantando en su lugar una sociedad libre.

Organizarse en el trabajo en sindicatos anarquistas, en los barrios en grupos de afinidad, realizar labores de agitación, de conciencia, de propagación de las ideas libertarias, etc, es ir creando desde hoy el tejido que amparará el desarrollo de las revueltas, para que en lugar de quedarse en hechos puntuales, crezcan y pongan realmente en jaque a la autoridad.

Desde el Grupo Luz de Medianoche, queremos mandar un mensaje de apoyo a los/as compañeros/as en Grecia, recordándoles que seguimos los acontecimientos con interés, y que fuera de Grecia también hay gente que intenta que las cosas cambien, aunque como hemos dicho, las cosas en la calle no estén igual. Animamos a los/as compañeros/as griegos a trabajar en la creación de un movimiento libertario fuerte, organizado y que sea referencia de la filosofía de vida y lucha del anarquismo.

Salud a los/as que luchan.

Mayo 21010

Grupo Luz de Medianoche (Salamanca)
Federación Ibérica de Juventudes Anarquistas

www.nodo50.org/juventudesanarquistas

[Distri Soroll – València] Novetats Maig

::Ekintza Zuzena nº37::
Nuevo número a la calle:
-Balizko euskal anarkismorako zirriborro bat
-Nabarra y el igualitarismo del tercer milenio
-Crisis y alternativas económicas
-La defensa de la tierra
-5 experiencias contrainformativas
-La fiesta como retrato de la izquierda
-La mujer en el ejército
-Chile. Conflictividad y lucha social
-Afrika, etengabeko arpilatze eta esklabotza
-Txernobileko hondamendiaren «kudeaketa soziala»
-¿Se quema Madrid o quema Madrid?http://distrisoroll.blogspot.com/
-Terapia y salud mental
-120 años de teatro libre ::PRECIO: 4,5€::

::Motherfuckers!. De los veranos del amor al amor armado::
“Vivían como ratas” Abbie Hoffman
“Eran gente muy desagradable: barbudos, gordos, airados, beligerantes, feos, perdedores y duros” Wayne Kramer

Proveen de comida a los sin techo de la ciudad, al mismo tiempo que retan a la industria del rock and roll, a los empresarios rebeldes y a MC5. La visita de la banda de Detroit acaba con sus miembros huyendo de la ira motherfucker. No piden nada. Lo toman todo. Simulan el asesinato de un poeta y realizan una abierta apología de una asesina real, Valerie Solanas y sus disparos contra el arte (Andy Warhol). Intentan cerrar el Museo de Arte Moderno, inundan de vagabundos salas de arte y pretenden acabar con todos los policías de la ciudad. Pelos largos, hombres lobo, drogas, comunas y chaquetas negras de cuero. Están frente al Pentágono, desafiando a los policías que lo custodian, mientras los yippies pretenden hacerlo levitar. No eran hippies, ni tampoco una organización política al uso. Eran una banda callejera politizada, una tribu y un clan revolucionario, un oscuro grupo de afinidad convertido en una verdadera familia cuyo discurso giraba en torno a una constelación de ideas que incluían a Dadá, la anarquía y la autodefensa armada. Por vez primera en castellano, los textos, panfletos y pósters de Black Mask/Up Against the Wall, Motherfuckers! ::PRECIO: 18€::

::Autobiografía de un irreductible. Claudio Lavazza::
“Mi presencia en las manifestaciones de la Autonomía es cada vez más importante, trato de no perderme ni una, me siento a gusto en todas aquellas ciudades importantes del país mezclado con tantos/as compañeros/as que piensan como yo, esperando el momento para calar el pasamontañas y atacar a todos los símbolos del sistema, sean éstos personas o cosas. Nos sentimos fuertes todos/as juntos/as, damos miedo, lo leemos en los ojos de las fuerzas del orden, de los comerciantes colaboradores, de los fachas… Se acabaron los tiempos de recibir palos sin poder devolverlos, ahora también nosotros/as tenemos armas de fuego, con cada vez más insistencia se oye el grito “Poliziotto, fai fagotto, é arrivata la compagna P38” (“Policía vete, ha llegado la compañera P38”), en referencia a la pistola semi-automática Walter P38 del ejército alemán.” Claudio Lavazza fue protagonista de los denominados “años de plomo” en Italia. Miembro de los grupos Proletarios Armados por el Comunismo (P.A.C.) y Comunistas Organizados por la Liberación Proletaria (C.O.L.P.), tuvo que exiliarse en 1982 debido a la represión. Su pista se pierde hasta su detención en Córdoba (España) el 18 de Diciembre de 1996, tras el fallido atraco a la sucursal central del Banco Santander. Durante la persecución policial murieron dos agentes de la policía local de Córdoba y Claudio y sus compañeros recibieron múltiples heridas de bala. Desde la fecha permanece encarcelado, habiendo pasado muchos de estos años en los ilegales módulos de aislamiento FIES creados por el PSOE en 1991, donde participó en numerosas protestas, siendo fuertemente criminalizado por ello. En esta su autobiografía, escrita en la cárcel, apoyándose en cronologías y documentos, nos describe su itinerario existencial, el de un irreductible, o sea, que no se rinde.
::PRECIO: 8€::

::El Tubo. Xavier Cañadas::
Terror y miseria en las cárceles españolas de la democracia –
Xavier Cañadas nos cuenta en este relato su paso por una de las prisiones más crueles del estado, la cárcel de Ocaña. Es una historia reveladora de lo que significó la derrota de la “transición” y de las luchas obreras tras la muerte de Franco, al igual que de la firme represión contra la juventud rebelde de la época. Montajes policiales, troturas, infiltrados,… como “normalidad democrática” ::PRECIO: 6€::

::El Sabotaje. Emile Pouger::
La huelga, el boicot y el sabotaje son tres de las herramientas fundamentales del movimiento obrero, mil veces teorizadas y mil veces practicadas. Este libro reeditado (recordemos que es todo un clásico), se centra sobre todo en el sobotaje, es decir, la destrucción material o la obstrucción e interrupción de la producción por parte del proletariado como método de presión a los patronos. Todo un manual de plena actualidad. ::PRECIO: 5€::

::El placer de la revolucion. Ken Knabb::
En los ultimos tiempos ha irrumpido en la teoría política el concepto de “multitud” que ha trata de sustituir a los hasta ahora vigentes conceptos de “pueblo” o “nación”, los cuales han estado siempre ligados a distintas concepciones de soberania estatal. El autor haciendo un repaso a las teorias de los clásicos del siglo XVII (Spinoza, Hobbes…) llega hasta los conflictos sociales de hoy donde los antiguos conceptos se tambalean (representatividad, soberania…) y donde se abre la esperanza (aunque de momento sólo eso) de que esa “multitud” sea la protagonista de la fundación de un nuevo sistema democrático no representativo, no estatal. ::PRECIO: 5€::

::ALBANIA, LABORATORIO DE LA SUBVERSION::
Reedición ampliada este texto escrito con motivo de la revuelta que se vivió en Albania en 1997. Tras la caida del régimen estalinista el pueblo albanés prueba las “mieles” del capitalismo, donde la corrupción y los nuevos ricos campan a sus anchas. Las protestas populares contra una estafa bancaria que deja sin ahorros a miles son reprimidas duramente. La respuesta del pueblo es tomar las armas. Gobiernos y periodistas de occidente “no entienden” esta revuelta que ha aniquilado las estructuras del nuevo Estado capitalista. ¿Qué hay que enteder?. La revuelta ha venido para quedarse.
::PRECIO: 5€::

::CRISIS Y UTOPIA EN EL SIGLO XXI::
Edita: MaldeCap
El antiguo miembro del colectivo anti-desarrollista “Los Amigos de Ludd” y autor de obras como “Naturaleza, ruralidad y civilización” o “La democracia y el triunfo del Estado”, nos habla ahora de la crisis que padecemos, que no sólo es económica, sino también una crisis de libertad, de valores, una crisis medioambiental y de agotamiento de los recursos. ::PRECIO: 3€::

::ANTOLOGIA DE TEXTOS DE LOS AMIGOS DE LUDD::
Edita: Muturreko
Las editoriales Muturreko Burutazioak y Biblioteca Social Hermanos Quero publican esta selección de textos del desaparecido colectivo de crítica a la sociedad industrial “Amigos de Ludd”. Incluyen tanto textos ya publicados en su Boletín (que llego a publicar nueve números) , como otros que aparecieron en panfletos, folletos y revistas alternativas con motivo de distintos acontecimientos o debates. ::PRECIO: 9€::

Echale un ojo al catalogo en la web: http://distrisoroll.blogspot.com/

[La Residencia csa – València] Activitats cap de setmana 14-15 maig.

____________________________________________
Viernes 14 mayo a las 22h en el CSA LA RESIDENCIA

#Fo (Murcia,shoegaze- psicodelia con miembros de Klau & Kinski)

Cohen
(Valencia, folk- country)

Pony Ranch (Valencia, death folk)

—————————————————————————
i el 15 de MAIG… FUROR UTERÍ FEST!!!

Exposició de Gee Vaucher ( Crass ) i altres grups

14 hrs menjador vegà

16 hrs debat: “Quan el soroll ix de l’úter”
Prsentació del Clitocore zine

18 hrs taller: “El millor de l’horta valenciana: Alternatives de plaer”
A càrrec de la tenda eròtica per a dones La Alegre Conchita (Benimaclet)

20’30 hrs: soroll!!! (hi haurà sopar)

SILLA ELÉCTRICA (Punk Madrid amb gent de MULETRAIN)

LAS SEÑORAS (Punk Madrid)

DRAMA (Hardcore Barcelona)

ULTRABOTOX (Punk Valencia)
Enlace Maqueta

ARTICO (Pop rock Valencia)

@La Residencia http://www.myspace.com/orxatafestEnlace
Font d’en Corts, 184. Mercavalencia (bus14). VaLenSia

Qualsevol dubte/Qualquier duda: ultrabotox (a) hotmail.com

*** IMPORTANT *** Els i Les que sapigau que vindreu a dinar i/o sopar aviseu per aquí, o a un correu a festivalorxata (a) gmail.com

*** IMPORTANTE *** Los y Las que sepáis que vendréis a comer i/o cenar avisad por aquí, o a un correo a festivalorxata (a) gmail.com

Zapatero continúa el ataque contra la clase trabajadora

“Pensiones, sanidad, educación y prestaciones por desempleo quedan fuera del ajuste”. Con ese subtítulo ha anunciado hoy el PSOE un paquete de medidas para reducir el déficit, es decir, para “ahorrar”. Asegura que no se tocarán los pilares del Estado de Bienestar.

Su plan consiste en bajarle el suelo un 5% de media y su congelación en 2011 a los funcionarios, espectro de la clase trabajadora que hasta ahora se había librado de los tijeretazos anteriores pero que le ha llegado su turno. Desde hace varios años analistas anticapitalistas aseguraban que la política neoliberal del PSOE estaba blindando el trabajo precario para que no se desprecarice y desmontando poco a poco el trabajo estable. Aquí tenemos otra prueba de por dónde nos lleva el camino de la “política social” de Zapatero.

Además en el paquete de medidas se incluye la anulación de la ayuda del llamado “cheque-bebé” y se elimina la retroactividad en el cobro de la prestación por dependencia (ya de por sí escasísima).

Y mientras está en pausa la propuesta de retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años, otra de las medidas anunciadas esta mañana es la suspensión para 2011 de la revalorización de las pensiones.

¿Por qué aún así el gobierno insiste en que “no se tocan los pilares del Estado de bienestar” porque “pensiones, sanidad, educación y prestaciones por desempleo quedan fuera del ajuste”?

Para desviar la atención y no decir que a la sanidad le afecta un proceso de privatización galopante amparada por la Ley 15/97 y que la educación se está mercantilizando gracias al Plan Bolonia y a la entrada del sector privado desde hace años. Y se supone que en un Estado de bienestar uno no tiene derecho a unas raquíticas prestaciones por desempleo (con 4 millones de parados), si no a un trabajo digno y estable.

Nueva vuelta de tuerca a la clase trabajadora y al descontento social. Se eleva la presión y el regulador de la olla comienza a bloquearse.

La Haine

Lo que está en juego con la “Memoria Histórica”

baltasargarzon

Un artículo de opinión del veterano militante libertario Octavio Alberola donde reflexiona a cerca de la actual polémica sobre el procesamiento del juez Baltasar Garzón. Alberola analiza el caso desde una perspectiva alejada del dualismo en el que viene presentado por los medios de comunicación utilizando términos como verdadero/falso combate.

Desde hace algunas semanas y más de treinta años después de haber muerto Franco, estamos asistiendo a una insólita movilización cívica, tanto en España como en Europa, de apoyo al juez que el Tribunal Supremo quiere inculpar por haber abierto y cerrado una causa que pretendía hacer justicia a las víctimas de la represión franquista. Pero, aunque esta movilización esté plenamente justificada, tanto desde el punto de vista ético como político, ella puede perjudicar la causa por la que luchan desde hace mucho tiempo las familias de las víctimas del franquismo: la plena rehabilitación moral, política y judicial de cuantos sufrieron la brutal represión instaurada por ese régimen fascista durante cuarenta años. Y puede ser así porque esta movilización se está centrando exclusivamente en la batalla judicial en defensa del juez Baltazar Garzón, olvidando el combate por la anulación de las sentencias pronunciadas por los tribunales represivos de la dictadura franquista. Esta vergüenza, este deshonor de una Democracia que continua -¡treinta y dos años después de haber promulgado su primera Constitución democrática posfranquista!- a validar las sentencias pronunciadas por la «Justicia» de la Dictadura contra cuantos lucharon para hacer posibles las libertades que hoy son constitucionales.

Ciertamente, el riesgo no es sólo el cese de esta movilización una vez terminado el caso Garzón sino que ella contribuya a hacer recaer exclusivamente sobre los jueces la responsabilidad de esta vergüenza y este deshonor. Una responsabilidad que incumbe sobretodo al Gobierno y a los Partidos con representación parlamentaria; puesto que es el poder legislativo el que promulga las leyes y no el poder judicial -los jueces debiendo sólo interpretarlas y aplicarlas.
Es pues el poder legislativo, compuesto por el Gobierno, los senadores y los diputados, el que tiene la responsabilidad de esta ignominia histórica y la potestad para ponerle fin. Ignominia que los Partidos políticos han permitido, par cobardía moral y política, de existir y perpetuarse… La prueba: no es únicamente la Ley (pre constitucional) de amnistía de 1977 que es invocada por la Justicia actual para rechazar la anulación de las sentencias franquistas o para no investigar los crímenes del franquismo, sino también la Ley de Memoria Histórica aprobada a finales de 2007. Esa Ley, cobarde e injusta, que no sólo no se atreve a rehabilitar a las víctimas del franquismo sino que, además, las divide escandalosamente en dos categorías al establecer una infame discriminación entre ellas: unas con derecho a una reparación económica casi catorce veces superior a las otras !

Imposible olvidar también que, después de la promulgación de la Ley de amnistía de 1977 y la aprobación de la Constitución en 1978, se han sucedido varios gobiernos (e inclusive dos gobiernos socialistas que han gobernado durante varios mandatos cada uno) sin que ninguno de ellos haya osado rehabilitar plenamente a las víctimas del franquismo. Lo mismo puede pasar ahora si nos focalizamos en el combate judicial provocado por Garzón o en el trámite parlamentario para anular o revisar la Ley de amnistía de 1977; pues en los dos casos hay el riesgo de que pase el tiempo y la anulación de las sentencias franquistas quede olvidada una vez más. Annulación que podría ser pronunciada ya si el Gobierno socialista o la mayoría parlamentaria actual lo quisiera; pues esto depende exclusivamente de su voluntad de hacerlo… Voluntad de atacarse a un tabú de la Transición, como lo hicieron los Diputados el 20 de noviembre de 2002, cuando condenaron a la unanimidad el golpe militar de 1936, o el 26 de diciembre de 2007, cuando la mayoría de ellos aprobó la Ley llamada de Memoria Histórica que declara «ilegítimos» los tribunales represivos franquistas e «ilegítimas» sus sentencias.

Cómo pues no preguntarse el por qué hoy no cambian esa ley para que ella declare esos tribunales y sus sentencias nulos y nulas además de «ilegítimos» e «ilegítimas» en Derecho. ¿Por qué, después de tantos años de excusas y tergiversaciones, no lo osan o no quieren hacerlo?
El precio de la «transición» a la Democracia…
Es verdad que la «transición» a la Democracia no pudo hacerse que a condición de renunciar, los antifranquistas, a la ruptura institucional con la Dictadura, puesto que el antifranquismo había sido incapaz de abatir la dictadura. Y que, en consecuencia, en ese momento no estaba en posición de fuerza para reclamar la restauración de la República y oponerse a la continuidad de las instituciones del Estado franquista y de los poderes fácticos. Impotencia que explica todo lo que ha seguido desde entonces hasta el día de hoy.

Se puede pensar y decir lo que se quiera sobre el precio pagado para tener derecho a la Democracia que tenemos, pero la realidad es que la mayoría del pueblo español aceptó, sea por miedo o por interés, que elle sea lo que ella ha sido desde que esa mayoría la aprobó, en 1978, al aprobar la Constitución que define sus principios y prescribe su funcionamiento, y que nada dice del pasado ni manifieste voluntad alguna de querer mirarlo…

Entonces, cuando una gran parte de los españoles vota por los dos partidos comprometidos en este statu quo constitucional e institucional, ¿cómo esperar que los núcleos dirigentes de esos Partidos acepten de meterlo en causa? Porque, en efecto, la investigación judicial de los crímenes franquistas implicaría, necesariamente, poner en causa el espíritu «de paz y concordia» impuesto, por los «vencedores» a los «vencidos» de la Guerra Civil, con fondo de ruido de sables para que la llegada de la «Democracia» fuese posible. Espíritu que obligaba a los «vencidos» a olvidar las «atrocidades de la Guerra Civil» y a resignarse a la impunidad de los crímenes franquistas. ¿Cómo, pues, pretender, más de treinta años después de la desaparición de la Dictadura, poner fin a la impunidad que se les ha reconocido a los ex franquistas durante todos esos años, y, en ocasiones, hasta la honorabilidad que se les ha testimoniado al mostrarse públicamente con ellos? Es demasiado tarde para ello y, moralmente, muy poco digno exigirlo ahora para enmendarse de no haberlo exigido antes, después de tantos años de resignación y silencio! En todo caso, no deberíamos olvidar que justicia no debe confundirse con venganza y que el rechazar ésta es lo que nos diferencia de los fascistas.
La verdadera justicia para las víctimas del franquismo
Lo que les víctimas de la represión franquista merecen, desde hace mucho tiempo, es la plena rehabilitación moral, política y judicial. Y es una infamia que estén obligadas de esperarla aún, después de más de treinta años de esta Democracia lograda -según nos dicen- gracias al espíritu de «reconciliación»… De ahí nuestro deber de movilizarnos para que ellas tengan derecho a esa rehabilitación plena que hasta ahora sólo parcialmente se les ha reconocido. Pues ni siquiera las condenas a muerte emblemáticas del presidente Lluis Companys y del poeta Miguel Hernández han sido anuladas, pese a las promesas hechas a sus familiares desde la propia presidencia del Gobierno.
A las víctimas del franquismo les debemos esto y por ello debemos denunciar a todos los que, por cobardía política y moral, tienen la responsabilidad de que esta Democracia continúe con el deshonor de validar las sentencias de los tribunales represivos de la dictadura franquista. Y más ahora, cuando el Gobierno y el Partido socialista utilizan el caso Garzón para hacer olvidar su responsabilidad en ese deshonor e incitar, a las asociaciones de víctimas del franquismo, a atascarse en el terreno judicial, para ellos ganar tiempo, cansar y desanimar a cuantos se movilizan hoy, y así mantener, cueste lo que cueste, esa infame Ley de «Memoria Histórica».
Es pues importante no equivocarse de combate, y más en este momento, cuando hay tantos que, por el eco mediático del caso Garzón, se despiertan ahora creyendo aportar su apoyo a las víctimas del franquismo a través la defensa del juez de la Audiencia Nacional -la heredera del célebre TOP (Tribunal d’Ordre Public) durante el franquismo. Pues, aunque las circunstancias nos obliguen a tratar de impedir que la acusación presentada contra Garzón por organizaciones fascistas consiga su objetivo, es necesario acabar con este falso combate y movilizarse, por fin, para anular las sentencias franquistas y obtener así la definitiva rehabilitación moral, política y judicial de las víctimas del franquismo. No sólo por deber de justicia sino también por deber de memoria y así poner fin a la amnesia institucional sobre la Guerra Civil, la Dictadura y los compromisos de la Transición.

Octavio Alberola

Fuente: Alasbarricadas.org
Nota de DV: Octavio Alberola es un conocido militante anarquista que durante la década de los 60 estuvo involucrado en diferentes organismos de oposición armada contra la dictadura franquista. En la actualidad es uno de los animadores del grupo pro-revisión del proceso Granado-Delgado

Las tres dimensiones de la crisis. IV: Escenarios y alternativas

Resulta muy difícil predecir cuánto tiempo podrá el neoliberalismo posponer el estallido de sus contradicciones estructurales. Pero conducirá a conmociones más severas.

Existen varias posibilidades para el desemboque de la crisis. Al comienzo del 2010 el ajuste comienza a reemplazar al socorro, en la gestión de la crisis. La socialización de pérdidas a cuenta del estado tiende a ser sustituida por ataques más directos a las condiciones de vida de los trabajadores. Con distinta intensidad y temporalidad, en varios países se ha puesto en marcha este giro hacia el atropello. El recorte capitalista exige depurar bancos, eliminar firmas poco competitivas, achicar el financiamiento público e introducir reestructuraciones globales, para compensar las desbalances comerciales y monetarios.

Este proceso de desvalorización de capitales obsoletos siempre se ha instrumentado con sufrimiento popular. Lo que se dirimirá en próximo período es la magnitud de una cirugía que multiplicará el desempleo, la pobreza y la caída del salario.

Leer texto completo [PDF]

Acerca de la (i)responsabilidad del papado

(i)responsabilidad del papado” rel=”bookmark” href=”http://grupolibertarioacciondirecta.wordpress.com/2010/05/10/acerca-de-la-iresponsabilidad-del-papado/”>

El siguiente artículo acerca de la implicación papal en la cobertura de los múltiples casos de abuso sexual a menores cometidos por miembros de la Iglesia católica ha aparecido en la revista estadounidense Newsweek del 23 de abril. Nos ha sorprendido encontrar en una publicación conservadora como ésta un texto tan contundente y claro.

Es evidente que desde GLAD no podemos compartir la apreciación del sistema de justicia penal al que tan enfáticamente recurre el autor y, precisamente por eso, porque creemos que es un tinglado que sólo responde a los intereses de los poderosos, nos damos cuenta de la ingenuidad de pedir que el Papa aparezca ante un tribunal. Pero también es cierto que desde el punto de vista de la lógica del estado, tal y como señala el autor del artículo, se está permitiendo a una poderosa institución resolver asuntos penales a su manera y a su aire, lo que no deja de demostrar nuestra apreciación anterior.

Lo cierto es que el artículo nos parece relevante en un momento en que la Iglesia del estado español está llevando a cabo su peculiar cruzada contra los derechos de las mujeres, de los homosexuales de ambos sexos, etc. A la luz de todas estas revelaciones su entusiasta defensa de la familia cobra una nueva y siniestra luz. Cualquier padre o madre, de esos que van con su numerosa prole a las manifestaciones de la conferencia episcopal, se lo debería pensar mucho antes de enviar a sus vástagos al campamento de verano de la parroquia, si es que de verdad le importa su familia, en vez de andar metido en ver cómo son las de los demás.

Como ha dicho por ahí algún obispo, no todos los pederastas son curas. Ciertamente, pero ni se conoce ningún otro caso de pedófilo que se dedique a decirle a los demás como vivir su sexualidad, ni han gozado de la protección y el encubrimiento de una poderosa organización con millones de fieles.

Les das leña, y se queman en su propia hoguera.

GLAD – Grupo Libertario Acción Directa


inglés”>Hay que juzgar al Papa

Christopher Hitchens (Artículo aparecido en Newsweek)

Traducción Gladys P.

Hay quien piensa que no se puede estar hablando en serio cuando se propone detener o citar a declarar al Papa en relación con el escándalo del abuso sexual a menores. Pero si fuera así, sólo quedaría una alternativa, que es declarar al Papa por encima y más allá de todas las leyes nacionales e internacionales, y proclamarlo inmune en lo que respecta a su responsabilidad personal e institucional por encubrir a criminales. Eso sí que sería una farsa.

Lo cierto es que es bastante fácil dar argumentos en contra de excluir de la esfera de acción de la justicia al dirigente de la jerarquía católica, porque lo único que se requiere es la capacidad de darse cuenta de que el emperador está desnudo y preguntarse “¿por qué?”. Si se le quitan mentalmente sus ropajes papales y se le imagina en un traje con corbata, Joseph Ratziniger no es más que un burócrata de Bavaria que no ha conseguido cumplir la única misión que se la había encomendado, la de controlar el daño que el escándalo ha hecho a su organización.

Esta propuesta no empezó siendo gran cosa. En 2002 participé en un programa llamado Hardball con Chris Matthews, en el que se discutía lo que el fiscal general del estado de Masschusetts, Thomas Reilly, había definido como un encubrimiento masivo por parte de la Iglesia de crímenes sexuales contra la infancia, cometidos por más de un millar de sacerdotes. Pregunté por qué el hombre que era responsable en primera instancia, el Cardenal Bernard Law, no había sido interrogado por la fuerzas del orden público y por qué se permitía que la Iglesia fuera juez y parte en un caso que la atañía directamente y podía, a todos los efectos, organizar tribunales al margen del estado en los que criminales malvados y descarados acababan por ser ”perdonados”. El caso es que la pregunta debió surtir algún efecto y quedarse grabada en la mente del Cardenal Law, porque en diciembre de ese mismo año abandonó Boston, apenas unas horas antes de que oficiales del estado llegasen a entregarle una citación para declarar frente a un jurado.

¿Y a dónde se fue? A Roma, ciudad en la que posteriormente participó en la elección de Benedicto XVI como Papa, y en la que en la actualidad preside la hermosa iglesia de Santa María la Mayor, así como numerosos subcomités del Vaticano.

Desde mi punto de vista, el escándalo papal pasó la raya de lo aceptable desde el momento en que el Vaticano se convirtió en el escondite oficial de un hombre que es poco más que un fugitivo de la justicia. Al albergar a un criminal tan destacado en su seno el Vaticano facilitaba la metástasis del mal en su interior, hasta que llegó a su propia cabeza. Resulta obvio que el cardenal Law no hubiera podido escapar ni recibir asilo sin la aprobación del entonces pontífice, Juan Pablo II, y de su más cercano consejero en el asunto de controlar el escándalo de las violaciones de niños, el que aún era cardenal, Joseph Ratzinger.

Las sucesivas revelaciones han hecho palidecer incluso a los más fanáticos defensores del Papa, por su gravedad y la velocidad a la que se han sucedido. No solo existe un carta de Ratzinger, cuando aún era cardenal, enviada a todos los obispos católicos, en la que les indica enfáticamente que todos los casos de violación o abusos de menores deben ser notificados exclusivamente a su oficina. Eso sería ya bastante malo de por sí, ya que cualquier persona que sepa de un crimen tiene la obligación legal de informar a la policía, pero es que además desde Munich a Madison, Wisconsin, pasando por Oakland, empiezan a llegar informes acerca de la protección que se ha dado, y de la indulgencia con que han sido tratados, los pederastas, bajo la atenta mirada del Papa actual, bien durante su período como obispo, o como la figura principal, oficialmente encargada por el Vaticano, de silenciar la crisis. Sus defensores han hecho lo mejor que han podido, pero el Santo Padre parece haber sido consistentemente negligente o indulgente con los criminales, mientras que ha reservado toda su severidad para aquellos que los denunciaban.

Conforme esto se iba haciendo horrorosamente obvio, llamé por teléfono a un importante abogado de derechos humanos en Londres, Geoffrey Robertson, y le pregunté si la ley era incapaz de intervenir en el asunto. En absoluto, me respondió con calma. Si su Santidad intenta salir del territorio de la ciudad del Vaticano, y de hecho tiene la intención de viajar al Reino Unido el próximo otoño, no tienen más motivos para sentirse seguro que los que tuvo en su día el flamante general Pinochet, quién se había asegurado la aprobación en Chile de una ley que le garantizaba la inmunidad, pero que de igual manera recibió la visita de los bobbies británicos. Conforme escribo estas líneas, se están redactando apelaciones y se prepara la correspondiente estrategia a este respecto, por ambas partes, ya que en Vaticano se huele el peligro de una actuación legal en este sentido. En Kentucky se ha presentado un caso en el juzgado en el que se solicita la declaración del mismísimo Papa. En el Reino Unido se ha propuesto que cualquiera de los muy numerosos casos particulares podrían, de manera individual, citar al Papa en cuanto se asome por allí. También se están evaluando dos posibles vías penales internacionales, una frente a la Corte Europea de Derechos Humanos, y la otra frente a la Corte Criminal Internacional. Esta última, que este mismo año acaba de declarar nula la inmunidad del truculento presidente de Sudán y presentar la correspondiente acusación, tiene competencias en casos de crímenes contra la humanidad, una definición legal en la que se incluye cualquier sistema continuado de violación o explotación sexual de menores y así ha sido reconocida por todos los gobiernos. En Kentucky los abogados del Papa ya han anunciado que van a recurrir cualquier iniciativa de este tipo invocando la inmunidad diplomática, ya que su santidad también es, supuestamente, el presidente de un estado. Me pregunto si los católicos sinceros realmente desean refugiarse en esta fórmula legal. Ciudad del Vaticano, una minusculez política con una extensión de menos de medio kilómetro cuadrado, en el centro de Roma, fue creada por Benito Mussolini en 1929, como parte del romance entre el papado y el fascismo. Es el último vestigio de la arquitectura política de los países del Eje, pero su discutible condición de estado se ha usado ya para dar refugio a hombres como el cardenal Law.

En este caso la Iglesia se encuentra entre dos fuegos. Por un lado pide a gritos que se revise su condición de estado, que es el momento en que la apelación frente a la Corte Europea de Derechos Humanos sería aplicable, a la vez que llama la atención sobre los desagradables orígenes de ese estado. Hasta el momento la Santa Sede ha jugado a dos bandas. Por ejemplo, no figura en el Informe anual sobre Derechos Humanos del Departamento de Estado norteamericano precisamente porque no se le reconoce como un estado, y de hecho mantiene sólo un estatus de observador en la ONU. Por lo tanto, si ahora quiere reclamar su condición de estado de pleno derecho, debe asumir que también va a recibir la atención del Departamento de Estado por sus políticas laicas y también la del Departamento de Justicia, por lo que a eso respecta. Lo que lleva a preguntarse por qué el gobierno de los Estados Unidos no ha solicitado la extradición del cardenal Law, y por qué, en un asunto de tanta importancia, son los propios individuos particulares los que están llevando la iniciativa del caso.

Es muy difícil no llegar a la conclusión de que el Papa no abre una investigación seria, ni solicita la dimisión de los responsables de este sistema continuado de abuso de menores y su encubrimiento, porque hacerlo sería dar la oportunidad para su propia acusación, aunque sea de manera implícita. Pero mientras esto no ocurre, ¿debemos permanecer como observadores pasivos mientras nos preguntamos por qué la Iglesia no hace nada para limpiar su propia suciedad? Pongamos un ejemplo. En 2001 el cardenal Castrillón de Colombia escribió desde el Vaticano, para felicitar a un obispo francés que estuvo a punto de ir a la cárcel para encubrir a un sacerdote especialmente aficionado a la violación infantil. Castrillón fue invitado esta misma semana (3 de Mayo) a oficiar una lujosa misa en latín en Washington, aunque la invitación fue retirada tras la furiosa polémica que suscitó, pero nadie se preguntó si se le podía arrestar debido a su participación decisiva en la política oficial del Vaticano que ha puesto a miles de niños en los Estados Unidos a disposición de violadores y sádicos.

Tan sólo a partir de este pasado mes de marzo accedió la Iglesia, reluctante y tímidamente, a entregar a los violadores de niños a las autoridades civiles. ¡Pues muchas gracias! Esto no es más que la clara admisión de que su propia práctica hasta la fecha constituía una evidente ilegalidad, y de la peor especie. Los eufemismos acerca del pecado y el arrepentimiento son inútiles. Se trata de un crimen, y un crimen organizado, por cierto, y por lo tanto debería haber un castigo. ¿O sería mejor recurrir a la sombra protectora de Mussolini para esconder al vicario de Cristo? El antiguo símbolo romano del pescado está podrido, y la podredumbre empieza por la cabeza.

[Grècia] En un momento crítico y asfixiante

Crónica de TPTG sobre las recientes manifestaciones en Atenas contra el plan de austeridad, incluidos los acontecimientos que llevaron a la trágica muerte de tres trabajadores del banco Marfin, así como sus implicaciones para el movimiento de oposición a las medidas.

Lo que sigue es una crónica de la manifestación del 5 de mayo y de la del día siguiente, así como algunas reflexiones generales sobre la crítica situación del movimiento en Grecia en el momento actual

Pese a estar en un período de intenso terrorismo fiscal creciendo día a día, con amenazas constantes de una bancarrota estatal y llamadas a “hacer sacrificios”, la respuesta del proletariado en vísperas de la votación de las nuevas medidas de austeridad en el parlamento griego ha sido impresionante. Probablemente ha sido la mayor manifestación de trabajadores desde la caída de la dictadura, incluso mayor que la manifestación de 2001 que llevó a la retirada del plan de reforma de las pensiones. Estimamos que había más de 200.000 manifestantes en el centro de Atenas y unos 50.000 más en el resto del país.

Hubo huelgas en casi todos los sectores del proceso de (re)producción. Una multitud proletaria similar a la que había tomado las calles en diciembre de 2008 (también llamada despectivamente “juventud encapuchada” por los medios de propaganda oficiales) que también estaba equipada con hachas, mazos, martillos, cócteles molotov, piedras, máscaras antigás y palos. Aunque hubo ocasiones en las que manifestantes encapuchados fueron abucheados cuando intentaron o atacaron violentamente edificios, en general, encajaban bien en esta variopinta, colorida y furiosa riada de manifestantes. Las consignas iban desde las que rechazaban el sistema político como un todo, como “Quememos el burdel parlamentario” a consignas patrióticas como “Fuera FMI”, o populistas como “¡Ladrones!” y “La gente quiere que los sinvergüenzas vayan a la cárcel”. Las consignas agresivas contra los políticos en general se están volviendo cada vez más y más dominantes en estos días.

En la manifestación de GSEE-ADEDY[1] la gente empezó a llenar la plaza por miles y el presidente de la GSEE fue recibido con carcajadas cuando empezó a hablar. Pocos siguieron al liderazgo de la GSEE cuando repitió el atajo que habían hecho por primera vez el 11 de marzo para evitar el grueso de la manifestación y ponerse al frente…

La manifestación convocada por el PAME (el “frente obrero” del KKE) también era grande (más de 20.000) y llegó primero a la plaza Syntagma. Su plan era quedarse allí un rato e irse justo antes de que llegase la manifestación principal. Sin embargo, sus miembros no se fueron sino que se quedaron cantando consignas contra los políticos. Según la líder del KKE, eran provocadores fascistas (de hecho, acusó al partido LAOS, un revoltijo de ultraderechistas y nostálgicos de la Junta) que llevaban pancartas del PAME incitando a los miembros del KKE a entrar en el parlamento y así desacreditar la lealtad del partido a la constitución. Aunque esta acusación tiene alguna validez, ya que algunos fascistas fueron vistos por allí, la verdad es que, según los testigos, los líderes del KKE tuvieron algunas dificultades para conseguir que sus miembros se fueran de la plaza y dejasen de gritar consignas contra el parlamento. Quizás sea demasiado imprudente tomarlo como un signo de una desobediencia gradual a las reglas de acero de este partido monolítico, pero en estos tiempos tan inciertos, nadie sabe…

Los setenta o más fascistas que se pusieron frente a los antidisturbios estaban insultando a los políticos (“Políticos, hijos de puta”), cantando el himno nacional e incluso lanzando algunas piedras contra el parlamento, probablemente con la intención, vana, de evitar cualquier escalada de violencia, pero fueron pronto absorbidos por las enormes oleadas de manifestantes que se acercaban a la plaza.

Pronto, multitudes de trabajadores (electricistas, trabajadores de correos, trabajadores municipales, etc.) intentaron entrar en el edificio del parlamente por cualquier acceso posible, pero había unos miles de antidisturbios dispuestos por toda la explanada delantera y las entradas. Otro grupo de trabajadores de diferentes edades y ambos sexos se pusieron a insultar y amenazar a los policías que estaban delante de la tumba del soldado desconocido. A pesar de que la policía antidisturbios hizo un contraataque masivo con gas lacrimógeno que consiguió dispersar a la gente, nuevos grupos de manifestantes llegaban constantemente al Parlamento a la vez que los primeros grupos que habían sido forzados a retirarse se reorganizaban en la calle Panepistimiou y la avenida Syngrou. Allí empezaron a destrozar todo lo que podían y atacaron a los antidisturbios que estaban en las calles cercanas. Aunque la mayoría de los grandes edificios del centro de la ciudad estaban cerrados con persianas metálicas, consiguieron atacar algunos bancos y edificios públicos. Se produjo una extensa destrucción de la propiedad, especialmente en la Av. Syngrou, ya que la policía no tenía efectivos suficientes para reaccionar inmediatamente contra esa parte de manifestantes, puesto que tenía órdenes de dar prioridad la protección del parlamento y la evacuación de las calles Panepistimiou y Stadiou, las dos avenidas principales a través de las cuales, la gente volvía constantemente al parlamento. Coches de lujo, una oficina de hacienda y la prefectura de Atenas fueron incendiados e incluso algunas horas más tarde todavía parecía una zona de guerra.

Los enfrentamientos duraron casi unas tres horas. Es imposible contar todo lo que pasó en las calles. Sólo un incidente: algunos profesores y otros trabajadores consiguieron rodear a unos pocos antidisturbios del grupo Delta –un nuevo cuerpo de antidisturbios que van en moto- y arrasar con ellos mientas los policías gritaban “Por favor, no, nosotros también somos trabajadores”

Los manifestantes que habían sido empujados a la calle Panepestimiou volvieron en grupos al parlamento, enfrentándose constantemente con la policía. La gente se mezcló otra vez y no se iba a ir. Un trabajador municipal de mediana edad con piedras en las manos nos contaba, emocionado, lo mucho que le recordaba la situación a los primeros años tras la caída de la dictadura cuando estuvo presente en la manifestación de 1980 que conmemoró los sucesos del politécnico, cuando la policía asesinó a una mujer, la trabajadora de 20 años Kanellopoulou.

Pronto, las terribles noticias de las agencias de noticias extranjeras llegaron a través de los móviles: 3 o 4 personas muertas en el incendio de un banco.

Hubo algunos intentos de quemar bancos en algunos sitios, pero en la mayoría de los casos la gente no fue más allá porque había esquiroles encerrados dentro. Sólo el edificio del Banco Marfin en la calle Stadiou fue finalmente incendiado. Sólo unos pocos minutos antes de que empezase la tragedia, sin embargo, no eran “hooligans encapuchados” los que gritaban “esquiroles” a los empleados del banco, sino grupos organizados de huelguistas, quienes les gritaban e insultaban para que abandonasen el edificio. Dado el tamaño de la manifestación y su densidad, el jaleo y el ruido de los cánticos, es obvio que cierto grado de confusión –común en tales situaciones- hace difícil relatar fielmente lo ocurrido en este trágico incidente. Lo que parece más cercano a la verdad (juntando los trozos de información de testigos) es que en este banco en concreto, justo en el corazón de Atenas en un día de huelga general, unos 20 empleados fueron obligados a trabajar por su jefe, encerrados “por su protección” y finalmente tres de ellos murieron asfixiados. Inicialmente, se lanzó un cóctel molotov por un agujero hecho en las lunas del banco, sin embargo, cuando se vio a algunos empleados salir a los balcones, algunos manifestantes les dijeron que saliesen e intentaron apagar el fuego. Lo que realmente sucedió entonces y cómo en un instante el edificio estaba en llamas, sigue sin conocerse. La macabra serie de acontecimientos que siguieron, con los manifestantes intentando ayudar a los que estaban atrapados dentro, los bomberos tardando demasiado en sacar a algunos de ellos, el sonriente banquero multimillonario siendo perseguido por una multitud enfurecida probablemente ya han sido bien contados. Tras algún tiempo, el primer ministro anunció la noticia en el parlamento, condenando la “irresponsabilidad política” de aquellos que se resisten a las medidas tomadas y que llevan “a la gente a la muerte” mientras que las “medidas de salvación” del gobierno, por el contrario, “promueven la vida”. El cambio tuvo éxito. Pronto siguió un gran operativo de los antidisturbios: la multitud fue dispersada y perseguida, todo el centro fue acordonado hasta última hora de la noche, se puso Exarjia bajo asedio, una okupa anarquista fue desalojada y muchos de sus ocupantes arrestados, se arrasó un local de inmigrantes y se dejó una persistente nube de humo sobre la ciudad, así como una sensación de amargura y atontamiento…

Las consecuencias fueron visibles el mismo día siguiente: los buitres de los media explotaron las trágicas muertes presentándolas como una “tragedia personal”, disociada de su contexto general (como meros cuerpos humanos aislados de sus relaciones sociales) y algunos llegaron tan lejos como para criminalizar la resistencia y la protesta. El gobierno ganó algún tiempo cambiando el tema de discusión y de conflicto y los sindicatos se vieron liberados de cualquier obligación de convocar una huelga el mismo día que las nuevas medidas eran aprobadas. Sin embargo, en semejante clima general de miedo, decepción y bloqueo, unos pocos miles se concentraron fuera del parlamento por la tarde en una manifestación convocada por los sindicatos y las organizaciones de izquierda. La cólera aún estaba allí, se alzaron los puños, se lanzaron botellas de agua y algunos petardos a los antidisturbios y se cantaron consignas contra el parlamento y los policías. Una anciana pedía a la gente que cantase “¡que se vayan! (los políticos)”, un chaval meó en una botella y se la tiró a la policía, se vio a algunos antiautoritarios y cuando oscureció y los sindicatos y la mayoría de organizaciones de izquierda se fueron, la gente, bastante corriente, gente normal con las manos desnudas, no se fueron. Al ser atacados ferozmente por los antidisturbios, perseguidos y pisoteados por los escalones de la plaza Syntagma, los jóvenes y viejos, aterrorizados pero furiosos, se dispersaron por las calles cercanas. Todo estaba de nuevo en orden. Sin embargo, no sólo se veía el miedo en sus ojos, también se veía el odio. Y es seguro que volverán.

Ahora, algunas reflexiones más generales:

1. Las duras medidas contra los anarquistas y antiautoritarios ya han empezado y serán más intensas en un futuro. La criminalización de todo un movimiento socio-político, llegando incluso a las organizaciones de extrema izquierda, siempre ha sido una estrategia de distracción utilizada por el Estado y será usada incluso más ahora que el ataque homicida crea condiciones tan favorables. Sin embargo, incriminar a los anarquistas no hará que los cientos de miles que se manifestaron, e incluso esos muchos más que no lo hicieron pero que están preocupados, se olviden del FMI y del “paquete de salvación” que les ofrece el gobierno. Hostigar a nuestro movimiento no pagará las facturas de la gente ni garantizará su futuro, que sigue siendo incierto. El gobierno pronto tendrá que incriminar a la resistencia en general, y ya ha empezado a hacerlo, como indican claramente los incidentes del 6 de mayo.

2. El Estado hará algún modesto esfuerzo de “echar la culpa” a ciertos políticos para apaciguar el “sentimiento popular” que bien podría convertirse en “sed de sangre”. Algunos casos descarados de “corrupción” puede que sean castigados y algunos políticos sacrificados para calmar las aguas.

3. Hay una referencia constante a una “desviación constitucional”, que viene tanto del LAOS (extrema derecha) como del KKE en un espectáculo de recriminaciones, revelando los temores crecientes de la clase dominante de una profundización de la crisis política, una profundización de la crisis de legitimidad. Se reciclan diferentes escenarios (un partido de hombres de negocio, un régimen tipo “Junta de los coroneles”) que reflejan los miedos de una insurrección proletaria, pero que en realidad son usados para sacar el tema de la crisis de deuda de las calles y llevarlo al escenario político central bajo la pregunta banal de “¿quién será la solución?” en vez de “¿cuál es la solución?”

4. Habiendo dicho todo esto, es tiempo de meterse en asuntos más cruciales. Está más que claro que ha empezado el juego enfermizo de transformar el miedo-culpa de la deuda en miedo-culpa de la resistencia y del alzamiento (violento) contra el terrorismo de la deuda. Si la lucha de clases se intensifica, las condiciones pueden parecer más y más las de una verdadera guerra civil. La cuestión de la violencia ya se ha vuelto central. De la misma forma que analizamos la gestión estatal de la violencia, estamos obligados a analizar también la violencia proletaria: el movimiento tiene que tratar con la legitimación de la violencia rebelde y su contenido en términos prácticos. En cuanto al propio movimiento anarquista-antiautoritario y su tendencia dominante insurreccionalista, la tradición de una glorificación machista y fetichizada de la violencia ha sido demasiado larga y consistente como para permanecer indiferente ahora. La violencia como un fin en sí mismo en todas sus variantes (incluyendo la propia lucha armada) ha sido propagada constantemente durante años hasta ahora y, especialmente tras la rebelión de diciembre, un cierto grado de descomposición nihilista se ha hecho evidente (hicimos algunas referencias en nuestro texto “El viaje rebelde de una minoría proletaria…”), extendiéndose por el propio movimiento. En la periferia de este movimiento, en sus márgenes, un número creciente de gente muy joven se ha hecho visible promoviendo una violencia nihilista sin límites (vestida de “nihilismo de diciembre”) y la “destrucción”, incluso si esto también implica “capital variable” (en forma de esquiroles, “elementos pequeño-burgueses”, “ciudadanos respetuosos con la ley”). Que tal degeneración surge de la rebelión y de sus límites, así como de la propia crisis es claramente evidente. Hasta cierto punto había comenzado a oírse algunas condenas de estas actitudes y una cierta autocrítica (algunos críticas anarquistas incluso han llamado a los responsables “matones parásitos”) y es bastante posible que los anarquistas y antiautoritarios organizados (grupos u okupas) intenten aislar política y operativamente tales tendencias. Sin embargo, la situación es más complicada y está sobrepasando la capacidad de (auto)crítica teórica y práctica del movimiento. A posteriori, se puede decir que estos trágicos incidentes, con todas sus consecuencias, podrían haber ocurrido en la rebelión de diciembre: lo que lo evitó no fue sólo suerte (la gasolinera que no estalló junto a los edificios incendiados el sábado 7 de diciembre, el que los disturbios más fuertes tuvieran lugar de noche con la mayoría de los edificios vacíos), sino también la creación de una esfera pública proletaria (aunque limitada) y de comunidades de lucha que encontraron su camino no sólo a través de la violencia sino a través de su propio contenido, discurso y otros medios de comunicación. Fueron estas comunidades pre-existentes (de estudiantes, de ultras de futbol, de inmigrantes, de anarquistas) las que se convirtieron en comunidades de lucha por los propios sujetos de la rebelión que dieron a la violencia un sentido. ¿Surgirán tales comunidades de nuevo ahora que no sólo una minoría proletaria está implicada? ¿Surgirá una forma práctica de autoorganización en los centros de trabajo, barrios o las calles para determinar la forma y el contenido de la lucha y, por tanto, situar la violencia en una perspectiva liberadora?

Son cuestiones incómodas y urgentes, pero tendremos que encontrar la respuesta luchando.

TPTG

9 de mayo

Traducido por Editorial Klinamen.

Extraído de:

http://libcom.org/news/critical-suffocating-times-tptg-10052010

[1] NdT: La GSEE (Confederación General de Trabajadores Griegos) y ADEDY (Confederación de Funcionarios) son las confederaciones de sindicatos “de segundo grado” (federaciones por sector) en el sector privado y el público respectivamente. Estas confederaciones aglutinan a todas las tendencias políticas.

Algunas notas sobre militancia política

Argia Landariz. Ekintza Zuzena

A nadie se le escapa que vivimos tiempos de confusión y falta de certezas y expectativas en todo lo que se refiere a modos de cuestionamiento y oposición real al sistema imperante. Tratar de explicar cuáles son las causas, formas y consecuencias de este descrédito y fuerte vaciamiento de lo que han sido hasta ahora ciertas expresiones centrales de lo político resulta a la vez complejo y contradictorio. Estos son momentos en que las preguntas superan a las respuestas, pero donde hay que hacer esfuerzos por repensar qué y para qué es lo que hacemos, donde nos situamos, cómo percibimos nuestro compromiso político y que inciertas salidas se vislumbran. No pretendemos, por tanto, dar respuesta cerradas o soluciones mágicas, pero sí acercarnos con humildad a un tema que hoy se nos antoja directo y fundamental.

Un panorama desolador

En buena parte de los grupos y movimientos sociales y políticos las palabras debilidad, desilusión, fracaso, desmotivación, falta de incidencia, etc. son frecuentes en estos días. . Se milita a menudo sin convicción, para acallar la mala conciencia, o “por si acaso…”. Percibimos además que lo que hacemos no sirve, es testimonial, ritual, espectacular o tiene una incidencia escasa, a veces merced a notables esfuerzos

Si abordamos el tema comenzando por una visión «macro» quizás lo más inmediato sería referirnos a los cambios históricos y a los fuertes condicionamientos sociales que derivan de la imposición del actual modelo industrial-capitalista globalizado.

Tras la caída del muro de Berlín y la extensión de un nuevo orden a escala planetaria se configura un panorama ciertamente desolador y que se nos vende sin alternativa posible fuera de los cauces establecidos (la democracia se configura así como la forma de dominación que sale más barata). Un mundo dominado por la brutalidad de las nuevas formas de imperialismo económico y militar, por el agudizamiento de las desigualdades y del control social bajo la excusa (o no) del combate contra el terrorismo, y por la cada vez mayor obscenidad y cinismo criminal y genocida en la gestión de los problemas, catástrofes y guerras que genera el propio sistema. Este escenario da lugar a múltiples situaciones caóticas o de desorden (incluso en el propio corazón de Occidente) y a nuevas resistencias y respuestas (algunas brutales y otras más o menos extendidas o virtuales), pero también a una sumisión y aplastamiento psicológico y vital generalizados. Un malestar o «angustia existencial» suavizados por la capacidad de seducción e integración social del Sistema (principalmente en el llamado Primer Mundo) a través del marketing, de los medios de comunicación, del consumo desbocado o de formas de vida cada vez más alienadas, limitadas y dependientes.

El peso de la ideología dominante

Un acercamiento a la crisis del compromiso político nos remite a una serie de problemas y valores que tienen que ver con aspectos sociológicos, culturales, políticos, históricos, económicos o psicológicos.

En primer lugar, hay que referirse a la incidencia que la ideología dominante tiene a la hora de descomponer el tejido social, de atomizar las luchas, de generar aislamiento e incomunicación entre los individuos y de provocar confusión y desaliento. Esta ideología se expresa en la práctica a través de la difusión de nuevos valores que inciden en la inmediatez del disfrute hedonista, en el individualismo egoísta o en la irresponsabilidad respecto a las propias acciones.

A esto se suman otros factores estructurales que van conformando mentalidades adecuadas a las necesidades de mantenimiento del orden establecido. La institucionalización social (trasvase de la vitalidad del tejido social a las instituciones, que la encauzan y rentabilizan) genera formas de pasividad, delegacionismo, dependencia y pseudointervención política. Una realidad especialmente visible en el ámbito de la «cultura», como instrumento privilegiado de control social; Control evidenciado a través de la colonización del tiempo libre, relleno con cultura espectacular y subvencionada, con las nuevas tecnologías, o con la expansión inusitada de los viajes (en un proceso de hipermovilidad y desterritorialización o pérdida de lazos con un espacio concreto) y otras formas de consumo (fiestas, drogas, estética, evasión, etc.). El compromiso político se convierte así en una mezcla de gustos y aficiones, de naturalización de las contradicciones, de utilitarismo (cultura de la subvención) o rentabilidad económica (profesionalización de la política) y de radicalismo postmoderno, estético e inofensivo.

La expansión de este tipo de prácticas se dan en un contexto de artificialización de la vida y destrucción de formas pretéritas de socialización, a la vez que avanzan nuevas modos de individualismo y conservadurismo en una sociedad sometida a la dictadura de la economía, fuente de precariedad, inseguridad y endeudamiento.

Crisis del compromiso político

El compromiso político fuera de estos parámetros resulta complicado, puesto que se oscurece concebirlo o visualizarlo de otra manera. En este sentido, la crisis o el mayor o menor descrédito de dos de los principales referentes históricos y políticos (el marxismo y el anarquismo), así como los sucesivos fracasos, traiciones o derrotas proletarias del siglo XX han afectado a un concepto con ellos asociado: la idea de revolución, que hoy no sólo parece presentarse como imposible, sino como impensable. El cambio social, el empeño de derribar las estructuras de dominación y dar paso a la utopía movilizó durante largos años una considerable fuerza e ilusión sociales, ya que se concebía la revolución no sólo como algo posible, sino también cercano.

Hoy, sin embargo, en un mundo sometido a una determinada lógica económica y a un tipo de relaciones sociales se hace muy difícil tanto poder imaginar algo diferente como tener una vivencia cotidiana de una realidad alternativa más allá de pequeños espacios. La esquizofrenia y las contradicciones son consustanciales a cualquier práctica que se pretenda crítica y radical. Una tensión que se hace muy patente en la intersección entre lo individual y lo colectivo.

La militancia alienada

No es posible, sin embargo, achacar todo los males a la influencia de las estructura sociales a la hora de hablar de la crisis de lo político. Precisamente este término de lo «político» ha estado a menudo limitado a determinadas prácticas y formas de militancia. La llamada «izquierda» y otras expresiones de políticas radicales han desplegado a lo largo de su historia toda una parafernalia y una personalidad que en buena medida ha contribuido a su descrédito, sobre todo cuando no han sabido interpretar críticamente las transformaciones históricas, sumidas en sus propios problemas, límites y ambigüedades, o directamente en el esfuerzo por integrarse institucionalmente.

Podemos apuntar algunas de las características de este tipo de militancia política alienada en los últimos tiempos:

– Inercia, rutina y falta de autocrítica. «La única lucha que se pierde es la que se abandona» dice un famoso lema, pero lo cierto es que es fácil encontrar excusas para no plantearse las propias contradicciones y seguir dinámicas heredadas o no cuestionadas. Determinadas rutinas organizativas o propagandísticas han entrado en crisis en los últimos tiempos, sin que se hayan encontrado soluciones satisfactorias que intenten trascender ciertos tópicos o prácticas profundamente arraigadas.

– Pérdida del sentido de la lucha y de la autoorganización. En la actualidad también se da un replanteamiento del sentido de la intervención social a gran escala y de si ésta lleva realmente a algún lugar. La pérdida del suelo ideológico y de la visibilidad de cambios sociales a corto o medio plazo hace que no sea fácil participar en movimientos sociales y que la labor política se vea más como algo personal y testimonial (de denuncia y ejemplo). La autoorganización social ha dejado su lugar a la idea de que instituciones o profesionales tienen que ser los que resuelvan los problemas. La ideología del sistema ha conseguido interiorizar en las mentes que no es posible hacer nada por nuestra cuenta para cambiar las cosas. A pesar su descrédito, partidos y sindicatos siguen ocupando las grandes columnas mediáticas, de la mano de la cultura de la representación, las ONGs y el estado del bienestar.

– Falta de trabajo colectivo. Muchos grupos o movimientos, incluso algunos con cierta dimensión, se mantienen gracias al trabajo de un reducido número de personas, frente la delegación, pasividad o circunstancias personales del resto.Estas personas son los que le dinamizan y dan continuidad a muchos proyectos colectivos. En algunos casos, los grupos se mantienen por la existencia de una o varias personas liberadas y en otros por el empeño personal. El primer caso muestra de una cierta artificialidad puesto que muchas veces no se mantendría una actividad constante o el grupo desaparecería sin la presencia de personas liberadas. En el segundo caso, aunque la voluntad sea el motor de la lucha política, se produce una precariedad crónica, que a menudo esconde fantasías entorno a lo colectivo y está sometido a los múltiples vaivenes y condicionantes.

– Activismo. El hacer se ha convertido en un valor superior dentro de la militancia política, sin que se defina muy bien qué es hacer. En la práctica se ha asociado a participar activamente de las formas de intervención establecidas, incidiendo en lo cuantitativo, tanto en el número de acciones como en el de luchas en las que se participa (es común que un militante participe en varios grupos o luchas). El lado opuesto sería la crítica que rehuye cualquier implicación práctica.

– El «ciclo activista» . Esta es una tendencia relativamente nueva y asociada en buena medida al ámbito estudiantil. Mucha gente empieza a participar en política durante el periodo previo a su entrada en el mercado laboral, que supone el final de su ciclo activista. Anteriormente, (cuando todavía la globalización económica y la desterritorialización de la producción industrial no estaban tan desarrolladas) se producía una tendencia contraria, es decir, el comienzo de la vida laboral situaba ante una realidad de explotación que obligaba a tomar partido y a politizarse. En la actualidad la opción de militar es casi estética; se trata de una decisión mucho más abstracta y voluntarista.

– Escisión entre lo personal y lo colectivo. En muchos casos la militancia ha sido una forma de tratar de tapar las propias contradicciones, carencias y miserias de la cotidianidad, en una suerte de compartimento estanco, en el que se pretende lograr la coherencia a través de un denodado o autocomplaciente activismo, de la elaboración del discurso y de la formación intelectual. El poder del ejemplo como forma de contagio o del convecimiento razonado se limitan no sólo por la fuerza de la realidad, sino por la falta de atractivo de una militancia, que a veces es una mezcla de propagandismo estresado e intelectualismo elitista y resentido.

– Escisión entre militantes y no militantes. El imaginario y las preocupaciones y debates ideológicos y políticos tienen poco que ver con los intereses y valores que se evidencian fuera del gueto.

– Falta de experimentación. Aunque históricamente se han dado múltiples intentos por llevar a cabo los planteamientos teóricos de otras formas de vida (colectividades, ocupaciones, comunas, liberación del cuerpo, etc.), estas siguen siendo minoritarias y difíciles de sostener en el tiempo.

– Autoengaño y culto a la organización. A menudo la ideología y la estrategia política han creado fantasías o interpretaciones de la realidad supeditadas o adaptadas a concepciones y visiones sectarias y dogmáticas de la realidad. En este sentido, la Organización se ha convertido a menudo en tótem y tabú, en fuente primordial de sentido, mecanismo de sumisión y filtro para la crítica y el pensamiento propio.

– Autoritarismo y falta de ética. En los comportamientos de muchos grupos de izquierda, anarquistas o autónomos se ha evidenciado cierto mesianismo que parece convertirlos en una especie de centro del universo. A partir de ahí se han generado, por ejemplo, los planteamientos de «mi lucha es la más importante» y «quien no está conmigo está contra mí». La manipulación, las peleas internas por el poder y la falta de consideración ética de las acciones y estrategias han sido una constante en la historia de estos grupos y organizaciones.

– Sobrevaloración del factor dinero. No se puede negar que en una sociedad capitalista es difícil sobrevivir al margen del dinero. Sin embargo, en la actualidad parece haberse llegado a un estadio en que la necesidad de sacar dinero se ha impuesto al sentido o la coherencia de lo que se hace. Muchas organizaciones son máquinas de hacer dinero que dejan a un lado ciertos escrúpulos, pero no logran superar su estancamiento ni su desorientación, y en muchos casos esa misma lógica económica sólo ayuda a profundizar en su deriva.

– Tensión entre lo racional y lo emotivo. Este es un aspecto en el que parece difícil encontrar un equilibrio. Por un lado, muchas organizaciones han utilizado el sentimiento como principal elemento de adhesión y movilización, en detrimento del necesario desarrollo del debate racional. Por otro lado, se dan expresiones políticas en que se trata de desterrar los aspectos emotivos de la lucha apuntando en exclusiva a los factores racionales. En el primer caso, se puede dar un elemento movilizador muy potente, aunque es también un condicionante para el pensamiento crítico y conlleva el riesgo de generar comportamientos fanáticos y gregarios. En el segundo caso, la «frialdad« del racionalismo puede ser además de menos atractiva, un tanto irreal, puesto que no se pueden establecer barreras artificiales en las relaciones entre las personas ni limitarlas a un terreno meramente técnico que obvia que los sentimientos son también parte del ser humano.

– Trivialización de la lucha política. La lucha política es un factor que dota de una identidad social en la que reconocerse. En este sentido, ser de izquierdas, anarquista, ecologista, etc. otorga un estatus y un reconocimiento en un espacio determinado. La participación política como búsqueda de identidad militante es un factor que puede desvirtuar la lucha, puesto que es fácil que no genere «autenticidad», es decir, que no haya una asunción profunda y responsable del compromiso. Así, puede derivar en una cuestión meramente estética, simbólica y ritual, una búsqueda de un entorno afectivo, relacional y de prestigio, pero que no suponga gran implicación vital o riesgos personales. Paradigmas de este tipo de participación son el voluntariado light y trepa, propio de muchas ONGs, pero también cierta cultura radical de concierto, speed, taberna y camiseta.

– Seguidismo. Los ritmos y las lógicas de actuación han venido determinados en muchos casos no tanto por hechos externos (una realidad donde se pretende incidir), sino por las dinámicas o interpretaciones que de ellos han hecho desde las instituciones, los medios de comunicación u otras fuerzas sociales.

– Populismo. El propósito de «acercarse a la gente», de no ser una élite, de «tener incidencia» conlleva a menudo desarrollar acciones que tiendan a ser masivas o a ser bien aceptadas por el público. En tanto que es el propio sistema capitalista el que moldea en buena medida la conciencias y los gustos de la gente, lo que es aceptable o seduce entra dentro de esa propia lógica. El trabajo a desarrollar parte ya de la consideración de esta contradicción, en una balanza en que se ponen el objetivo a alcanzar y el coste a pagar. Consumismo, derroche, demagogia, apología o fomento de las drogas, planteamientos antiecológicos, etc. son algunos de los peajes que se pagan para tratar de llegar a un público más amplio, de hacer pedagogía y de llevar a la gente hacia planteamientos que son en teoría antagónicos con algunas de las prácticas en las que se cae. La valoración de los resultados de esta estrategia es compleja, puesto que efectivamente puede tener un efecto de visibilización y socialización de determinadas luchas. Sin embargo, también puede producir una adhesión meramente superficial, incoherente -puesto que el ejemplo ofrecido es igualmente incoherente y contradictorio- o contaminar la propia lucha y a los militantes, que acaban quemados o naturalizando esas contradicciones.

La presión de la realidad, el desánimo al que inducen tanto la represión directa como la indirecta, además de la falta de referentes, la desilusión o el desengaño respecto a las alternativas han conducido a muchas personas a salirse de la militancia en grupos políticos radicales. Algunas han pagado duros costes personales por la represión o la cárcel. Otras han cambiado su campo de actuación, buscando mayores satisfacciones o resultados más realistas y a corto plazo. Otras se han volcado en lo personal, en sus familias, amigos y aficiones. En otros casos, han apostado por tratar de llevar adelante proyectos personales con cierta coherencia (ej. agrícolas, educativos, etc.). Finalmente, algunas han tratado de deshacerse de sus escrúpulos y hacer negocio de lo que antes era trabajo no remunerado; otras han caído simplemente en el cinismo o la desesperanza.

¿Qué hacer?

Criticar suele resultar más fácil que proponer. Sería injusto además no reconocer los esfuerzos y cuestionamientos que, al margen de las inercias y las dificultades objetivas se han intentado desarrollar desde diferentes grupos y personas para tratar de dar sentido y coherencia a lo que se hace.

Parece que, en cualquier caso, una visión del compromiso o la militancia tiene que partir de la potenciación de la autonomía personal, de la capacidad de juicio, crítica y actuación razonada. Sólo así es posible establecer las bases de formas políticas conscientes, responsables y coherentes (en la medida de lo posible). En este sentido, es importante igualmente que la militancia sea fruto de un proceso político (en sentido amplio) y personal-comunitario, en el que no se escindan ambos terrenos. El ámbito personal-comunitario es quizás uno de los prioritarios en este momento, dado el proceso de desintegración de muchos lazos sociales. Es preciso recuperar espacios de encuentro donde sea posible conocerse y reflexionar colectivamente partiendo del descontento y la necesidad de alternativas tanto para nuestras formas de militancia como para el resto nuestra vida cotidiana. En este sentido, es necesario combinar la militancia «dura» (cuestionadora, antiautoritaria, con visión global y radical…) con un «tocar tierra» que desarrolle espacios de sociabilidad y fraternidad, además de habilidades manuales y conocimientos generales en ámbitos cercanos. Gestionar espacios autónomamente, compartir experiencias y saberes, generar trabajo cooperativo, etc. son algunos de estos terrenos que pueden ayudar a oxigenar la lucha social. Es deseable no concebir este empeño como una obligación o una directriz, sino como una necesidad que es a la vez ilusión de mejorar individual y colectivamente y deseo de autenticidad, que va unido al desarrollo de una ética y un ejemplo grupales, a la formación intelectual y a la sinceridad con uno mismo y con los demás. Es preciso, por tanto, unir militancia a valores y ejemplo, desarrollando referencias concretas donde la gente se pueda identificar más allá de las palabras.

Refiriéndose a lo que suelen ser los espacios más amplios de intervención política, hablar de una militancia no alienada tiene que ver con la asunción consciente de los contenidos de esa luchas, con la valoración de su capacidad de cuestionamiento de las estructuras de dominación y de generación de una respuesta social no manipulada ni populista, así como con la posibilidad de que las personas puedan aprender, incidir y realizarse de forma autónoma.


LA IZQUIERDA ABERTZALE UN TIPO DE MILITANCIA

Una observación externa de la militancia en la izquierda abertzale (IA) evidencia ciertos elementos que refuerzan la identidad militante y mantienen una continuidad en lo organizativo. La izquierda abertzale es un amplio movimiento político y social, que se aglutina en torno a diversos ejes. Por un lado, hay una unión y comunión sentimental, en base a referentes de pertenencia grupal e identitataria, que se concretan en la idea de construcción nacional de Euskal Herria (un proyecto de país). Estos elementos aglutinantes son tanto objetivos como subjetivos, tanto externos como internos. La construcción de una identidad, basada en rasgos históricos, legendarios, emotivos, idiomáticos, ideosincráticos, etc. genera la necesaria energía para sumarse a un proceso a la vez naturalizado y dinámico. Por otro lado, existen factores externos que también contribuyen a aglutinar fuerzas, como son los ataques a determinados elementos fundamentales de esa identidad (por ejemplo, el idioma), la represión o la existencia de un número elevado de presos, como elemento especialmente simbólico y movilizador.

La IA además de tener una representación institucional, se dota y es parte además de una red asociativa, comunitaria, cultural, política y económica por la que circulan informaciones, valores, ideas y mitos identitarios. Su efectividad y su permanencia, incluso en tiempos de dura represión, tiene que ver con esta socialización, pero también con un tipo de organización que busca la eficacia por encima de la democracia. Jerarquía (con un debate y participación limitados, y formas de «centralismo democrático»), disciplina y profesionalización complementan la labor militante.

Asimismo, la IA trata de ofrecer otros elementos atractivos que faciliten la agregación de militantes y el eco social. La creación de un imaginario colectivo, la afirmación de un «ellos» y un «nosotros», la lucha como elemento movilizador, el sentimiento de ser parte de algo grande, real y en movimiento, los elementos lúdicos y masivos (fiestas, macroeventos políticos, culturales, musicales, etc.) son algunos de estos factores atrayentes. Sin embargo, este tipo de estructuración también conlleva elementos de irracionalismo y emotividad que en muchas ocasiones no facilitan el desarrollo de una mentalidad crítica y no gregaria. A ello se suman el autoritarismo y dogmatismo derivados de su estructura jerárquica, que en la práctica prima a menudo los fines sobre los medios, la visión estrategia y realista, en detrimento de lo que podrían ser determinadas formas de ética política y de respeto hacia otras opciones o formas de entender la política. Estos son elementos generales que pueden variar según las circunstancias, las zonas y las personas, en función de la complejidad y pluralidad de un movimiento tan amplio.


LO LIBERTARIO

¿Cuál es el sentido de la lucha libertaria en la sociedad actual? Aunque hay valores y prácticas compartidos que definirían una idiosincrasia libertaria, no existe un foco que represente un papel referencial y hegemónico (ideológica y políticamente) como el que tuvo, por ejemplo, la CNT/FAI en sus tiempos. Además, la existencia de un espacio social y político amplio y plural identificado con las ideas libertarias y con un proyecto de cambio social más o menos nítido y alcanzable se ha disuelto en una amalgama política mucho más débil y fragmentada, menos referencial y sometida a múltiples problemas y contradicciones.

Esta complejidad actual es a la vez fuente de renovación y estancamiento y de un tipo de militancia que recoge fórmulas diversas: radicalismo, coherencia, pose, estética, rebeldía juvenil, participación en colectivos específicos o en movimientos sociales más amplios, en organizaciones de síntesis o en grupos de afinidad, etc. No se puede hablar, por tanto, de lo libertario como algo cerrado y monolítico, sino como agitador social que es a la vez víctima de los tiempos.

Se pueden citar, sin embargo, algunos aspectos insertos en ciertas formas de la militancia libertaria, que condicionan su capacidad de extenderse socialmente. Citaremos algunos a continuación:

- Crisis organizativa, que se plasma en formas de anquilosamiento, fragmentación, rivalidad y falta de espacio social.

- Inercias históricas, falta de autocrítica y de referentes ilusionantes.

- Escaso desarrollo teórico y rigor intelectual. Más allá de la presencia de determinadas figuras o referentes intelectuales, existen escasos foros o mecanismos efectivos que impulsen un desarrollo teórico en los diferentes ámbitos militantes.

- Rebeldía juvenil y actitud estética. Lo libertario, sumido en su mítica histórica y en su imagen heroica, es atractivo para un sector de la juventud, que busca cauce a su necesidad de protagonismo y autoafirmación, de ser parte de cierta épica y cierto romanticismo asociado a la lucha política. Lo libertario ofrece grandes frases y nobles empeños a los que adherirse. Sin embargo, ante la falta de trasvase generacional crítico y de formas de aprendizaje que modelen, maticen y problematicen la personalidad, la vida y las ideas, existen los caminos trillados de la estética, la «ideologización», la propaganda aislada y el radicalismo verbal. Una actitud que, si no deriva en mayor compromiso o en un cuestionamiento de lo que se hace, se acaba convirtiendo en un mero periodo vital con fecha de caducidad.

- Irracionalismo y nihilismo. Ciertos discursos parecen contagiar una mezcla de desesperación y desahogo e inducir a una política de «tierra quemada» y de autoinmolación.

- Izquierdismo. La ausencia de referencias libertarias fuertes (formas organizativas, modelos de vida, etc.) lleva en ocasiones a tomar ciertos lugares comunes de la izquierda (drogas, formas de consumo, activismo,…) o determinados clichés ideológicos.

- Elitismo y soberbia. Una acusación que a veces se hace a los anarquistas es su soberbia y desprecio a la hora de valorar otras opciones y luchas sociales y su falta de humildad para asumir lo que se es y lo mucho que falta por aprender. Una actitud que traslada la autonomía individual al terreno de la «ideologización» y la «identidad» como autoafirmación elitista y limitación de la capacidad de complejizar la realidad y generar autocrítica. Esto tiene su traslación a la hora de abordar la militancia en ámbitos específicos y más plurales. Las luchas y los movimientos sociales tienen sin duda limitaciones y contradicciones. Se puede valorar que es preferible (por más coherente, eficaz, etc.) trabajar en organizaciones o grupos específicamente libertarios. Sin embargo, a veces esa valoración de las luchas sociales «parciales» se hace desde la consideración de que «lo libertario ya lo engloba todo». Esto tiene a menudo un efecto tranquilizador y acomodaticio, que hace que en la práctica no se desarrollen ni profundice en diferentes líneas trabajo, conformándose con un conjunto de tópicos o con la convicción de que, por el mero hecho de definirse libertario, uno se ve investido mágicamente de una serie de valores. Si queremos comenzar a responder a la pregunta formulada más arriba, habría que decir que los valores y las luchas libertarias deberían ser elementos de clarificación y denuncia de las mentiras sociales. Lo libertario debe de ser un instrumento de trabajo liberador, una forma de luchar, un camino ético y una forma de vida. Desde esos planteamientos quizás se podrá crear un tipo de militancia y de organización que abra una perspectiva real de cambio social.

Estado español: Acoso policial contra los inmigrantes

Más de un año después de que saltara la polémica de los cupos de detenciones de inmigrantes irregulares, las redadas policiales siguen siendo una práctica diaria de las fuerzas de seguridad.

La ecuatoriana Mariela Ángel Carvajal cumplió 48 horas detenida por no tener papeles. Fue arrestada en el metro de Oporto (Madrid), la madrugada del 21 de abril. Regresaba a casa después de cumplir su turno de lavaplatos en un restaurante de la Ciudad de la Imagen. Dos policías de paisano le pidieron la identificación y ella sólo pudo entregar el bono-metro. “No tengo papeles”, les dijo sin más dilaciones y se la llevaron a la comisaría de Extranjería de Aluche.

Los controles policiales para identificar a los inmigrantes en situación irregular no paran. La novedad de este año fue la circular 1/2010 de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, que pretende agilizar las expulsiones de los extranjeros sin papeles y permite la detención preventiva de cualquier inmigrante que, aun siendo regular, no pueda acreditarlo en el momento de la identificación. Este arresto cautelar, según la circular policial, tiene el amparo de la nueva ley de Extranjería.

El Sindicato Unificado de Policía, el mayor del cuerpo, se opuso a la nueva orden y llamó a la insumisión a sus 30.000 afiliados. Un comunicado de la central afirmaba que la circular “supone un paso más en la escalada en la que estamos inmersos de no respetar derechos constitucionales”. Los agentes, agregaba la nota, se pueden ver envueltos en un proceso judicial por detención ilegal que puede acabar con una condena o con la expulsión de la policía.

El secretario general del sindicato, José Manuel Sánchez Fornet, señalaba la falta de jurisprudencia para establecer que un policía puede identificar indiscriminadamente, sin motivo alguno de sospecha, a un ciudadano, como pretende la Comisaría General de Extranjería y Fronteras.

En Madrid, una plataforma integrada por 140 asociaciones presentó a inicios de febrero una queja al Ministerio del Interior para que revoque la circular 1/2010, pero su demanda no ha tenido eco. Por el contrario, los controles en las calles madrileñas se vieron fortalecidos con 1.107 nuevos agentes.

El año pasado en Madrid se identificaron a 445.000 extranjeros, de los que 22.000 fueron detenidos, según el Sindicato Unificado de Policía. Éste fue el resultado de la presión de Interior por completar los famosos cupos de inmigrantes ilegales según la población de cada distrito, que tantas veces negó Alfredo Pérez Rubalcaba. El escándalo quedó al descubierto con la publicación de una nota interna de la comisaría de Vallecas que decía: “Villa Vallecas, objetivo=35. Si no los hay, se va a buscarlos fuera del distrito”.

Hoy ya nadie habla de esos cupos, pero las redadas policiales se han incrementado en distritos como Usera, Ciudad Lineal o Vallecas, en los que hay un porcentaje de más del 20% de extranjeros. Los policías y sus furgonetas se plantan preferentemente en las bocas de metro y piden documentación a las personas que por su aspecto físico denotan ser extranjeras.

Mariela Carvajal, que pasó dos noches detenida, cuenta su testimonio al salir de los juzgados de Plaza Castilla. “No me expulsaron gracias a que una abogada de mi embajada probó que tenía un trabajo fijo desde hace dos años y que estaba reuniendo los requisitos para pedir arraigo”.

Llamadas a la puerta

Mariela no se había encontrado con una redada hasta el día de su detención. Sus hermanos, que sí tienen documentación, la avisaban si veían controles en su barrio. En la Ciudad de la Imagen, donde pasa entre 12 y 14 horas al día, no tenía problemas. Allí no se hacen controles de papeles.

Las cifras de detenciones de este año todavía son desconocidas, pero los testimonios de afectados prueban que el acoso policial continúa. El párroco de la iglesia San Carlos Borromeo de Entrevías, en Madrid, Javier Baeza, ha presentado cuatro denuncias por identificaciones policiales irregulares de inmigrantes, una de ellas practicada en su propia casa en la que da cobijo a personas sin papeles.

Baeza cuenta que tres policías se presentaron en su piso por una denuncia de ruidos. Una vez dentro empezaron las identificaciones. Uno de los chicos se comunicó con el párroco y éste le aconsejó que les dijera a los policías que pronto estaría allí una abogada. La amenaza surtió efecto y los policías se marcharon.

En todas las esquinas

La plaza Elíptica de Madrid, donde se reúnen a diario decenas de inmigrantes que buscan trabajo, es un lugar recurrente para el control de documentación. Los trabajadores que frecuentan la zona cuentan que la Policía usa una estrategia maquiavélica para identificar a los ilegales, aunque todos los testimonios son anónimos por el temor a las represalias.

Los testigos dicen que suele llegar una furgoneta cargada con dos o tres hombres que ofrecen trabajo a inmigrantes con y sin papeles, y cuando consiguen que los extranjeros se suban, se identifican como policías y les piden la documentación.

La red Ferrocarril Clandestino lleva dos años recogiendo testimonios que presentó como inventario el año pasado. Zaira, 31 años, dejó su trabajo porque no se atrevía a salir a la calle tras su segunda detención. Shumi, 29 años, fue increpada en los torniquetes del metro por los ‘centauros’ (unidades de la Policía Nacional) cuando volvía del trabajo. Nadie de aspecto europeo resultó detenido.

Mussa, 28 años, fue detenido mientras chateaba con su familia en el puesto del ordenador de un locutorio. Rosario, 49 años, fue detenida cuando intentaba averiguar dónde estaba su hijo John, desaparecido durante días y del que no recibió ninguna noticia. Dejen fue detenido por no tener papeles y pasó tres noches en comisaría. En ese tiempo, sólo le dieron galletas y zumo.

El Ferrocarril Clandestino presentará un nuevo informe a finales de mayo. Para esto han hecho decenas de encuestas a inmigrantes que han acudido a las Oficinas de Derechos Sociales (ODS) existentes en Madrid. Las respuestas han permitido establecer cómo, cuándo y dónde se están haciendo las redadas de inmigrantes.

Mariela cuenta que ahora vuelve “a andar por la calle con mil ojos”. Lo dice mientras se coloca los pendientes y las prendas íntimas que le quitaron cuando entró en los calabozos de la comisaría de Aluche. Luego busca su móvil para llamar a su jefe y justifica su ausencia durante esos dos días.

El tipo de la porra invisible: Alfredo Pérez RUbalcaba, ministro del Interior

Diego Sanz Paratcha

El titular de Interior representa el mejor ejemplo de las estrategias de Gobierno con las que Zapatero está manejando la crisis sin grandes muestras de descontento social. El ministro con más nota –rozó el aprobado en el último barómetro del CIS– ejecuta bien la partitura del director de orquesta, aquélla que comenzó cantando las gestas tricolores del capitán Lozano. Rubalcaba consiguió colar incluso en este periódico su ya famosa confesión a la madre del antifascista asesinado Carlos Palomino: “Tu hijo era de uno los nuestros”.

Mientras, incrementaba la presión policial ilegal –las fotos que acompañan a este especial lo vuelven a demostrar– contra la población inmigrante. Pero lo ha hecho tan bien, es decir, con tan poco desgaste político, que incluso tuvo que recordar a los suyos en la ejecutiva socialista celebrada en plena polémica del padrón en Torrejón y Vic que la política de extranjería del Gobierno supera a la del PP en capacidad de control.

“A pesar de haber endurecido notablemente la política de inmigración, algún sector de la población piensa que tenemos la manga muy ancha”, recogía el diario El País. El juego de espejos que sigue fundamentando la política nacional se lo pone, pues, fácil. Siempre habrá un más allá que coloque a Rubalcaba en el más acá de la normalidad democrática. Éste lo sabe y se aprovecha: conocedor de que anunciar el aumento de las expulsiones en 2009 podría desmentir el carácter de leyenda urbana con que buena parte de la población sigue percibiendo las redadas, el ministro utilizó las cifras de la recién creada Brigada de Expulsión de Delincuentes Extranjeros (BEDEX) para explicar que la mayoría de las nuevas expulsiones eran de delincuentes.

Corría el sábado 16 de enero y la polémica de las delaciones a inmigrantes irregulares en Vic llevaba una semana en el aire. El Gobierno volvió a demostrar cintura: mientras Zapatero se desgañitaba en Europa por los derechos humanos, el principal responsable de las políticas de control de extranjería no dudaba en vincular directamente inmigración y delincuencia.

La negación de lo evidente. Por Alfredo Pérez Rubalcaba

“No existe ninguna instrucción, ninguna circular, ninguna orden, ni verbal ni escrita (…) para establecer un cupo de inmigrantes”. INTERVENCIÓN ANTE EL PARLAMENTO EL 17 DE FEBRERO DE 2009, DURANTE LA POLÉMICA DE LOS CUPOS

“La policía cumple escrupulosamente la Ley y la Constitución. No hay redadas indiscriminadas [contra inmigrantes], no existen”. RESPUESTA A INTERPELACIÓN SOBRE LAS REDADAS EN EL SENADO, 6 DE OCTUBRE DE 2009

La prioridad de la policía es detener ilegales cuando están vinculados a la delincuencia COMPARECENCIA ANTE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, 16 DE FEBRERO DE 2009

“El objetivo es reforzar las garantías de los procedimientos a los ciudadanos extranjeros en situación irregular”. SOBRE LA ‘EXPULSIÓN EXPRÉS’, 9 DE FEBRERO DE 2010

Kaos en la Red

[València ciutat] Integrisme fundamentalista cristià

L’integrisme cristià ha tornat a tomar els carrers de la ciutat de València.

La zona centre de la ciutat ha estat tancada avui diumenge per la policia per a que una manifestació de fundamentalistes cristians prengueren els carrers per a treure a passetjar l’idol de fusta de la cheperudeta.

Milers de persones s’han acostat a la plaça de la Verge de València a mostrar el seu fervor religiós i el seu servilisme cap a la cheperudeta.

Han mostrat al llarg de tot el dia la cara més fosca de la societat valenciana on el misticisme i el fanatisme fan volar els xiquets de mà en mà fins a tocar a l’imatge religiosa en unla marea humana que inunda els carrers més cèntrics.

Una barreja de persones de totes les edats, entre els que hi havien fallers i falleres, monjes i monjos, i gent amb el traje d’anar a misa, fan una clara mostra que la religió cristiana encara està molt enquistada en el poble valencià i que està dispossat a eixir al carrer per a demanar miracles a un tros de fusta amb cara de “dona” tota mudada d’or.

Aquest tipus de manifestacions donen un vetllat recoltzament a l’esglèsia catòlica i als seus rituals manipulats, tot i que una darrere de l’altra no deixen de sortir notícies d’abusos i pederàstia, de les subvencions que reben en temps de fam i del seu suport a les polítiques feixistes.

València, terra conquerida i abandonada a la foscor del cristianisme i la corrupció.
Terra de l’espectacle i el glamour. On tot té que ser gegant i multitudinari.
Terra de la pose i l’aparença.

Des de el mitjans de comunicació s’omplin la boca i ens unflen el cap amb la violència integrista, el fundamentalisme religiós i el terror de la incultura, quan a casa nostra es financia des de l’estat tota l’infraestructura que dona cobertura a aquest tipus de fanatisme que manté l’statu quo

193 millones de euros para los sindicatos del régimen … el precio de la paz social en su España

Conozca lo que los dos principales sindicatos del país han recibido del gobieno. Es una suma millonaria que propicia que algunos mal intencionados sospechen que detrás de ese dinero está la famosa “paz social”. ¿Puras conjeturas?

Las malas lenguas dicen que Rodríguez Zapatero ha conseguido el apoyo sindical a base de suculentas subvenciones. Sólo en 2009, los dos principales sindicatos recibieron 193 millones. Nada ha importado la crisis, el paro y el enorme déficit del Estado a la hora de repartir este dinero.

El Gobierno ha sido muy equitativo puesto que ha repartido esta cantidad casi por igual a UGT y CCOO. La organización de Méndez recibió 96.117.904,59 euros y un poco más, 96.183.980,70 euros, el de Fernández Toxo.

Sin embargo, lo más grave se desprende al conocer que este dinero dobla al que recibieron estos sindicatos en el ejercicio interior. En tiempos de crisis, mayores subvenciones, es lógico para entender el capitalismo.

Este dinero sólo incluye las subveniones directas publicadas en el Boletín Oficial del Estado. Por ello, habría que sumar las cantidades que otorgan las diferentes comunidades autónomas y las ayudas que reciben las fundaciones de estos dos sindicatos.

¿Y en Grecia? CC.OO y UGT muy solidarios, pero..

Lo importante es que no cunda el pánico y que no haya efecto contagio. Ambos sindicatos se esfuerzan a diario en explicarnos que España no es Grecia, que la paz social está por encima de todo. Sus dirigentes repiten en cualquier micrófono que una huelga general no sería positiva para crear empleo. Dicho esto apoyan las huelgas generales de Grecia (ya van cuatro desde febrero), desde lejos no hay problema para apoyar. Otra cosa es convocar movilizaciones de apoyo a la lucha de los trabajadores griegos para una hora a la clase obrera en solidaridad con Grecia. Eso serían palabras mayores, y no hay caballo para tanto trote.

Y, por supuesto, condenar la violencia que eso siempre tiene su apoyo social y el beneplácito de los medios.

En efecto, CC.OO. lamentó la muerte de tres personas en las movilizaciones de ayer en Grecia para protestar por el plan de austeridad de 30.000 millones de euros del Gobierno de Georges Papandreou, y condenó la violencia de grupos “violentos ajenos” a los sindicatos griegos.

“Es inaceptable que aprovechándose de la masiva respuesta sindical, grupos de personas, ajenas a las organizaciones convocantes y a las demandas reivindicativas de la huelga general, tiñan de luto una jornada que fue un éxito de participación de los trabajadores griegos”, resaltó el sindicato liderado por Ignacio Fernández Toxo en un comunicado.

La reforma que viene…

Mientras, siguen tejiendo una reforma laboral que satisfaga a empresarios y gobierno. El secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, manifestó su confianza en que su formación y UGT podrán presentar un acuerdo “importante” con la CEOE en un “espacio corto de tiempo”.

“Como ya hemos tenido varios reveses, prefiero no generar expectativas que luego no se puedan cumplir”, matizó Toxo, en referencia al sonado fracaso que protagonizó el diálogo social tripartito en julio de 2009. El líder sindical, que participó en un seminario europeo sobre el mercado laboral, confirmó que sindicatos y patronal han “acelerado” la negociación bilateral para limar el pacto,

Kaos en la red

Crisis de la socialdemocracia en Europa

Las pasadas elecciones europeas han mostrado el declive de los partidos socialistas del Viejo Continente. Es comprensible, pues han sido usados para parar el primer golpe de la crisis económica. Sin embargo, su equivalente en EEUU, el partido Demócrata, conoce momentos de euforia, tras la derrota de Bush, lograda con la movilización de los anti-sistema, hoy entregados a Obama. Reflexionar sobre todo esto es necesario, dado que la socialdemocracia es hoy la primordial fuerza política reaccionaria. El caso español difiere algo, pues el PSOE ha salido mejor parado que sus equivalentes europeos. Ello resulta, en buena, medida, del apoyo que recibe su política e ideología de la izquierda alternativa, mera sucursal de la socialdemocracia. Por ejemplo, a pesar de que las tropas españolas en Afganistán participan en acciones sangrientas contra la población civil, y de que están construyendo una super-base para asentarse definitivamente, el movimiento pacifista calla, y otorga.

Ello se explica por la incapacidad, ya histórica, de los movimientos alternativos del Estado español para diferenciarse de la política y programa del PSOE. También, por su dependencia, salvo escasas excepciones, de un tipo u otro de subvenciones estatales, lo que les ata al orden político estatuido en su versión de izquierda.

La hegemonía coyuntural de los partidos de derecha en Europa va a hacer que, para reconstituirse, la socialdemocracia dé un giro hacia la radicalidad verbal, como hizo el partido Demócrata con Obama, lo cual incluye reactivar los movimientos alternativos, pacifistas, feministas, ecologistas, anti-racistas, negristas, “verdes”, pretendidos libertarios, “antiglobalizadores” y otros, que forman el “PSOE exterior”, para acosar a la derecha en la calle y difundir por la base las consignas de la socialdemocracia, con fraseología añadida. Estamos, por tanto, a las puertas de una reactivación de la lucha política.

En las actuales condiciones, cuando progresan los factores de crisis integral en desarrollo del sistema, lo apropiado es esclarecer las ideas y deslindar campos con la pseudo-radicalidad, a fin de ir creando un espacio en que las ideas y prácticas revolucionarias puedan madurar. Se trata de afirmar el proyecto estratégico de transformación integral del orden constituido, sin quedarse en reformas que le refuercen; de llevar a la opinión pública la certeza de que el Estado es el problema, no el remedio; de argüir que no hay lucha anticapitalista digna de tal nombre que no sea al mismo tiempo anti-estatal; de marcar como objetivo una sociedad autogobernada, no otra aún más sometida a los altos funcionarios, jerarcas de los partidos y prebostes parlamentarios.

Sostener que ahora la socialdemocracia, y no la derecha política, es el enemigo principal, necesita ser argumentado, pues para muchos, anclados en criterios rancios y decimonónicos, el mal político sigue siendo la derecha, el PP, al que infundadamente tienen por continuador del franquismo y agente del clero.

El estudio concreto de los últimos 30 años, desde el fin del franquismo, muestra que ha sido el PSOE, como política, ideología y cosmovisión, la fuerza política que ha realizado la política que más interesa al capital y al Estado, no el PP. Éste ha quedado como opción subordinada, a remolque de aquél, como se puso de manifiesto cuando estuvo en el gobierno, con Aznar, 1996-2004, años en que continuó la política realizada por Felipe González en 1982-96.

No hay fuerzas políticas reaccionarias de forma abstracta y atemporal, sino que conforme a las circunstancias las elites mandantes se sirven de ésta o aquella. Si en 1936-76 tal función la cumplió la Falange y, luego, el Movimiento Nacional franquista, hoy la desempeña el PSOE y sus satélites. Eso no es una afirmación de que ese partido sea “fascista” (tampoco el PP, ahora sólo los necios lo son) sino como una reflexión acerca de las variaciones que se dan en la vida política con la mudanza de los tiempos y la alteración de las circunstancias. Si durante 40 años lo que más favorecía a los poderhabientes fue el franquismo hoy resulta ser el parlamentarismo. Creer que el PP, “la derecha”, es el franquismo y que su victoria electoral equivale a la vuelta a dicho régimen es no comprender nada.

Los servicios más fundamentales rendidos por el PSOE y sus peones de la izquierda alternativa en los últimos 30 años han des ser enumerados.

El PSOE, ausente en la lucha clandestina contra el franquismo, fue resucitado en el congreso de Suresnes, 1974, por la socialdemocracia alemana (que le inyectó cantidades notables de fondos), principal sucursal europea del imperialismo norteamericano, y por los servicios secretos españoles, para dirigir el proceso de cambio desde el franquismo a la dictadura constitucional y parlamentaria.

Su contribución ha sido decisiva para elaborar y promulgar la constitución española de 1978, principal texto jurídico-político del régimen actual. Bajo su gobierno se ha formado la empresa multinacional española, expresión superior de capitalismo, inexistente con Franco pero hoy representada por más de 1.500 grandes compañías, entre ellas algunos de los mayores bancos del mundo. La socialdemocracia ha monetizado y mercantilizado la actual sociedad, creando una “cultura del dinero”, con todas las aciagas consecuencias que ello lleva aparejado. Para realizar en las nuevas condiciones la consigna falangista de “España una”, el PSOE ha sido el principal mentor del Estado de las Autonomías, que ha asestado golpes estratégicamente devastadores a la lengua, la cultura y la libertad autodeterminada de los pueblos con identidad propia. En todo ello, el PSOE ha culminado las tareas que el franquismo dejó a medio terminar.

Tal partido ha sido el apoyo principal de la monarquía, muy por delante del PP, siendo públicas las excelentes relaciones que mantienen sus jerifaltes con el rey. Así mismo, nos ha metido en la OTAN y la UE. Su línea militarista ha fortalecido el ejército, expandido la industria militar y convertido a España en un país intervencionista en el exterior. Dispuesto a instaurar el Estado policial, ha desarrollado los cuerpos represivos, mantenido incluso el estatuto militar de la guardia civil, creado las policías autonómicas y convertido a la policía municipal en un aparato coercitivo. Los malos tratos a detenidos son habituales, especialmente en el País Vasco, lo que no puede sorprender, dado que el PSOE creó un grupo parapolicial responsable de más de dos docenas de asesinatos, el GAL. Con sus gobiernos ha quedado reducida a nada la libertad de conciencia y se está extinguiendo la libertad civil, por la avalancha legicentrista que origina su estatofilia. Sirviéndose del feminismo de Estado está avanzando en la feminización de los aparatos represivos. El colosal desarrollo de los nuevos sistemas de adoctrinamiento, en particular la universidad de masas, ha ocasionado el control a gran escala de las mentes por las instituciones, lo que ha pulverizado la libertad espiritual.

Pero eso no es todo. El PSOE ha impuesto al cuerpo social la cosmovisión burguesa modernizada que se suele denominar ideología progresista, o progre. Dando de lado el clericalismo franquista de antaño, del todo inadecuado para el capitalismo en las presentes circunstancias, ha ido constituyendo un sistema de hórridas creencias y disvalores asentado en el laicismo estatizador, el hedonismo, el ansia de felicidad privada, el egocentrismo, la amoralidad del “todo vale”, el inmediatismo y la insocialidad1, de manera que se ha producido una catástrofe ideológica, por la cual las mentes han interiorizado, creyendo que rompían con la ideología franquista, el sistema de creencias óptimo para los intereses estratégicos del Estado hipertrofiado y el capitalismo maduro propios del siglo XXI. De ello ha resultado una sociedad encanallada y deshumanizada, hundida en la zafiedad, el fisiologismo y la barbarie, que abomina de lo espiritual y está liquidando la esencia concreta humana.

Por tanto, la socialdemocracia es ahora el enemigo principal. Ello exige responde a su ofensiva, que se desplegará en breve, con argumentos convincentes. Esta vez no ha de suceder como en 2004, cuando casi toda la izquierda alternativa se hizo carne de cañón del PSOE. Quizá la cosa vaya por una campaña en pro del Estado de bienestar, dado que alguna prensa pseudo-radical ya ha roto el fuego en esa dirección. Apoyar al Estado de bienestar es, no nos engañemos, defender al Estado, es decir, al ejército, la policía, la guardia civil, los cuerpos de altos funcionarios. Si deseamos una sociedad autogobernada y autogestionada tenemos que negar el Estado de bienestar tanto como una supuesta privatización de los servicios y prestaciones sociales que, caso de hacerse (lo que es muy dudoso), será tarea de la socialdemocracia en el gobierno. Si el radicalismo de pega busca la controversia en esto debemos no sólo replicar adecuadamente sino pasar a la contraofensiva para poner fin a su hegemonía política.
Félix Rodrigo Mora