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[15-M] Momento travieso de la organización

“Encuadrar todo el ejército de los lúcidos, los críticos, los comprometidos, y encomendarle las tareas decisivas de la Vieja Represión”

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Acampadas: Hemos conocido lo que da de sí la revuelta (aplaudida) de los buenos. Si se subleva mañana la gente mala, yo estaré ahí. Lo Dado ha querido “recuperar”, “asimilar”, el 15-M. Tal vez lo incorporó como un momento travieso de la Organización. Yo creo que sí. Pronto se sacarán los cuchillos en legítima defensa, entonces se manifestarán los peores, los insobornables, los imprescindibles. ¿Quedamos?

¿No hemos aprendido nada de los modos en que se gestiona nuestro malestar? ¿No reconocemos en la reciente publicística de “la indignación” la misma trampa de siempre: invitación a quemarnos en luchas “educadas”, para que se prorrogue el Más Indignante de los Sistemas?

¿Todo esto no es obvio? ¿No lo han respirado, hasta extremos de asfixia, en primer lugar las excelentes personas que, estando contra el Sistema, quisieron acudir allí donde algo se movía, o parecía que se movía?

Aceptando mi impopularidad en muchos medios; separándome, a este respecto, de Galeano, Fabretti, Boron, García Calvo y otros autores dignos de estima por lo que escribieron, pero susceptibles de reserva por lo que no han sabido leer en este “aquí y ahora”; tras haber padecido insultos y desavenencias por parte de algunos “indignados”, solo digo esto:

Pronto se manifestarán los insobornables, los que no admiten cantos de sirena, los que están mal porque todo está mal, y saben que hay muchísimos (aparte de los especuladores, los banqueros, los políticos,…) que están mejor porque todo va mal.

Se manifestarán y no cosecharán aplausos en la prensa, ni recaudarán espacios en los otros medios de comunicación. Se pasarán por el culo toda LEY ELECTORAL, porque verán la misma miseria en los partidos pequeños que en los grandes; y no reclamarán lo que no tienen (trabajo, vivienda, futuro, democracia real) para no apestar.

Pero harán cosas y nombrarán la verdad.

¿Estamos con ellos o jugamos a celebrar lo integrado?

Pedro García Olivo

[Murcia] Jueves 16 Junio, Charla de Félix Rodrigo en el Ateneo Huertano Los Pájaros.

Saludos, el próximo jueves 16 de junio Félix Rodrigo Mora estará en el Ateneo Huertano Los Pájaros presentando su nuevo libro “El giro estatolátrico” y reflexionando sobre el movimiento 15M.

Os adjuntamos el cartel y las indicaciones para llegar. Os esperamos.

¡Salud!

Cartel en PDF
¿Cómo llegar?

[Textos] Desbordar las plazas. Una estrategia de objetivos

1. El movimiento del 15 M que se ha desplegado durante estos días supone el fin de una larga etapa de obediencia y sumisión. Tomar las plazas ha sido el gesto radical que – repetido en tantas ciudades – nos ha permitido lanzar el grito colectivo de “Basta ya. Queremos vivir”. Hemos empezado a perder el miedo. Juntas hemos atravesado la impotencia y la soledad.
2. Hemos aprendido a organizarnos, a tomar decisiones colectivamente, a vivir en la calle y que la calle viviera en nosotras. La inteligencia colectiva ha sido prodigiosa ya que ha permitido llevar adelante lo que parecía imposible: crear otro mundo dentro pero también contra este mundo hecho de miseria moral y económica. Hemos sabido autoorganizar un agujero negro ininteligible para el poder y que por eso teme. El poder teme todo lo que no puede entender, y por lo tanto, controlar.
3. La novedad fundamental de nuestro movimiento es que no se construye sobre la sociedad-fábrica sino que nace al juntarse y compartirse el malestar de cada una. No vamos a la plaza tomada en tanto que trabajadores, ciudadanos… sino que allí dejamos atrás toda identidad. Somos más que en ningún otro lugar cada una de nosotras mismas, y a la vez, somos las singularidades de una fuerza del anonimato, de una fuerza de vida que apunta más allá de lo que hay.
4. El nosotros que se ha formado no preexistía, no estaba latente, sino que ha surgido en el mismo momento que hemos tomado las plazas. Por esto es un nosotros abierto, abierto a todo el que quiere entrar y formar parte de él. En la plaza hemos aprendido a conjugar el verbo politizar, y el propio espacio ha sido lo que ha permitido la articulación de las diferentes politizaciones que se dan necesariamente divididas en el tiempo. El rumor de fondo que el poder quería acallar ha emergido. Nosotros somos los rostros de este rumor que ha terminado con el silencio del cementerio.

5. Tomar las plazas significa antes que nada tomar la palabra. Pero la palabra, el discurso no es tanto lo que se dice como lo que se hace. En las plazas tomadas lo más importante es lo que se hace y cómo se hace. Esto es cierto y ha sido así. Ocurre, sin embargo, que poco a poco la potencia que nos daba un modo de funcionar (comisiones, subcomisiones, consenso…) se ha ido convirtiendo en un auténtico freno. Por un lado, una organización tan subdividida si bien puede ser eficaz introduce una dispersión creciente, una pérdida de los contenidos esenciales, y sobre todo, una profunda arbitrariedad que acaba por ser paralizante. Por otro lado, el consenso tiene que ser un medio pero jamás un objetivo en sí mismo, de lo contrario decisiones políticas inaplazables no pueden tomarse. El estar juntos no puede medirse en unidades de consenso.

6. Ahora el problema fundamental es cómo continuar el movimiento que ha empezado. Porque hay algo que día a día estamos comprobando: si no avanzamos hacia adelante, necesariamente retrocedemos. Y eso es así porque la posición que hemos levantado al tomar las plazas se ve minada, tanto por el retorno a un primer plano de las opciones personales, es decir, de un proliferar de intereses completamente subjetivos que habíamos conseguido soslayar, como por la campaña de difamación (“el 15 M está degradando”, “perjudican a otros”…) orquestada mediante los medios de comunicación oficiales.
7. El problema no es si abandonamos la plaza o no. El problema es cómo seguimos adelante con un movimiento que ha sido el más importante de los últimos años y que seguramente abrirá un ciclo de luchas. En la plaza de Catalunya hemos gritado muchas veces “Aquí empieza la revolución”. Quizás deberíamos tomarnos en serio estas palabras. Cuando afirmamos “no somos mercancías”, “nadie nos representa” u otras frases parecidas estamos construyendo un discurso revolucionario que socava lo esencial de este sistema.
El problema no es si abandonamos la plaza o no. El problema es si nos atrevemos a pasar de indignados a revolucionarios.

8. Como indignados sabíamos que había que atacar antes que nadie a los políticos y a los banqueros. Esta intuición era acertada especialmente por lo que hace referencia a los primeros. El subsistema político que funciona con el código gobierno/oposición es muy fácil de atacar. Basta que afirmemos de modo consecuente “nadie nos representa” y cortocircuitamos uno de los códigos fundamentales que organizan la realidad. No en vano la deslegitimación del Estado de los partidos ha crecido. En cambio no hemos conseguido erosionar el código tener dinero/no tener dinero que rige el subsistema económico. Ni por supuesto hemos sabido hacer frente a la crisis y al uso de la crisis como modo de gobierno.

9. Por esta razón el movimiento de la “toma de plazas” está abocado a tener que dar un salto ya que de lo contrario, o nos quedamos dentro de una burbuja autocomplaciente hecha de opciones personales o la deslegitimación de la política por sí sola no llegará nunca a abrir otro mundo. Hay que atacar toda la realidad, esta realidad toda enteramente capitalista en la que nos ahogamos. Dar un salto quiere decir, pues, atrevernos a ser revolucionarias. Más exactamente. Atrevernos a imaginar qué significa ser revolucionarias hoy día.

10. El problema no es si abandonamos la plaza o no. El problema es cómo desbordamos la plaza, y para ello tenemos que pensar ya no sólo como indignados sino como revolucionarios. Frente a una realidad (capitalista) que es esencialmente despolitizadora porque reconduce el conflicto y esconde al enemigo, porque aumenta incesantemente sus dimensiones con el fin de que la obviedad se imponga, el único camino es la defensa de la politización: “cuando nada es político, todo es politizable”. Desbordar la plaza es conjugar colectivamente el verbo politizar, y para ello tenemos que inventar una articulación de dispositivos que ya hemos empezado a emplear: enjambres cibernéticos, asambleas generales y de barrio, comisiones diversas…
11. De la misma manera que somos un nosotros que no se puede subsumir en un espacio público no estatal – somos una asamblea general, un grupo en fusión, un pueblo nómada, un mundo hecho de singularidades – la organización que organice el desbordamiento tiene que ser también una articulación compleja de dispositivos. La fuerza del anonimato, la fuerza de vida que somos, rechaza los modelos antiguos identitarios y sectoriales. Asimismo cualquier intento de recuperar nuestra fuerza mediante la forma partido está abocado necesariamente al fracaso. La fuerza del anonimato nunca podrá ser encerrada en una urna.

12. Desbordar la plaza no es una metáfora. Consiste en infiltrarse dentro de la sociedad como un virus, actuar como partisanos que sabotean la realidad durante la noche. Pero tenemos que volver intermitentemente a la plaza y esforzarnos por mantener en ella un rastro de nuestro desafío. La plaza tomada debe seguir siendo una referencia política, y a la vez, la mejor base de operaciones de la que partir para proseguir esta guerra de guerrillas. Infiltrarse en la sociedad implica, en definitiva, un cuestionamiento radical de todo lo que se impone con la fuerza de la obviedad. Para que esta lucha sea efectiva tenemos que dotarnos de una estrategia de objetivos y de modos adecuados de actuación. El grito de rabia y de esperanza que ha resonado en las plazas tiene que organizarse políticamente, de lo contrario se perderá en la oscuridad. Y de nuevo el silencio entrará en nuestro corazón.

13. Cuando la vida es el campo de batalla se vienen abajo los distintos frentes de lucha y es más fácil que nunca crear una estrategia de objetivos. La estrategia de objetivos que proponemos podría empezar con: a) 1000 euros para cada persona por el solo hecho de formar parte de la sociedad y dada la riqueza ya acumulada. b) No más desahucios y retorno de los expulsados. Posibilidad de devolver la vivienda al banco y no seguir pagando la hipoteca. c) No a la ley Sinde. Contra la privatización de la red. La estrategia de objetivos se inscribe y tiene sentido solo en el interior del movimiento que deslegitima el Estado de los Partidos. No se trata por tanto de unos puntos mínimos que unos portavoces negocian.
14. Una estrategia de objetivos requiere la acción directa para poder imponerse. En nuestra época, sin embargo, su culminación no puede pensarse bajo el modelo de la huelga general clásica. Por un lado, la fábrica ha perdido toda centralidad política en la medida que se diseminaba por el territorio; por otro lado, en ella existe miedo y los sindicatos históricos saben gestionarlo. De la misma manera que con la toma de plaza se inventó un modo de lucha inesperado, la propia acción directa tiene que ser pensada de nuevo. La transformación social, económica y política que ha tenido lugar en los últimas décadas – la sociedad entera se ha convertido en productiva – juega a nuestro favor ya que extiende la vulnerabilidad a todo el territorio. Por esa razón la acción directa tiene que ser sobre todo interrupción de los flujos de mercancías, energía, e información, que atraviesan y organizan la realidad.

15. El gesto radical de tomar la plaza que se ha plasmado en tantas ciudades debe seguir vaciando las instituciones de poder pero tiene que prolongarse en un bloqueo real y efectivo de este sistema de opresión. No es algo imposible. Somos nosotros mismos viviendo quienes sostenemos esta máquina infernal y corrupta en fuga hacia adelante. Si verdaderamente estamos indignados tenemos que hacer de nuestra vida un acto de sabotaje y entonces todo se vendrá abajo. Todo se vendrá abajo como un castillo de naipes y quizás descubramos una playa en Puerta del Sol. Todavía no sabemos qué sorpresas puede depararnos el mundo que estamos empezando a construir.

[Crítica] La revolución no será pacífica

Para aquellxs que en las acampadas insisten en reclamar la exclusividad de la no-violencia, que insisten en que la revolución será de la mano de lxs policías y lxs militares, que piensan que la revolución se limita a la modificación superficial de la sociedad presente, que no cuestionan (o lo hacen parcialmente y por retazos) las cárceles, la propiedad, el dinero, el patriarcado, el trabajo asalariado, la justicia, la ley, la dominación animal, la destrucción del territorio… ¿de verdad creéis que eso va a algún lado?¿nos tomáis por idiotas que vamos a ir detrás de vosotrxs jugándonosla para que consigáis mejorar una pequeña parte de este todo miserable, para que lo esencial siga igual, tragando y tragando? Si os respondéis a esto, quizás encontréis el porqué de la escasa (por no decir nula) movilización en el ámbito laboral. Cuando lo cuestionéis todo y no pongáis tanto las miras en si respondemos a las agresiones policiales o no, en si organizamos tal o cual taller, en contar el número de votos; entonces quizás nos encontréis a vuestro lado. Dejad ya la imagen de nenxs buenxs, porque ya nos han jodido demasiado para serlo!!

Dejo un documental de hace más de 1 año de las movilizaciones en Grecia. Aquí rápido supieron lo que significaba romper con el Capital y el Estado. La consecuencia fue el agravamiento de la crisis económica. No puede ser de otra forma, cuando estamos por la destrucción de la Economía y de los Estados que la sustentan.

la.potencialidad.de.asaltar.el.cielo.revueltas.en.grecia.spanish.subs. from odo on Vimeo.

[Debat] El presente no volverá (Cuadernos de negación)

EL PRESENTE NO VOLVERÁ

No es que el presente tenga condiciones especiales que obliguen a las
personas a salir a la calle a protestar, pues nuestro tiempo vive encausado
en el capitalismo, un sistema social que se perpetúa en base a la
insatisfacción, por tanto las condiciones para la exaltación y la revuelta
son constantes. El encanto de éste momento que nos toca vivir es que esa
insatisfacción que se vive habitualmente en forma individual y
condicionada a las normas ha encontrado masivamente su expresión
colectiva, fuera de lo legal y la paz social, pues incluso las protestas que
se denominan “pacíficas” rompen con lo establecido.

En lo formal la reacción colectiva expresa su rechazo al autoritarismo
político en un país, a la desprotección social en otro, a la mercantilización
de la educación en otros tantos, a la explotación de la naturaleza en
alguno, al aumento de los precios de alimentos y transporte en casi todos.
Entonces acontece que por una temporada centenares, miles y millones de
personas en diversas latitudes están intentando romper con la lógica
impuesta, contradecir al Estado y al Capital sin que ellos mismos se
atrevan a plantearlo, pues el mayor problema es que la mayoría de esas
personas no son concientes de lo que están haciendo, sus actos son más
certeros que sus palabras.

Salvo en las revueltas más radicalizadas en medio oriente (radicales en
tanto encaran la raíz de su insatisfacción) pareciera que la acción
espontánea de millones de personas alrededor del mundo busca
perfeccionar los instrumentos de sometimiento: más democracia, más
trabajo, más educación, más producción. Miran en conjunto al cielo
esperando por un héroe que baje del Olimpo del sistema a representar
sus aspiraciones sin descubrir su propia fuerza y belleza como conjunto
de seres humanos deseosos de una vida plena, sin bancos, sin políticos,
sin reyes, sin hidroeléctricas ni guerras por fuentes energéticas, sin
alquileres, sin escuelas que no enseñan nada más que la reproducción de
la misma mierda. Sin Estado, sin Capital.

Pero éste presente aún no se nos escapa, y hacernos cargo de éste
tiempo es lo único que nos queda si no queremos que los nuevos
políticos, las nuevas fuentes de energía, la nueva democracia que
surja triunfante de la actual crisis y sus protestas sean la mierda
que tengamos que tragarnos mañana.

Hermanos, hermanas:

¡A por todo!

http://cuadernosdenegacion.blogspot.com/

[Sevilla] Adiós a la paciencia: crítica constructiva a la #acampadasevilla

Estrecho Indymedia

“Hay que tener paciencia”, argumentó un compañero el segundo día de acampada en las Setas de la Encarnación (en adelante Pza. 15 de mayo). Y, al principio, tenía razón. Muchos acudimos con recelo a la convocatoria del 15-M dada la psicosis pacifista y antisemiótica que profesaban los desconocidos convocantes, y el comportamiento de algunos acampados parecía incrementar nuestras dudas. No obstante, la sensación de aprendizaje y enseñanza, de inculcar la autogestión a aquellos que ahora estaban viviendo su primera experiencia política, de educar en la vida independiente de partidos políticos, sindicatos del régimen e instituciones, todavía suponía un estímulo para quienes nos sentimos sincera y profundamente asamblearios y libertarios. Que miles de ciudadanos tomaran las plazas, masivamente, y decidieran libremente resistir y colaborar, era digno de atención. Al menos, una llamada a participar.

Las acampadas, con sus aciertos y sus comprensibles errores, han superado numerosos obstáculos: agresiones policiales en Barcelona, Lleida, París y Lisboa, vejaciones e insultos por parte de los medios de comunicación y por parte de paseantes machistas en Sol, sibilinos boicots de Sacyr (empresa constructora de la Plaza 15 de mayo) en Sevilla, entrismo malintencionado de determinadas organizaciones marxistas (como votaciones en bloque previamente pactadas, desvirtuando el espíritu de las asambleas), intentos de engullimientos por parte de Democracia Real Ya (DRY), acoso de personas que nunca han acampado y que, por motivos que no se llegan a comprender desde la buena fe, llevan desde el 22-M pidiendo en las redes sociales y en las asambleas el desmantelamiento de la acampada; entre otros.

Y todo este viaje ha estado plagado de situaciones incómodas, protagonizadas por nuestros propios compañeros, y continuamente disculpadas bajo el paraguas de la paciencia y la comprensión. Algo que, en determinadas situaciones, era todavía justo. Así, tuvimos que ceder en varios aspectos, visto la buena acogida que se estaba obteniendo: tuvimos que transigir con el pacifismo y con la preocupación por la legalidad y la opinión de los medios de comunicación. Muchos nunca hubiéramos apostado por ello, pero concedimos el beneficio de la duda. Son muchos años interviniendo por otras vías sin conseguir la simpatía del pueblo, por lo que, por una vez, actuamos utilizando los parámetros que había definido DRY y que asumió la acampada automáticamente (sin debate alguno). Y funcionó. Según Demoscopia, más del 80% de la población muestra alguna simpatía por el Movimiento 15-M. Nunca un proyecto político del que personalmente hubiera formado parte había tenido tamaño respaldo social.

Sin embargo, todas estas premisas han sido llevadas al extremo, convirtiéndose en estrategia y no en táctica, amparadas por la pretendida desideologización. Utilizar el pacifismo como dogma indiscutible ha conseguido que una (una más, una de tantas, sin nada extraordinario) carga policial haya sido ampliamente condenada, inclusive en los mass media. Pero también ha hecho que circulen por la Pza. 15 de mayo panfletos que animaban a denunciarnos entre nosotros si en el previsible desalojo policial alguien empleaba la autodefensa. La preocupación por la legalidad ha conseguido la supervivencia tranquila (al menos en Sevilla) de la acampada, pero ha conllevado el desprecio de una lucha mucho más trabajada -la que llevan a cabo los compañeros de La calle es de todxs contra la ordenanza antivandálica/cívica- al poner normas y leyes al uso y disfrute del espacio público. El cuidado de imagen ante los medios de comunicación supuso, al menos hasta las elecciones municipales, la legitimación de la ocupación de la plaza, pero a la vez una discriminación contra quienes estéticamente no comparten el canon; incluso la criminalización del lumpen, llegando a proponer internar en psiquiátricos a los indigentes con enfermedades mentales que pernoctan en la Pza. del 15 de mayo o la detención policial de los alcohólicos problemáticos.

No obstante, la mayor de las contradicciones es consecuencia de la ambigüedad con la que se ha tratado el aspecto político/ideológico del Movimiento. Algunos, con acierto, apostaron por un movimiento apartidista, pero son pocos quienes consiguieron hacer esta diferencia y no confundieron el partido político con la idea. Aun hoy, hay quien infortunadamente piensa que una banca pública no la piden gente “ni de izquierdas, ni de derechas”. En la exitosa manifestación del 29 de mayo, la cabecera gritó el kafkiano eslogan “manifestación apolítica”, demostrando una falta de intelectualidad crónica, comprensible dada la naturaleza sociológica del movimiento (todavía hay mucha inexperiencia, y hay que tratarla con ternura), pero desmotivadora para aquellos sujetos más combativos. Según tengo entendido, incluso se llegó a proponer la creación de una comisión de “neutralización ideológica”, pretendiendo hacer un 1984 de la acampada. No es lo mismo, por tanto, llevar una camiseta con la hoz y el martillo o una bandera blanca, que una pancarta de Izquierda Anticapitalista o del SAT. La lucha se desarrolla –y debe ser- al margen de las organizaciones, pero no contra las ideas. Es incongruente pedir una “democracia real ya” y prohibir la expresión de la diversidad ideológica. Es consecuencia de ello que se hayan vivido situaciones esperpénticas, injustificables, sospechosas y desmovilizadoras. En la acampada en Sevilla se ha llegado a marcar con una X los brazos de quienes ya habían comido (tendencia ya en desuso), a pesar de contar con numerosas provisiones. Incluso se han robado pancartas contra la policía y con lemas anarquistas. En definitiva, la más clara expresión de un movimiento que sólo fue revolucionario el día que se decidió acampar y que viró al reformismo al día siguiente, fue la consolidación de un mini-estado, con sus propios centinelas y normas no debatidas en asamblea y asumidas de DRY, en la Pza. 15 de mayo.

Pero hay un detalle, directamente dependiente de la neutralización ideológica y del complejo antiizquierdista, que es insalvable: la acogida del machismo y el pánico al feminismo. Es una desgracia que un movimiento que ha conseguido tantas experiencias positivas (tantas sonrisas, tantas emociones, tantas amistades, la participación de nuestros mayores, etcétera) vea como una provocación, como un trauma y como un peligro que varios hombres y mujeres se reúnan en una esquina de la plaza a hablar sobre la histórica lucha de las mujeres por ser respetadas y convivir en igualdad de derechos y de trato. Acoger a antifeministas no es enriquecedor. No es como tener de compañeros a una amalgama de socialdemócratas, marxistas y comunistas libertarios. No. No nos interesan las opiniones contrarias al feminismo, puesto que éstas son el discurso político, económico y social dominante. Es decir, forman parte de la dialéctica a la que nos oponemos. Una lucha que día a día avanza hacía el electoralismo y la igualdad política –por desgracia en detrimento de la lucha social-, no puede dar cabida a quienes apuestan por la desigualdad. Si alguien del Movimiento puede ofenderse porque haya hombres que hablen en femenino, porque haya compañeros que camuflen el género de las palabras con ‘x’ o arrobas, o que constantemente utilicen femeninos y masculinos en los sustantivos y artículos, su presencia es prescindible. Nos hemos enfrascado en imponernos normas y en desatender la premisa básica: la libertad (libertad, también, para hablar como elijamos).

Ayer un compañero me pidió paciencia. Pero ya no. Ya no tenía razón.

Fdo: Un compañero que habla en masculino y que trabajó, desde el primer día de acampada, con ilusión

[Egipte]Egipto, “transición en orden” y situación revolucionaria aún abierta

anarkismo.net

Centenares de miles de egipcios que se volvieron a tomar la plaza Tahrir el día 27 de Mayo para reclamar por la persistencia de las figuras del régimen de Mubarak en el Estado, la naturaleza represiva del Consejo Militar en el poder y la lentitud de las reformas del “gobierno de transición”, nos recuerdan que la situación revolucionaria abierta en Egipto en Enero, que ha dejado un saldo de más de mil muertos, aún no se cierra.

Contrariamente a quienes desde posiciones fatalistas pronostican que el proceso egipcio está agotado, los jóvenes de la revolución han logrado arrastrar tras de sí a significativos sectores populares para demandar la profundización del ritmo y la naturaleza de los cambios, demostrando que la caída de Mubarak, lejos de ser el final de la lucha, no es sino el comienzo de ésta.

La suerte del proceso egipcio no está echada. Hay un abanico de posibilidades abierto en esta pugna cada vez más enconada entre las fuerzas revolucionarias y la contrarrevolución. A medida que las posiciones se clarifican más, los indecisos toman partido y los que se subieron tarde y de mala gana al vagón de los cambios, se van bajando de éste. Cuatro actores moldean los eventos: el ejército, la tecnocracia, el Capital nacional-internacional, y los movimientos populares. De cómo se resuelvan las contradicciones entre éstos dependerá el futuro de la revolución egipcia, y con ella, de buena parte de los vientos de cambio que soplan en el mundo árabe.

El gendarme de la transición

Desde la caída de Mubarak, el poder ha reposado en el Consejo Superior de la Fuerzas Armas de Egipto (al que llamaremos sencillamente Consejo Militar) encabezado por Mohammed Hussein Tantawi, quien fuera Ministro de Defensa de Mubarak, y por Sami Hafiz Anan, un militar que cuenta con las simpatías de los Hermanos Musulmanes. En realidad, desde 1952, el poder en el país ha reposado en el Ejército, y en ese sentido, podemos decir que lo que se presencia desde la caída de Mubarak no es sino la continuidad de este patrón.

Mientras los medios presentaron al ejército como un actor neutral ante las protestas de Enero-Febrero y mientras sectores populares se ilusionaron con un ejército que, supuestamente, estaría de su lado, es preciso leer la negativa del ejército de atacar al pueblo (como sí lo hizo la policía), como un cálculo político que a la clase dominante egipcia les permitió mantener al pilar central de su poder en una posición clave para convertirse en garante de sus intereses en el Egipto post-Mubarak.

La realidad no tardó en imponerse cruelmente, echando por tierra las ilusiones que algunos albergaron sobre el “pueblo uniformado”: el 24 de Marzo, en medio de una ola de protestas y huelgas, el Consejo Militar decretó una ley que, en efecto, prohibía las huelgas y otras manifestaciones y protestas públicas, con el argumento elástico de que “son lesivas para el interés nacional”. Desde entonces, los Tribunales Militares han juzgado a más de 5.000 personas, imponiendo multas extraordinariamente onerosas y penas de hasta diez años de cárcel. Como siempre, la primera medida de los contrarrevolucionarios es “disciplinar” a la clase trabajadora y calmar con medidas draconianas a los empresarios, demostrando claramente de qué lado están.

Tampoco al Ejército le tembló la mano para reprimir al millón y medio de manifestantes que se tomaron la plaza Tahrir entre el 8 y el 9 de Abril para exigir castigo contra Mubarak, dejando dos cadáveres en las calles. Junto a la persistencia del Estado de Emergencia, queda claro que el Ejército juega un rol que puede ser calificado de todo menos de neutral.

El académico y dirigetne del nuevo Partido Socialista, Mamdouh Habashi, dice, respecto de las intenciones del Ejército: “lo que buscan es la transferencia del poder nuevamente a las viejas estructuras, que son las redes establecidas por Mubarak alrededor del aparato de seguridad.” Que estas redes están vivas, lo demuestra el hecho que tras el desmantelamiento oficial de la Policía Política de Mubarak, se estima que una buena porción del millón y medio de efectivos que tenía, serán reciclados en nuevos aparatos de seguridad. El bloguero y militante socialista Hossam el Hamalawy plantea con absoluta certeza que “si no se acaba con este poder que detenta el ejército, ninguno régimen podrá ser radicalmente diferente a lo que ya conocemos.” El desafío no es menor, dada la popularidad con la cual el Ejército aún cuenta debido a la mística de su historia de luchas anti-coloniales –aún cuando desde los Acuerdos de Camp Davis*, éste no sea más que un sumiso tentáculo de los EEUU, los cuales le han financiado directamente con U$1.300.000.000 anualmente. Esta popularidad, en todo caso, se está erosionando acelaradamente a medida que su verdadero rostro se perfila cada vez con mayor claridad.

El gobierno de transición

Como pantalla a este Consejo Militar, existe un gobierno cívico de transición, encabezado primero por Ahmed Shafiq, un militar nombrado primer ministro por Mubarak pocos días antes de caer, el cual fue forzado a renunciar por masivas protestas a comienzos de Marzo. Su reemplazo es Essam Sharaf, antiguo aliado de Mubarak y ex Ministro de Transporte, que se posicionó del lado del movimiento “pro-democracia” durante las jornadas de Febrero, que lidera un sector minoritario liberal dentro del gobierno.

El carácter de este gobierno de transición es definido por el Hamalawy como “tecnócrata, plagado de figuras del viejo régimen. Pero en realidad, está bajo el control de los generales de Mubarak. Ellos son el poder real en Egipto hoy.

Esto no significa que no existan contradicciones entre sectores del gobierno de transición y el Consejo Militar, como lo indica el anarquista egipcio Tamer Mowafy: “Debemos llamar la atención del heco que muchas de las figuras claves de la burguesía egipcia han sostenido, de un tiempo a la fecha, que un régimen más democrático sería más manejable y estable. Esto también lo han creído sectores de poder en los EEUU. Creo que ambos bandos, aún cuando sean concientes de los riesgos que les presenta la situación actual, piensan que ésta puede ser una oportunidad para remozar al régimen, reforzando sus vínculos con las potencias occidentales a la vez que dándole bases más firmes”.

Mientras el Ejército se evidencia como una fuerza conservadora, reticente al más cosmético de los cambios, en el gobierno de transición encontramos personas que, efectivamente, quieren una democracia burguesa liberal, por rudimentaria que sea y que la creen una precondición para desarrollar el modelo neoliberal que se ha venido imponiendo desde mediados de los ’70 en Egipto sobre bases sólidas.

De momento, los cambios políticos están sucediendo a un paso tremendamente parsimonioso: la Constitución de 1971 sigue en pie, aunque el 19 de Marzo se votaron una serie de reformas que algunos aprobaron pensando que “peor es nada”, en comicios en los que participó apenas el 41% de los votantes –lo cual quizás sea más que en las elecciones amañadas de Mubarak, pero ciertamente no refleja demasiado entuisiasmo de la población. Quizás la ley más significativa que ha pasado el gobierno, bajo la presión de las huelgas y las luchas de masas, es la libertad sindical que rompe en gran medida con el control estatal sobre las organizaciones sindicales.

Así como están las cosas, tanto este gobierno transitorio, como el Consejo Militar, facilitarían elecciones en Septiembre, tras lo cual cederían el poder a un gobierno “democrático”. Nadie se hace muchas expectativas sobre el resultado del proceso de “transición en orden”, como lo llamó Obama. Aún la izquierda que apuesta por la vía electoral, está reticente de lo que pueda suceder en estas elecciones, ya que la nueva ley de partidos hace prácticamente imposible que nuevas alternativas puedan formalizarse para esa fecha –se requieren 5.000 miembros inscritos, una cantidad millonaria de dinero para pagar el registro, y la publicación de estatutos en un diario oficial, lo que cuesta otro dineral. Según Habashi, el bloque en el poder está tratando de acelerar lo más posible para garantizar que solamente los partidarios de Mubarak y los Hermanos Musulmanes puedan capitalizarla:

no podemos aceptar que el nuevo parlamento esté compuesto solamente por islamistas y representantes del antiguo régimen, que son los únicos con el poder finaciero para copar estas elecciones. El tiempo es un tema muy importante. El plan de los contrarrevolucionarios es apurar las elecciones lo máximo posible, para hacerlas en Septiembre. Este nuevo parlamento comenzaría entonces a organizar la asamblea constituyente con el antiguo régimen y los islamistas.

Los banqueros de la transición

Se dice que a río revuelto, ganancia de pescadores. Y es exactamente lo que está haciendo en estos momentos la mano de los EEUU en Egipto, donde, secuestrando las demandas populares de reformas y de mayor libertad, están presionando por profundizar el proyecto neoliberal que venía implementándose durante las últimas cuatro décadas, primero con Sadat, luego con Mubarak. Mientras los manifestantes volvían a ocupar Tahrir el 27 de Mayo, la reunión del G8 en Francia anunciaba un paquete de U$20.000.000.000 en “ayuda” para Egipto y para Túnez. Egipto, se estima, recibiría unos U$15.000.000.000 en inversiones, ayuda y préstamos de los países del G8 (sobretodo EEUU), de los Emiratos del Golfo y de las Instituciones Financieras Internacionales. Estos fondos serán utilizados para “fortalecer” al sector privado y, en general, para promover un paquete de medidas tendientes a la liberalización del mercado y a “reformar las instituciones” para adaptarlas mejor a los requerimientos del capital transnacional.

La libertad, mutas mutandi, se convierte en una cuestión de libre mercado, en circunstancias que el pueblo exigía libertad como un acto de empoderamiento colectivo. De la misma manera, para reforzar este secuestro de las consignas y de las demandas de la revolución a fin de profundizar la agenda económica neoliberal, se redujo el sentido profundo del movimiento del 25 de Enero a una mera protesta en contra de la “dictadura”, dejando de lado el componente social y las demandas económicas de un pueblo que se rebeló hambreado en contra de las medidas neoliberales de Mubarak.

Así, los EEUU están ocupando la caída de Mubarak para profundizar su política económica a contravía de las demandas populares, como por ejemplo, de la nacionalización y re nacionalización de empresas y sectores claves de la economía (donde ya existen algunas conquistas significativas), de control al capital foráneo, de servicios públicos decentes y de calidad, de control de los precios, de confiscación de los dineros de orígen ilícito.

Para impulsar la reforma económica, contarán con la presión de la exorbitante deuda egipcia (U$35.000.000.000 y un pago de U$3.000.000.000 anuales, lo que hace que la deuda sea un lucrativo negocio para los organismos financieros internacionales), el 85% de la cual fue adquirida por la dictadura de Mubarak. Obama ofreció “perdonar” U$1.000.000.000 de la deuda, a cambio de un paquete de reformas económicas que abrirían aún más Egipto a los EEUU. Tanto el Banco Mundial como el FMI han prometido préstamos siempre y cuando ciertas condiciones se cumplan en cuanto a la modernización de la economía (apertura, flexibilización laboral, etc.). Y tanto la UE como los EEUU y las monarquías medievales del Golfo, han dejado en claro que tienen miles de millones para invertir en Egipto, particularmente en privatizaciones.

Un pueblo en movimiento

Por otra parte, el pueblo utiliza el impulso ganado con el movimiento del 25 de Enero para presionar por las demandas más básicas así como por las más elevadas. Comités Populares piden fijar los precios de los productos de la canasta básica; los sindicatos independientes surgen por todas partes y demandan desde mejoras salariales hasta la re-nacionalización de sus puestos de trabajo; grupos de mujeres presionan para lograr consolidar los avances que se les han negado en décadas de organización y lucha, basadas en la nueva confianza que lograron en las barricadas; organizaciones estudiantiles piden reformas sustanciales al sistema educativo y la remoción de los personajes nombrados por la dictadura; hasta los profesionales han sido arrastrados por la marea de demandas obreras, uniendo sus voces a la protesta popular. Los jóvenes en particular, pero detrás de ellos el conjunto de los sectores populares, han perdido el miedo a la palabra y no temen tomarse las calles nuevamente si la situación lo amerita.

Lo que queda claro con las protestas del 27 de Mayo, es que la lucha no solamente está aún en curso, sino que está también comenzando a clarificarse. Que los Hermanos Musulmanes se hayan automarginado como organización de estas manifestaciones y las hayan atacado, diciendo que ya no habían razones para protestar, los evidencia como parte del bloque en el poder. En cuanto tal, no tienen ningún rol que jugar en el parto del nuevo Egipto.

Las demandas concretas que exigían los manifestantes, convocados por la Coalición de Jóvenes de la Revolución**, son el aceleramiento del juicio a Mubarak y sus colaboradores, así como que se les procese por crímenes políticos y no solamente por corrupción; purga de los colaboradores del régimen en el Estado; re-estructuración de la policía y que se dé de baja a los culpables de la represión; independencia del poder judicial y purga de jueces corruptos; establecimiento de un salario mínimo que sea equivalente a la línea de la pobreza; así como el llamado a redactar una nueva constitución política.

El pueblo egipco tiene claro que no puede abandonar la presión popular ni la acción directa para alcanzar sus objetivos. Como dice Hossam el Hamalawy: “Ha habido cambios pero siempre ha sido por presión desde abajo. Por ejemplo, a uno de los hombres de confianza de Mubarak, Ahmed Shafiq el Consejo Superior del Ejército lo respaldó desde el comienzo, pero fue la protesta popular la que lo derrocó. También debido a la presión popular se vieron forzados a re-estructurar la Policía de Seguridad del Estado, la Policía Política de Mubarak, pero cuando el pueblo se cansó de estas medidas insuficientes y tomó cartas en el asunto mediante el asalto al cuartel general de la Policía Política, tuvieron que suprimirla.

Así las cosas, estamos ante una situación maleable y fluida, que puede inclinarse hacia un lado o hacia el otro. El sector contra-revolucionario cuenta con las armas, el dinero y el respaldo de la “comunidad internacional”. Los revolucionarios, en cambio, cuentan con el respaldo de las masas, que tomaron conciencia de su poder y que probaron el gusto de la libertad en Tahrir y en las calles y plazas de las ciudades más importantes de Egipto. Y saben, por sobre todas las cosas, que ya no puede haber un Egipto sin ellos.

José Antonio Gutiérrez D.
3 de Junio, 2011


* Acuerdos mediante los cuales, en 1978, Israel y Egipto normalizaron relaciones y acordaron la paz. Como parte del Acuerdo, Egipto ha colaborado con Israel desde entonces en contra del pueblo palestino y el ejército egipcio ha recibido miles de millones de dólares en ayuda militar de los EEUU.
** Coalición conformada por las principales agrupaciones juveniles que estuvieron tras las protestas, incluido el grupo “Todos Somos Khalid Said”, el “Movimiento 6 de Abril” y la rama juvenil escindida de los Hermanos Musulmanes.

[València ciutat] Paseo Bici-nudista 2011

Como cada año, volvemos a tener la posibilidad de compartir un estimulante paseo en bicicleta por la ciudad. El próximo Sábado 11 de Junio a las 16.00 horas nos encontramos en la Feria Alternativa (en el antiguo cauce del Turia, a la altura del Puente de las Flores) para bañar con “luz urbana” los rincones más peludos de nuestro cuerpo.

Este año, nuestra acción coincidirá con la convocatoria mundial, lo cual nos da más “cobertura argumental” de cara a la ley. Aunque la desnudez es legal en el territorio Español (salvo –ahora- en Catalunya), nos legitima especialmente el hecho de que esto esté ocurriendo simultáneamente en todo el globo.

Realmente, lo importante de esta movida no es la desnudez. La desnudez integral es sólo una opción. No se trata de instaurar una “dictadura nudista”. La invitación es a jugar, a soltar un poco las ataduras de la vergüenza. Hasta ahora, cada año, las personas participantes han interpretado mayormente que para venir al paseo debían desnudarse. Y no es así. En verdad, nos estamos auto-invitando a un momento de comprensión y rica diversidad.

Esa diversidad se puede representar en todos los aspectos. Habrá quien quiera acudir con disfraces o pinturas corporales. Habrá quién prefiera la semi-desnudez (con ropa interior o bañadores). Y habrá personas que vengan y permanezcan completamente vestidas pero apoyando la propuesta y nutriendo el ambiente de complicidad. Las personas que nos vamos a desnudar necesitamos ese apoyo, dado que el nudismo/naturismo es aún una causa muy minoritaria.

El primer paseo nudista en Valencia se organizó para rechazar el proselitismo eclesiástico, representado con la visita papal, hace unos años. Desde aquel entonces se ha venido desarrollando un hábito anual (al que acuden alrededor de 50 personas). El paseo es una oportunidad para exponer nuestras “inquietudes sociales”. Y en ese espíritu reivindicativo caben todas las expresiones pacíficas que promuevan una consciencia igualitaria.

El paseo es una manera de decir que nuestros cuerpos no merecen la tachadura ni el prejuicio. La interpretación de que un cuerpo desnudo es un “acto exhibicionista”, violento y provocador, es una interpretación políticamente mal-intencionada. Un cuerpo desnudo es lo que “somos y tenemos”, ni más ni menos. Y eso, de por sí, no es una expresión negativa hacia nadie. Más bien lo contrario, exponer nuestros cuerpos es invitar a la sociedad a una reflexión profunda sobre el sistema de pensamiento imperante.

Bienvenidas las personas que sueñan con un mundo más justo… Bienvenidos los cuerpos de todos los colores, de todas las formas y de todas las edades… Bienvenidas las identidades diverso-sexuales: bienvenidos los cuerpos “trans” e “intersex”… Bienvenidas las consciencias anti-patriarcales… Bienvenida la sana convivencia entre personas lesbianas, gays, heterosexuales, bisexuales, queers, etc… Bienvenidas las personas diverso-funcionales: bienvenidas las sillas de rueda…
Bienvenido el pensamiento crítico y pacífico: Podemos decir NO al capitalismo… Podemos decir NO al atropello de nuestro medioambiente… Podemos decir NO a la desigualdad social… Podemos decir NO al abuso cínico de los bancos y los agentes económicos… Podemos decir NO a la militarización imperialista… Podemos decir NO a la persecución de personas migrantes… Podemos decir NO al alienante mundo del trabajo… Podemos decir NO al maltrato animal… Podemos decir NO a la discriminación racista, sexista, clasista, etc…

Todas las personas somos hermosas. Aunque nos bombardeen con “modelos rígidos” de (supuesta) belleza, todas somos hermosas. Conquistar la calle con nuestras pieles, es conquistar, en nuestro fuero más íntimo, el orgullo de ser como somos. Nuestro cuerpo es la pancarta más elocuente. Somos hermosas y podemos salir a “regalar” nuestra belleza.

La “masa crítica ciclo-nudista” tendrá lugar este próximo sábado. Bienvenida la gente que quiera echar luz donde antes reinaba la penumbra.
Salud y libertad!!!

Máxima difusión, por favor…

[Biblioteca anarquista Al Margen] Novetats de juny


Salud¡

Os escribimos desde la BAAM (Biblioteca Anarquista Al Margen) para haceros llegar el boletín de novedades del mes de junio, cargado de títulos interesantes.

Os recordamos que la Biblioteca abre sus puertas todos los martes en el Ateneo Libertario Al Margen (Calle Palma 3 Barrio del Carmen Valencia) y que además de una amplia colección de títulos de temática antiautoritaria (ciencias sociales, historia, prisiones, pedagogía, medios de comunicación, anarquismo, salud, literatura, arte…) estamos suscritos a más de 40 periódicos y revistas de contrainformación y pensamiento crítico. También ofrecemos una amplia colección de documentales e internet gratuito. Todo en un espacio agradable donde puedes tomarte unos zumos y comentar tus últimas lecturas en compañía.

Os esperamos los martes a partir de las 18h¡¡¡¡

http://bibliotecaanarquistaalmargen.wordpress.com/

¿Qué es la BAAM?
Los libros, está demostrado, son también organismos vivos. Nacen, no sin dificultad, algunos de ellos, otros se quedan en aborto, las obras inacabas de cuantos autores. Crecen, quien no ha visto alguna vez como de henchidos se ponen con la humedad, como el polvo los cubre de canas grises dándoles aspecto de viejo respetable, o como por algún, tal vez, fallo hepático se van poniendo amarillas sus hojas o se van despegando con desapego por esa estúpida idea humana de la conservación si al nacer no recibieron una buena puntada. Se reproducen, que duda cabe, y de cuantas formas; cada traducción de un libro no es sino el nacimiento de un nuevo libro o que hay de esa saga de libros que tiene un origen remoto pero seguro en el encuentro entre un grueso palimpsesto repleto de insensateces que acabó por convencer a una obrita manuscrita inédita. Y muchos, la mayoría, mueren, algunos de ellos ni bien salieron del almacén ya están condenados a la trituradora de papel, por cientos de miles y millones han muerto como víctimas no contabilizadas de todas las guerras que han degenerado la historia, algunos caen muertos por puritito amor, por el celo de algún lector o lectora que creyeron encontrar la solución a todos los males, (cómo de gordo debiera ser el libro) o por fin al ser amado rastreado por todas las esquinas.
Y si es así un solo libro imagínense cuando cientos de estos se reúnen en, pongamos, una Biblioteca. Pues una Biblioteca puede ser, bien organizada, sin ánimo de exagerar, el espacio más liberador del mundo o convertirse, mal organizada, en una terrible prisión para los libros.
Hace unos meses al entrar en la Biblioteca del Ateneo, los libros andaban algo revueltos, agradecían el buen trato dado pero no entendían la poca atención y consideración que se les tenía, precisamente en un ¡Ateneo Anarquista¡. Un grupo de gente decidimos reunirnos con ellos, atender sus quejas y seguir sus recomendaciones. Tras meses de trabajo “técnico” conjunto, por fin, la Biblioteca del Ateneo se refundaba abriendo por vez primera sus puertas el pasado 5 de octubre bajo el nombre Biblioteca Anarquista Al Margen. Se acordó con los libros lo siguiente:
Que la tal Biblioteca será de ahora en adelante de carácter antiautoritario
Que abrirá sus puertas todos los martes en horario de 18 a 21 horas a fin que los libros puedan darse a conocer y ofrecer sus bondades y conocimientos liberadores.
Que además de Biblioteca contará con una hemeroteca suscrita a una veintena de periódicos anarquistas y revistas de pensamiento crítico
Que además de Biblioteca contará con una videoteca con un centenar de películas y documentales.
Que el último martes de cada mes, elegido entre sus compañeros, uno de estos documentales, a las 9 de la noche tras una cena de sobaquillo se exhibirá ante quien decida contemplarle
Que todos los meses se publicará la Hoja de la Biblioteca: espacio para la lectura consciente
Que en el futuro más reciente hasta el punto de estar ya en construcción se creará la Red de Bibliotecas Sociales de Valencia, que aglutinará las Bibliotecas de diferentes espacios autogestionados de la ciudad.
Que la nuestra no es una Biblioteca como las demás, pues en la nuestra se escucha música, se puede merendar, se puede uno conectar a Internet, en la nuestra está prohibido el silencio, en la nuestra se debe gritar a los cuatro vientos cuanto se aprende y liberar enseguida cuanto se ha aprehendido y sobre todo que cuando decimos nuestra, estás tú también, lector, incluido
Que el objeto de esta Biblioteca es la difusión de un espíritu y pensamiento crítico con la realidad a que nos enfrentamos cada día, dotar a nuestras naves de una arboladura intelectual que no se amedrente ante tormenta alguna y nos permita navegar libres.
Que esta Biblioteca es también propaganda por el hecho y busca que el resto de nuestras acciones del día a día también lo sean en una búsqueda incansable por la anarquía
En fin estimado lector, algo en que coinciden todos los libros de nuestra Biblioteca es que son de ánimo viajero y de talante abierto, poco dados a la soledad. Si te animas a sacarlos de paseo, más allá de las puertas del Ateneo te recompensaran para siempre con un bonito recuerdo y una pieza más del puzzle inacabado de la anarquía y la libertad. Te esperamos.

[Biblioteca Anarquista Al Margen] Lecturas para la revuelta

Salud¡

Desde la Biblioteca Anarquista Al Margen aportamos esta pequeña colaboración a las protestas que estos días se suceden en muchas ciudades del país.

Es una pequeña selección de algunas obras que podéis encontrar en la Biblioteca y que creemos pueden ser de ayuda para entender mejor algunos de los temas debatidos estos días en la plaza del 15-M.

También esperamos puedan servir como herramientas para conocer medios con los que enfrentarnos al capital y construir nuestras vidas de forma autónoma y en solidaridad, apoyo mutuo e igualdad con nuestros compañeros y compañeras.

LA BAAM está a vuestra entera disposición, es una Biblioteca autogestionada, participativa para la difusión del librepensamiento y la autoformación. Nos encontrareis todos los martes en el Ateneo Libertario Al Margen a partir de las 18h. C/Palma 3 bajo



un abrazo libertario

http://bibliotecaanarquistaalmargen.wordpress.com/hemeroteca/

[Sol] Lxs otrxs anarquistas y el 15-M

El pasado 15 de mayo se convocan por varias ciudades de la peninsula manifestaciones contra la crisis económica actual con el populista lema de “no somos mercancia en manos de politicos y banqueros” ( lema ambiguo, facil , ya que a una gran parte de la población no le gustán ni lxs unxs ni lxs otrxs aunque en su vida real ,no la de las redes sociales, sigan sus directrices, un lema que no hace plantearse nada) a la que acuden miles de personas en su inmensa mayoria jovenes. La manifestación de Madrid, en la que en algunos momentos no se sabe si es una protesta o una rave debido a la gran cantidad de gente bailando, haciendo malabares, tocando batucada y risas… aquí no pasa nada. A excepción del bloque “libertario y autonomo” que pese a sus esfuerzos, sus consignas se las lleva el ruido ya que a más de 10 metros no se escuchaba nada debido al jolglorio del resto de la manifestación. La manifestación transcurre pacificamente hasta su final en Sol. Una vez llegados a Sol se decide subir hasta Gran Via y cortar el tráfico. Se empieza a subir hacia Callao, en ese momento lxs organizadorxs hacen quitar la pancarta del bloque autonomo e indican que no se pueden gritar ciertas consignas que no sean unitarias, como por ejemplo, “muerte al Estado y viva la anarquia”. He aqui el principio del fin, con tal de “estar con la gente” se cede a las exigencias de lxs organizadorxs , cayendo en el truco del consenso, despersonalizador. Se sube hacia Callao encontrandose apenas dos unidades de antidisturbios faciles de sobrepasar para llegar al obejtivo, la Gran Via. Sin embargo lxs primerxs que llegan agachan la cabeza y levantan las manos siendo golpeadxs brutalmente por la policia y produciendo una desbandada general. Se intenta volver a subir, ya mucha menos gente, pero otra vez la policia rechaza a lxs manifestantes formandose entonces distintos grupos, unos hacia Malasaña y otros hacia Tirso de Molina, que provocarán diversos destrozos en tiendas y mobiliario urbano, lxs que a partir de entonces se conocerán como los “antisistemas” ( etiqueta que utilizan lxs periodistas desde hace varios años, antes eran lxs okupas, a quién produce daños y se sale de los cauces de la legalidad democrática real o irreal). Dentro de estos grupos y en Callao se producen más de una docena de detenidos que serán llevadxs a la comisaria de Moratalaz, donde recibirán torturas físicas y psiquicas. Después de todas estas algaradas cientos de personas deciden quedarse en Sol a dormir, sobre las 5 de la mañana serán desalojadxs por lxs antidisturbios.

EMPIEZA EL ESPECTÁCULO MEDIATICO

El lunes por la mañana se produce una concentración en los juzgados de Plaza de castilla donde se encuentran lxs detenidos del dia anterior, en la plaza de los juzgados se encuentran decenas de periodistas, esxs malditxs mantenedores del orden y amantes del espectáculo, una parte de los concentradxs les hace el juego y les concede entrevistas, gritando de cara a la galeria, a las camaras. Ante diversas actitudes de auténtica infamia, por parte de lxs periodistas, un grupo de anarquistas decide plantarles cara y se les forzará a que dejen de grabar, ante la estupefación de otrxs componentes de la concentración que con cara de resignación hablaban con lxs periodistas “no se puede hacer nada, son unxs violentxs”.

En todas las cadenas, “debates” televisivos se habla de lo mismo. Ese mismo dia miles de personas vuelven a Sol y deciden acampar. Lxs medios de información conscientes del espectáculo deciden llevar a decenas de unidades móviles a Sol y allí estarán 24 hrs, incluso hay una cámara, tipo Gran Hermano, está grabando 24 horas la acampada. Los medios de izquierda defenderán la idea de la acampada, ya que entienden perfectamente que en ningún momento pone ni siquiera en duda el orden existente, y venden la ilusión, la idea de que lxs jóvenes se están rebelando que por fin se están organizando, ese es el principal papel de los medios de comunicación en todo lo que ha pasado. Los medios de derechas se dedicarán a lo “contrario” (en el fondo su papel es el de transmitir lo mismo) se dedicarán a informar de que la juventud se está “rebelando” de forma que también venden la idea de “revolución ” en todo esto de cara a la opinión pública y aumentar el espectáculo. Sólo que los medios de derechas informarán con sus habituales pajas mentales, atacando la acampada.

Dentro de la acampada de se organizarán diversos debates acerca del papel de los medios de comunicación, en casí ningún caso se critica la existencia de estos, sólo su labor en la información del “movimiento” del 15- m, es decir, si los medios no hubiesen manipulado ciertos aspectos del movimiento serán sin duda mucho mejor bienvenidos.

-La revolución no será televisada- Todos los medios de comunicación están, y estarán, al servicio del poder, de intereses empresariales y político-ideológicos, por lo tanto hacerles el juego, convierte cualquier revuelta en servil al poder que se supone que combate. Por ello es necesario comprender que no son necesarios, que no nos hacen falta, para transmitir nuestras ideas y acciones (que convertirán ambas en parte del espectáculo). Si queremos comunicarnos entre nosotrxs y otrxs es necesario echar abajo todo el imperio tecnológico de las redes sociales y medios de comunicación, para poder hablar libremente y directamente es necesario que empezemos por ahi, por la comunicación directa, sin intermediarios mecánicos. Volver a hablar directamente sin que haya camaras a nuestro alrededor, ni nadie nos haga fotos, esto no es un espectáculo.

LA ASAMBLEA Y EL CONSENSO

Una vez acampadxs en Sol va pasando la semana y debido a la gran afluencia de gente es necesario hacer una organización fuerte. Se opta por el metodo asambleario, en realidad no queda otra. Se inician asambleas donde decidir que hacer….. Estas se dividen en comisiones , llegando a aparecer hasta comisiones de escultura, de música……???!!!!! Al ser las asambleas tan grandes se decide por optar a que todo el mundo tenga “participación” mediante unos gestos con los brazos, cada gesto significa a favor, en contra….. de forma que realmente no des tu opinión, pero creas participar, en realidad desde el principio muchas ideas fueron asimiladas por la gran masa, como la no violencia y el respeto, por lo tanto las opiniones contrarias al “sentir popular” son anuladas mediante un gran movimiento de brazos, quedando claro que el consenso es quien manda y las ideas contarias anuladas. La socialdemocracia ha ganado, seguiremos “muertxs” mucho más tiempo. El espectáculo de las asambleas también es infame. Se utilizan los sentimientos, los aplausos, los lloros, manipulando así el sentir de la gente, por ejemplo si habla una señora mayor (diga lo que diga) será aplaudida fuertemente. y así.

– La “asamblea” es parte de la democracia- Durante la transición, la clase dirigente estudió como dirigir a lxs pobladores, ya no valian los metodos de la dictadura del porrazo, el disparo y la negación a participar y tener opinión. Por ello se produjo un cambio de valores, que acabo con la rebeldia de la población que habia comprendido que democracia y dictadura es lo mismo, se empezo a dejar que la gente participase en asuntos superfluos de forma que pensase que estaba decidiendo sobre su propia vida, fue el inicio de lo que será conocido como ciudadanismo. Este cambio de valores fue extendido a todos los aspectos de la vida cotidiana, escuela, centros de trabajo, familia, coopertaivas, asosiacaiones de vecinxs; así en la escuela el profesor ya no seria quién te “pegaria collejas”, sino “tu amigo”. Desde las instituciones se insistirá en que las clases se realizen en asamblea, con “metodos igualiarios”, de forma que parezca de que todo el mundo participe y alejando al profesor de la figura de autoridad, nada más lejos de ello, es la aiienacion del esclavx feliz. Preparandonxs de esta forma para una nueva sociedad participativa, donde no participas en nada, preparandonos para los nuevos centro de trabajo con esas ideas importadas de los EEUU donde todxs somos iguales y nuestra opinion cuenta igual que la del jefe, afirmando contentos el consenso, nada más lejos de ello. Por ello las asambleas de Sol, no son nada nuevo para la mayoria de la gente ya que está acostumbradx a esta forma de organización.

LA SOCIAL DEMOCRACIA Y LA NO VIOLENCIA

El llamado “movimiento del 15-M”, es un nuevo movimiento en la partida de ajedrez de la socialdemocracia. La población tiene la necesidad de mostrar su descontento, su rabia ante unos tiempos dificiles en los que cada vez es más dificil vivir. La socialdemocracia ha realizado perfectamente su papel de canalizador y pacificador de este descontento, como casi siempre. Y no le hacostado mucho. Ha realizado un movimiento esteril, de una acampada en Sol (vaya forma de demostrar el descontento), se ha creado un “necrocosmos” dentro de la necrópolis, una acampada que sigue los dictamines y los roles de la socialdemocracaia (antiracismo, no violencia,medicina alternativa, antisexismo, “asamblearismo”, reciclaje; todas ellas cosas necesarias para el perfecto funcionamiento de este sistema) sin poner nunca en cuestionamiento el sistema. Mientras Sol se declará zona antiredadas (nunca se han visto redadas en Sol), se siguen produciendo a escasos 200 metros como en Montera y en el propio metro, eso es espectáculo. No querer destruir la realidad existente. Se a escuchado en las asambleas que Sol es un espacio arrebatado al “capital”, reapropiado dicen, incluso algunxs han llegado a decir que es revolucionario porque se a abolido el dinero (!!!!!!!!!!), esta estupidez es tan grande que mejor no perder el tiempo respondiendola. No se puede arrebatar un espacio al capital sin ni siquiera poner en duda a este, un espcio arrebatado al capital no esta lleno de policias uniformados y no (la comisión de respeto) preparadxs para actuar en el momento en que alguien se salga de los limites marcados. Un espacio arrebatado en el que las mercancias del tan criticado mercado siguen corriendo a diestro y siniestro………..Como alguién dijo no se puede hablar de libertad dentro del actual estado de cosas. El espacio ha sido tan desnaturalizado, tan artificializado que que no existe niniguna propuesta posible de reapropiaserlo si queremos ir a por todas lo único que podemos hacer es destruirlo, así lo mejor que podriamos hacer con Sol, es destruirlo. Así todas estas palabras como “espacio arrebatado”, “revolución”, abolición del dinero”…. no hacen más que alejarnos de la realidad de lo que está sucediendo, convirtiendo aún más el espectáculo en dantesco. Otro “espacio” que la socialdemocracia a echo creer que está en poder la gente es el de las redes sociales, este “espacio virtual” creado por lo dominadores para sustentar su poder, nunca podra estar en manos de la gente, Siempre al servicio de los dominadores que favorecen las relaciones “virtuales”, artifiacilaizando y delegando aún más si cabe nuestras vidas.

Una de las grandes proclamas del “movimiento” es lo “no a la violencia”, uno de lxs grandes conceptos de la socialdemocracia ciudadanista. Desde aqui no se quiere hacer una apologia de la violencia pero tampoco somos tontxs, sabemos que si de verdad queremos destruir lo existemte algún dia tendermos que empuñar un arma, nos guste o no. La no violencia es la desnaturalización del ser humano, es parte de la cultura demócrata que sólo persigue conseguir alguna mejora en su misera vida. Quienes sufrimos, la mayor parte de la población, la violencia diaria, en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, desde la alimentación, la medicina, la TV, el dinero, el aire que respiramos, el trabajo asalariado, todo es violencia, la que aplican los gestores de nuestra vida para mantenernos alienadxs y mantener esu dominación, no podemos aceptar está negación a defendernos a atacar a volver a tomar el control sobre nuestras vidas de una forma violenta y sin remordimientos de ningún tipo, porque aquellxs que nos envenenan, nos someten, nos torturan, nos eleminan sólo merecen la muerte, las cosas claras, no se quiere engañar a nadie. Por ello la violencia es una forma necesaria, nos guste o no, para acabar con este sistema, su negación es aceptar nuestro consentimiento, es suicidarse.

LXS ANARQUISTAS Y SU INTERVENCIÓN

Desde el primer momento lxs anarquistas aparecimos por Sol (algunxs desaparecimos rapidamente al ver lo que allí se cocia), en un primer momento quizas nos vimos sorprendidos por ver a tanta gente, no sabiendo muy bién como reaccionar, sin embargo, al paso de las horas todo se iba dislumbrando, un paso más de la socialdemocracia hacia la asimilación, hacia la pacificación de una población desencantada. Analizando la situación más en frio, al dia siguinete, observamos que quién habia salido a la calle era la clase media en su mayoria, reclamando la vuelta del Estado del bienestar. Observamos también gran cantidad de estudiantes con el miedo de después de haber estudiado 5 años de carrera no encontrar un buén trabajo , ni poder comprarse una buena casa (ecológica, eso si, para no desobedecer los nuevos dictamenes eslogistas de lxs gestorxs de la vida)…. etc…
Algunxs anarquistas participan cohibidos (ya que ciertas cosas son tabú) en las asambleas dando sus ideas.

-Cantidad vs calidad-
La vieja dicotomia sigue presente, muchxs anarquistas sorprendidxs por la cantidad de gente, miles de personas, se vieron sorprendidxs e ilusionadxs. El gurtto en muchxs casos hace que nos alejamos de la realidad de la gente, que pensemos que son tontxs. ¿tontxs o alienadxs? …….. Por eso de repente parece que a aparecido el nuevo “sujeto revolucionario”, está vez en forma de estudiante de clase media, nada más lejos de ello, mucha gente sabe que lxs políticxs les engañan, que los empresarios y banqueros son unxs ladrones, que la publicidad rige sus vidas, que comen veneno y respiran mierda, que los msindicatos son los mejores amigos de la patronal….. y todo no lo han visto ahora es algo que se escucha en cualquie esquina, siempre terminando con un “es lo que hay”, “no se puede hacer nada”, “antes era peor”. Porque leyendo algunxs textos y escuchando opiniones parece que de repente la gente a visto la luz, lo que está pasando es que la salida del tunel después de 15M quedará más lejos. Parece que después de años haciendo charlas, debates, acciones, jornadas… en las que no participàban nás de 20 personas, ahora es el momento pre revolucionario. Para que esto ocurra debe haber nuchas o pocas personas con un crítica radical al sistema y con ganas de actuar.

-Agitación vs participación-
Una cosa es participar en los conflictos y otra bién distinta es participar en ellos. Decia un texto hace poco de intervenir en ciertos “conflictos sociales” queria decir participar en ellos, hablaba de la lucha contra la privatización de la sanidad, de estar del lado de la gente, de lxs trabajadorxs, no hay que ir muy lejos en Madrid lo que estas llamadas a la unidad a cualquier precio terminan provocando tiempo, esfuerzo perdidos y ostias recibidas (se habla aqui del intento de la unidad a raiz del asesinato de Carlos, con ciertos grupos estalinistas, en nombre del antifascismo.) Se quiere,ahora, apoyar a lxs trabajadorxs para que puedan seguir explotadxs, apoyar la sanidad pública que representa todo a lo que nos oponemos (delegación, jerarquia, autoridad, químicos, industria…..). Si los anarquistas apoyamos la Sanidad Pública estamos apoyando al Estado y todo lo que conlleva. Esto se justifica co “el no quedarse solos”, “estar con la gente”, y se excusa en el típico etapismo con tufo marxista. Las luchas se pueden agitar y los conflictos extender, pero sin renegar a nuestrxs ideas, explicando que es lo que queremos y dinamizandolos, porque parece que hasta que no actua nadie nostrxs nos quedamos quietxs,… ¿por el que dirán ? será que tenemos miedo a decir que es lo que somos. Agitar es dinamizar, romper con lo establecido y cuestionar todo lo que este allí representado: instituciones, sindicatos, el trabajo….. Se ha apoderado la idea en el ambiente anarquista que la “gente” esto no le entiende que hay que hay que ir poco a poco. Quiza porque se cree que la gente son tontxs que hay que ir despacio, nada más alejado de ello. No confundirse con que se pretende lazar proclamas incendiarias que de vez en cuando también son necsarias, simplemente explicar lo que pensamos y el por qué y como dijimos antes, dinamizandolo es imprescindible que la crítica vaya acompañada de la acción y viciversa, sino se queda en mero espectáculo.

[València] ¿Quién ha tomado el control de la asamblea?

Pasan cosas muy graves y hay que airearlas e investigar.
Desde el día 27 la dinámica interna de la acampada y las asambleas diarias ha cambiado radicalmente. Cada vez hay menos gente en las Asambleas generales (ayer habían 300-400 personas) y´en ellas ya casi no se puede hablar de política ni de problemas sociales. A quien quiere hacerlo se le quita simplemente el micrófono ante la estupefacción de todos y los gritos, pero nada más. Ya os explicaré con más detalle, cuando tenga tiempo, cómo se ha llegado a donde estamos. Es muy importante que se sepa y que aprendamos de lo que ha pasado. El resumen es el siguiente: una comisión llamada de ‘Participación ciudadana’ y otra llamada ‘jurídica’, en total una 15-20 personas se han hecho con el control absoluto de la moderación de las asambleas, son “moderadores profesionales” que se imponen también en los corrillos y las comisiones. No dejan hablar a nadie ‘de izquierdas’ (nos quitan el micrófono, nos cortan sin parar, dicen que ese no es el sitio para hablar de esos temas, que declaran nulas las votaciones que presentamos y se aprueban y hablan y hablan hasta que consiguen cambiar de tema. Cuando salimos de la tribuna nos rodean de dos o tres diciendo que quieren hablar con nosotros e intentan sacarnos de la asamblea. Muchas veces lo consiguen. Ayer, además, teníamos asignados policías secretas. De la plaza se han retirado todos los carteles que tenían algún contenido político, económico o simplemente social. Ahora es una especie de feria alternativa. En los corrillos los miembros de esa comisión de Participación Ciudadana , con su cartelito en el pecho, intentan prohibir hablar contra la iglesia o a favor del aborto… No hay libertad de expresión ni en la plaza ni en la Asamblea. Han instaurado, en las comisiones que han podido, la dictadura del sistema de ‘consenso de mínimos’ con lo cual nunca se puede llegar a acuerdos con contenido. No se permite a las comisiones presentar a la asamblea las posiciones de la mayoría y la minoría, sólo los ‘consensos de mínimos’, o sea, nada. Las comisiones de educación y sanidad no han podido llegar ni siquiera al acuerdo de defender la sanidad y educación pública contra los recortes, porque en ellas los miembros de esa ‘comisión de participación ciudadana’ expresan que están a favor de la privada y, claro, no se puede llegar a consenso. Si alguien exige votación, se le aplasta y se le presenta como un divisor que se va a cargar este movimiento tan bonito..
Han presentado un documento, que pretenden que se apruebe hoy, llamado ‘Ciudadano participa’ donde rodeada de muchas cosas bonitas, se establece que sólo las comisiones tienen derecho a presentar propuestas a la asamblea, no los ciudadanos directamente. `´Estos sólo tienen derecho a presentar ‘nuevas líneas de reflexión’. En ese papel, se establece que las comisiones ahora ya obligatoriamente, funcionarán por consenso de mínimos…. cierre total del control para primero vaciar de contenido el movimiento. Luego llenarlo ¿de qué?
El día 27, se aprobó por aclamación la moción sobre la libertad de expresión que abajo os escribo. No se ha publicado en internet ni esa ni ningún acta desde el día 26. No se cumple. Ayer el documento Ciudadano participa estaba lleno de comentarios en contra, porque evidentemente pretenden quitar la soberanía a la asamblea. Anoche habían desaparecido…. En la Comisión de “Teoría Política” , que es la que está discutiendo supuestamente a fondo ese documento, explican que vamos a construir una maravillosa sociedad con esas asambleas de consenso mínimo, donde no habrán partidos… ¡Democracia orgánica (lo que teníamos con Franco) disfrazada de asamblearismo! Cuando alguien de fuera de la ‘secta’ intervenía críticamente se le hacía callar porque divides, compañero o porque ya sabemos que tú eres de un partido de izquierdas y eso está superado…. A un abuelito le llegaron a decir “ya sabemos de dónde vienes tú… ” a lo que él contestó el que el venía de donde le daba la gana y que no había preguntado a los demás de dónde venían y les preguntó que si es que son policías. La gente de Democracia Real ya ha desaparecido de la plaza, según dicen.

Algunos de vosotros me diréis que en el Decálogo que está colgado en internet sí hay algunos puntos sociales, políticos y económicos (pero nada de sanidad, ni de educación ni de la reforma laboral, ni del pensionazo, cosas que la plaza ha aprobado repetidamente y han desaparecido) Es cierto, porque fue aprobándose en las primeras asambleas y ya se publicó antes de llegar a esta situación. Desde hace más de diez días ya nadie puede incorporar nada. El grupo ha propuesto substituirlo por este consenso de mínimos, puro humo sin ningun contenido social, ni económico:

“1/ Reforma electoral encaminada a una democracia más representativa y de proporcionalidad real y con el objetivo adicional de desarrollar mecanismos efectivos de participación ciudadana.
2/ Lucha contra la corrupción mediante normas orientadas a una total transparencia política.
3/ Separación efectiva de los poderes públicos.
4/ Creación de mecanismos de control ciudadano para la exigencia efectiva de responsabilidad política.”
——–
Esta es la moción sobre la libertad de expresión en la plaza, que se aprobó y han escamoteado:
“En los primeros días se estableció la limitación que impide nombrar partidos y sindicatos concretos ni expresarse a éstos dentro de la plaza. Eso pudo tener un sentido en época electoral por razones legales y para evitar que nos manipularan los que siempre hablan en nuestro nombre y deciden por nosotros cómo hacernos pagar la crisis. Pero por mucho que silenciemos el nombre del PIIIIIII o del PIIIII, los dirigentes políticos y sindicales no dejan de existir. Debemos poder expresar con libertad qué nos parece que PIIII y PIIII estén negociando con el gobierno del PIIIII una nueva agresión a nuestros derechos laborales mientras nosotros estamos en las plazas mirando cómo defendernos de la que cae. Debemos por expresarnos con libertad qué nos parece que PIII siga siendo tratado de molt honorable, apoyado por el partido PIIIII y de los lazos de todos con la mayor trama de corrupción que ha conocido este país.
Yo os propongo que se levanten todas las trabas a la libertad de expresión en nuestra plaza. Que sea la asamblea en cada momento la que decida si lo que cada uno de nosotros dice libremente le parece bien o no. De otra forma, se volverán a dar casos tan espectaculares y bochornosos como el de ayer, cuando Xavi Castillo no pudo hacer su espectáculo en la plaza que debía ser de la libertad.”

PD Alguien en Facebook dice haber reconocido a uno de los ‘moderadores profesionals’ como de la organización ultra católica ‘Hazte oir’.

Indymedia

[Texto] Predicar la paz es un crimen (Ricardo Flores Magon)

Aprovechando todo lo que se está debatiendo en las plazas donde lxs acampadxs permanecen, dejo este texto de hace un siglo que alude a uno de los grandes debates de estos días, el del uso de la violencia. Si se convierte en debate es, precisamente, porque el Poder así lo ha querido separándonos de una herramienta que siempre ha estado con nosotrxs en nustras luchas por la libertad. Si no se hace uso de ella es sobretodo por miedo (legítimo miedo, claro). También por imagen hacia el resto de la sociedad. Y esto sí es menos legítimo, pues parte de un discurso anclado en el acto de concienciar al otrx a través de la imagen que el Poder ha conseguido imponer en nuestras conciencias. Si los demás no entienden nuestra violencia, es que no entienden nada; no entienden la violencia diaria del trabajo, del dinero, de la mercancía, de la alienación. Intentar ‘concienciar’ a alguien que no entiende esto, a través de la pasiva recepción de golpes cuando las cosas se ponen feas, es una acción con resultados más que dudosos. Sin hablar de esa superioridad moral narcisista de la que muchxs después alardean y escupen contra lxs que no adoptamos sus métodos. Bien harían en releer la historia de los hippies de los 60, sus logros y sus limitaciones, sus consecuencias y su desenlace. No fue en vano que Günther Anders, pacifista radical durante muchos años, acabara realizando autocrítica de un método que acaba, con frecuencia, convirtiéndose en una parodia de sí mismo.

‘Peaceful protests don’t make police hippies’. Prensa británica.

“…todos los discursos pacifistas no son mas que la logica misma de quien defiende el terrorismo de Estado y cuestiona toda accion directa contra el mismo. El Pacifismo es, por excelencia, el discurso del terrorismo de Estado mismo hablando a su enemigo” Sobre la Lucha Armada, Revista Comunismo

Predicar la paz es un crimen

Trémulo y pálido, inquieta la mirada, colgante el belfo, un hombre se abre paso por entre la multitud, y dando tropezones, arrastrando los pies como si fueran de plomo, sube a la tribuna: es el Miedo quien va a hablar. Filosofia de bestias de cuadra es la qne predica. La paz es buena, dice; la paz es un gran bien, La vida es dulce y es amable, prosigue; cuidemos, pues, la vida.
Momentos antes, altivos tribunos habían sacudido a aquella multitud, y el heroismo, el arrojo y la rebelde audacia habian hecho vibrar aquellas almas, almas proletarias, espiritus taciturnos de vencidos seculares que, al grito de rebelión, habían sentido levantarse de los más escondidos rincones de su ser el ansia de los héroes, el coraje de los bravos. Un grito más, y aquellos esclavos habrian dejado caer con rabia ese fardo que los encorva y los somete con más eficacia que el presidio y el cadalso: el respeto a los de arriba. Pero el Miedo se encarama y habla; sus palabras pasan sobre aquellas cabezas como un soplo de invierno; y los entusiasmos se apagan, el ansia ardiente se entumece, y aqnellos seres humanos, que habían podido llegar a los umbrales del heroísmo e iban ya a franquear sus puertas, abren los ojos con espanto y retroceden para caer de nuevo envilecidos y sumisos a los pies de sus verdugos, repitiendo las palabras malditas: la paz es buena; la paz es un gran bien.
Esta es la historia de todos los humanos esfuerzos hacia la libertad y la felicidad. Poniendo en riesgo su vida y su bienestar, habla el apóstol. Los esclavos se enderezan y escuchan. La vívida palabra del apóstol cae sobre las almas entristecidas por el secular dolor como un bálsamo bienhechor. Es un consuelo saber que todos, por el solo hecho de nacer, tenemos derecho a vivir y a ser felices. ¿No somos felices? Es que hay alguien que pone obstaculos al libre disfrute de la felicidad. Y el apóstol habla entonces del amo, del fraile, del soldado y del gobernante. Estos pesan sobre los proletarios desde que apareció el primer ladrón que dijo: este pedazo de tierra es mio, y desde entonces han moldeado a su antojo la inteligencia humana, amedrentándola unos con el temor al infierno y aterrorizándola otros con el calabozo y la muerte. De aquí deriva el religioso respeto a los de arriba; respeto al fraile que embrutece; respeto al soldado que asesina; respeto al gobernante que oprime; respeto al amo que vive del trabajo de los parias, y ese respeto prescrito por las leyes, tan admirablemente dispuestas que con ellas sólo se benefician los de arriba y se perjudican los de abajo, oprime a la humanidad, la hace esclava, la hace desgraciada porque quita el derecho al libre examen, arrebata la prerrogativa de gozar de todos los bienes con que nos brinda la naturaleza, nos tienta la civilización y hace al hombre incapaz de levantar la vista y mirar de frente a sus opresores.
Contra ese respeto habla el apóstol y sus palabras son inyecciones de santa soberbia que vigoriza a las multitudes. El deseo de ser libres se apodera y el espíritu de la justicia inmortal parece que al fin se decide a echar sus raíces en el corazón del hombre. Pero viene el Miedo y habla; se sobrecogen de terror los corazones; los brazos más firmes dejan caer con desaliento las armas libertarias y de los labios envilecidos brotan una por una las odiosas palabras: la vida es dulce y amable; cuidemos, pues, la vida.
Y bien, predicar la paz es un crimen. Predicar la paz cuando el tirano nos deshonra imponiéndonos su voluntad; cuando el rico nos extorsiona hasta convertirnos en sus esclavos; cuando el Gobierno, y la Burguesia y el Clero matan toda aspiración y toda esperanza; predicar la paz en tales circunstancias es cobarde, es vil, es criminal. La paz con cadenas es una afrenta que se debe rechazar. Hay paz en la ergástula, hay paz en el cementerio, hay paz en el convento; pero esa paz no es vida; esa paz no enaltece; esa es la paz de Porfirio Diaz, la paz en que medra el eunuco y se prostitnye el ciudadano; la paz de los Faraones, la paz de los Czares, la paz de los Césares, la paz de los sátrapas del Oriente. Una paz asi, ¡maldita sea!
Contra una paz asi debemos rebelarnos todos los que todavia andamos en dos pies. La muerte en medio de la Revolución es más dulce que la vida en medio de la opresión. La libertad o la muerte, debe ser nuestro grito, y a su conjuro levantémonos todos para aplastar, primero, a los cobardes que predican la paz; en seguida, a los tiranos.
Primero a los cobardes, porque ellos son el más seguro apoyo de todo despotismo y los enemigos más peligrosos de todo progreso. Blasfemia, gritan los cobardes. Si, bendita blasfemia, responde el revolucionario; blasfemia creadora; blasfemia vidente; blasfemia sabia; blasfemia justa. La blasfemia puso sus manos en los altares y los tronos de la Tierra, y los hizo pedazos; la blasfemia se elevó al cielo donde otra corte, la celestial, imperaba y la hizo añicos con la razón dejando en su lugar soles magnificos cuya composición quimica nos dió a conocer; la blasfemia rompió el freno con que la ignorancia tenia fija a la Tierra en un punto del espacio y la echó a rodar en su elipse gloriosa alrededor del Sol; la blasfemia arrancó el rayo de las manos de Júpiter y lo redujo a prisión en la botella de Leyden, e infatigable y audaz la blasfemia, después de haber llegado al cielo y derribado dioses; después de haber encadenado las fuerzas ciegas de la naturaleza; después de haber descubierto la impostura del derecho divino de los llamados señores de la Tierra; después de haber escudriñado los mares hasta encontrar el protoplasma, o sea la más pequeña raíz del árbol zoológico cuyo más bello fruto es el hombre, se levanta serena, con la serenidad augusta de la Ciencia, para formular ante el Capital esta sencilla pregunta: ¿por qué reinas?
Obreros de la Revolución: cultivad la irreverencia.
(De Regeneración, 17 de septiembre de 1910).

[Debat] Los zombis socialdemócratas te sonríen… no huelas su apestoso aliento

El artículo de Público del 29/05/2011 titulado “15-M: La nueva utopía tiene los pies en el suelo” (http://www.publico.es/espana/378927/15-m-la-nueva-utopia-tiene-los-pies-) es un auténtico desfile de académicos alcahuetes (con alguna honrosa excepción) y de alegres vampiros recuperadores buscando ansiosamente algo fresco que llevarse a la boca. Empecemos por la metáfora del “pájaro metálico”, el “piloto y las luces” de Ignacio Urquizu, y el ancestral deseo humano de invadir los celestes dominios de Dios: Como decía el socialista libertario francés P. J. Proudhon este no es más que una metáfora del conjunto social, una cristalización que tiende a anular los aspectos dinámicos que nos muestra el devenir siempre errático de la historia. El organismo mecánico sucede así al organismo pluricelular del sociólogo Herber Spencer y al conjunto “tendiente hacia Dios” de la filosofía kantiana de Krause y Ahrens. El correlato digamos “estructural” a estas transformaciones conceptuales no fue otro que la fuerte impronta del desarrollo del maquinismo industrial de principios del siglo XX, y en adelante, con sus consecuencias de disciplinamiento erótico del cuerpo para hacerlo funcional a la explotación capitalista: Ignacio Urquizu no nos quiere (hay que decirlo ya) a diferencia del gran freudomarxista Herbert Marcuse.

El señor Urquizu, seguramente satisfecho con la imagen de su “pájaro metálico” sin terminaciones nerviosas que ni siente ni padece, obvia la obviedad (valga la redundancia) del “constreñimiento estructural” en la toma de decisiones por parte del Estado: Diferentes estudios de sociología histórica (McNeill, Tilly) han relacionado la génesis de los Estados-nación modernos en Europa con un lento y dificultoso proceso de “conversión civil” a manos del campesinado y la burguesía, por entonces revolucionaria … ¿Contra qué? Básicamente contra las Fuerzas Armadas que son la esencia misma del aparato estatal. Esta nueva centralidad que se otorga a la idea de un Estado genéticamente militar (y que pone énfasis en la crítica a cierto marxismo ortodoxo que no concibe también al desarrollo de los “medios de destrucción” como concomitantes a esta génesis) permite añadir una nueva dimensión a la comprensión de las luchas sociales del siglo XX en adelante: No estaríamos hablando entonces de una lucha contra el “Estado” o el “Capital” sino contra el “Capital-Estado” como fusión indisoluble. Su avión Urquizu no será jamás de pasajeros: esta “constreñido estructuralmente” en una capa de pintura de camuflaje que lentamente y con tesón se fue ocultando por la lucha abnegada de miles y miles de hombres y mujeres cuyos huesos reposan desperdigados por la piel de toro y que gracias a nuestra maravillosa transición, con sus claudicaciones y prebendas, resurge con más fuerza que nunca. Ahí están los hechos para demostrarlo.

En este mismo sentido, el politólogo Toni Comín afirma jocosamente que la causa de la “incapacidad” (no sabemos exactamente para que) de la “izquierda” (si Babeuf levantara la cabeza …) europea es no estar “articulada a nivel europeo”. ¿Articulada para qué? ¿Para seguir erosionando la calidad de vida de la clase trabajadora como hasta ahora y con mayor efectividad si cabe? La socialdemocracia ya ha cumplido con creces su “propio proyecto” Toni Comin: Introducir la confusión imperdonable y el desaliento consecuente entre los explotados al defender al capitalismo bajo la bandera del proletariado. Un giro lingüístico que anula de forma terrible las contradicciones del sistema capitalista desarmando simbólicamente a quienes tienen más razones para oponerse a él. Aunque no por mucho tiempo. Esto lo sabía perfectamente la gran revolucionaria alemana Rosa Luxemburgo: Por eso acabó ejecutada extrajudicialmente por la socialdemocracia alemana, que todo socialdemócrata que se precie admira tanto y tiene como referente.

Por otra parte, resultan paradigmáticas las declaraciones del dirigente de IU Ramón Luque sobre la “comodidad” y el énfasis tan trascendental que le otorga a la substitución fotográfica: Ni una sola mención a los cambios micropolíticos, a la transformación de las cotidianidades, a las esperanzas y los anhelos … no … lo más importante parece ser esta fantasía, políticamente ilusionante para él y su partido, de una cantera “permanentemente renovable” (y situada en un único punto para ser más fácil de localizar, claro). Vamos, un banco de sangre siempre dispuesto a regenerarse por sí a la principal “alternativa” electoral le entra un apretón sanguíneo de noche y está demasiado vieja como para ir buscandolo por ahí (¡ay! ¡qué grande es la ciudad y yo con estos achaques!) a los indignados e indignadas que fluyen constantemente por los entresijos de la cárcel urbana. Y si, en efecto, Juantxo López es “muy positiva” pero sobretodo para superar el discurso “ciudadanista” que Equo representa y su dirigencia de clase media progresista tan bién amoldada a esta fase cognitiva del capitalismo. No queremos su migajas de “desarrollo sostenible” y su “mayor inversión en I+D”: LO QUEREMOS TODO Y LO QUEREMOS AHORA.

La forma en que se presenta el cadáver insepulto del mayo del 68 por parte de Público es realmente insultante: Parece que conviene sacarlo a pasear de vez en cuando, eso sí, sin que se vea el azul mono fabril que se esconde debajo de ese estudiante que se subleva “por aburrimento”, no vaya a ser que a alguien se le ocurra imitar a los millones de obreros franceses que se pusieron en huelga y el Capital-Estado empiece a crujir de verdad. Por otra parte, parece que los jóvenes indignados de hoy no escriben carteles con los nombres de “Plaza Tahrir” o “Plaza Palestina” o siguen con atención los acontecimientos de la siempre incombustible Grecia. Son unos buenos chicos y chicas “con los pies en suelo” que aspiran a un “mejor funcionamiento” funcional (valga la redundancia) de esta mentira democrática de génesis militar, como ya se ha dicho. Fantástico la presentación de la pluralidad y expansión geográfica del movimiento por parte de Público (sarcasmo). ¿Y los puntos consensuados por el movimiento de los indignados con el “pisotón de la economía capitalista” en Barcelona?. Lo único importante, Madrid. Menudo centralismo interesado (sin acritud con los compas madrileños, sólo fue una constatación).

Cobo, fotógrafo de 26 años, el único que no es “experto” ni “dirigente político”, de los que se jacta de consultar Público, es quien aporta una visión más clara sobre el sacudimiento de los remanentes clasificatorios del ni-ni que ha provocado la ebullición popular, el carácter de radical extrañamiento de la Junta Electoral respecto a las protestas y que confirman el progresivo desenmascaramiento de todo el aparato estatal y la capacidad de desbordar todo este tinglado. “Y no me cabe duda que se hará”. Sublime. Cierto Juan Subirats es absurdo exigir que se aporten “soluciones viables” pero no porque “nadie las haya encontrado” sino porque NO EXISTEN dentro de este sistema político y económico. HAY QUE DECIRLO YA. Ante esto que cabe ¿el vacío? En absoluto. Hay miles y miles de experiencias en todo el mundo que nos muestran que la utopía es posible: desde el movimiento Abahlali BasemJondolo de los “asentamientos autogestionados” en Suráfrica (www.abahlali.org) hasta las redes de economía solidaria y autogestiva en Catalunya. NO HAY QUE PROPONER NADA porque el cambio social no es teleológico sino que está por todas partes abriendo grietas cada vez más grandes. Y AHORA MUCHO MÁS.

Hay que ver como Público le da Cancha a Subirats, tres párrafos, para que nos dé una clase magistral de sistemas políticos comparados (que si España que si Alemania) que si el famoso Foro de Porto Alegre … Ninguna presencia de otros planteamientos más asamblearios como el Encuentro Latinoamericano de Organizaciones Populares Autónomas (www.elaopa.org) o el más insoslayable quizás Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra (MST) del mismo país y su estrategia de ocupación de latifundios (si esto no es “revolución económica” que baje el “pájaro mecánico” de Urquizu y lo vea). Ese Urquizu idealista nos conmueve: “escuchar todas las voces” la de los banqueros y ciudadanos por igual. Reunámonos si, con el Estado si, ¿todos juntitos de la mano o va a ser por turnos? ¿Y qué hará el Estado, un nodo crecientemente militarista y policiaco, obligar a los banqueros a apretarse un cinturón que trasciende los límites del Estado-Nación con cada vez mayor intensidad en forma de “paraísos fiscales” y otras lindezas? BASTA DE MENTIR AL PERSONAL CON FALSAS ILUSIONES la única solución está en la extensión global de todas las luchas y alternativas sistémicas. El discurso de oponer el Estado al Capital es un remanente “comedor de cerebros” (cerebroooooo …) que hay que sacudirse cuanto antes.

La indignación será antiestatista y anticapitalista o no será

¡Arriba lxs que luchan!

Alma Apátrida (Una humilde contribución de un indignado que está muy lejos pero muy cerca)

[Debat] Críticas desde Grecia al movimiento 15M

(El siguiente texto es una traducción personal de un texto extraído de la web Contrainfo, dedicada a la traducción a varios idiomas de los comunicados y sucesos más importantes relacionados con el movimiento libertario griego, y heredera del ya inactivo blog Grecia Libertaria. El texto original en griego puede leerse aquí, y su versión en inglés aquí. La traducción podría contener algún error en alguna expresión, de ser así ruego que se avise en los comentarios de la noticia.)

¿Cuántos amigos tiene el pacifismo compulsivo en Facebook?

El 25 de mayo, desde la tarde hasta el amanecer, cerca de 40.000 neo-Greeks [neo-Griegos, juego de palabras haciendo alusión a Geek, que significa friki] de todo tipo llenaron la Plaza Syntagma para legitimar de la peor manera el memorándum de la Troika, las medidas de austeridad y el privilegio exclusivo de la fuerza por parte del Estado.

La reunión necrofílica y pequeño-burguesa de ayer tuvo lugar justo dos semanas después del feroz ataque del Estado contra la manifestación de la huelga del 11 de mayo con un récord de cientos de cabezas sangrando y el manifestante Yannis Kafkas hospitalizado y en coma; y sólo unos días después de la escalada de violencia racista y canibalismo social sin precedentes un poco más lejos de Syntagma – en el otro centro, el degradado, de Atenas: con repetidos ataques policiales y fascistas contra casas y tiendas de inmigrantes o contra centros sociales okupados anarquistas, con adeptos del fascismo abusando del brutal asesinato de Manolis Kantaris mientras grupos neonazis llevaban a cabo pogromos hiriendo a cientos de inmigrantes, y apuñalando hasta la muerte al bangladeshí Alim Abdul Manan.

La reunión pacífica en Syntagma se mantuvo más o menos al mismo tiempo que algunos compañeros se reunían en la Plaza Victoria para resistir activamente contra el terrorismo de Estado, la segregación racial y “the scums of the national backbone” [ignoro a qué se refiere esto o como traducirlo].

De acuerdo con los principios del patético movimiento “Democracia Real Ya” de los reformistas españoles y “Geração à rasca” de los pacifistas portugueses, otro encuentro apolítico más fue convocado a través de Facebook, frente al Greek Kynovoulio esta vez (Kynovoulio, perrera, en vez de Koinovoulio, Parlamento: un juego de palabras intraducible). La simbólica presencia de policías frente al monumento al soldado desconocido no debería engañarnos. No eran sólo los antidisturbios los que defendieron los símbolos del Poder, fue principalmente el gran número de “ciudadanos indignados” el que declaró por todos los medios su lealtad a los patrones y el Estado.

El pacifismo convulsivo de un pseudo-movimiento de resistencia fue, es y será una versión más de la violencia del Estado. Los partidarios del sistema parlamentario, donde quiera que estén, proponen pacifismo con la esperanza de manipular a la muchedumbre y canalizar la rabia del pueblo en vías reformistas del sistema existente en lugar de su derrocamiento. Después de todo, el perfil de manifestante demócrata pacífico es lo que el Estado y el Capital demandan también.

Estas particulares primeras reuniones en la Plaza Syntagma en Atenas, así como en lugares céntricos de otras ciudades en Grecia han dado un voto no oficial de confianza a un sistema podrido desde sus cimientos. Vemos a nivel europeo movimientos similares funcionando como válvulas de escape para relajar la guerra de clases social. Lo que la porra de un policía y el cuchillo de un fascista no son capaces de lograr, es alcanzado por la propaganda reformista de los apolíticos de Facebook.

El movimiento antagonista y los disidentes radicales deberían desvelar la naturaleza reaccionaria y contra-revolucionaria de estas falsificaciones de las revueltas en el mundo árabe. Una de las características fundamentales del capitalismo es su poder para transformar y absorber las voces de rebeldía. Quitando significado a palabras como rabia, revuelta o revolución, el sistema y sus partidarios esperan degradar el movimiento de liberación social y desviarlo a formas menos perjudiciales para ellos.

Los consejos dados por los madrileños a los acampados de Syntagma, como “no hagáis disturbios”, han llegado a mucha gente. Los medios de comunicación globales del régimen reproducen, invisten y adornan los argumentos de los pacifistas, y los venden como la única perspectiva “esperanzadora”.

Mientras no luchemos por tomar los medios de producción, la abolición de la propiedad, la rebelión multirracial y el establecimiento de estructuras de apoyo mutuo y auto-organización, y en su lugar rindamos nuestras banderas y armas en Syntagma (también Constitución) o en cualquier otro lugar escuchando y cantando el himno nacional; mientras permanezcamos en ambientes festivos con guitarras y canciones empalagosas en lugar de hacer acopio de piedras, seguiremos siendo esclavos en manos de nuestros amos.


Referencia a tres de los (más vomitivos) minutos de la denominada “primera asamblea abierta de Democracia Real Ya en la Plaza Syntagma”, de acuerdo con la web oficial del movimiento:

  • La juventud sale a la calle con espíritu, con esperanza, pacíficamente, no como en Diciembre de 2008; todos hemos madurado.
  • El otro día, los ultraderechistas estuvieron golpeando y apuñalando a los inmigrantes, inmigrantes procedentes de los países que han promovido y enseñado todas las insurrecciones en el mundo en los recientes meses.
  • Después del motín del HNS Velos y del levantamiento de la Politécnica en 1973, este es el primer acto de democracia directa y reconstrucción moral en Grecia.

[Debat] Los anarquistas y el 15M

Este texto está escrito en Madrid, por lo que muchas de las descripciones y reflexiones pueden no ajustarse a la realidad de otras localidades, especialmente dada la heterogeneidad del movimiento 15M. Aun así, pensamos que puede resultar útil como punto de partida para la reflexión a todos los compañerxs que se están implicando en las asambleas, independientemente del sitio. El texto ha sido redactado y corregido precipitadamente para que estuviese disponible antes de la convocatoria de asambleas de barrios y pueblos del 28 de mayo. Tenedlo en cuenta a la hora de leerlo y disculpad las meteduras de pata que pueda tener. 0. Unas palabras para empezar…

Dejemos las cosas claras. Lxs que firmamos este texto somos anarquistas, comunistas antiautoritarios, anticapitalistas o la etiqueta que más os guste. Es decir, estamos por la abolición del trabajo asalariado y el capital, la destrucción del estado y su sustitución por nuevas formas horizontales y fraternales de vivir en común. Creemos que los medios para conseguirlo deben ser lo más coherentes posible con los fines que buscan y, por tanto, estamos contra la participación en instituciones, contra los partidos políticos (parlamentarios o no) y las organizaciones jerárquicas, y apostamos por una política basada en el asamblearismo, la solidaridad, el apoyo mutuo, la acción directa, etc. Porque estamos convencidos que estos medios son los más eficaces para llevarnos a la revolución. Si decimos esto es para eliminar cualquier suspicacia y marcar las líneas sobre las que queremos que se mueva esta contribución. Ahora bien, el que estemos por una revolución social que destruya el capitalismo, el estado y que suponga la abolición de las clases sociales (y de tantas otras cosas), no significa que pensemos que esto puede ocurrir a corto plazo, de la noche a la mañana. Lo que hemos planteado aquí son fines, es decir, situaciones a las que, con suerte, llegaremos tras un largo recorrido y un desarrollo considerable del movimiento revolucionario. Pensar lo contrario no es que sea utópico, es un ejercicio de delirio y ensoñación inmediatista. Un planteamiento revolucionario debe plasmarse en una estrategia a corto plazo, en una serie de propuestas para intervenir en la realidad que nos acerquen a situaciones en las que estén en juego cuestiones como la abolición del trabajo asalariado, la instauración del comunismo libertario, la revolución social… cuestiones que hoy en día, obviamente, no están, ni de lejos, sobre la mesa. Esta intervención no puede limitarse a repetir machaconamente la rabiosa necesidad de revolución y de abolir el estado y el capital. Ser anarquista no significa ser un chapas que persigue a los demás repitiendo una y otra vez lo malo que es el estado y lo buena que es la anarquía. Y sin embargo, a raíz del movimiento 15-M, en los últimos días hemos leído por internet textos y comentarios cercanos al delirio inmediatista y, lo que es peor, hemos oído de compañerxs y amigxs posiciones que resbalan hacia el abismo del anarco-chapismo, que, con toda su buena intención, se atrapan en el maximalismo de las consignas grandiosas, de las propuestas a largo plazo, etc. Sabemos bien de lo que hablamos, todxs nosotrxs hemos estado en dichas situaciones y, lo que es peor, hemos contribuido en muchas ocasiones a su extensión. Dejemos claro también que este texto tiene tanto de crítica como de autocrítica, y que nos sirve, ante todo, para tratar de no caer nosotrxs mismxs también en dichas trampas. Para ir acabando, hay que tener en cuenta que este texto ha sido escrito deprisa y corriendo, al ritmo que marcan los acontecimientos, con el objetivo de que saliese antes del día 28, cuando se han convocado las Asambleas Populares en diferentes barrios y pueblos de Madrid, así que no os extrañe que en algunos puntos se note la precipitación y la urgencia. No damos para más.

En resumen, este texto pretende ser una reflexión y una propuesta para romper con el impasse en el que hemos estado anclados mucho tiempo, para deshacernos de lastres que muchxs arrastramos y nos inmovilizan. Es, en el fondo, una reflexión para intentar aclararnos en qué manera podemos aportar y participar en lo que ocurre a nuestro alrededor.

1. El Movimiento 15-M: coordenadas básicas

Y lo que ocurre a nuestro alrededor es, obviamente, el llamado movimiento 15-M, que en la última semana ha irrumpido como un elefante en la cacharrería en la política nacional. Nos guste o no, y lo queramos o no, el movimiento 15-M ha roto todas las expectativas y ha sorprendido a todo el mundo: policía, políticos, periodistas, convocantes, gente corriente, ciudadanistas, izquierdistas y, por supuesto, a los anarquistas. En primera instancia todo el mundo se quedó en fuera de juego y, a partir de ahí, todo ha sido una serie de intentos más o menos afortunados de tomar posiciones frente a o dentro del 15-M. No vamos a entrar a analizar sus causas o a repasar las diferentes teorías conspiranoicas o intoxicaciones que han surgido a su estela; no es importante para lo que queremos decir. Vamos a tratar de aportar lo que entendemos que son las coordenadas básicas en las que se mueve eso que llamamos movimiento 15-M o, al menos, las más importantes para ver si es posible (y en ese caso cómo) una participación anarquista o anticapitalista en él. Como es lógico, será una descripción fragmentaria, parcial e incompleta. Nos da igual, las cosas van demasiado rápido.

Lo primero que hay que decir es que el movimiento 15-M es un movimiento social real y, como tal, es tremendamente heterogéneo y contradictorio. Hay de todo y todo está en diferentes dosis. Es decir, todo lo que digamos aquí no debe tomarse como características definitorias absolutas, sino más bien como tendencias, matices, etc. Expresiones de un movimiento en construcción en cuyo seno hay luchas, tensiones y un continuo cambio.

Dicho esto, por su composición social y por las consignas que más se oyen en las asambleas y grupos de trabajo, así como por las opiniones de la gente que está continuamente publicitándolo en internet (twitter) podría decirse que, principalmente, es un movimiento ciudadanista y abiertamente demócrata. O mejor dicho, son este tipo de planteamientos de reforma política y social (reforma electoral, democracia real, mayor participación, crítica de los partidos políticos mayoritarios pero no del sistema representativo o los partidos en general…) los que, en general, aglutinan a más gente y manos alzadas a su alrededor.

Sin embargo, este contenido se expresa bajo formas asamblearias, que rechazan toda representación clásica (como por ejemplo, convertirse en otro partido político) y que reniegan de toda ideología, símbolo o forma política precocinada (desde partidos a banderas republicanas, pasando por las A circuladas). Hay una consigna que rula por twitter “Esto no va de izquierdas o derechas, sino de arriba y abajo”. Que, por el momento, apuesta mayoritariamente por la auto-organización, por la acción directa (no violenta) y la desobediencia civil, aunque no utilice estas palabras mágicas. La no-violencia es, de hecho, otra de las coordenadas fundamentales del 15-M, algo que, sin duda, es asumido colectivamente sin discusión. Entraremos en esto más adelante.

Todo esto no quita para que en su seno se pueda ver claramente una “lucha de poder” entre diferentes “facciones”, organizadas o no. Miembros y militantes de partidos políticos de izquierdas, miembros de los movimientos sociales, libertarios, gente normal y corriente “indignada” que va con su propia visión del mundo, etc. todos pugnan en su interior a todos los niveles, desde la orientación ideológica o práctica del movimiento, al control (y en muchos casos, manipulación) de las asambleas, comisiones, etc. En muchas comisiones y grupos se está viendo de todo: pérdidas casuales de actas, personalismos, gente que se aferra a las portavocías, delegados que se callan cosas en las asambleas generales, comisiones que se saltan acuerdos, grupitos que quieren mantener el chiringuito, etc. Muchas, seguro, fruto de la inexperiencia y los egos; otras, parecen directamente sacadas de los viejos manuales de manipulación de asambleas.

Alrededor de esta lucha, está también toda la gente que se acerca por allí. Gente que se acerca a participar, a escuchar, a ser escuchado, a aportar comida u otros materiales, a ver qué pasa, o simplemente a echarse unas fotos en plan turista en su propia ciudad. Bajo las carpas de Sol uno tiene la sensación de estar en un gran bazar en el que no se vende ni se compra nada.

Por otro lado, uno de los grandes problemas de las acampadas es la dificultad de participar en ella plenamente: no todo el mundo puede ir al centro todos los días, ni todo el mundo puede quedarse a dormir, ni todo el mundo puede participar habitualmente en las comisiones, etc. Esto sin duda puede favorecer la creación de liderazgos informales, camarillas, cosas raras y sesgos extraños que la gente, que gilipollas no es, lo va a notar, lo va a comentar y a actuar en consecuencia. De hecho, una posible consecuencia de quién está llevando el mayor peso del campamento (y también de quién está más habituado a ir y proponer actividades) es la progresiva guetización que ha sufrido la acampada el fin de semana. Comparada con el ambiente de encuentro y de protesta de los días más intensos (especialmente el viernes, dada la expectación por la prohibición de la Junta Electoral Central) el fin de semana la cosa perdió fuelle y comenzó a notarse un ambiente más lúdico y menos de protesta, a pesar de que las comisiones, subcomisiones y grupos de trabajo siguieron funcionando. A ratos, #acampadasol parece estar reproduciendo lo peor y más banal de las okupas del gueto: talleres, conciertos, batucadas, comedores, actuaciones, clowns, etc. a costa de sus aspectos iniciales, mucho más marcadamente de protesta, política e “indignación” (por pro-demócrata y limitada que fuese). En twitter, que no olvidemos que tiene gran culpa del ascenso del movimiento 15-M y del campamento de Sol, se está filtrando ese descontento en mucha gente, que no ve con buenos ojos esta deriva. Un ejemplo claro de ese descontento que tuvo lugar el fin de semana fue el tema botellón sí-botellón no, el sábado una de las asambleas tuvo que irse de Sol por la cantidad de gente que estaba a su pedo, y el tema de las batucadas, que el domingo obligaron incluso a aplazar a alguna asamblea que no oía con tanto ruido (aunque hay que decir, que las batucadas tuvieron bastante seguimiento, igual que el botellón).

Es obvio que el movimiento 15-M no es una revolución, eso es de primero de militancia, y quien lo critique en base al hashtag #spanishrevolution con el que se extendió inicialmente debería darse cuenta de que era una mezcla de marketing, gracieta e ilusión. Sin más.

El último apunte que queríamos hacer es lo que, para nosotrxs, quizás sea lo más importante que hemos visto junto con su marcado carácter asambleario y horizontal (con todos sus defectos, que son muchos): el cambio brutal de actitud que hemos podido observar en los alrededores de Sol durante toda esta semana. Recapitulemos. Tras la multitudinaria manifestación inicial del 15 de mayo y, especialmente, tras el desalojo de los primeros acampados, la gente ha tomado masivamente noche tras noche la Puerta del Sol de una manera que ninguno de nosotrxs habíamos visto nunca. Las movilizaciones contra la guerra, aunque alguna fuera más masiva, no tuvieron, ni de lejos, la continuidad, participación, actitud y ambiente que hemos visto esta semana en Sol. Es como si, de repente, la pasividad y el ir cada uno a lo suyo se hubiesen roto alrededor del Km. 0. Repartir panfletos en Sol y sus calles aledañas es una gozada, la gente te entra para pedirte que le des uno, los coge con una sonrisa, te pregunta, te da las gracias… Los primeros días, si hacías un corrillo para hablar de algo, la gente arrimaba la oreja para intervenir, para escuchar. Ha sido normal ver a la gente de lo más variopinta discutiendo en pequeños grupetes. Los grupos de trabajo y las asambleas generales son acontecimientos masivos de entre 500, 600 y 2000 personas (sentadas, de pie, arrejuntándose para oír algo), etc. Y aparte de esto, esa sensación permanente de buen ambiente, de “esto es algo especial”. Todo esto alcanzó su punto álgido la noche del viernes al sábado, cuando empezó la jornada de reflexión. Escuchar a más de 20.000 personas gritar “Somos ilegales” y disfrutar como niños de saltarse la ley, la verdad, impresiona. Bien es cierto que ese ambiente intenso, de participación y de política real empezó a decaer a partir de esa noche. En parte por el subidón del viernes noche, en parte por la decisión de “no hacer política” durante el sábado y el domingo, el fin de semana ha tenido un tono mucho más festivo, más “circense” que los días anteriores. Aun así, nosotrxs no recordamos nada parecido, la verdad.

2. Lo que no está en juego. Una visión estratégica.

Dicho esto, ¿qué pintamos los anarquistas por allí? Para cualquier libertario con dos dedos de frente, afortunadamente la gran mayoría, es evidente que es necesario estar allí, que ahí hay tema. Lo que ninguno tenemos tan claro es qué podemos hacer, qué podemos aportar y qué podemos esperar del movimiento 15-M. Y es lógico, dada la heterogeneidad y contradicciones que abarca. En esta sección vamos a intentar expresar cómo y en qué sentido vemos nosotrxs que puede ser interesante participar y aportar en dicho movimiento. Decimos visión estratégica porque es una visión general, que intentaremos acotar más adelante con propuestas concretas y algunas consideraciones tácticas.

La mayor parte del proceso que se desarrolla actualmente en el movimiento del 15-M consiste en tratar de encontrar las consignas y reivindicaciones políticas que van a definirlo. Ese proceso se está dando tanto en los grupos de trabajo como en las propias comisiones. En los primeros está más el debate y la pelea ideológica, en algunas de las segundas, en las que se concretan dichos debates, es donde se están viendo las artimañas, tejemanejes, etc. No hay que ser muy listo para saber dónde está el lio: comisiones como comunicación, interna, asamblea y política son donde uno se va a encontrar mayor número de políticos por metro cuadrado. Mientras que en comisiones como infraestructura, alimentación o respeto, las cuchilladas serán mucho menores. Ojo, que no estamos diciendo que en las comisiones sólo se esté haciendo esto, pero algunas cosas que hemos visto o nos han contado tienen tela.

Como hemos dicho anteriormente, las reivindicaciones con mayor eco en #acampadasol son las de reforma política y, en menor medida, social, de gran contenido ciudadanista: reforma de la ley electoral, una ley de responsabilidad política, mayor participación, ley de dación en pago de las hipotecas, etc. Los miembros y militantes de partidos de izquierda (IU, IA, etc.) y movimiento sociales están tratando de virar el barco más hacia la izquierda, para que asuma reivindicaciones clásicas de la izquierda (desde la renta básica o la condonación de la deuda externa, a la nacionalización de la banca) aunque en frente tienen a los que prefieren que el movimiento sea lo más neutral posible (por ejemplo, http://twitpic.com/51lyqa) y se centre en un #consensodeminimos básico[1]. En nuestra opinión, creemos que lo más probable es que el objetivo final de unos y otros sea que, o bien mediante algún tipo de Iniciativa Legislativa Popular[2] o bien de la mano de algún partido político, seguramente IU, se presente una propuesta al Congreso y se pida su aprobación mediante un referéndum. En este sentido, unos y otros se juegan los contenidos de dicha propuesta y seguramente cómo se va a hacer, pero en un momento dado pueden confluir en ciertos puntos básicos.

Obviamente, los anarquistas estamos convencidos de que si se lograran algunas de estas reformas, aun cambiando algunos de los “defectos” del sistema que más sulfuran a la gente, no van a modificar para nada lo esencial. El problema no es la corrupción política, sino la política como esfera separada de la vida, el problema no es la falta de transparencia de los gobiernos, son los propios gobiernos, y el problema no es la banca y los banqueros, sino la explotación capitalista: la grande, y la pequeña.

Dicho esto, creemos que los anarquistas ni estamos ni deberíamos estar en esa pelea, la de las reivindicaciones grandilocuentes y la política de altos vuelos. No deberíamos entrar en ese juego, aunque si queremos estar en las asambleas debemos asumir que tendremos que tragar y enfrentarnos a ello. A nosotrxs no se nos ha perdido nada en ese tablero. El movimiento del 15-M no es un movimiento anarquista o anticapitalista, así que las reivindicaciones anarquistas maximalistas están fuera de lugar. No tiene sentido luchar por que las asambleas generales asuman cosas como la autogestión generalizada, la abolición de las cárceles o incluso simplemente la huelga general indefinida, porque es evidente que la gente que está ahí y la gente que lo sigue con expectación y simpatía no está por eso. Suponiendo (y es mucho suponer) que por alguna extraña razón, o tejemaneje, se consiguiese que la asamblea general o las asambleas de los barrios aceptasen y asumiesen como propia alguna de estas consignas, lo más seguro es que el movimiento 15-M se desinflaría rápidamente, perdiese buena parte de sus apoyos y simpatías, y se quedase en un extraño cóctel frentepopulista de militantes izquierdistas, ciudadanistas, comunistas y anarquistas. Es decir, justo lo que siempre hemos criticado y donde nunca hemos querido estar. En política existe un término que se llama “votar con los pies”, significa que cuando no te gusta la gestión de un lugar, simplemente te vas a otro lado. Algo parecido pasa en todas las asambleas, hay mucha gente que cuando algo no le gusta o no se siente cómodo, se calla, agacha la cabeza y deja de pasarse, sin reflejar su descontento.

¿Por qué ocurre todo esto? Pues porque los movimientos reales suelen ser bastante complejos. Tienen su composición, su idiosincrasia y sus desarrollos, y, sobre todo, porque no se puede pretender que la gente se haga anarquista de la noche a la mañana. Ninguno de nosotrxs hemos llegado a serlo rápida e indoloramente, sino a base de equívocos, ilusiones, incoherencias, desengaños, debates, frustraciones, flipaduras y de darnos muchas veces de bruces contra el suelo (a veces en un sentido literal, con un policía encima). Da igual que en estas ocasiones, las personas y las cosas cambien vertiginosamente. Lo sentimos, pero creemos que, simplemente, no funcionará.

Tenemos que ser conscientes de la representatividad de las comisiones frente a las personas que integran la movilización. Esto se vio claramente en la comisión de Política, que en el momento de mayor auge pudo aglutinar unas 350 personas entre las dos subcomisiones (corto y largo plazo), está claro que las asambleas son abiertas y todos y todas podrían participar en ellas pero lo cierto es que al final se han convertido en dos subcomisiones que aparentemente se han separado por fases temporales, pero que realmente marcan dos postulados muy diferentes, el “reformista” y el “revolucionario”, entre los que están exigiendo y legitimando a las estructuras de poder con pequeñas (o grandes) reformas legislativas, y los que quieren marcar una hoja de ruta de ruptura con el modelo impuesto por el capitalismo.

Esto es un grave error ya que medidas “revolucionarias” o radicales, puede haberlas a corto plazo y a largo, sólo hay que tener claro de contexto actual y los pasos que queremos dar. Por citar un ejemplo, en la Comisión a Corto Plazo se plantean cambios en la Constitución española, y en la Comisión de Largo Plazo consensos como huelga general. No creemos que un cambio en la Constitución (necesita la aprobación de ¾ partes del Congreso de los Diputados) sea mucho más factible a corto plazo que convocar una huelga general (que es más una herramienta de lucha que un fin en sí mismo), por mucho que esto sea, a día de hoy, bastante complicado.

Creemos necesaria una reflexión sobre nuestra implicación en las comisiones, intentar que sean eficientes y el desgaste y el derroche de energías esté bien canalizado. No sirve de nada que 200 personas con un ideario “similar” se junten y marquen un rumbo que no sea ni asumible por este movimiento (a día de hoy) ni dejar que las exigencias a corto plazo sean simplemente un alegato a fortalecer el estado del bienestar… En dicha reflexión deberíamos hacer una autocrítica y plantearnos de forma inmediata propuestas a corto y largo plazo asumibles y que caminen o que nos hagan avanzar pasitos hacia una revolución social de verdad, ya que si no terminaremos en la inanición propia de un grupo de personas que están por encima del momento. Deberíamos mostrar cierta inteligencia y sumarnos de forma real a la ilusión de cambio que se respira estos días por la puerta del Sol, a ver si entre todos conseguimos que ese cambio vaya un poco más allá de cuatro arreglos en la fachada de la democracia.

Entonces ¿qué otras opciones tenemos?

Seguro que muchos se habrán planteado, o incluso se habrán encontrado haciéndolo casi sin darse cuenta, lo que podríamos llamar rebajar el discurso, es decir, edulcorar nuestras propuestas a ver si con un poco de azúcar pasan mejor. Por ejemplo, jugando un interesado confusionismo semántico que habla de “democracia directa” en vez de “anarquía”, tragar con todo lo que tengamos que tragar para mantener la historia en el tiempo, etc., etc.

Otra opción es abandonar el chiringuito por reformista. Tal y como nosotrxs lo vemos esto es simplemente absurdo. Básicamente porque ni actualmente ni a lo largo de la historia, los movimientos revolucionarios brotan de la nada o surgen solos, sino que son los propios revolucionarios, y los acontecimientos, los que con su esfuerzo y tesón a veces consiguen que los movimientos sociales dejen de ser el coto de partidos, aprovechados, etc.

Aunque hablaremos de esto más adelante, dejemos claro que nuestra idea no es convertir el movimiento 15-M en un “movimiento revolucionario” de masas, algo igual de peliculero que pensar que la anarquía vendrá mañana si lo deseamos con suficiente fuerza. Tampoco estamos diciendo que tengamos que estar por estar hasta el final. Tenemos bastante claro que, si no hacemos las cosas bien, en algún momento habrá que irse o, también bastante probable, nos acabarán echando. Pero nos parece obvio que ese momento no ha llegado aún, que todavía hay oportunidades de aportar y participar en esta historia, sobre todo de cara a la convocatoria de asambleas populares en los barrios.

Sirva esto para dejar claro que no somos unos ilusos, a los que el 15-M les ha nublado la vista o que han cerrado sus chiringuitos “por revolución” (más marketing), sino simplemente somos anarquistas que hemos visto una oportunidad clara, la primera en muchos años, de participar en un movimiento real de tamaño considerable.

3. Por una participación anarquista práctica y concreta.

En nuestra opinión, lo que está en juego en el movimiento 15-M es conseguir que sea un punto de partida capaz de activar la lucha cotidiana por aspectos concretos y básicos, una lucha que se lleve a cabo desde la horizontalidad, el asamblearismo, la acción directa, la participación directa, la solidaridad, etc. que forman parte de las coordenadas básicas del movimiento 15-M. Que las asambleas no sólo sean sitios desde los que pedir (¿A quién? ¿Cómo?) leyes, reformas y referéndums (¿Cuáles?), sino que sean espacios en los que la gente debata sobre sus propios problemas, busque soluciones y decida cómo llevarlas a cabo por ellxs mismxs. Que se conviertan en puntos de encuentro, de comunicación y participación real. Pequeños (o grandes) núcleos solidarios de resistencia.

Está claro que una parte importante de este proceso es qué problemas y qué soluciones se van a tratar, qué contenido, por así decirlo, van a expresarse en dichas asambleas. Ese podría ser la otra tarea que podríamos marcarnos, intentar que los temas a tratar en las asambleas sean cuestiones de clase, de género, etc. que profundice, desde la práctica, en la crítica del Estado, el capital y el trabajo asalariado.

Dicho de otra forma, nosotrxs proponemos una participación práctica y concreta desde una perspectiva y unas formas de funcionar antiautoritarias, sobre cuestiones básicas de clase y otras opresiones igual de importantes como el patriarcado, el racismo, etc.

Para complementar esta contribución práctica también debemos aportar nuestro punto de vista y nuestro discurso, una vez más, sin caer en maximalismos del tipo “¡Revolución ya!” y cosas por el estilo.

Tal y como nosotrxs lo vemos, intentar que la gente haga suyo nuestro discurso no es, no debería ser, ir a machacar con las consignas y principios anarquistas de toda la vida. Consignas que, en nuestra opinión, estarán fuera de lugar. No porque no tengan sentido o no sean verdad, sino porque no están en la onda de lo que está pasando, están fuera de contexto. Esto es como si tú estás hablando con un colega de fútbol y viene otro a contarte nosequé historia de una película iraní, pues ni caso. ¿Significa esto que debemos abandonar el anarquismo y pasarnos a la democracia? Lógicamente no. ¿Debemos escondernos? No. ¿Debemos exhibir al mundo que somos anarquistas? Para nosotrxs, no tiene ningún sentido si eso no va más allá que “ser anarquista”. Llamarse a uno mismo anarquista no significa nada en sí mismo, no dice nada: ni bueno, ni malo. En nuestra opinión no se trata ni de escondernos ni de exhibirnos, sino de practicar el anarquismo en un contexto determinado. Un ejemplo: de todos los lemas que algunxs de nosotrxs y otrxs compañerxs cantamos uno de los primeros días en Sol sólo un par de consignas se extendió mínimamente más allá de nuestro circulo: “el pueblo unido funciona sin partidos” y “A, anti, anticapitalistas”, ¿Por qué? No porque los lemas fuesen gran cosa, que no lo son, ni porque fuesen ingeniosos, que tampoco, creemos que fue porque, en ese momento y en ese lugar, eran lemas que puede contactar al menos con parte de la gente que estaba allí. Nos guste o no, la gente ahí no estaba contra la policía nacional, ni quería tumbar al Estado… el trabajo es mucho más de fondo… Si nos limitamos a cantar o a proponer en las asambleas consignas descontextualizadas, lo que hacemos es caer en la propaganda pura y dura, en el peor sentido de la palabra, no en la participación.

Y es que en muchas ocasiones nos puede la inercia, seguramente como a todxs lxs demás. En vez de pensar qué podemos y queremos decir acabamos yendo a lo fácil: al “la lucha es el único camino”, al “de norte a sur, de este a oeste….”, “muerte al estado….”, etc. Un discurso, en nuestra opinión, fuera de lugar y, por tanto, ineficaz. En el Bloque Libertario de la mani del 15M pasó un poco lo mismo, tras una primera fase con lemas (mejores o peores, más o menos útiles, eso es lo de menos) pero sobre el tema en cuestión (democracia, capitalismo, crisis) se pasó a un remix del gueto (desde los presos a Patricia Heras pasando por el policía asesina), resbalamos hacia la autorreferencialidad, hacia el hacer piña… Por desgracia, por allí nadie sabía quién era Patricia Heras más que nosotrxs cuatro, ¿qué sentido tenía gritar sin un panfleto que lo explicase?, sólo desconcertamos a la gente, que nos mira como si viniésemos de otra película… Todo tiene un momento y un lugar, y si no sabemos adaptar nuestro discurso al momento y al lugar, nos irá mal. Adaptar el discurso no es rebajar el discurso, es adecuar el mensaje al contexto y adecuar el código al receptor, es dar nuestra opinión sobre lo que la gente está hablando, no sobre lo que nosotrxs creemos que debería estar hablando la gente…. Y dar esa opinión en su “idioma”, no en nuestro “dialecto”, lleno de tecnicismos y modismos, cómodos para hablar entre nosotros, pero que generan barreras y confusiones con quien no los maneja.

4. Algunos objetivos y posibles ejes de actuación

Esta propuesta de participar desde la práctica y desde lo concreto tiene varios objetivos. Obviamente, mejorar nuestras condiciones de supervivencia dentro del capitalismo. Seguro que algunx lo tachará de reformismo, para nosotrxs es simplemente necesidad. Otro objetivo es ser capaces de señalar y desmontar, durante el proceso, todas las contradicciones y miserias del capitalismo, la democracia, los sindicatos, etc. No mediante discursos elaborados y prefabricados, sino a través del debate y la reflexión sobre lo que nos vayamos encontrando, algo mucho más complejo y trabajoso que simplemente editar libros escritos en otro momento y en otro lugar. También busca crear y extender una cultura de lucha entre la población, un sentimiento colectivo de que las cosas se consiguen luchando junto a otros iguales, solucionando los problemas por los mismos afectados, desde la solidaridad y el apoyo mutuo, sin delegar en profesionales de la mediación o la representación. Un sentimiento de “hoy por ti, mañana por mí” que cale entre la población y que desplace al “cada uno a lo suyo” y el “menos mal que no me ha tocado a mí” que arrasa en nuestra sociedad.

Por último, si algo nos ha quedado claro en esta última semana es que, si bien lxs anarquistas tenemos mucho que aportar, tenemos también mucho, muchísimo que aprender, tanto de la gente que nos encontremos en el camino como de las situaciones a las que tengamos que enfrentarnos. Participar en las asambleas será la oportunidad perfecta de aclararnos nosotrxs mismos, nuestras posturas y la manera en las que se las comunicamos a nuestros iguales. Esto es lo normal. La mejor manera de darnos cuenta de nuestros fallos e incoherencias (que las tenemos y seguramente serán muchas) es tratar de explicar y compartir nuestra postura con quien la desconoce.

Creemos sinceramente que esta puede ser una buena manera de salir de la trampa de una intervención desde la ideología, que pretenda que se aprueben principios u objetivos a largo plazo específicamente anarquistas, algo que, como hemos repetido unas cuantas veces ya, no es algo que esté o pueda estar en el orden del día de aquí a mañana. Creemos también, que puede ser una manera de obviar y esquivar las luchas de poder que se darán en las asambleas por las cuestiones de alto nivel (leyes, etc.) sin tener que dejar por ello de participar en un movimiento que aún puede dar mucho juego. Meternos en una guerra de desgaste para que no salgan dichas propuestas o enfrentarnos abierta y continuamente a todos los izquierdistas, ciudadanistas y gente normal que sólo quiere un par de cambios no nos va a valer para nada. Tenemos que ser conscientes en todo momento de dónde estamos y hasta dónde puede llegar. Si no hacemos este ejercicio de análisis y de reflexión continuamente nos vamos a llevar un palo muy serio y una frustración considerable.

Por supuesto, al participar en el movimiento 15M siempre vamos a correr el riesgo de acabar haciéndole el curro y el trabajo sucio a la izquierda y al ciudadanismo. Nosotrxs creemos que a día de hoy, dada nuestro escaso poder de convocatoria y apoyos, este riesgo siempre va a estar ahí, en cualquier movilización real a la que nos sumemos (huelgas, conflictos antidesarrollistas, etc.). Es un riesgo que no se puede prever, y seguramente sea algo que, hasta cierto punto, no se pueda evitar, lo único que podemos hacer es permanecer atentxs, no dejar llevarnos por la emoción y tratar de valorar en qué momento nuestra participación se está limitando a la de ser mano de obra de otrxs, en ese momento será necesario abandonar el chiringuito.

Para acabar esta sección, vemos necesario concretar algunas líneas de actuación que se nos han ocurrido como ejemplo de lo que tenemos en mente. Ni son las únicas, ni son las mejores, de hecho son bastante vagas, sólo son algunos ejemplos que se nos han ocurrido o que hemos escuchado estos días en las asambleas. Entre todos deberíamos completarlas, clarificarlas, criticarlas, etc…

· Vivienda: Autoorganizarse para resistir frente a los desahucios y el mobbing inmobiliario. Proponer la okupación como alternativa temporal en los desahucios que no se frenen. Presionar a los caseros que pasan o se aprovechan de sus inquilinos. Presionar mediante la acción directa a las sucursales bancarias de las que dependen las hipotecas de familias en problemas para que las renegocien o simplemente para visibilizar el conflicto. Visibilizar el conflicto mediante banderas o similares en los balcones de las casas que estén siendo presionadas.

· Trabajo/Paro: Aprovechar el ejemplo asambleario de Sol para llevarlo a los curros, debatir y hablar en las asambleas sobre los conflictos laborales, sobre nuestros problemas como parados, proponer que las asambleas sean un punto de apoyo si tenemos algún problema en el curro. Visitar y denunciar los trabajos en los que se produzcan accidentes laborales…

· Migraciones: Tratar de implicar a los inmigrantes, que seguramente estén subrepresentados en un primer momento, informar a la gente de lo que pasa en los CIEs, informar y proponer mecanismos de actuación frente a las redadas contra inmigrantes, autoorganizarse para ofrecer información legal, mediante asesorías, talleres, etc.

· Salud-Sanidad: tratar de implicar a trabajadores y usuarios-sufridores de la sanidad pública en la lucha contra su deterioro y la inaccesibilidad, evitar que nos enfrenten a unos contra otros (“la culpa es de los trabajadores que curran poco” o “la culpa es de los viejitos que van mucho”).

· Género: hay que ver cómo contrarrestar la enorme oleada actual de anti-feminismo que se masca a nivel social, y que se ha expresado varias veces en las acampadas. Podría ser interesante tratar de incidir o debatir sobre la violencia machista…

· Organización: Tratar de mejorar el funcionamiento asambleario. Luchar por una horizontalidad real, no meramente formal, evitar la formación de camarillas de especialistas o de representantes perpetuos, evitar convertirnos en una camarilla de especialistas o representantes perpetuos.

Estos temas y propuestas son claramente limitados, fruto de la prisa y de nuestra propia inexperiencia en este tipo de movidas. Hay que mejorarlas, afinarlas y compartirlas. Y sobre todo, hay que construirlas en común con la gente que vaya a las asambleas, en un proceso que cambiará tanto las propuestas como a los que las asumen y las ponen en práctica y que, seguramente, irá de menos a más. No nos pensemos ahora que por ir con cuatro propuestas concretas en vez de con la cantinela ácrata de siempre, la gente las va a aceptar por arte de magia. No, no estamos proponiendo conjuros, tenemos que tener claro, que aun siendo capaces de iniciar este proceso, será un camino largo y difícil. Creemos que con el tiempo, todos iremos aprendiendo y sacando más cosas en claro. De alguna forma, los anarquistas tenemos que tomarnos las asambleas del 15-M como un laboratorio en el que experimentar, proponer, equivocarnos, aprender y volver a empezar.

5. Asambleas de barrio: esperanzas y localismos

En buena parte este texto se ha escrito con la mente puesta en que llegue antes de las asambleas populares en los barrios que se han convocado para el 28 de mayo, de ahí su urgencia, su precipitación y buena parte de los errores que tendrá.

La extensión a los barrios es una extensión lógica porque la acampada en Sol es insostenible a largo plazo y porque, por sus características, permite una participación mucho más limitada, como ya hemos comentado.

Hablando con muchos compañerxs hemos visto que algunos tienen bastantes esperanzas en las asambleas de barrio. La idea es “ya no hay nada que hacer en Sol, vamos a los Barrios”. No nos engañemos, si el movimiento 15-M sigue su tirón los barrios van a ser Puertas de Sol en pequeñito, con todas sus cosas buenas pero con todos sus defectos, incluidos los militantes de partidos que van de pesca, los ciudadanistas, etc. En algunos barrios y pueblos del Sur de Madrid, de hecho la proporción de militantes de partidos políticos puede incluso aumentar respecto a la que nos encontramos en Sol. Puede que el terreno de juego sea más pequeño y menos abrumador, pero la heterogeneidad, los problemas, contradicciones y conflictos van a ser los mismos o incluso mayores.

Nosotrxs creemos que lxs militantes izquierdistas, así como toda la gente corriente que está por las cuatro reformas básicas, van a tratar de que las asambleas populares se conviertan en focos desde los que promocionar las consignas y reivindicaciones por las que han peleado en Sol. Que se encarguen de recoger firmas, y de hacer propaganda de las movilizaciones y de sumar apoyos en los barrios (asociaciones vecinales, de comerciantes…) de cara a la estrategia que tengan a medio plazo para llevar a cabo los cambios legales. Y poco más. Los ciudadanistas puede que intenten empujar un poco más hacia problemas específicos de los barrios, estableciendo lazos con las asociaciones de vecinos que puedan, potenciando sus locales, centros sociales y oficinas de derechos sociales allá donde los tengan, etc.

Ya hemos comentado en el punto anterior que creemos que puede ser una manera interesante de participar en dichas asambleas, no nos extenderemos. Sí que nos gustaría comentar que en cada barrio y pueblo algunos temas y propuestas pueden tener más calado que otros (por ejemplo, en algunas zonas las redadas contra inmigrantes son más frecuentes que en otras, en algunos sitios la sanidad está peor que en otras, etc.) Habrá que ver qué es más necesario y más importante en cada caso concreto, aquí no hay fórmulas mágicas.

6. Cuestiones tácticas

El texto se va alargando y queremos cerrarlo con algunas reflexiones -intentaremos ser breves- sobre ciertos aspectos tácticos que hemos visto, y que seguiremos viendo, en los próximos días.

· Violencia/No violencia: Como comentamos al describirlo, el rechazo a la violencia es un punto básico sobre el que se asiente el movimiento del 15M. Los iniciadores (Democracia Real Ya) se encargaron de expresarlo de la manera más asquerosa posible: desmarcándose de los incidentes tras la mani y señalando a quien hiciese falta. Tampoco es que sea muy extraño, dado el bombardeo mediático con este tema los últimos años. A través de la policía, medios como La Razón o Público no dudaron en alertar sobre el peligro de los “400 antisistema” que trataban de controlar y/o reventar el movimiento. Una semana después, nada de nada. Parece que la gran mayoría de los anarquistas hemos asumido (con mayor o menor problema) que no pasa nada porque alguien se declare no violento. La violencia o autodefensa es una cuestión que siempre va a estar ahí, pero que es completamente secundaria. Si dejamos de considerarla algo que puede ser útil o no, beneficiosa o perjudicial según las circunstancias y la transformamos en algo irrenunciable, o nos entra la pataleta por que el 15-M cante las bondades de la violencia estaremos perdiendo el norte completamente. Hoy toca no violencia, otro día tocará otra cosa.

· Asamblearismo: se escucha mucho la crítica de que las asambleas no son verdaderas asambleas, que no hay una horizontalidad real, que hay algunos que tratan de manipularlas, etc. Lógico, porque son asambleas de verdad, con gente normal, en medio de una pelea entre diferentes sectores por “controlar” (conscientemente o no) la situación. La horizontalidad, la igualdad, la eficacia de las asambleas, la comunicación de las asambleas, el que sean saludables, no es algo que venga dado porque la gente se reúna en una plaza y hablen entre ellos. Ni de coña. Hay que pelearlo frente a los manipuladores, políticos e intoxicadores; y hay que construirlo frente a los años de desmovilización, de gregarismo y delegacionismo cotidiano. Si no tenemos esto claro, estamos en manos de los que van para que las asambleas sean las correas de transmisión que se limiten a aprobar o a aceptar sus propuestas cocinadas en casa.

· Luchar contra monstruos: Participar en asambleas en las que hay gente que está dispuesta a hacer lo que haga falta (manipular, mentir y, la mayoría de las veces, hacerse el tonto) para que salga su historia es muy complicado y frustrante. Cualquiera que haya pasado por ese trago puede decir que es una jodida mierda. Primero, por todo lo que te toca tragar, segundo porque no todo el mundo suele verlo, con lo que si acusas a alguien acabas siendo tú el que levanta sospechas, tercero, porque acabas confundiendo lo que son simples fallos o despistes con intentos descarados de manipular (rozando la paranoia) y, por último, porque en cuanto no te das cuenta acabas haciendo o viéndote obligado a hacer cosas parecidas a ellos. En estos días hemos oído cosas como “copar las comisiones”, “tomar los puestos de poder en las asambleas”, “dispersarse por las asambleas”, “hacer como que no nos conocemos” y otras lindezas, por parte de compañerxs de los que no tenemos ningún tipo de duda o sospecha, y a los que por supuesto, no vamos a juzgar. Este tipo de situaciones son así, la frustración, el cabreo con los manipuladores y el encontrarse contra la espada y la pared te hacen decir y hacer cosas del estilo. Contra esto no hay más remedio que estar atento constantemente, hacer autocrítica y saber criticar y encajar las críticas, sin acusaciones histéricas o victimismos estúpidos. Y asumir que en algún momento que otro nos vamos a manchar las manos, lo queramos o no. Pasa en las mejores familias.

· “No tengas miedo, sólo ve adelante y juega” Ch. Parker: Enlazando con lo anterior, hay que ser conscientes de que participar en el movimiento 15-M es entrar en territorio desconocido para la mayoría de nosotrxs. Asumamos que la vamos a cagar y mucho. Lxs anarquistas ni somos ni queremos ser perfectxs, tenemos todo el derecho del mundo a equivocarnos. Negarse a actuar por miedo a transformarse en un reformista, o peor aún, por miedo a que algún imbécil te tache de reformista o de vanguardista es tan absurdo como renunciar a pensar por miedo a equivocarse.

· Vanguardismo anarquista: Dos palabras que juntas podrían parecer una contradicción pero que no lo son, ni mucho menos. Algunas corrientes marxistas se consideran y se jactan de ser vanguardia o de pretender serlo, aun cuando nadie les haga ni caso. Lxs anarquistas rechazamos convertirnos en vanguardia, lo que no quita para que, si nos despistamos, acabemos cayendo en el vanguardismo. Si se trata de ir mucho más deprisa que el ritmo de los acontecimientos, se corre el riesgo de irse desligando más y más de ellos hasta quedarse solo, lejos de la realidad y de lo que está pasando. Aún más, eso ni siquiera te asegura estar “por delante” de lxs demás, puedes haber cogido un camino equivocado. Lxs anarquistas no queremos decirle a la gente lo que tiene o no tiene que hacer en base a un mejor conocimiento de algún libro sagrado o del santoral revolucionario, pero eso no implica que en ocasiones acabemos creyéndonos mejores al resto y que pensemos que deberían “seguir nuestro ejemplo”, especialmente cuando participamos en conflictos de este tipo.

· Simbología y dialectos: Para que nuestra participación sea eficaz y podamos construir colectivamente algo que merezca la pena es necesario que dejemos a un lado toda la simbología, códigos propios, palabras fetiche y demás merchandasing propio de nuestro movimiento-gueto. Igual que comentamos más arriba con el tema del discurso. Esto no significa rebajar el discurso o engañar a la gente, significa abandonar las palabras mágicas y las ideas fuerza que solemos utilizar. Conceptos como abstención activa, acción directa, apoyo mutuo, revolución, etc. no tienen por qué ser entendidos a la primera por gente que no está familiarizada con su uso. No sirve de nada enquistarse en ellos. Es más útil tratar de explicarlos en un lenguaje llano y sencillo, sin intelectualismos ni tecnicismos anarquistas. Lo mismo valdría para la estética de la propaganda, que suele ser tan uniforme como lejana para la mayoría de la gente. Un ejemplo claro es el problema que hubo con las A circuladas en la acampada de Sol. Como no se permite ningún símbolo político o banderas, mucha gente de la asamblea veía, con mayor o menor razón, que las A circuladas tampoco tenían lugar ahí. Entendiendo que las A circuladas no son símbolos políticos sino todo lo contrario algunxs anarquistas se lo tomaron bastante a mal. Otros, dando un ejemplo de que la horizontalidad y el consenso muchas veces se respetan sólo cuando les interesa, siguieron utilizándola en pancartas y pintadas. En cualquier caso, deberíamos reflexionar si todo esto no es nuestra culpa, de no haber sabido hacer ver durante todos estos años que no somos lo mismo que todos los demás, aunque, en nuestro favor, hay que decir que la decisión de dejar fuera también las A circuladas parece que fue discutida. El tema aquí es que las A circuladas es lo de menos, lo importante son los mensajes que queremos dar, y si tenemos que dejar de ponerlas, pues tampoco pasa nada. Al fin y al cabo, como decía con razón un compañero el otro día, no tenemos nada que vender (lo cual es cierto cuando en la práctica nos comportamos así, lo que no siempre es el caso). Peor que el caso de las A circuladas, que por mucho que nos pueda doler, es hasta cierto punto comprensible, es el caso del feminismo, que está encontrando cierta oposición tanto en las acampadas como en twitter, con gestos bastante feos y comentarios fuera de lugar.

7. El fin, al fin.

Terminamos, ya, por fin, haciendo una última reflexión. El movimiento 15-M ha tenido un principio y tendrá un final. Siendo realistas y teniendo en cuenta lo pocxs que somos lxs anarquistas y nuestra inexperiencia es bastante improbable que nuestra participación en él sea el componente que determine su desarrollo y su fin. Aun así, creemos que tenemos margen y capacidad para participar en él y aportar, y que no se limite a un movimiento de reforma ciudadana, o al chiringo de cualquier partiducho. Esta propuesta va en ese sentido, en el de intentar ir un poco más allá. No tenemos muchas esperanzas en que el movimiento 15-M cambie radicalmente la naturaleza de la sociedad actual, no podría ni aunque quisiera, y todo parece indicar que no quiere. Aunque consiga sus objetivos, todo se traducirá en una reforma del sistema democrático o incluso en un reforzamiento temporal del estado del bienestar. Aun así, esto no son excusas para quedarse en casa. Creemos que hay que estar allí y participar, porque si lo hacemos medianamente bien, puede ser beneficioso para el anticapitalismo y el anarquismo a medio y largo plazo.

En primer lugar, nosotrxs creemos que el sistema democrático y el capital son como son, y que todos los partidos, en el fondo, son iguales. Si el movimiento 15-M prospera y consigue reformar el sistema democrático, acabando con el “bipartidismo” y la “partitocracia”; con el tiempo, los partidos minoritarios acabarán por quedar en evidencia, porque el sistema democrático y el capital son así.

En segundo lugar, hay una cosa positiva en todo esto, pase lo que pase. Hace un mes, el sentimiento general era “que mierda es todo, pero qué podemos hacer. No se puede hacer nada, etc.” Hoy hay bastante gente que cree que se puede cambiar la ley electoral, que es lícito saltarse lo que diga la Junta Electoral cuando es injusto, etc. Por algún sitio se empieza. Si el movimiento 15-M continúa y se consiguen cosas a través de movilizaciones y asambleas, y estas más o menos funcionan, independientemente del resultado, es una baza a explotar. En este país no se ha ganado nada de nada desde hace mucho tiempo: la entrada en la OTAN, nada, el PRESTIGE, nada, la Guerra de Irak, nada, las luchas en la Universidad, nada… De hecho, el único cambio que mucha gente asumió como propio fue cuando el PSOE gano al PP después del 11-M ¡y se hizo votando!, lo que encima reforzó las ilusiones democráticas.

En tercer lugar, el movimiento 15M ha conseguido sacar a la calle a la gente a hablar colectiva y públicamente de política, de algunos de los problemas sociales y políticos que les rodean. Esto era algo que hacía mucho tiempo que no se veía. La mayoría de las conversaciones son en torno a cuestiones de reformas, de cambios mínimos, pero, como decíamos antes, por algún sitio se empieza. De alguna forma ha abierto una brecha en el “no te metas en política”, el “desencanto” y el “no se puede hacer nada”, los tres regalitos que franquismo, transición y democracia nos habían dejado. Lo que no puede ser es que cuando la gente se quede en casa, la critiquemos por que no sale a la calle y cuando sale a la calle la critiquemos porque lo que pide no es la revolución social. Eso no tiene ningún sentido.

Si se consiguen algunas cosas mediante la lucha en la calle, creemos que cuando todo esto acabe, quizás sea más fácil convencer a la gente de que una asamblea en el curro puede funcionar, de que salir a la calle a protestar sirve para algo, que se puede ganar una huelga o echar abajo un plan urbanístico: mediante la solidaridad, la acción directa, etc. Por supuesto, si lo que se consigue se hace exclusivamente a través de maniobras políticas, votaciones, referéndums, etc. (algo bastante improbable si no hay una presión considerable desde la calle) lo único que va a salir reforzado es el sistema democrático. Ahí está la cuestión, y ahí debemos estar los anarquistas.

Veremos cómo acaba todo esto, pero el movimiento anarquista saldrá reforzado si sus prácticas, su forma de afrontar la realidad y algunos de sus puntos de vista se extienden y echan raíces en el ideario colectivo. El movimiento anarquista también será más fuerte si nuestra participación en el movimiento del 15M se traduce, tras la crítica, la autocrítica y el análisis público, en nuevas experiencias colectivas. Es poco probable que nuestros objetivos a largo plazo crezcan significativamente a nivel social gracias al 15-M, independientemente de que podamos convencer a cierta gente en el proceso. Esta lucha va por otros caminos, por el trabajo constante de abrir locales, de editar material, de análisis, de hacer jornadas, charlas, etc. que en ningún caso deberíamos abandonar sólo por estar en el 15M.

Algunxs anarquistas madrileñxs

[1] Durante la corrección del texto, la acampada de sol ha aprobado los cuatro puntos que conforman el llamado #consensodeminimos. No vamos a valorarlo, ya que no creemos que cambie esencialmente lo dicho en el texto, algo así nos esperábamos tarde o temprano.

[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Iniciativa_popular

[Debat] El 15 M como catársis demócrata

Dos textos de aportación al debate. El primero sobre el 15 M y el segundo sobre los límites del gueto. Los acontecimientos que se están sucediendo en los últimos días creo que aportan elementos interesantes para la reflexión pero, para ello, se hace necesario tratar de comprender qué es lo que esta pasando. Lo que ocurre no es, evidentemente, una revolución pero tampoco es una manifestación ciudadanista mas. El proceso se parece mas bien a alguna forma de catarsis colectiva un “darse cuenta”, hasta cierto punto, de un sector de la población que se identifica con la Democracia, el Estado de Bienestar y el Capitalismo. Este sector de población se siente frustrado por los cambios que se han ido produciendo en los últimos tiempos a raíz de la crisis y el enésimo proceso de adaptación y reajuste del sistema.
El malestar social por el endurecimiento de las condiciones de vida solo podía llegar, de momento, hasta donde ha llegado. Es un indicador de la inmadurez política respecto de la situación actual: el aislamiento en el que vivimos, la fragmentación de la conciencia y de las luchas, el ciudadanismo y la ideología socialdemócrata imperante limitan las posibilidades actuales de desarrollo de un movimiento realmente luchador y transformador. Los antecedentes de la actual situación los podemos encontrar en el decaimiento de los partidos y sindicatos tradicionales de la izquierda, también en las manifestaciones y acampadas contra el plan Bolonia de los universitarios, los movimientos antiglobalización o las movilizaciones de los sindicatos alternativos. De este contexto surgen los acontecimientos de los últimos días con todos sus límites y carencias.
Hay sin embargo dos aspectos positivos que se están dando. El primero es la toma de la calle para comunicarse a pesar de las legislaciones y resoluciones vigentes. El otro es el cambio de actitud de la resignación borreguil a la indignación de quien se siente estafado en sus aspiraciones: indignación entendida, eso si, como un primer paso para desarrollar una percepción mas clara de la esencia autoritaria y explotadora del sistema democrático actual y una actuación consecuente con la misma.
Al desarrollarse estos acontecimientos en sectores de la izquierda y ser el gueto parte de ésta, el proceso también nos alcanza a nosotros lo queramos o no. Esencialmente pone al descubierto nuestra falta de un proyecto de intervención en el contexto actual, nuestras dificultades para desbordar teórica y prácticamente al ciudadanismo y a la izquierda organizada en movimientos sociales.
Las manifestaciones y acampadas se han convertido en rituales de agregación colectivos. Estas formas rituales tienen más capacidad de remover las emociones respecto a la frustración por las condiciones de vida que otros rituales de moda hoy como los deportes, los espectáculos, las festividades o incluso los rituales políticos oficiales como las elecciones.

Una catarsis es un acontecimiento de purga y limpieza que libera tensiones emocionales y sirve para adaptarse a las situaciones cambiantes. En las catarsis se abre la posibilidad de acercarse a los propios límites que uno mismo se ha ido imponiendo, de comprender sus causas y de desplazarlos un poco más allá. Se abre la posibilidad también de acercarse a aquellas decisiones que no se quieren tomar por miedo al error, a la autodestrucción o al propio miedo. Por eso posibilitan un cambio de percepción y de hábitos.
Los procesos catárticos se dan cuando las emociones reprimidas son reestimuladas en un contexto en el que se han equilibrado la tensión del pasado con la auto-confianza del momento. Entonces se desbloquean algunos esquemas y junto a cierta claridad mental emergen en cascada emociones reprimidas.
Las catársis arrastran consigo ciertos riesgos que limitan su potencial transformador, su potencial de toma de conciencia. El primero es el egoísmo, el excesivo interés por uno mismo, su vivencia del momento y el centrarse en los propios problemas puede bloquear el proceso camuflándose de humildad y altruismo. El segundo riesgo es engreimiento de los que se “han dado cuenta”. Su nueva situación les impediría desarrollar la autocrítica necesaria y evitarían así mismo prestar atención a las opiniones “incómodas”. El tercero es, a raíz de lo que se ha descubierto, uno se acomodaría en la autocomplacencia vanagloriándose de su nueva situación. Un último riesgo es el delirio puro y simple fruto de la liberación de las emociones antes aprisionadas. Este delirio puede tomar forma de un enganche con el acontecimiento vivido, de creencia en los parques temáticos para jóvenes descontentos o cualquier otro asunto que sirva para evitar la vuelta a la normalidad gris.

Creo que la principal utilidad que podemos sacar de todo lo que está ocurriendo es la de comprender nuestros propios límites y carencias. La falta de un proyecto de intervención en sentido revolucionario se ha hecho claramente visible si uno se fija en las actitudes de quienes provenimos del gueto militante, okupa o el que sea. Unos han confiado en que aportando su esfuerzo y sus críticas constructivas conseguirían hasta cierto punto reconducir en algunos aspectos el asunto, convirtiéndose en mano de obra de la izquierda como siempre. Otros observan desde la distancia y, a veces con cierta arrogancia típica del gueto, lo que ocurría a su alrededor como espectadores pasivos. A otros, entre los cuales me incluyo, nos ha hecho aflorar la sospecha de que no estamos preparados para afrontar una oportunidad como esta (mucho menos otra más contundente) y hemos basculado confusos en la duda. Este texto es un intento de salir de esa situación para poder comprender y aprovechar lo mejor posible este u otros acontecimientos que se puedan darse. Creo, sin embargo, que es importante señalar que nuestras carencias tienen consecuencias graves sobretodo en el día a día, ocurran o no acontecimientos espectaculares. En los momentos en que aparentemente no ocurre nada llamativo seguimos atascados sin poder actuar de forma eficaz y coherente contra una realidad que no deja de ser insoportable.
Para poder aprovechar las situaciones que cotidianamente se nos presentan hay que ser muy crítico con la realidad que vivimos pero creo que ésa crítica debe saber detectar también los aspectos interesantes sobre los que se puede uno apoyar para impulsar los propios proyectos. Sino se corre el riesgo de reproducir el discurso del sistema (y de la izquierda de éste) que afirman que el apoyo mutuo, la autogestión de las luchas y la autonomía son bellas imposibilidades.

La crisis del sistema de dominación capitalista hace que éste necesite reajustar su modelo de gestión y control cada cierto tiempo. La izquierda y los movimientos sociales ciudadanistas son la vanguardia creativa que se presenta voluntaria para éste proceso. En éste sentido están haciendo su papel colocándose a la cabeza de las protestas para imponer su mensaje y legitimarse como gestores legítimos del descontento. El sistema necesita ciudadanos activos para transformarse y evitar explosiones de descontento incontrolables. Los movimientos sociales necesitan del Poder y de los manifestantes para erigirse como interlocutores y por eso sus textos y debates manejan el lenguaje del Poder (democracia, iniciativas legislativas, etc.). Una casi inexistente perturbación del orden público y una nula obstaculización de los intereses económicos parecen garantizar que este movimiento sirva como válvula de escape que prevenga males mayores.
Los dos pilares sobre los que se apoya el sistema de dominación y explotación capitalista son la Democracia y el Estado de Bienestar. Y esto es así porque son éstos los que mejor se adaptan a sus necesidades mientras que otros modelos mas rígidos como el fascismo o el estalinismo sirven solo en períodos concretos y limitados de especial agitación o descontento. Querer mejorar la Democracia es, en mi opinión, contribuir a perfeccionar el sistema opresivo y explotador al que estamos sometidos.

A pesar de todo lo dicho creo que el momento actual puede ser interesante para tratar de desarrollar algunos asuntos pendientes.
El primero de todos, y mas importante creo yo, es el de tomar conciencia de lo poco preparados que estamos. La situación actual muestra las carencias del gueto y que estas no son muy distintas a las del resto de la población. Hace visible también la alienación en la que vivimos y nuestra inexperiencia en intervenciones fuera de los límites de nuestro propio gueto. Visibiliza al mismo tiempo nuestra falta de preparación para participar en un contexto en el que la recuperación no viene tanto de la mano de organizaciones izquierdistas tradicionales sino de un ciudadanismo abanderado por los movimientos sociales con los cuales todavía no hemos marcado las diferencias necesarias. La autocomplacencia con la que nos cocemos en nuestro propio ambiente se ha hecho evidente al ver como se ha reaccionado ante este acontecimiento sea como mano de obra, como espectador crítico o con confusión y descoloque.
Otras posibilidades con menos probabilidades de avance y aprendizaje pero no por ello deshechables serían tratar de, en las asambleas con un tamaño razonable, impulsar la intervención en asuntos que realmente tocan a la gente en su vida cotidiana. Se trataría de, alejándonos de las chorradas que se dicen en los manifiestos y puntos reivindicativos, y sometiendo a una crítica contínua los presupuestos ciudadanistas centrarnos en temas concretos y limitados. Así se podría tratar de parar desahucios y desalojos partiendo desde una perspectiva de lucha contra la mercancía y por la imposición de nuestras necesidades sobre su negocio. En la misma línea tratar de impedir los cortes de agua, luz o gas desde la lucha contra la mercantilización de los recursos básicos. Fomentar el saboteo masivo de máquinas expendedoras de billetes para defender la libre movilidad. Otra línea podría ser defenderse de la explotación contra las reformas laborales, de pensiones desde una posición de rechazo del trabajo asalariado que es la única coherente. Una más podría ser la lucha contra los planes urbanísticos desde una crítica del desarrollismo y el urbanismo como negocio y disciplina de control territorial de la población.
Soy un poco pesimista con las posibilidades de experimentar realmente estas otras vías en el momento actual visto el carácter cívico, domesticado y buenrrollista que se huele en la plaza del Ayuntamiento (de Valencia). Sin embargo si no es ahora tendrá que ser más adelante cuando debamos plantearnos como afrontar estos temas desarrollando al mismo tiempo un proyecto que nos permita superar el gueto político, a los movimientos sociales y a la izquierda en general.
Como complemento a esta aportación al debate y la reflexión incluyo un texto elaborado hace un tiempo acerca del gueto y sus límites titulado “Jugar con arena” con vistas a avanzar un poco en el debate sobre nuestros límites y necesidades.

Valencia, mayo del 2011

Jugar con arena

Un arenero infantil es, según la definición oficial (1), un recipiente de un área de juegos de niños que, delimitado por unos elementos de contención y relleno de arena o grava sirve para fomentar juegos. Extraoficialmente (2) es un área, acotada, donde los niños juegan seguros mientras los adultos continúan, sin ser molestados, con sus actividades habituales.
La escena que mejor resume, en mi opinión, al gueto del que hemos participado durante años es la siguiente: Un arenero infantil en el cual hemos construido castillos de arena adornados con múltiples símbolos (okupa, antifa…). La salida del arenero pasa por recorrer un laberinto del cual desconocemos la forma pero en el que no hay atajos. En el exterior, la izquierda y la derecha del capital se ocupan de sus asuntos sin ser molestados, de hecho, a veces nos utilizan como excusa o justificación en su propio interés.

Necesidad crítica al gueto

Cada vez que hemos intentado afrontar nuestras limitaciones de forma que pudiéramos intervenir de forma eficaz en nuestro entorno nos hemos perdido. Salir de este laberinto exige tomar conciencia de nuestra situación y hacer un esfuerzo de crítica. Una crítica que cuestione al gueto, del que formamos parte, pues es éste el que crea la ilusión falsa de intervención en lo social. La crítica deberá extenderse a cualquier otro espejismo que nos lleve a creer que avanzamos en nuestro proceso de liberación y que no se corresponda con lo que ocurre realmente.
Si se consiguen hacer visibles las dinámicas del gueto se podrá tomar la suficiente distancia respecto a ellas para poder comprenderlas y se abre la posibilidad de superarlas. Sino, estaremos condenados a vivir y ver a través de la traducción defectuosa que esta perspectiva nos aporta de lo que nos ocurre. Tendremos que ser capaces de observar “las gafas” del gueto para comprender la situación desenfocada en que nos encontramos.
Para poder superar el infantilismo que implica considerar al Estado, al Capital y a la izquierda como únicos responsables de nuestra historia y de nuestras limitaciones, hay que retejer los fragmentos de nuestra experiencia común, integrarlos entre si y en nosotros mismos. Esto también ayudará a comprender como hemos llegado a la situación actual. Relacionando las características actuales del gueto con el contexto de la izquierda y del modelo social en conjunto se puede conseguir una visión más completa de nuestra situación que nos ayude a superarla.

El gueto

Aunque el gueto es algo escurridizo conviene tratar de encontrar una definición, aunque sea temporal, para entendernos. Ahí va un intento: El gueto es una identidad de transición a la adultez de algunos sectores juveniles a los que, en un principio, les impulsa cierta inquietud por transformar radicalmente la realidad. Estos deseos de cambio acaban siendo neutralizados, una y otra vez, por la propia dinámica del gueto que fomenta el aislamiento y una visión distorsionada del contexto social.

Tratar de condensar lo que uno piensa que és el gueto en una o dos frases conlleva el riesgo de simplificarlo todo demasiado, perdiéndose, por el camino, aspectos importantes del asunto. Para intentar completar un poco esta definición se puede percibir el gueto desde tres planos: el de su estructura y componentes, el de la forma que toman las relaciones que se dan dentro del mismo (y con el exterior) y el de su evolución en el tiempo. Se puede hablar así de:
1)la estructura del gueto, como conjunto de personas, colectivos, ocupaciones, distribuidoras, medios de contra-información, eventos institucionalizados propios, bandas de rock-rap-loquesea…con sus características propias.
2)el efecto gueto, como una forma concreta de relacionarse con uno mismo y con el entorno caracterizada sobre todo por una mezcla residual de prácticas y teorías izquierdistas y del contexto social alienante y fragmentario (3) en que se nos desenvolvemos.
3)el ciclo gueto, sería el proceso evolutivo que hace que sectores juveniles de la extrema izquierda (LCR,MC,CNT,CGT) en un momento de conflictividad social baja y de crisis de sus organizaciones (a mediados de los años ’80) decidan reproducir aquí una versión del modelo de la autonomía italiana y alemana de los ’80. Un modelo que proyecta su atención hacia los propios sectores juveniles centrándose, en principio, en la insumisión, la ocupación y el antifascismo. Los temas irán cambiando con el tiempo pero la esencia y prácticas endogámicas no. Si el ciclo del gueto se caracteriza sobretodo por el proceso de repliegue, habría que incluir en él los “despliegues” que se han dado, o se han intentado dar, como la consolidación de los movimientos sociales, el llamado insurreccionalismo o nuestro propio intento de superarlo actual (sus causas desencadenantes, al menos).

Orígenes

Como se ha comentado mas arriba el gueto surge a partir de una crisis de la extrema izquierda a mediados de los ’80 (escisión CNT-CGT, derrota en el referéndum de la Otan, institucionalización de las asociaciones de vecinos, colectivos feministas y ecologistas…). Esta crisis hace que haya algunos sectores juveniles, del entorno de las organizaciones tradicionales, que deciden separarse de ellas. El carácter de esta separación será formal y precario. Será formal en el sentido de que se sigue actuando desde los mismos valores, visión del mundo, objetivos y hábitos pero con estructuras propias y una estética importada de los okupas de Alemania y Holanda. Su carácter precario se hará visible cada vez que se presenten cuestiones relacionadas con temas para los que “no se sienten preparados” o que no son los habituales de su práctica, entonces la separación se anula. O sea, que se sigue funcionando, de hecho, como las juventudes de la extrema izquierda, en sentido general.

Características y consecuencias

Si profundizamos en las características del gueto nos encontramos con que las tiene propias, otras compartidas con el resto de la izquierda y otras compartidas, también con el resto de la sociedad.
La seudo-intervención es un aspecto típico del gueto. Implica creer que se participa, hacer como que se hace, pero en realidad llevar adelante solo actividades endogámicas. La creencia en el éxito, dar por supuestas transformaciones que, presuntamente, se están logrando es solo una extensión del autoengaño anterior. Otra variante de la misma es la confusión entre objetivos y resultados, el creer que “lo estamos haciendo” sin tener en cuenta los resultados reales: cualquiera que cuestione el logro de objetivos es probable víctima de la propaganda oficial.
Otra de las características propias del gueto es la convicción de que, cambiando la propia conciencia, se está cambiando el mundo. Si creemos que la sociedad es una proyección de nuestro yo y que, si nos transformamos a nosotros mismos esta se transformará, olvidamos la importancia que tienen las estructuras de dominación y el carácter colectivo de cualquier transformación social. Lo colectivo y lo individual son aspectos interrelacionados e interactivos, pero nuestro peso en la evolución de los acontecimientos es muy limitado.
Las organizaciones clásicas de la extrema izquierda se organizan sobre la base de sus respectivas ideologías. En el gueto abunda, sin embargo, una visión fragmentaria e inconexa del mundo: la estética suele sustituir, en la mayor parte de los casos, a la ideología como elemento aglutinador, la superficialidad es su pegamento. Al obrerismo de la izquierda tradicional se le han añadido otros sujetos colectivos más acordes con los tiempos actuales: el gueto utiliza a presos, inmigrantes, precarios, vecinos, etc. como sujetos colectivos a “salvar”. Todo ello se suele hacer sin cuestionar la validez o eficacia del modelo obrerista. El vanguardismo típico de los grupúsculos de izquierdas se ha mantenido, si bien tiene un carácter más individual hoy, el sentimiento de superioridad típico del gueto es una buena muestra de ello. El sectarismo y la competencia propios de las organizaciones de izquierda han dado paso al individualismo típico del contexto actual que intensifica el aislamiento en el que nos movemos. En la organización tradicional la autocrítica era la antesala de la expulsión disciplinaria o la escisión. Hoy, sin embargo, la autocrítica está mal vista en el sentido de ser agresiva, hostil y aguafiestas: así se tratan de neutralizar sus efectos.
Los cambios en el contexto social en que se desarrolla el gueto hacen que algunas de sus características sean comunes a las del resto de la sociedad. Los ciclos de negocio capitalista se han hecho cada vez mas cortos, las empresas aparecen y desaparecen, los sectores de interés cambian, etc. Esto ha generado una cultura cortoplacista que se ha extendido a todos los ámbitos de la sociedad y de nuestra vida. El inmediatismo se impone. Lo que no satisface a corto plazo se deshecha, quién se queda parado no sale en la foto. Las consecuencias de esta cultura de la mutación permanente hacen que tengamos dificultades para mantener compromisos duraderos y que se extienda la desconfianza respecto a la lealtad en otros o en nosotros mismos. Las relaciones, el pensamiento y las dinámicas tienden a hacerse cada vez mas superficiales, si uno se deja llevar.
El cambio permanente, entendido como una necesidad para mantenerse conectados a la sociedad, genera incertidumbre y esto tiene consecuencias en nuestra capacidad para prever y desarrollar proyectos con un mínimo de continuidad. La incertidumbre permanente contribuye a la confusión que supone creer que se evoluciona, que se avanza, cuando en realidad estamos atrapados como ratones en su noria. Así desarrollamos una tendencia a la ambigüedad, a no pringarnos demasiado, como mecanismo defensivo ante posibles cambios en el escenario en que nos movemos.
Creer que nada tiene continuidad dificulta nuestra capacidad para desarrollar una conciencia propia y la determinación necesarias para autogestionar nuestras vidas. Al tener dificultades para tomar conciencia de nuestras necesidades se hace aun más difícil desarrollarnos como individuos autónomos, se fomenta un vacío interior que nos lleva a aferrarnos a las identidades que tenemos asignadas en la sociedad y en nuestro entorno cercano, el gueto por ejemplo.
Las empresas, en los últimos años, han cambiado. Las necesidades del mercado y de la competencia han hecho que la estructura empresarial se reorganice de arriba hacia abajo. De la estructura jerárquica clásica se ha pasado a una estructura en red, con nódulos o islas vinculados por relaciones de dominación. Esto permite a las cúpulas empresariales ejercer su poder y hacer los cambios que quieran en partes de la empresa sin asumir responsabilidades por las consecuencias: los choques se dan en los niveles inferiores de la jerarquía y todos tratan de escurrir el bulto, pasándose la patata caliente de la responsabilidad de unos a otros. La cultura que rezuma de esta forma de organización provoca un repliegue de los individuos hacia identidades, reales o ficticias, más cercanas: guetos, la vida familiar, etc. Así mismo se fortalece la cultura organizativa de la delegación y se tiende a usar esas comunidades para diluir la propia responsabilidad.
La sustitución de la industria por el comercio y la hostelería como sectores laborales mayoritarios ha hecho que un tipo concreto de cordialidad invada nuestras formas de relación. Es el tipo de cordialidad forzada del camarero, su sonrisa y su aparente saber escuchar que ocultan las relaciones de dominación que se ejercen entre empresario, cliente y trabajador. Nuestras formas de relación, impregnadas de este tipo concreto de cordialidad, este buenrollismo, huyen del conflicto, prefieren el lenguaje vacío, los clichés o la ideología antes que asumir los riesgos que supone tener un pensamiento propio, exponerlo y ser consecuente con él. La hostilidad o la cerrazón también sirven a veces como recubrimiento para lo que acabo de describir pero, creo, que es más común en nuestro entorno la máscara sonriente. La incomunicación que esto provoca anima el individualismo del “sálvese quien pueda”.
El desarrollo inicial del capitalismo se produjo al tiempo que el de la ilustración burguesa. Ambos impulsaron la idea de la razón analítica como guía de todo acto humano. Simultáneamente fomentaron la separación de la colectividad respecto a la naturaleza., la idea de que estamos orgánicamente ligados a la misma es un obstáculo para el negocio. El entorno natural se convirtió en algo separado que está ahí para ser usado. La ciencia se convirtió en verdad única rectora del proceso de explotación del ecosistema y las personas. La última broma del capitalismo moderno es su supuesta conciencia ecológica, que pretende hacer negocio con todo lo “verde”, sin renunciar a continuar con la destrucción del ecosistema.
La idea que tiene una sociedad de la naturaleza determina la manera en que los individuos nos relacionamos con nuestros impulsos inconscientes, nuestro cuerpo y el entorno social. Una consecuencia de la alineación respecto al entorno natural es tener dificultades para distinguir nuestros propios impulsos y necesidades reales de las que nos cuela la publicidad o la normativa social. La tendencia a dejarnos manipular y a manipular que se da entre nosotros es otra de esas consecuencias
La progresiva integración de las nuevas tecnologías tanto en el mundo laboral como en nuestras rutinas extralaborales han hecho que se empobrezcan conocimientos y habilidades básicos que, en otras épocas, permitían una mayor autonomía. La ola tecnológica nos arrastra, si no le oponemos resistencia, a convertirnos en espectadores aislados e impotentes de nuestras propias vidas. El ciber-activismo como forma de pseudo-intervención es una consecuencia más de esta transformación.
La perspectiva actual de la izquierda y del gueto se ajusta a las condiciones psicológicas apropiadas para el trabajo temporal en empresas flexibles y en condiciones de riesgo constante: un yo maleable cuyos fragmentos dispersos se pueden ajustar y reajustar a las necesidades cambiantes del capitalismo y del poder.

Alienación y fragmentación

Si se admite la sospecha de que muchas de las dificultades a las que nos enfrentamos están relacionadas con la separación, con la alienación, entonces convendría examinar un poco este término. En la génesis de alienación podemos encontrar pistas sobre su evolución posterior e implicaciones actuales. Desde sus comienzos está ligada a aspectos religiosos. En la Edad media se usaba para hablar del abandono de atributos divinos cuando el dios se encarnaba, también para señalar la separación del pecador respecto al dios y, en otras ocasiones con esta expresión se referían al alejamiento del espíritu respecto del cuerpo en momentos de éxtasis religioso.
Rousseau habla de alienación en dos sentidos, como alejamiento del hombre respecto de la naturaleza y como transferencia de autoridad, a través del contrato social, a las instituciones. Hegel recoge este sentido jurídico de la palabra y también el del espíritu que, al hacerse material, se despoja de su divinidad y el del pecador que, con sus actos, se aleja de su misma esencia. Con el desarrollo de la teoría revolucionaria moderna (socialista, comunista, anarquista…) el concepto adquiere un carácter social e histórico. A partir de ése momento, desde los sectores interesados en la transformación de la sociedad, se entiende que la alienación es producto de una forma de relación social determinada. Una manera de relacionarse establecida por el modelo de sociedad vigente. Es mas, para muchos, constituye la esencia misma sobre la que se perpetúa el sistema y, no se puede pensar en cuestionarlo sin, al mismo tiempo, poner en cuestión esa forma de relación social.
La alienación respecto del entorno natural, de la colectividad y de uno mismo se da en distintas épocas con distinta intensidad. Pero el capitalismo, por sus mismas características, necesita de estas separaciones para reproducirse convirtiendo nuestra actividad y a nosotros mismos también, en mercancías. Del conflicto de nuestros deseos, necesidades y miedos más profundos con las leyes, normas y valores dominantes surge la neurosis. La sociedad capitalista es, en este sentido, una industria de producción en masa de neurosis de distintos tipos.
Solemos percibir el entorno natural como una fuente de materias primas a explotar, un jardín botánico grande en el que investigar y experimentar o un parque temático verde por el que perdernos, pero pocas veces sentimos que formamos parte de él y que él forma parte de nosotros de forma orgánica. El ecosistema se convierte, así, en una cosa gestionada por unos pocos para su propio beneficio pero, las consecuencias, las sufrimos el resto. Lo mismo pasa con la facultad para decidir bajo qué normas se rige la convivencia en sociedad que queda monopolizada por las instituciones políticas. El trabajo asalariado, por su parte, institucionaliza nuestra separación respecto del producto de la propia actividad, respecto del proceso mismo y respecto de nuestras propias necesidades creativas. La salud, las relaciones personales, la cultura… los múltiples aspectos de la alienación abarcan todos los ámbitos de nuestra vida. El desarrollo de esta secuencia de separaciones culmina con la alienación respecto a uno mismo. La necesidad de adaptación a las exigencias del sistema hace que acabemos identificándonos, exclusivamente, con nuestra máscara social, necesaria para la supervivencia, pero que, sin embargo, no representa más que a una parte de nosotros mismos. Con ello se genera un vacío interior, se aniquila la propia vida y nos convertimos en personajes huecos en busca de guión. La despersonalización, en ése momento, queda consumada.
Dependiendo de la época y el sitio se desarrollan más unas formas de alienación que otras. Con ellas, asociadas, se reproducen determinados tipos de neurosis colectivas. Esto no se contradice, sin embargo, con la existencia de neurosis individuales variadas en un mismo contexto, sencillamente unas se confirman a otras y se refinan entre si.
En la antigüedad el poder de la casta de guerreros y del clero se apoyaba en la apropiación, por estos sectores, de la administración de la sociedad y de la visión del mundo y su gestión en régimen de monopolio. El resto, al ser desposeídos, alienados, de esos aspectos de la realidad se vieron simultáneamente sometidos a sus decisiones. De ahí se puede deducir que todo sistema de dominación tiene como componente necesario la alienación. Eso no significa, sin embargo, que esta no se transforme con el tiempo.
Las formas actuales de alienación se desarrollaron a la par que el modelo social vigente. Las necesidades del capitalismo industrial-mercantil emergente entre los siglos XV y XVII hicieron surgir las creencias y formas culturales necesarias para su asentamiento y extensión. El protestantismo y el renacimiento fueron algunas de las más importantes. En 1619 René Descartes tuvo una visión mística según la cual el alma y el cuerpo eran realidades distintas y separables. Esta iluminación repentina proyecta sus sombras hasta nuestros días: una visión escindida que genera realidades divididas en todos los aspectos del vivir. Las emociones y la razón son separadas en un proceso que es impulsado y, a la vez impulsa, la alienación respecto de la naturaleza y la comunidad. La sociedad capitalista se desarrolla al mismo tiempo que la ciencia desplaza a la poesía al ámbito de lo artístico o lo personal. En esta época se construyen muchos internados donde una sociedad cada vez más obsesionada con el control y la acumulación ira encerrando a los que no encajan con su visión racionalista del progreso: vagabundos, rebeldes, locos, prostitutas, etc.
La imposición del modelo industrial-mercantil implicó el aceleramiento exponencial de las tendencias alienantes que desembocan en la situación actual. La estructura de carácter (4) construida sobre esta base nos hace más difícil ser conscientes de nuestros propios intereses. El miedo a la libertad, la necesidad obsesiva de orden, el temor a tener que pensar y decidir o la ansiedad frente al placer auténtico se mantienen ocultos a nuestra percepción. La propaganda del sistema cae entonces en terreno fértil mientras que las teorías y prácticas revolucionarias son desplazadas a un lugar marginal. Quienes no están dispuestos a entregarse se verán enfrentados con un tipo de neurosis concreta, síntoma de la lucha interna que se da en quien pretende la liberación que no llega y se niega a aceptar la neurosis colectiva socialmente impuesta.
Hay quien ha definido la situación actual como de anomia. Esta es descrita como un estado en el que se da un desfase entre metas y medios institucionalmente permitidos para desenvolverse. Dicho desfase conlleva una quiebra en el sistema de valores socialmente aceptados lo que convierte a la comunidad en una masa amorfa y maleable.
En este contexto empiezan, ya en los inicios del capitalismo, a surgir varias cuestiones. Si el modelo social conlleva la alienación individual y colectiva eso implicaría que este sistema nos convierte en seres enajenados. Entonces quienes quieren transformar la sociedad no deberían dejar la salud en manos exclusivas de especialistas pues esto implicaría arriesgarse a perpetuar las condiciones que provocan el problema. De la misma manera, es difícil enfrentarse a las estructuras de poder partiendo de la enajenación total, luego las luchas deberían integrar los aspectos separados para ser realmente transformadoras. Esta integración tendría que abarcar al entorno natural, a la comunidad, las emociones, deseos y miedos… todo engarzado en una conciencia unitaria que se traduzca en una práctica coherente.
Algunos de quienes se han interesado por la alienación del individuo han priorizado los aspectos sociales o otros los personales de cara a la transformación de las relaciones entre individuos o de estos consigo mismos. Sin embargo la situación actual muestra que la elección no puede ser entre sociedad liberada o individuos sanos. El proceso debe ser simultáneo y dialéctico. La elección real es entre individuos sometidos y enajenados en una sociedad anómica o la lucha contra la opresión, la explotación y la alienación por una comunidad de individuos libres y autodeterminados.
Las formas de relacionarse con la realidad surgidas del dualismo cartesiano son modos particulares de ver el mundo y de vivir fragmentarios y alienantes. Por eso la lógica occidental tiene tantas dificultades para comprender la estructura y el funcionamiento de procesos no mecánicos. El modo lineal de conocimiento establece solo una o dos relaciones entre aspectos de una realidad que es compleja, es el modo que corresponde a la cadena de montaje. Este método esta ideado para la producción capitalista y el control social. La “herramienta” de comprensión no está diseñada para lo que buscamos. A través del método analítico-racional se puede entender parte de lo que ocurre a nuestro alrededor. Hay otros aspectos de la realidad que necesitan, por ejemplo, mayor presencia de las metáforas, de las expresiones de creatividad o de la comunicación no verbal para ser transmitidas porque éstas se adaptan mejor al contexto en que se dan. El conjunto del proceso de comprensión y comunicación debería, en alguna de sus fases, ser integrado en su área de intersección: nosotros mismos y nuestra experiencia cotidiana.
No hay fenómenos socio-económicos o psicológicos aislados y tampoco hay deseos o temores que se puedan separar del contexto que los provoca. La comprensión de estos procesos pasa por encontrar las relaciones que mantienen entre si sin confundirlos. Si no se hace esto se corre el riesgo de desarrollar formas de conocimiento sin vida, prácticas forenses. El lenguaje fascista, el estalinista o el publicitario son buenos ejemplos de éstas prácticas. Los tres tienen en común ser formas acentuadas de comunicación alienada que crean modos de percepción fragmentaria. En ellos se parte de una lógica mecanicista y determinista y se salta, a continuación, a remover los deseos ocultos, las angustias y las necesidades insatisfechas del receptor con el objetivo de dominarlo. En estos “idiomas” no hay síntesis ni integración armónica entre las distintas facetas de la realidad, solo hay manipulación. Los publicistas son junto con los intelectuales, los artistas o los científicos los encargados de diseñar las visiones del mundo socialmente aceptadas. Son los creadores de sentido, del marco cultural y de valores en que nos desenvolvemos. Tratar de conseguir una perspectiva global e integrada de lo que acontece implica recuperar esta parte secuestrada del conocimiento..
Una percepción descompuesta del entorno genera una práctica parcial, restringida y estreñida. Ésta, a su vez, realimenta a la primera. Teniendo esto en cuenta se entiende, por ejemplo, que luchas que tienen mucho en común no consigan reforzarse mutuamente. También se comprende mejor que individuos con intereses comunes tengan dificultades para comprenderse y solidarizarse entre si. Toda lucha nace, en principio, de un conflicto parcial, lo que obstaculiza sus vínculos con otras y con la totalidad es la alienación en la que viven sus protagonistas y la fragmentación de sus perspectivas. Estas circunstancias que son comunes a toda la sociedad, incluido el gueto, solo podrían superarse encontrando las maneras de superar las divisiones. Hay que excavar túneles y tender puentes que relacionen distintas parcelas de realidad y cada una con el conjunto. Esto no es ninguna novedad, a cada forma de dominación ha correspondido una oposición tanto teórica como práctica. Un paso necesario para tratar de superar el escenario actual pasa por revisar estas experiencias de lucha, en su relación con la alienación y la fragmentación, en sus fortalezas y debilidades.

La crítica

La crítica debe ser a fondo porque sino nos arriesgamos a que la dinámica del gueto (como la de la sociedad en general) acostumbrada a perpetuarse a costa de absorber, sin digerir, todo cuestionamiento, nos impida superar sus límites. Un ejemplo posible de esto podría ser la implantación de una moda “antigueto” como última tendencia guay que reprodujese las características típicas del gueto (delegación, el aislamiento, la superficialidad, etc.) pero que etiquetase como “gueto” todo aquello que “no mola”. Otro ejemplo podría ser quedarnos atrapados en la critica al gueto como una forma inconsciente de resistencia a superarlo: hay que hacerlo visible, si, pero para que éste deje de influir de forma subterránea o a la vista en nuestra práctica cotidiana. En línea con lo anterior se podría encasquillar la crítica en un ataque al gueto como algo externo, un chivo expiatorio que nos impidiese comprender hasta que punto marca nuestra dinámica.
Se puede dar que, por el efecto péndulo típico de la deriva del gueto, nos quedemos atrapados en falsos contrarios a lo que criticamos: lo cerrado frente a lo público, la impulsividad frente al buenrrollismo, etc.
La crítica al gueto se ha usado, en alguna de las pocas ocasiones que se ha hecho pública, para justificar la propia integración en las normas sociales, para dar el salto a organizaciones izquierdistas clásicas y también para justificar el propio aislamiento (no afrontando los problemas de comunicación). Creo que el valor de un trabajo crítico sobre el gueto dependerá, en gran parte, de la intención con la que se haga. Será el contexto, la propuesta positiva que lo acompañe, la que servirá para entender desde donde (y para qué) realmente se hace la crítica. Señalar los peligros de una crítica insuficiente es solo una razón más para creer en la necesidad urgente de comenzarla.

Conclusiones

El gueto funciona como un arenero infantil de la izquierda del capital. Esa izquierda, que reproduce hoy la estructura del lobby, la franquicia y una institución oficial cualquiera, no va a oponerse realmente al capitalismo. Desde sus planteamientos y su práctica solo podemos reforzar el sistema. La crítica teórica y práctica del capitalismo debería, creo yo, partir de la crítica al gueto, base de la crítica a la izquierda y al sistema en su conjunto. Esta crítica debe, en su proceso, tratar de superar lo criticado, o sea, intentar no reproducir los hábitos y limitaciones que pone en cuestión.
Las transformaciones del capitalismo definen las condiciones en que se reproduce el gueto, la izquierda y la sociedad en general. Estas condiciones son, principalmente, la alienación y la fragmentación.
Si queremos aprovechar, de alguna manera, las posibilidades que se dan en nuestro medio de intervenir en sentido revolucionario, debemos explorar como salir de este arenero. Deberemos recorrer el laberinto que nos separa del entorno, dejando atrás identidades y construcciones imaginarias. Deberemos plantearnos como superar la alienación y la fragmentación que nos convierten en títeres de los intereses del capitalismo.

Valencia , marzo del 2011

(1)- La norma NTJ 09S: 1998 “Areneros en áreas de juegos” y la NTJ 13R: 1998 “Higiene de los areneros en áreas de juegos infantiles”.
(2)- Michael Marien “La transformación como el Síndrome del Arenero” (1983).
(3)- Sobre estos dos conceptos se habla mas abajo.
(4)- Aquí sigo la definición de carácter que hace Richard Sennett en su libro “La corrosión del carácter”.

[Barcelona] 15-M: el peligro ciudadanista

Intervención de Manuel Delgado en la acampada del movimiento 15M en la plaça de Catalunya de Barcelona, la mañana del 20 de mayo de 2011

Todo el mundo parece interesado en esclarecer qué tipo de fenómeno se está produciendo estos días en las ciudades españolas, en plazas como estas, en las que personas como nosotros expresamos nuestro descontento ante la situación que padecemos. Me gustaría profundamente decir y creer que estamos ante un movimiento cuya característica principal, y la fuente de la inquietud que parece generar, tiene que ver con la dificultad a la hora de someterlo a una tipificación clara, resultado de su renuncia a los principios de identidad e identificación propios de un sistema que exige que sus interlocutores se presenten siempre como instancias orgánicas inconfundibles con las que se posible negociar. Un poco, si se me permite, a la manera de aquella canción de La Polla Records que seguro que muchos conocéis: “¡No somos nada! / ¡No somos nada! / Quieres identificarnos, tienes un problema”. Pero eso es lo que me gustaría pensar y decir, pero no estoy seguro de poder hacerlo sin sentir que estoy haciéndoos una concesión injusta, cuyo objetivo sería sólo el de obtener vuestro aplauso.

En realidad, lo que pienso –y temo– es que esta movilización se pueda homologar como un episodio más de lo que podríamos llamar el movimientismo ciudadanista. El ciudadanismo es la ideología que ha venido a administrar y atemperar los restos del izquierdismo de clase media, pero también de buena parte de lo que ha sobrevivido del movimiento obrero. El ciudadanismo se concreta en un conjunto de movimientos de reforma ética del capitalismo, que aspiran a aliviar sus efectos mediante una agudización de los valores democráticos abstractos y un aumento en las competencias estatales que la hagan posible, entendiendo de algún modo que la explotación, la exclusión y el abuso no son factores estructurantes, sino meros accidentes o contingencias de un sistema de dominación al que se cree posible mejorar moralmente. El ciudadanismo no impugna el capitalismo, sino sus “excesos” y su carencia de escrúpulos,

El ciudadanismo suele concretarse en movilizaciones masivas destinadas a denunciar determinadas situaciones consideradas injustas, pero sobre todo inmorales, y lo hace proponiendo estructuras de acción y organización lábiles, basadas en sentimientos colectivos mucho más que en ideas, con un énfasis especial en la dimensión performativa y con frecuencia “artística” o festiva. Prescindiendo de cualquier referencia a la clase social como criterio clasificatorio, remite en todo momento a un difusa ecumene de individuos a los que unen no sus intereses, sino sus juicios morales de condena o aprobación.

Los movimientos sociales ciudadanistas no dejan de ser revitalizaciones del viejo humanismo subjetivista, pero aportan como relativa novedad su predilección un circunstancialismo militante, ejercido por individuos o colectivos que se reúnen y actúan al servicio de causas muy concretas, en momentos puntuales y en escenarios específicos, renunciando a toda organicidad o estructuración duraderas, a toda adscripción doctrinal clara y a cualquier cosa que se parezca a un proyecto de transformación o emancipación social que vaya más allá de un vitalismo más bien borroso, acuerdo de heterogeneidades inconmensurables que, no obstante, asumen articulaciones cooperativas momentáneas en aras a la consecución de objetivos compartidos.

Esas formas de movilización prefieren modalidades no convencionales y espontáneas de activismo, protagonizadas por individuos conscientes y motivados, pero desafiliados, que viven la ilusión de que han podido escapar por unos momentos de sus raíces estructurales, desvinculados de las instituciones, que renuncian o reniegan de cualquier cosa que se parezca a un encuadramiento organizativo o doctrinal, que proceden y regresan luego a una especie de nada aestructuda y que se prestan por unos días u horas como elementos primarios de uniones volátiles, pero potentes, basadas en una mezcla efervescente de emoción, impaciencia y convicción, sin banderas, sin himnos, sin líderes, sin centro, movilizaciones alternativas sin alternativas que se fundan en principios abstractos de índole esencialmente moral y para las que la conceptualización de lo colectivo es complicada, cuando no imposible.

No sé si será casual que una de las figuras predilectas para ese individualismo comunitarista o de ese comunitarismo individualista, basado en la sintonía sobrevenida entre sujetos, sea la de la red. Entonces uno piensa en las virtudes de internet y las formas de sociabilidad que propicia, paradigma de relación reticular, paraíso donde se ha podido hacer palpable por fin la utopía de una sociedad de individuos desanclados y sin cuerpo, en un universo de instantaneidades, una solidaridad empática basada en el diálogo y el acuerdo sincrónico entre personas individuales con un alto nivel de exigencia ética consigo mismas y con el mundo.
Entre otros efectos, este tipo de concepciones de la acción política al margen de la política se traduce en la institucionalización de la asamblea como instrumento por antonomasia de y para los acuerdos entre individuos que no aceptan ser representados por nada ni por nadie. Esta forma radical de parlamentarismo se conforma como órgano inorgánico cuyos componentes se pasan el tiempo negociando y discutiendo entre sí, pero que tienen graves dificultades con negociar o discutir con cualquier instancia exterior, porque en realidad no tienen nada que ofrecer que no sea su autenticidad comunitaria y que es más intralocutora que interlocutora.

El activismo de este tipo de movimientos se expresa de modo análogo: generación de pequeñas o grandes burbujas de lucidez e impaciencia colectivas, que operan como espasmos en relación y contra determinadas circunstancias consideradas inaceptables, iniciativas de apropiación del espacio público que pueden ser especialmente espectaculares, que ponen el acento en la creatividad y que toman prestados elementos procedentes de la fiesta popular o de la performance artística. Se trata, por tanto, de movilizaciones derivadas de campañas específicas, para las que pueden establecerse mecanismos e instancias de coordinación provisionales que se desactivan después…, hasta la próxima oportunidad en la que nuevas coordenadas y asuntos las vuelvan a generar poco menos que de la nada. Cada oportunidad movilizadora instaura así una verdad comunicacional intensamente vivida, una exaltación en la pesadilla de las relaciones de producción, las dependencias familiares o de los servilismos estructurales que conforman nuestra realidad se han desvanecido por unos momentos o incluso días.

Se genera así, durante el lapso en que la movilización se producem una especie de refugio en que vivir una emancipación en última instancia ilusoria de la gravitación de las clases y los enclasamientos, una victoria momentánea de la realidad como construcción interpersonal sobre lo real como experiencia objetiva del mundo.

Lo que intenté en mi intervención es advertir del peligro de que, en efecto, la gran movilización en marcha estos días devenga un ejemplo de este tipo de grandes convulsiones colectivas inspiradas y orientadas por lo que en la práctica puede ser una mera crítica ética del orden económico y político que padecemos, estructurado vagamente en torno a una no menos vaga denuncia de una entidad abstracta, casi metafísica, que es “el sistema”. En Barcelona hemos conocido varios ejemplos de este tipo de movilización tan potente como efímera, que se han desvanecido en la nada en cuanto los medios de comunicación han dejado de atender el colorista espectáculo que deparaban. Desde luego el movimiento contra la guerra de Irak en el 2003 sería un paradigma de ello, pero también lo serían las movilizaciones estudiantiles contra el plan Bolonia en marzo de 2009, que alcanzaron puntas importantes de dramatismo social, pero que, al cabo de unas semanas de su algidez en el desalojo del rectorado de la Universitat de Barcelona, se extinguieron sin dejar tras de sí otra cosa que un vacio y una inanidad de la que todavía somos víctimas en las universidades catalanas.

Así pues se plantea como urgente la cuestión de qué hacer cuanto la intensidad de la emoción colectiva que nos reúne ahora y aquí se vaya amortiguando y cuando –y no quepa duda de que esto ocurrirá dentro de unos días– los medios de comunicación dejen de considerarnos “interesantes” y los políticos de expresar una cierta simpatía y comprensión ante el malestar que nos congrega esta mañana aquí. Es la discusión política y la imaginación colectiva a las que, estos días y en esta y otras plazas, les corresponde concebir y organizar un camino que convierta este escándalo ante lo real en energía histórica.

[Sol | Madrid] Más indignación y menos circo. Autocrítica sobre acampada en Sol]

Por favor, no perdamos el Norte. La gente llenó esta plaza para luchar contra un régimen putrefacto, no para aprender a tocar la guitarra o a confeccionar disfraces.

Escribo esto no como reproche sino como autocrítica constructiva y llamada de atención. El movimiento 15M, a fuerza de sacrificios y esfuerzos ha conseguido un éxito sin precedentes y demostrado una capacidad de organización técnica impresionante. Por eso mismo no podemos desaprovechar ese éxito y esa energía, y creo que lo estamos haciendo. Esto está escrito en Madrid, pero sé que vale también para, al menos, varias de las acampadas de otras ciudades.

Tras los palos y detenciones del día 15 y el desalojo del día 16, miles y miles de personas sin experiencia militante inundaron Sol. Reocuparon la plaza más emblemática de España desobedeciendo las leyes del Estado, invadieron Sol para volcar su rabia, su indignación y su odio contra un régimen mafioso de políticos y banqueros.

El régimen ya no podía, ni puede, aplastarnos por la fuerza pues los disturbios serían monumentales y desastrosos para un gobierno en crisis como este. Además, en esta situación la represión haría crecer exponencialmente el movimiento. El enemigo estaba a la defensiva, desbordado y a verlas venir. Su única opción era y es apaciguarnos con mano izquierda, contenernos, entretenernos, influirnos jugando a poli malo poli bueno, hacer que seamos nosotros mismos los que abandonemos “su” plaza y que encima creamos que la decisión es nuestra. No pueden destruirnos a palos, pero ven que pueden influirnos para que nos volvamos inofensivos.

¿Y qué hacemos nosotros? ¿Qué hemos hecho para aprovechar esa enorme fuerza, esa inmensa rabia rebelde de decenas de miles de personas dispuestas a acudir a Sol a desafiar ilegalizaciones y ultimátums? ¿Hemos quizás amagado con ocupar el Banco de España que está a 3 minutos andando de Sol, o la sede de la Telefónica a dos calles de distancia, o ir en masa a gritar un poco frente a La Moncloa, todo recto por Gran Vía y Princesa para arriba? No. Hemos creado mil y una comisiones y subcomisiones. Talleres artísticos, recitales, abrazos gratis y consejos para encontrarte a ti mismo. Hoy Martes 24 de Mayo por la mañana entro en la web para ver horarios de asambleas y comisiones del día y no encuentro nada de eso, en su lugar encuentro los horarios para la performance de embarazadas, para la reunión de clowns y el taller de hornos solares. ¿Perdona? Todas esas cosas pueden estar bien, pero no tocan ahora. Para nada. Ahora toca luchar y no malgastar la fuerza acumulada. Lo de días pasados fue una insurrección y es un error el encauzar y domesticar esa energía transformadora en simples actividades que puedes encontrar en cualquier centro municipal. Lo que no pudo hacer la policía y el gobierno podemos estar haciéndolo nosotros, quiero pensar que inconscientemente: matar la revuelta, dormirla, aburrirla, dispersarla, en definitiva hacerla inofensiva para el régimen.

El Gobierno nacional, tras vender su alma a la banca, está más débil que nunca, inmerso en una enorme crisis política, con rencillas internas y con una enorme presión dentro del propio régimen para que dimita. Al mismo tiempo, la energía popular, el espíritu rebelde de la gente, el odio y el desprecio hacia banqueros y políticos está en su nivel más alto desde hace muchos años. Es momento de ser audaces y de ir para adelante, la situación nos permite mucho margen para atacar, para forzar, para presionar. Tenemos la carta ya ganada de la fuerza simbólica y física de la Puerta del Sol y del resto de plazas del país, no la perdamos, usémosla para atacar, para ganar, no para pasar un buen rato viendo el circo.

PD. Por cierto, no olvidemos a los detenidos. ¿Qué es eso de que una comisión ha entablado conversaciones con altos cargos de la Delegación de Gobierno sobre la continuidad de la acampada, cuando hay 24 compañeras y compañeros detenidos y apaleados bajo acusaciones falsas? Primero que retiren los cargos de los compañeros, luego a lo mejor les dejamos sentarse bajo una carpa a que nos cuenten, con luz y taquígrafos, de qué van. Son profesionales de la mentira, el paternalismo y la amenaza mafiosa, no podemos dejar que dos chavales recién salidos de la facultad negocien nada en privado con esa gente.

[Estat espanyol] ATTAC vol rendabilitzar les acampades

Acaparadors de portades a premsa, manipuladors de la realitat, ideòlegs de l’espectacle, censors de la plaça de València, repressors i autodenominades autoritats a la “SpanishRevolution” de València, agressors en grup que han portat a la detenció de persones en les rodalies de la plaça, reformistes concienciats, ací teniu dos exemples de eixos supossats agents aïllats que no tenen res a vore amb l’organització i l’assemblea de coordinadores de la plaça diu no tolerar:

El que ix al principi parlant amb el micro, autoproclamat heroi de l’acampada, es dedica a “hacer historia, és qui va penjar l’event al feisbuc.
Dialéctica pròpia de polític i recuperador, un plaer parlar en d’ell i el seu ego.

Protagonista de diferents enfrontaments a la plaça amb gent que expressava la seua opinió política en un supossat espai de pluralitat, encara que només té cabuda el seu discurs de reformisme de la llei electoral. Exercici de repressió censora digne de “Rebel·lió en la granja”.

Sembla que el documental que s’està gravant amb el nom “diario de una acampada” també és a càrrec de ATTAC TV.

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Los lemas que lucen en la entrada del metro de Sol son muy conocidos para históricos activistas como Ricardo García Zaldívar, de 65 años, presidente de Attac España. Su organización ha estado apoyando las ideas contra el neoliberalismo que inundan las pancartas. “Es un movimiento espontáneo, pero que estábamos esperando debido a la marginación de los problemas reales. Se sublevan contra Wall Street y piden que los banqueros vayan a la cárcel. Eso es Attac puro“, explica García Zaldívar.

Llegeix la resta de l’article en Púbico

[València] Carta al Movimiento Libertario de Valencia sobre las Movilizaciones del 15-M

Esencialmente tímidos, se asocian con otros como ellos mismos con el conocimiento tácito de que nadie medirá las opiniones de los demás ni actuará contra prácticamente ningún estándar de inteligencia crítica; que ninguno de su o sus logros individuales estará muy por encima del nivel prevaleciente; y, sobre todo, que nadie desafiará las contraseñas de la ideología anarquista.

Bob Black

Desde hace ya más de una semana, como todxs sabremos se está llevando a cabo un movimiento asambleario y horizontal de masas. Este movimiento está dotado de una larga lista de ideas, las cuales no están todas reflejadas en los manifiestos escritos por la organización, lo cual puede dar lugar a muchas confusiones, pensando que este movimiento, es en exclusiva un movimiento social-demócrata, que tan solo busca, perpetuar el capitalismo y mejorar el actual estado de bienestar en el que vivimos. Pese a que esa es la idea que han plasmado en sus comunicados, que la prensa ha difundido, no es la auténtica idea imperante en la Plaza del quince de Mayo. Podemos ver más gente que no solo se queda en eso, que esta en contra del autoritarismo que se está llevando desde las comisiones dominantes y que busca más allá, y de verdad están trabajando en ello. Son gente que, sin saberlo, están llevando un comportamiento más libertario que muchas de las actitudes que se pueden haber visto en centros sociales más puristas. Que la gente no adopte completamente nuestra forma de pensar y actuar es completamente normal y saludable, adaptarnos a ello y saber lidiar con el mundo real puede aportarnos mucho más que años de inercias vacías. Sabemos que en una asamblea también puede existir autoritarismo, manipulación, fenómenos de masas, etc. precisamente la presencia antiautoritaria se hace más necesaria en este tipo de movilizaciones que en los centros sociales.

La diferencia entre adaptarse mediante la teoría y la imposición de una ideología se muestra aquí muy clara. Es la eterna dicotomía entre rehuir lo que nos genera problemas (dificultad de llevar a cabo asambleas con gente que no está acostumbrada, tener que argumentar continuamente contra la ley electoral y el estado del bienestar, etc.) y adaptarse a ello para seguir avanzando como individuos que buscan un desarrollo personal y como movimiento que busca una transformación social. Lxs que buscaban una tribu urbana pueden irse con la palabraría y la estética bien lejos de la lucha. Lxs que pensaban que esto se limitaba exclusivamente a los grupos de afinidad no entienden que las herramientas son miles y lxs individuos que las usan, otrxs tantxs.

Muchxs de nosotrxs siempre hemos estado a favor de la autorganización de los seres humanos, de la autogestión y autonomía de dichas asambleas de cualquier órgano partidista y sindical, esta acampada es un claro ejemplo de ello, el cual pensamos ha sido prejuzgado y abandonado de lado con una idea derrotista, y por lo cual inmovilista, en la cual parece que pretendamos que la chispa revolucionaria salga de la nada, y este dotada espontáneamente de las estructuras organizativas en las cuales nos sintamos a gusto. No podemos dejar de lado este movimiento que, ciertamente esta vacío una de idea homogénea sobre los caminos a tomar, pero pensamos que el hecho de que las personas que lo componen, se autoorganizen por sí mismxs ya es un gran paso tomado, en el cual tenemos que involucrarnos para ayudar a mejorarlo. Por supuesto, no debemos de caer en las tácticas de partidos políticos, de ir allí a imponer nuestras ideas, si no de dotar a las asambleas de una auténtica funcionalidad de democracia directa, a través de nuestra experiencia en los diversos movimientos sociales, y conseguir que el movimiento se acerque a dichos movimientos.

Desde hace varios días, se están llevando a cabo debates espontáneos sobre temas como, estructuras de poder dentro de las asambleas, soberanía alimentaria, asambleas de barrios, economía crítica, género, los CIES, centros de menores etc. y de los cuales están saliendo propuestas interesantes. También decir que la acampada tiene dos caras muy distintas. Por un lado la del día con un ambiente lúdico-festivo, esta está plagada de interesadxs que van a echar un ojo y no volver, además de los más populistas que tan solo van a la asamblea-circo que se celebra a las 20.00, la cual es la más visible. Pero por el otro lado está la que se ve por las noches, donde están los auténticos ejemplos de gente luchadora que no pretende abandonar, que se organizan con propuestas más claras e interesantes.
Dejar pasar esta lucha, está en nuestras manos, o no, cada individuo es libre de decidir si participar o no en ella, pero pensamos que dejarlo pasar es justo lo que se quiere desde las esferas más poderosas: la ausencia del pensamiento más crítico y peligroso con el sistema en ese ambiente y que este se propague en el movimiento de una manera eficaz y contundente. Por eso mismo os invitamos a todxs a uniros a la lucha cotidiana que se está llevando a cabo desde los grupos de base.

Un par de individuos libres.

[València] Per què crear assemblees de barri?

El context on es desenvolupa la major part de les nostres vides és el dels barris on vivim. No creiem en els polítics ni en les empreses perquè ens “aconsellen” com aquests han de ser ni les transformacions que han de sofrir. Qui els habiten? Qui coneixen els seus problemes? En definitiva: A qui pertanyen els carrers en les quals vivim?
Existeixen molts problemes que veiem dia a dia i que no reben solució. És la nostra responsabilitat ser conscients que està a les nostres mans crear entre tots i totes els barris tal com volem que siguen. Cada barri coneix els seus problemes millor que ningú: veïns sense casa, drogoaddicció, recollida d’escombraries, falta de carrers per als vianants, i un llarg etcètera.
Demostrem que no volem que polítics i empresaris decideixen com ha de ser i funcionar on vivim. Les assemblees obertes de barri poden servir-nos per reconnectar un teixit social que en l’actualitat es troba fragmentat. Parlar entre nosaltres, solucionar entre tots els nostres problemes, donar-li vida a l’entorn on ens movem, recolzar-nos i, en definitiva, no esperar que ens diguen com donar-li vida i com gestionar el nostre barri.
Amb el 15M hem arribat a un punt que no podem perdre, i és als barris on hem de continuar la lluita.

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¿Por qué crear asambleas de barrio?

El contexto donde se desarrolla la mayor parte de nuestras vidas es el de los barrios donde vivimos. No creemos en los políticos ni en las empresas para que nos “aconsejen” cómo éstos deben ser ni las transformaciones que deben sufrir. ¿Quiénes los habitan? ¿Quiénes conocen sus problemas? En definitiva ¿A quién pertenecen las calles en las que vivimos?

Existen muchos problemas que vemos día a día y que no reciben solución. Es nuestra responsabilidad ser conscientes de que está en nuestras manos crear entre todos los barrios tal y como queremos que sean. Cada barrio conoce sus problemas mejor que nadie: vecinos desahuciados, drogadicción, recogida de basuras, falta de calles peatonales, y un largo etcétera.

Demostremos que no queremos que políticos y empresarios decidan cómo debe ser y funcionar donde vivimos. Las asambleas abiertas de barrio pueden servirnos para reconectar un tejido social que en la actualidad se encuentra fragmentado. Hablar entre nosotros, solucionar entre todos nuestros problemas, darle vida al entorno donde nos movemos, apoyarnos y, en definitiva, no esperar a que nos digan cómo darle vida y cómo gestionar nuestro barrio.

Con el 15M hemos llegado a un punto que no podemos perder, y es en los barrios dónde tenemos que seguir la lucha.

[València] Continua l’acampada a la plaça de l’ajuntament

L’acampada de la plaça de l’ajuntament de València, continuarà tot el cap de setmana tot i que el Tribunal Supremo de l’estat espanyol considera il·legals les manifestacions, concentracions, protestes i acampades per ahui i demà 22M.
Sembla que la delegació de govern, que dirigeix el PSOE no vol clavar-se en la gent que ha eixit al carrer, per a vore si aquesta estratègia de semblar d’esquerres els dona els vots que ja no s’esperen, ja que és més que evident la seua caiguda lliure en les enquestes i l’indignació popular generalitzada.
De tota manera, tot i que delegació de govern diu que respectarà les protestes encara hem de vore que succeeix ja que aquesta carta la tindràn a la mànega com a forma de control de les acampades, que poden ser desallotjades i reprimides si “s’altera l’ordre públic”, cosa que no queda ben clara i pot dur a confusió a les forces de seguretat, gent amb la lucidesa mental d’una ameba.

Hi ha hagut prou incidents amb alguns integrants de “l’organització” (tota la gent que vulga unir-se i formar-ne part de forma voluntaria) que han adoptat unes actituts autoritaries, agressives i coercitives:

*Abans-d’ahir per la vesprada, “l’organització” va prohibir la col·locació de cartells contra els polítics que penjaven de manera autònoma unes companyes per que “no eren contra el PP”. Sembla ser que no és prou específic la denúncia dels polítics en general per a la acampada d’indignats…

*Pel matí, front a l’aparició de TVE en la plaça, una persona ha increpat la seua presència amb el conegut “televisió, manipulació!” i com a resposta s’ha trobat amb un colp de paraigües.

*Per la vesprada, quan unes persones repartien octavetes demanant l’abstèncio i l’autoorganització, una d’elles ha sigut violentada per un individu dient que no es podien repartir eixes octavetes i que la plaça era seua. El volia fer una foto i davant de la negativa del xic, hi ha hagut uns moments de tensió. El personatge, que al final sembla que era de “organització” s’ha anat a buscar la policia per criminalitzar el xic i ha demanat que la resta de gent “d’organització” que l’envoltava el retingués. Al final el xic ha escampat i no ha passat res més.

*També algunes persones d’organització han renyit a gent que front a les provocacions de la caravana d’espana2mil, que ha passat per les rodalies, els han escridassat. Ficant aquesta gent en l’ull dels policies presents.

*L’assamblea de les 8 hores s’ha obert amb una intervenció que ha demanat que els “agitadors propagandístics” havien de ser fotografiats i denunciats a la policia.

Denunciem tot tipus d’autoritarismes, de col·laboracionisme amb la policia i criminalització de la lliure expressió en un supossat espai obert de debat i crítica.

Sembla que hi ha hagut aparició de nazis aïllats, vestits de casual, per la plaça a marejar i controlar a la gent i les pancartes.

Demà es supossa que la plaça continuarà essent un espai de trobada per a la gent de València que està cansada dela situació actual i vol indignar-se. Tot i que pensem i reivindiquem que la indignació no és suficient i que la gent ha de començar a valorar que passarà despusdemà quan les eleccions hagen passat i la força de la convocatòria i la legitimitat que pot tindre la protesta dintre del marc legal en que s’ampara desapareguen. Aleshores, després del 22M, qué?

S’han propossat debats ahui a les 14 hores i a partir de les 17’30 hores, si esteu interessades, tota l’informació la podreu trobar al plànol central de la plaça de l’Ajuntament, passeu-vos i participeu!

L’abstenció passiva és inútil. Baixa al carrer i fes teua la protesta.
L’autonomia s’aconsegueix dia a dia, autoorganitzant-nos i lluitant contra l’estat i el capital!

Abstencionistas y desobedientes

El próximo 22 de mayo son elecciones municipales, y en algunas partes, también se eligen los parlamentos y gobiernos de las Comunidades Autónomas correspondientes. Como anarquistas siempre hemos estado en contra del Parlamentarismo. Estamos en contra porque nos parece insuficiente, nos parece tramposo y que representa los intereses de las clases dominantes. Para nosotrxs la Democracia es otra cosa. No queremos que nadie decida por nosotrxs, queremos tomar las decisiones que nos atañen nosotrxs mismxs, sin intermediarixs, sin esperar al “momento adecuado”. Tomamos las decisiones aquí y ahora.

No confiamos en que ningún político, por muy buenas intenciones que tenga, gestione nuestros impuestos y nuestros votos de una forma adecuada. ¿Y cuál es la forma correcta de gobernar? ¿Bombardear países porque lo diga Estados Unidos o la OTAN? ¿Recortar gastos sociales porque lo dice la Unión Europea y el FMI? ¿Darle la espalda al Sahara porque la ONU no hace nada? No creemos que ningún gobierno resuelva estas cosas, y muchas otras, porque éstas solamente las puede resolver un pueblo organizado y concienciado, que no deje que sus asuntos los resuelvan los políticos. Un pueblo que tome su vida en sus propias manos y no se deje manipular por nadie. Que le dé la espalda al Estado como sistema de organización social.

Por esto mismo, ya que nadie nos arreglará nada, no votaremos. Pero no votaremos porque tenemos una alternativa: la sociedad libertaria. Y ésta pasa porque seamos responsables de nuestras acciones. Pasa porque nos organicemos, porque pasemos a la acción. Como dice la canción: “nuestros sueños no caben en sus urnas”.

Estos días hay numerosos actos, concentraciones, pegadas, jornadas… de colectivos y organizaciones libertarias de todas partes del estado llamando a la abstención, a la acción directa y a recuperar la capacidad que todas y todos tenemos de gobernar nuestro presente para cambiar nuestro futuro. Los anarquistas, en el momento en el que somos capaces de autoorganizarnos, autogestionarnos y actuar sin intermediarios, nos estamos absteniendo todos los días del año, no sólo cuando el poder llama a las urnas.

Los movimientos ciudadanos que han salido a la calle estos días, a pesar de su pluralidad, parecen tener como objetivo principal reforzar la democracia parlamentaria. No creemos que de este sistema actual se pueda rescatar nada. No es deseable que la clase política sobreviva, sea ésta de izquierdas o de derechas. No queremos que los políticos cambien, queremos que se vayan, que se vayan todos.

Aún con ello, saludamos todas estas iniciativas que se estan dando en distintas ciudades de carácter asambleario y horizontal, en varios casos apoyadas por el movimiento libertario local, denunciando la actual situación socio-económica. Esperamos que se profundice en el debate, para llevar más lejos este movimiento incipiente pero que podría tener alguna posibilidad de concienciar a una parte de la sociedad, cosa que nunca hay que desdeñar.

En este sentido, exigimos la libertad sin cargos de los detenidxs el 15 M en Madrid. Rechazamos la violencia del Estado en todas sus formas. Y animamos a la población a resistir y a no dejarse ganar por el miedo. Ésto es lo único que les mantiene en el poder. Es el miedo lo que les hace fuertes. El día que lo perdamos, estarán perdidos.

El 22 de Mayo: abstención activa. El 23, a la calle de una vez por todas! Y hasta entonces a tomar las plazas. A por ellos!

alasbarricadas.org

[Textos] Sindicato Facebook

http://www.alasbarricadas.org/noticias/files/no-facebook.gif

De los primeros mensajes que se difundieron al público de las españas acerca de Facebook es que por ahí se encuentra un montón de gente y así también organizan mobilizaciones ciudadanas.
Desde su sillón del rascacielos, los accionistas y asesores en estrategia de Facebook, Twitter, Youtube, Windows Messenger y otros proyectos empresariales han hecho descomunales inversiones y campañas aguantando un tiempo sin publicidad (ingresos) para alcanzar la hegemonía mediática y de referencia para toda condición social.

En el tercer mundo los niños pronto van a dejar de lucir camisetas del Barça para vestirse de los nuevos iconos tecnológicos.
Parece increíble que una web tan simple pero ambiciosa como Twitter haya roto incluso con estándares tan sólidos como el RSS para “sindicar notícias”.

La mayoría de personas ven televisión durante la semana (televisión de mercado), y evidentemente la educación que se sirve por ahí proporciona referentes como CocaCola, iPhone, Facebook, VolksWagen, Vodafone, Google, etc. los cuales te llegan a decir que “compartir” consiste en [aceptar] condiciones de renuncia sobre tus fotos y entregar los datos personales de tus colegas para que les llegue más publicidad educativa (spam).

Por lo tanto, aún siendo un horror, es consecuente que la gente no busque por sí misma alternativas como Jabber, joindiaspora, guifi, GNU, o se plantee qué significa el término “redes sociales” para buscar información en Nodo50, Indymedia, o publicar de forma autónoma fuera del control de blogspot y patrocinios parecidos.

Esperemos que Facebook sólo esté gandando una sola de las batallas y no llegue a los niveles de dominación que tuvo el sindicato vertical para controlar a la clase trabajadora.
Lo jodido ahora es que la gente se piensa que se inscribe en Facebook de forma voluntaria, pero que en realidad es algo tan voluntario como renovar el DNI o pagar un cacharro para ver la TDT.

A las personas que defienden su dignidad y la de tod@s, a quienes luchan por la libertad, por la CULTURA y contra la explotación, las llamo a incluir en su lucha la defensa y uso de las auténticas herramientas que tanto esfuerzo nos ha costado a LAS REDES SOCIALES DE VERDAD: el copyleft y el software libre, los medios independientes y sin patrocinio.

Y quiero recordar también que cuando alguien quiere lanzar una protesta colectiva, lo que tiene que hacer es mover el trasero y acercarse a su sindicato real, a las asociaciones del barrio, al colectivo que le sea más afín, o incluso a proponer con otras una nueva movida.
Pero compañero, compañera, si no llegas a reunirte en asamblea, aprender a documentarte o a comunicarte con seguridad, te van a manipular y vas a ser carne de cañón para manifestaciones como las de apoyo a TV3.

Artículo original: http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/419311/index.php

[Tunísia i Egipte] Dos revueltas. 2010-11

extraido de http://panfletossubversivos.blogspo…

[se publica a continuación un análisis, mas que un panfleto sobre este tema, del cual es tan complicado encontrar información por fuera de los medios masivos de propaganda del Capital]

El mundo árabe contiene el aliento y mira hacia Egipto. La lucha que allí está a punto de desplegarse prefigura el resultado de las luchas que quizá surjan pronto por toda la región. Una derrota del levantamiento egipcio, sea a manos de los militares o a manos de los islamistas, se traduciría en una derrota para los levantamientos ya en curso, en Libia, el Sudán árabe, Yemen y Argelia. Determinará lo que salga de ellos de un modo u otro.

1. En Egipto las cosas han llegado a un punto en el que hay claros indicios de descomposición revolucionaria y reorganización de la sociedad.
La odiada policía casi se ha desintegrado, se ha retirado de la calle, no se la veía por ninguna parte. Esta asombrosa observación, que nadie pudo pronosticar y que topó con la incredulidad y la desconfianza de los manifestantes, no es indicio de la relativa fuerza de estos últimos —en términos militares— sino de la debilidad interna de la policía.
Dicha fuerza se mostró medianamente fiable mientras se vio a los manifestantes como gente de clase media con formación universitaria. Parece ser que esta noción se vino abajo cuando personas de los estratos inferiores de la sociedad, tras algunas vacilaciones, comenzaron a interesarse por su lucha y salieron a la calle a apoyarles.
La policía, compuesta en su mayor parte por gente de esos estratos inferiores, parece haber titubeado instantáneamente frente a un levantamiento que en gran medida ha demostrado ser proletario.
La desaparición de la policía de la calle, y la oleada instantánea de saqueos que le siguió —según la mayoría de los egipcios organizada por la propia policía— provocó una respuesta de las masas: empezaron a organizar comités de barrio dedicados a salvaguardar a la población y a organizar su defensa, tanto contra el Estado como contra las bandas.

2. Otra forma de autoorganización cobró existencia de un modo muy parecido: comités de fábrica obreros, al menos en los bastiones industriales, donde los trabajadores se unen para defender (lo que podríamos traducir como: ocupar) su lugar de trabajo y organizar una huelga general. También partió de estos círculos el intento de formar sindicatos independientes.
Estos acontecimientos son significativos en la medida en que en esta fase ya no existía el control estatal sobre partes de la vida social. A la gente se le dio la ocasión, y la obligación, de organizarse a sí misma.
Parece que si hay un criterio que defina a la social revolución frente a la mera revolución política, es éste. Lo que ahora estamos presenciando en Egipto es una auténtica revolución social.
A juzgar por cómo fracasó la revolución iraní en 1979, ya se puede deducir que existe un peligro profundamente arraigado en la doble estructura de esta autoorganización nueva y espontánea. Las dos ramas, si se quiere, podrían tender a tomar rumbos divergentes porque representan necesidades completamente diferentes y obedecen a una dinámica totalmente distinta; y eso podría acabar utilizándose para arruinarlas.
En 1978-1979, los comités de barrio, los komiteha, acabaron bajo la influencia de los clérigos islamistas y sus seguidores porque en esos círculos tenían muchos seguidores y muy devotos, temerarios y organizados, que no estaban dispuestos a respetar las reglas de la democracia revolucionaria, y que decidieron aplastar a sus adversarios. Más tarde, su brazo armado se incrustó en lo que acabaría siendo la organización pasdaran, de una forma muy semejante al modo en que Feliks Dzershinsky creó la Cheka a partir de lo que quedaba de los comités militares de los soviets locales, tras purgarlos de todos los no-bolcheviques y convertirlos en un mero instrumento.
Por otra parte, los consejos obreros fueron controlados poco a poco por grupos leninistas y populistas de izquierda que redujeron la trascendencia y el impacto potencial de estos consejos a la condición de un mero instrumento político; cuando llegó el momento en que los islamistas se volvieron contra los obreros, toda su organización cayó en cuestión de meses.
Así fue cómo la autoorganización del proletariado sucumbió ante la contrarrevolución islamista.
Estas dos ramas representaban dos tendencias diferentes, y en última instancia servían a dos clases distintas: los comités de barrio representaban cada vez más a lo que podría llamarse una pequeña burguesía, y los consejos de fábrica al proletariado industrial. No había ninguna organización, sin embargo, capaz de ocuparse de la organización de la sociedad posrevolucionaria en su conjunto; la democracia insurgente, nacida de la necesidad de autodefensa, demostró su parálisis, y en última instancia fue incapaz de hacer frente al enemigo.
En estos momentos no vemos qué podría ayudar al levantamiento egipcio a evitar este escollo.

3. El ejército egipcio no parece saber si volverse contra Mubarak o contra el levantamiento. Ha entrado en las ciudades, donde fue vitoreado por la multitud, que lo acogió como contrapeso a la detestada policía; hasta el momento se ha abstenido de reprimir al pueblo insurgente.
Son pocos los analistas que no creen que pueda hacerlo. No es nuestro caso, sin embargo, porque no vemos cómo el ejército podría evitar correr la misma suerte que la policía; y si lo hiciera, entonces los desertores armados se sumarían al levantamiento, que entonces estaría armado. Y eso supondría el fin de cualquier intento de restaurar el orden pronto, que es lo que pretende el liderazgo militar.
Además, los militares quieren desesperadamente ser percibidos como parte de la solución, no como parte del problema. Por tanto, sólo reprimirán las protestas si se encuentra una solución política, es decir, un llamado gobierno de unidad nacional bajo Baradei u otro, con o sin la participación del PND.
El día en que se encuentre esa solución será el día en que comience en serio la represión.
El último factor de la ecuación son los Ikhwan al muslimun. Los islamistas no parecen estar a punto de saltar al primer plano ni de tratar de hacerse con el poder. Aguardarán al momento en que se sepa quién es el ganador, y entonces harán su apuesta. Mantienen una presencia en gran medida simbólica dentro de las protestas y negocian entre bambalinas. Saben que formarán parte de cualquier solución política, y que tienen suficiente fuerza en la calle para que su voz sea oída en ella en caso necesario.
Son un enemigo a tener en cuenta. Nadie puede pensar que hayan sido marginados. Sólo se muestran cautelosos. De un modo u otro, tendremos noticias suyas.
Cualquier supuesta solución política, recordémoslo, no es una solución. Esto no tiene que ver con el establecimiento de un nuevo gobierno; de haber sido ese el caso, nada de esto habría sucedido.
El mundo árabe, y no sólo el mundo árabe, está observando. Están a punto de suceder grandes cosas. Nadie sabe cómo saldrán. Todo podría salir horriblemente mal. Para que no salgan horriblemente mal, las cosas necesitan asistencia. Hacen falta iniciativas, en Europa y en otras partes. Todos los interesados en el éxito de la revolución egipcia deberían ponerse en movimiento. Si no sois unos completos chalados —cosa que algunos sois— sabréis lo que tenéis que hacer.

# traducción de un análisis en alemán publicado en el blog In The Absence Of Truth en Enero de 2011 por No había futuro

[Texto] “El escéptico”

Uno de los tantos escupe-sentencias, enojado con el mundo y con él mismo, una vieja ruina de tantas batallas imaginarias, desilusionado y escéptico en la miseria del cotidiano problema de vivir, me decía que la rebelión hoy no existe, que hablar de eso era anacrónico, cosa del siglo pasado.
Mi amigo, recordando su pasada militancia y soñando con los ojos abiertos, entre un vaso y otro, me confirmaba la intención de no hacer nada. Ni esperar, simplemente no hacer nada. Trabajando para vivir, mirando pasar la vida.
La tristeza de ésta afirmación tiene para mí, una parte de entendible.No hace mucho tiempo, un tipo (creyendo hacer una crítica severa) me decía: ¿qué cosa grande harás? Es mi supuesta inmadurez, capaz, el patrimonio más grande que tengo, la cosa más grande que tengo, la cosa más linda de mi vida. Yo no sé qué cosa grande haré, pero quiero continuar con el entusiasmo del niño que descubre el mundo y no quiero envejecer elaborando justificaciones del no hacer.
La acción, en el fondo, tiene siempre una cosa de arriesgado. El escepticismo es una de las filosofías más profundas, pero, como todo lo que es elevado, pierde muy rápido el contacto con la realidad, con las cosas simples y concretas que también son importantes y fundamentales y que son parte de la vida de todos.
El escéptico no las considera. En el ardor de su propia hipótesis sobre el mundo, avanza sin dudas, sin contradicciones.
Los otros se cansan en ganar consecuencias, ellos miran con superioridad y se vuelven a mirar en la absoluta frialdad de lo que son. Así termina por encontrarse perfecto, seguro, lejos de todo conflicto desagradable. Pero no se da cuenta que es simplemente un tipo sin valor ni ánimo y que está cansado. Un feroz conservador.

Alfredo M. Bonanno

Guerrilla de la comunicación

Aquí se presenta de manera muy seria la teoría de una práctica que no solamente pretende ser subversiva, sino también placentera y divertida. Estamos aburridos de la práctica exclusiva de escribir panfletos insípidos y del dogmatismo de la izquierda que a lo sumo nos permite reírnos del cabaret político. En lo demás hay que demostrar siempre que llevamos a cuestas todo el dolor y toda la injusticia del mundo.
Puede que esta imagen sea injusta o exagerada. Pero ya sabemos: la mala conciencia que nos invade cuando en vez de currarnos por fin aquel texto teórico sobre la tergiversación, nos pasamos dos noches bailando; la moral del trabajo que nos obliga a permanecer pálidos ante la computadora, en vez de tomar el sol en la playa; la escrupulosidad con la cual revisamos unas expresiones para comprobar si se adaptan a la línea políticamente correcta.
Un exceso de análisis y estructuración, de conceptualización y delimitación de diferentes principios, métodos y técnicas puede restarle encanto hasta a la más bonita de las acciones. Por esta razón, se cuentan muchas historias de acontecimientos sin despiezarlas para no convertirlas en teoría seca e indigesta. Sin embargo sería igualmente fatal ver en las concepciones teóricas que aquí se proponen un manual de reglas a seguir, y encerrar así la propia práctica en un corsé que ya no deje lugar a deseos, placeres y diversiones incontroladas. Hacer eso contribuye a desarrollar la práctica propia. Y ésta es también la mejor contribución que se puede hacer a una futura teoría de la subversión.
El concepto de guerrilla de la comunicación invita a experimentar otras formas de hacer política que -a pesar de pertenecer ya desde hace tiempo a la práctica de los grupos de izquierdas- muy a menudo han sido subvaloradas como bromitas poco serias al margen del verdadero trabajo político. Este Guerrilla de la Comunicación aborda estas formas de práctica política subversiva, sus condiciones, discusiones y límites.
¿Acaso la mejor subversión no es la de alterar los código en vez de destruirlos?

>Manual (fragmento)<

[Euskal Herria] ¿Y si no hubiera sido un escolta?

Gara * E.H
La Fiscalía ha pedido una multa de dos mil euros contra un escolta, responsable de una empresa se seguridad, por haber colocado una bomba falsa en el buzón de una juez con la que compartía vivienda en Donostia. Los hechos se produjeron en mayo del año pasado y desde el PP y el PSE aprovecharon lo ocurrido para tratar de desacreditar la apuesta de la izquierda abertzale justo cuando había concluido el debate interno del que salió la resolución «Zutik Euskal Herria». Hamaikabat emitió una nota de condena. A las horas, ya no había quien sostuviera la tesis del intento de atentado y el tema cayó en el olvido, hasta ayer.
Llama la atención, en primer lugar, que este caso esté siendo instruido en un juzgado guipuzcoano y no haya sido remitido a la Audiencia Nacional, tal como sucede con cualquier suceso en el que aparezca la palabra «bomba», simulada o real, en territorio vasco. Lo más chocante es, sin embargo, que el Ministerio Público solicite en contra del escolta sólo una multa, cuya cuantía queda lejos además de las cantidades que se suelen pedir en otros casos. Y surge la pregunta. ¿Cuál sería la petición fiscal en este mismo caso si el encausado, en vez de un escolta, hubiera sido, por ejemplo, un joven donostiarra? La respuesta es conocida en un país en el que hay personas encarceladas por denuncias anónimas de haber asistido a una manifestación.
No hay que pasar por alto, por otra parte, el hecho en sí. El que un responsable de una empresa de seguridad, que ejerce labores de escolta, simule un intento de atentado demuestra que un sector compuesto por cientos de personas, ligado a la seguridad, ve como amenaza un nuevo escenario en Euskal Herria, en el que sus servicios no fueran requeridos por nadie. Tanto o más podría suceder en cuerpos policiales suyos miembros han hecho carrera a la sombra de un conflicto que ha dejado profundas heridas en la sociedad. Sectores que no ven con buenos ojos lo que está pasando y que harán lo posible por mantener su estatus.

Sare Info:
http://sareantifaxista.blogspot.com/2011/04/piden-multar-un-escolta-por-poner-una.html